Un día me convertí en una princesa – Capítulo 83

Traducido por Den

Editado por Sakuya


No, pero teniendo en cuenta mi edad actual, ¿realmente tenía que tener tanto cuidado cada vez que saliera? Al menos cuando me escapaba para esconder mis preciosidades era una niña.

Lo único positivo era que no había nadie alrededor. Pero mientras caminaba por el pasillo, vi a alguien familiar.

—¡Princesa!

¡Ups, me atraparon! 

La doncella sostenía una toalla tibia que humeaba. ¡Gracias a Dios era Hannah y no Seth o Lilly!

—¡No puede salir!

—Ya no me duele nada. Solo voy a dar un paseo.

Se acercó rápidamente hacia mí con una expresión de sorpresa. Pero no me inmuté y bajé con calma las escaleras.

Las únicas personas que podían detenerme en el Palacio Esmeralda eran Félix y Lilly, y ninguno de los dos estaba aquí.

Ella me siguió mientras trataba de convencerme.

—Pero todavía está pálida.

—Es porque no me ha dado el sol.

No pensaba escucharla por más tiempo, así que no podía convencerme por mucho que lo intentara. Hannah movió sus pies incómoda.

—¿Blackie está en el jardín? —Cuando le pregunté aquello sin pensarlo, se detuvo.

—Uhh, princesa, ¿y si regresamos a su habitación? Le traeré té y refrigerios. Hicimos muchos pasteles que le gustan.

Fue solo un momento, pero comencé a sospechar. Trató intensamente de llevarme de regreso a mi habitación, y eso solo me dio más ganas de irme.

—Voy al jardín.

—¡P-Princesa! —la dejé atrás, corriendo hacia el jardín, poco después llegué a mi destino. Pero el lugar habitual en que solía estar Blackie estaba completamente vacío.

En realidad, había pasado un tiempo desde que vine a verlo. Recientemente no vine por ese incidente, y especialmente porque Claude resultó herido. También porque dudaba en volver a encontrarme con él. No obstante, ahora que lo pensaba, necesitaba ver cómo estaba al menos una vez. Si el desafortunado evento realmente había sucedido por él, como dijo Lucas, entonces todavía podría ser peligroso.

Por eso decidí ir a verlo… pero no estaba a la vista. Sí, podría estar jugando en otro lugar ya que el jardín es grande. 

—Blackie.

Comencé a buscarlo por todas partes. Pero independientemente de cuántas veces lo llamara, no apareció.

—¡Princesa!

Después de un momento, Lilly apareció con Hannah siguiéndola desde atrás. Se quedó sin palabras al ver que estaba cubierta de ramitas y hojas.

—¿Lilly, dónde está Blackie?

Sin embargo, no pudo responder de inmediato, como Hannah. Solo pude pensar en una razón.

—¿Papá se lo llevó?

—Princesa, no es eso…

—Papá se lo llevó para matarlo, ¿verdad?

Lilly abrió la boca como si fuera a decir algo, pero permaneció así como si no supiera qué decir. Con esa reacción, estuve más convencida de que Claude tenía algo que ver con eso.

Vaya, ¿eso fue lo que pasó? Pensé que estaba demasiado tranquilo estos días. ¡No puedo creer que se lo haya llevado de esa forma! 

—Voy con papá.

—¡No puede, princesa!

De repente me sentí agobiada. Lo que Lucas había dicho hace unos años estaba rondando en mi cabeza.

—Pareces ser muy amada. Cuando te vio casi muerta por esto, casi lo mata al instante. Pero si lo hubiera hecho, habría sido peligroso porque el mana en la bestia se habría traspasado a tu cuerpo.

Si lo que dijo era cierto, pronto podría ocurrir otro incidente.

Empujé a Lilly y comencé a correr. Esta era probablemente la razón por la que Claude no preguntaba por mí.

¡Y pensar que Blackie, que había estado completamente bien hasta ayer, se ha ido repentinamente! Por eso tenía tantas ganas de salir de mi habitación. Iba a explicar lo de Blackie tan pronto como me despertara, pero con el asunto de Claude lo olvidé por completo.

—¡Papá!

Claude no estaba en su habitación ni en su oficina. Después de buscar minuciosamente en todo el Palacio Garnet, no pude encontrarlo, así que me dirigí hacia el jardín donde normalmente paseábamos.

—¡P-Princesa! —Félix se sorprendió al verme.

Claude estaba ahí. En ese momento su mirada se posó sobre mí.

Era la primera vez en mucho tiempo que lo veía. Sentía que había pasado mucho más tiempo porque solíamos vernos todos los días.

Ahora se veía más sano de lo que esperaba. Su tez era rosada, como si nunca hubiera vomitado sangre.

Supongo que estaba bien moviéndose, ya que estaba paseando por el jardín. Bueno, ya han pasado tres semanas, así que era de esperar. 

Me sentí aliviada al ver que estaba bien. De hecho, casi lloro. Escuchaba de Félix y Lilly que estaba bien, pero ¡no vino a verme ni una sola vez!

Sintiéndome molesta, estaba a punto de decir algo, pero entonces Félix se paró frente a mí y me interrumpió.

—Princesa, no puedes hacer esto ahora. Primero debería regresar al Palacio Esmeralda…

Tsk. Estaba tratando de hablar con mi papá, ¿qué tenía eso de malo? 

—¿Papá, te llevaste a Blackie? —Estaba molesta con él, así que no lo dije amablemente. ¡Después de que discutamos sobre Blackie, tenemos otras cosas de las que hablar!

Félix se estremeció en el momento en que mencioné a Blackie. Y mis sospechas fueron confirmadas: ¡Claude era el secuestrador de Blackie!

—Papá, no mates a Blackie.

No lo ha matado todavía, ¿verdad? 

—Si… si dices que deberíamos encerrarlo, está bien, pero no podemos matarlo —seguí argumentando a favor de la vida de Blackie. Pero no habló ni una sola vez.

Él no era alguien que mataría a Blackie sin decírmelo… El Claude del presente me respetaba y amaba, pero tal vez esto era demasiado.

—Papá, Blackie está…

Su vida estuvo en peligro por Blackie. Había tratado de salvarme después de la explosión de mana… Cuando recordé aquello, me quedé sin palabras. Sentí como si alguien me golpeara.

Traté de negarlo, pero Claude realmente casi muere por mi culpa. Cuando pensé en su cuerpo postrado en cama, me sentí mareada. Él había estado en coma por culpa de Blackie, pero lo primero que le dije después de no verlo por un tiempo fue: “¡No mates a Blackie!”

Por supuesto que tenía mis razones para eso, pero esta no era la forma para decirlo. Quizás esto no sólo debía decidirlo Claude. Hubo un caso en la historia de Obelia en que el gato de la princesa arañó al emperador y todos los sirvientes gritaron que mataran al gato. El emperador realmente lo mató. En este caso, había otras damas involucradas, por lo que podría haber pensado que necesitaba matar al origen del incidente.

Pero intenté convencerlo de nuevo. Necesitaba hacerle saber sobre la transferencia de mana una vez que matara a Blackie. Además, ¿y si volvía a salir herido…?

—Papá, me equivoqué. Debería habértelo dicho antes, pero la razón por lo que ocurrió la explosión de mana no fue porque Blackie sea peligroso, sino…

—Félix —Pero no tuve la oportunidad de continuar porque habló.

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