Príncipe Cautivador – Capítulo 36: La aparición de un hombre con túnica blanca

Traducido por Akatsuki

Editado por Sakuya


El sol brillaba y la brisa era cálida.

Después de unos días entregando las provisiones, la ciudad de Feng Zhou finalmente volvía a ser lo que era.

Ya no había más personas sufriendo de hambre por las calles, además Shang Wu Xin había matado al Magistrado y todos regresaron a sus negocios para poder ganarse la vida de nuevo.

En ese momento, Leng Wu Feng y Huan Mo Che habían sido enviados a hacer otras cosas. No era que Shang Wu Xin no estuviera dispuesta a usarlos, solo no sabía que habían tomado recientemente, ya que a cada momento ambos aparecían frente a ella. Por eso, estaba molesta.

Shang Wu Xin asumió del porqué no aprovechar las habilidades de estos dos, así que dejo que hicieran su trabajo. Ella sabía que los problemas de la ciudad no se resolverían simplemente suministrándoles las provisiones. Aunque realmente no le importaba las vidas de los demás, a no ser que estuviera a cargo de ellas, no era necesario terminar lo que inició.

Así que ordenó a Huan Mo Che ir a las ciudades más cercanas a traer algunas semillas y cuando regresó, ordenó que las distribuyeran a todos los ciudadanos y las sembraran.

Tomaría al menos unos meses para que las semillas maduren y estén listas para ser cosechadas, mientras que los alimentos que trajeron durarán solo un mes. Así que, ordeno a Leng Yu Feng llevarse a los hombres jóvenes y fuertes hacia las montañas a cazar animales, para luego hacer que las mujeres trabajen sus pieles y así poder venderlos en otras ciudades. Aunque no era mucho, era más que suficiente para sobrevivir algunos meses más.

Luego de dar las órdenes, se iba a descansar. De vez en cuando salía a caminar por la ciudad, pero cada vez que la gente la veía se escuchaban saludos llenos de respeto. Cada vez que los escuchaba, sus ánimos disminuían y usando su qinggong salía de la ciudad para continuar su caminata.

El bosque era inmenso y el sol brillaba a través de las hojas donde todo estaba en su forma más pura, rodeado por los árboles.

Shang Wu Xin se adentró en el sin cuidado, mientras observaba los alrededores del bosque. Su aliento era mucho más suave y frío que antes, pero cuando estaba a punto de irse, vio a una persona en cuclillas frente a ella, deteniendo su caminata.

Aquella persona había escuchado sus pasos, pero ni siquiera hizo el más mínimo movimiento para verla. Shang Wu Xin tampoco podía ver su rostro, solo podía ver que estaba vendando a un pequeño animal herido.

Ella sabía que este animal había venido de la otra montaña ya que había ordenado a Leng Yu Feng llevarse a los ciudadanos a cazar. Este pequeño tuvo la suerte de haber escapado y encontrarse con esta persona para ayudarlo.

Usualmente no le prestaba atención a los demás. Aunque ver a una persona andar por estos lugares era un poco extraño, ella no sentía ninguna intención asesina provenir de él. Mientras se acercaba, más alerta se ponía.

Fue entonces cuando una ráfaga de viento sopló desde la dirección de Shang Wu Xin, haciendo que su cabello bailará en el aire. En ese momento, aquella persona que se mantenía agazapada, sintió una suave fragancia que olía mejor que cualquier otra que conocía, era incluso cien veces mejor.

Aquella persona sujetó al animal y lo cargó hacia su pecho, para luego observar al extraño muchacho que paseaba por ahí.

Su largo cabello negro colgaba casualmente sobre sus hombros hasta su pecho, como si fuera una tinta derramada en las aguas de la Montaña Huí Mo. Las largas pestañas del joven mostraban un toque de maldad mientras miraban a su alrededor, este joven llevaba puesto un vestido blanco y en su mano sostenía una flor, aun así, desprendía un magnífico encanto demoníaco con sus labios color rosa pálido, formando una ligera sonrisa. En ese momento, el hombre sólo pudo responderle con una sonrisa.

Ye Yi Zhe miró al joven desconcertado, sabía que era el Príncipe Shang a quien tuvo suerte de ver en la entrada de la ciudad hace unos días, con solo verlo sintió que era muy inteligente e interesante, pero no esperaba volver a verlo. Él solo había venido a recolectar algunas hierbas y cuando se levantó, él estaba a solo unos pasos cerca suyo.

El hombre tenía unos veinte años, una nariz recta, cejas pulcras con unos ojos que brillaban como estrellas, una mirada deslumbrante, especialmente por la marca que se encontraba sobre su ojo derecho que le daba un fuerte impacto visual.

Su largo cabello negro se balanceaba suavemente sobre la túnica blanca, liberando una silenciosa tentación por la elegancia de sus movimientos. Entre sus brazos sostenía a un pequeño zorro blanco como la nieve. Su abrigo era tan limpio que no había manchas en el y si dejabas de mirarlo, el pequeño zorro podría desaparecer.

Incluso con la impresionante apariencia, los pasos de Shang Wu Xin no se detuvieron. Se decía muchas veces que cuando más bella es la flor, más venenosa era. Además, el hecho de que salvará a este pequeño, no significaba que pensará en él como una buena persona.

Cuando Ye Yi Zhe miró al joven, no supo porque temblaba, pero cuando lo miro a los ojos, no podía ver movimiento alguno en ellos. Al ver que el joven estaba a punto de irse, no supo por qué abrió la boca, tal vez fue porque encontró algo más interesante que la medicina o la plata… No, era un joven.

