—¡Lo hice!
— ¡Nya!
La primera cosa que escucho al despertar de mi sueño fue una fuerte voz que me hizo soltar un grito sorprendida. Seguí leyendo “El vampiro reencarnado solo quiere una siesta – Capítulo 45: Loli de alta tensión”
Cuando mi conciencia empezó a apagarse, tuve un sueño. Era un recuerdo de mi vida pasada. Experimenté lo que hice de nuevo, en forma de sueño. Seguí leyendo “El vampiro reencarnado solo quiere una siesta – Capítulo 44: Los sentimientos del chico.”
—…. Fuuu….
Sacudida por la espalda de Neguseo, solté un gran bostezo hacia el cielo. Tomé aire fresco mientras bostezaba. Siento un poco de frío.
—Quiero ropa. Seguí leyendo “El vampiro reencarnado solo quiere una siesta – Capítulo 43: Primera amiga”
Mi cuerpo se siente ligero…
Nunca me he sentido así antes, algo como… flotar. Aunque me siento triste, perdí a mi amada Okaa-sama mi corazón se volvió pesado. Pero cuando mi pie pateó el suelo, todavía me siento tan ligera. Puedo sentir mi cuerpo entero lleno de poder. Seguí leyendo “El vampiro reencarnado solo quiere una siesta – Capítulo 42: Hoguera ceremonial”
Cuando regrese a la cabaña, veo que Kuzuha-chan ya duerme, tumbada en la pila de paja, usando su cola como almohada.
Sus ropas están estropeadas, así que hay varias manchas expuestas y zonas rasgadas, tal vez se pinchó con la paja. Seguí leyendo “El vampiro reencarnado solo quiere una siesta – Capítulo 41: Una lágrima”
Aquello lo había dicho un hombre con un timbre de voz relajado que bajaba parsimoniosamente la escalera hacia el sótano. Claramente intenta verse como un mago con la ropa que lleva puesta. Viste una bata cara adornada con bordados dorados. Tiene cabello oscuro mezclado con azul. Y aunque no estoy segura por su rostro asumo que está entrado en sus veinte… Como la bata es grande no alcanzo a ver su musculatura… pero me resulta claro que tiene una cara angosta con ojos púrpura. Seguí leyendo “El vampiro reencarnado solo quiere una siesta – Capítulo 40: La Ambición de Ruts”
Inmediatamente después de regresar a mi forma de vampiro, cubrí mi nariz.
… las cebollas son malas. Seguí leyendo “El vampiro reencarnado solo quiere una siesta – Capítulo 39: La Madre en el sótano”
El escenario a mi alrededor es oscuro por la noche, vagamente iluminado por la luna. Lo que es bueno, con ojos de vampiro, puedo ver todo incluso sin la luz de la luna. Puedo ver una pequeña villa de no más de 20 casas. Ya que hay campos alrededor de cada casa, supongo que puedo llamarla una villa rural. Por el olor, parece que hay también varias villas pequeñas alrededor… Seguí leyendo “El vampiro reencarnado solo quiere una siesta – Capítulo 38: El vampiro sale a pasear por la noche”
—Arge-san, Arge-san, por favor despierta.— Oigo a Kuzuha-chan hablar.
—Ni ~yamu.
Obedientemente la escucho, y me despierto. Levantándome, todavía adormilada, miro hacia el agujero en el techo, viendo un cielo estrellado. Ahora que lo pienso, esta choza; ¿qué hace ella en los días de lluvia?
Seguí leyendo “El vampiro reencarnado solo quiere una siesta – Capítulo 37: Zorro y cena”
—…Ah
— ¿Qué está mal, Arge?
Durante el desayuno. De repente, recordé qué día es y se me escapó. Seguí leyendo “El vampiro reencarnado solo quiere una siesta – Extra: Vampiro y Feliz Navidad”
—Lo siento, te he causado problemas esta vez …
—No, no, está bien siempre y cuando lo entiendas. Seguí leyendo “El vampiro reencarnado solo quiere una siesta – Capítulo 36: El pago del zorro”