¿Es por la gracia que Lucas encontró en los recuerdos de Claude? Sin saberlo, la torre terminó defendiendo a Lucas. De todos modos, dado que el abuelo es el superior de Lucas en la torre, ¡no estará de más mantener el escudo levantado por ahora!
Sin embargo, ante las palabras del abuelo, me quedé congelada con una sonrisa en mi rostro.
—Oh, ¿entonces estás diciendo que finalmente ha regresado a Obelia? Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 128”
¿Acaso este hombre realmente perdió la memoria?
Esta vez entrecerré los ojos y examiné su rostro detenidamente, pero Claude apenas mostró algún cambio en su expresión. Entonces, al final, no tuve más remedio que asentir con la cabeza e ir tras él, que había comenzado a avanzar delante de mí.
♦ ♦ ♦ Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 127”
Pero Lucas respondió en tono frío.
—¿No lo mencionaste porque tenías alguna intención oculta?
—No, solo pensé que no estaría mal deberte algún favor.
Sin mencionar lo peligroso que sería. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 126”
—¿Qué te preocupa? —preguntó Jennette, haciendo escapar a Claude de sus pensamientos ante la clara voz que fluyó en sus oídos.
Mientras movía la mirada aparatándola de su taza de té, divisó a Jennette, que estaba sentada frente a él en la mesa y lo miraba fijamente.
—Estoy preocupada porque la expresión del Emperador no refleja felicidad.
Como dijo, Claude vio su reflejo en el té y tenía una expresión muy oscura. Al ver eso, Claude chasqueó la lengua a sí mismo que estaba perdido en pensamientos inútiles. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 125”
—Athanasia.
En medio de tanta confusión, finalmente me llamó por mi nombre. En ese momento, dejé de respirar mientras lo enfrentaba. No podía expresar con precisión qué era, pero algo se sentía diferente.
—Athanasia.
Sus ojos y voz ya no eran los mismos de ayer. Observé, conteniendo la respiración mientras la persona frente a mí susurraba mi nombre de nuevo en voz baja. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 124”
—¿Es suficiente?
Inesperadamente, Lucas aceptó mi pedido sin decir mucho más. Cuando la hermosa voz, que era más juvenil que hace un momento, entró en mis oídos, bajé lentamente las manos y abrí los ojos.
—¡Lucas!
—Ay, mis oídos. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 123”
—Como es mi cumpleaños, sabes que no puedes venir con las manos vacías, ¿verdad? Si no traes un regalo, no te dejaré entrar.
—¿Tu regalo no fue el retrato?
—¡Ah!
—Parece que lo olvidaste. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 122”
¿Qué? ¿No estabas de luto por tu antiguo maestro? ¿Estabas esperando a que muriera? Cincuentón codicioso.
—Pero desde que estás aquí, nos han sucedido muchas cosas buenas.
—Jejeje… —me rio, evitando su contacto visual. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 121”
—Princesa, dado que ha llegado hasta aquí, ¿podría tomarse un tiempo para conocer a los aprendices de la torre? Por instrucción de Su Majestad, mientras estuvieron absortos en sus labores día y noche, no paran de expresar su deseo de conocer en persona a la princesa de las hadas.
En ese instante, el supervisor de la torre me planteó directamente un favor, ya que me encontraba en estado de shock y con la mente en otro lugar. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 120”
—¡Sólo su alteza ejerce el poder de la magia sin restricciones dentro del palacio! Quizá sería un poco injusto, pero considerando que su majestad no usa magia con tanta frecuencia, ¡es algo reconfortante! ¡Así que lo único que hemos estado haciendo es trabajar en investigación dentro la Torre!
¡Vaya! Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 119”
Como era habitual, iba a aparecer junto a Claude en la ceremonia que se llevaba a cabo en medio del festival de la fundación, pero en ese momento aún era una fugitiva en huida…
De todos modos, había pasado mucho tiempo desde la última vez que me vestía y maquillaba de esta manera así que estaba intentando calmar mis ansias detrás de una de las cortinas. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 118”
Poco después, durante un desayuno tardío en la estancia de Claude, dejé caer la noticia.
—Esta noche planeo ausentarme por un momento.
En ese instante, la mano de Claude, que sostenía la vajilla, se detuvo de forma repentina. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 117”
—¿Cuántas veces he de repetirte que no planeo quitarte la vida para que finalmente lo creas?
Arrugó ligeramente su expresión, como si aún sospechara que yo desconfiaba de sus palabras.
—Si llegara a perder la razón una vez más y mi intención es asesinarte… Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 116”
Lloré incluso más fuerte, cuando un cordial calor aterrizó en mi espalda.
—P-papá…
—Sí.
—Papá… Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 115”
—Había algo de magia involucrada…
—¿No tenías dinero?
—La magia se encargó de eso… es secreto profesional, señor.
Cielos, ¡casi le digo lo de las monedas falsas! Traté de apartar la vista de la mirada acusadora de Claude. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 114”