— ¡Joven maestro, por favor, espere! —Gritó Ye Yi Zhe.

Ahora que finalmente se encontró con alguien que lo hizo sentir diferente, ¿cómo podría dejarlo ir? Tenía un extraño sentimiento en su corazón de que, si lo dejaba ir, su vida volvería a ser como antes.

Shang Wu Xin detuvo sus pasos, no por otros asuntos sino por la voz del hombre. Era una voz muy hermosa, clara y pura. Con solo escucharlo parecía purificar y disipar la bruma del corazón.

— ¿Qué? —Shang Wu Xin frunció un poco las cejas y respondió con un tono ligeramente frío.

Ye Yi Zhe estaba perplejo, nunca en los últimos 20 años había estado en este tipo de situación, pero cuando miro al joven frente a él, sus ojos brillaron con intensidad y con una voz inexplicable preguntó: —Su rostro, joven maestro, se ve pálido, sus labios casi blancos, parece que ha sido envenenado. Este hombre, tiene algunas habilidades, no podría joven maestro ¿dejarlo tomar su pulso?

Al principio, Ye Yi Zhe se sorprendió por la apariencia del joven, aunque no le prestó mucha atención. Luego, para encontrar una razón para hablar, comenzó a mirar más detenidamente para descubrir que la salud del joven no era buena. De hecho, era extremadamente mala. Si no se trataba a tiempo, sería perjudicial para su vida.

Shang Wu Xin se sorprendió al escucharlo. Ella conocía muy bien su cuerpo, incluso sabía que tenía este veneno y que era muy difícil de curar. Su predecesora tardó quince años en identificar el veneno con la ayuda de profesionales en medicina, pero sin encontrar la cura. Este hombre no podría haberlo sabido con solo verla, su cuerpo olía a medicina y era claramente muy saludable, por lo que podría ser un médico muy calificado.

— ¿Acaso sabe cuál es el veneno se encuentra en este cuerpo? —Preguntó Shang Wu Xin.

No le gustaba el hecho de tener algo desconocido dentro de su cuerpo, ella quería desintoxicarse, pero no tenía forma de hacerlo.

Ye Yi Zhe observó tranquilamente al joven maestro frente a él. Por lo general, no le gustaba estar cerca de las personas, pero este joven era la excepción por alguna razón.

—Requiero tomarle el pulso para poder saberlo claramente, joven maestro. —Dijo Ye Yi Zhe seriamente.

Aunque era piadoso, no podía diagnosticar a alguien al azar. Realmente quería saber más sobre este joven, pero por su bien, necesitaba tomar el pulso para dar el diagnóstico.

El corazón de Shang Wu Xin saltó por un momento antes de que su racionalidad se hiciera cargo. Su cuerpo era el de una mujer, y el hombre frente a ella era obviamente bueno en medicina, siempre y cuando solo midiese su pulso; él no lo sabría. Si llegara a saberlo, tendría que matarlo. Más importante aún, no tenía el antídoto, por lo que obviamente no haría algo tan laborioso.

—No es necesario por ahora, este joven maestro se retirará primero. —Ella tenía que encontrar una manera eficaz de ocultar su género. De lo contrario, la desintoxicación sería difícil de hacerse.

Ye Yi Zhe no creía que cambiase tan rápido de opinión y se fuera. El joven obviamente sabía su condición física, pero no le importaba en absoluto, no le tenía miedo a la muerte o al dolor. Ye Yi Zhe, que tenía el corazón tranquilo, de repente se vio inundado de una ira desconocida hacia este joven caprichoso.

— ¡Príncipe Heredero, por favor, quédese! —Gritó.

Las cejas de Shang Wu Xin mostraron hostilidad. Ella no creía que esta persona realmente supiera que era un Príncipe. Entonces, ¿cuáles eran sus intenciones para acercarse? Más importante aún, sabía que su cuerpo estaba envenenado. Shang Wu Xin dió un golpe al hombre sin previo aviso, sin mostrar ni un poco de misericordia.

Aunque Ye Yi Zhe parecía un hada, su habilidad no era mala, cuando vio el ataque de Shang Wu Xin dirigirse hacia él, reaccionó rápidamente y la esquivó mientras sujetaba al zorro entre sus brazos. Parecía muy simple, pero no lo sería si su qing gong no alcanzaba cierto nivel de práctica, ya que un golpe a esta distancia era simplemente imposible de evitar.

Shang Wu Xin no se rindió, sus ojos brillaron de emoción, y su mano derecha fue directa al corazón, obviamente no era un simple golpe.

Ye Yi Zhe vio que el joven definitivamente quería su vida, incluso si antes era indiferente. Esta era su primera buena intención de salvar a una persona, pero no solo este joven no estaba agradecido, sino que incluso quería matarlo.

Ye Yi Zhe sostuvo al zorro con una mano y con la otra se defendió del ataque. Ambas palmas se encontraron por un momento, pero se emparejaron uniformemente.

Shang Wu Xin se retiró, todavía pensando en cómo matar a este hombre. No solo sus habilidades médicas eran buenas, sino que incluso sus artes marciales también eran sorprendentemente buenas. Si este hombre hizo su mejor esfuerzo, temía que no hubiera ningún buen resultado para ella.

Ye Yi Zhe miró al joven frente a él, su presencia asesina no se había disipado en absoluto, sabía que todavía quería matarlo.

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