Dinero de consolación – Capítulo 19: La firma del documento… (POV del Conde Knocker)

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné


Los documentos que mi hija me pidió eran fáciles de preparar.

Ella era alguien que estaba llena de ideas geniales. Era hermosa e inteligente. Convirtió a los plebeyos en sus aliados mientras manipulaba libremente a aristócratas. Por eso, no quiero que ella se case con la casa del Marqués.

A pesar de eso, mi hija también era alguien tan sensata que pensó que sería más rentable para ella hacerlo. Maldije a mi hijo, así como a todo el mundo, el día en que se decidió su compromiso.

Pero, esa hija mía estaba pensando en anular su compromiso. Supongo que no había otra opción más que ayudarla. ¡Sólo quería destruir este contrato de acuerdo matrimonial!

Convenientemente el Marqués venía hoy a nuestra casa para recoger el dinero que se había denominado como dote para cubrir el costo del acuerdo del compromiso.

Le dije al mayordomo que preparara el dinero, cuando me senté frente al Marqués.

—El dinero estará listo pronto.

—No hay problemas con respecto al dinero, siempre y cuando prepare adecuadamente a su hija para casarse en nuestra casa.

Me pregunto cuántas veces he tenido ganas de golpear a este Marqués, quien podía pronunciar esas palabras sin vergüenza alguna.

—Ah, Marqués.

— ¿Qué sucede?

—Mi hija parece tener dudas sobre casarse con su hijo.

— ¡¿Qué dijo?!

Era realmente fácil manejar a este tipo de personas, quienes rápidamente perdían la calma.

—Sólo estoy diciendo lo que pienso, ya que mi hija odia perder. Ella me dijo que necesitaba considerar las desventajas de esta relación. Por lo tanto, ¿usted no firmaría y sellaría este documento?

En este documento se declaraba que, independientemente de quien tuviera una aventura, esto llevaría a la anulación del acuerdo matrimonial. También estaba escrito que el dinero de consolación se entregaría de forma inmediata una vez que se anulara el compromiso.

— ¿Qué quiere decir con esto?

—Mi hija está dudando porque se ha estado llevando bastante bien con Su Alteza últimamente.

— ¿Qué?

—Si mi hija está enamorada de Su Alteza, me gustaría anular este compromiso por ella. Mi hija es adorable. Por lo tanto, me gustaría que ella tomara su propia decisión con respecto a con quién quisiera comprometerse. Pero entonces, esto le traería dificultades a usted.

El Marqués echó un vistazo al documento que tenía delante.

—Si este asunto le causará inconvenientes, me gustaría resolverlo amistosamente pagándole el dinero de consolación. El monto del dinero de consolación es el total de dinero que se puede obtener al vender la tienda que es propiedad de mi hija. Esto no es una mala negociación, ¿no cree?

Por supuesto que era mentira. Su Alteza y mi hija no están enamorados, y esa cantidad de dinero de consolación, provenía de la estimación del dinero que el Marqués recibiría después de vender su propio territorio. La tienda de mi hija no era tan barata.

—Por supuesto, si al final ella se casa con su hijo, dejaremos las cosas como están. Pero, ¿podría firmar y sellar esto como un seguro?

Exactamente al mismo tiempo, la sirvienta colocó el té y los dulces sobre la mesa. Le sonreí al Marqués mientras bebía de mi taza de té.

El Marqués sonrió mientras firmaba el documento, antes de sacar un tampón de tinta roja de su bolsillo y sellar el documento presionando su pulgar teñido sobre él.

Era realmente fácil manipular a un tonto. No se dio cuenta de que su firma y sello serían algo que ataría la cuerda a su propio cuello. Le sonreí al Marqués mientras este disfrutaba de los dulces y las galletas.

Una vez que mi mayordomo entró, trayendo consigo el dinero, el Marqués rápidamente regresó feliz a su casa.

—Amo, ¿deberíamos esparcir sal en la entrada principal?[1]

—Te dejo eso a ti.

Sonreí al escuchar las palabras de mi mayordomo, mientras que la criada que estaba cerca de la ventana comenzó a reírse antes de decir.

—Está bien. El jardinero y el cocinero ya están afuera esparciendo la sal.

—La gente de esta casa es verdaderamente excepcional.

Me reí entre dientes mientras tomaba el documento.

—A Julia seguramente le complacerá esto.

—Estoy deseando ver la sonrisa de la señorita.

—Fufufu.

Mi mayordomo y mi sirvienta miraban el documento alegremente. Una persona excelente nunca caería en tal trampa. El Marqués era una persona verdaderamente tonta.

Cuando reuní todos los documentos necesarios, comencé a imaginar la apariencia de satisfacción de mi querida hija mientras esta sonreía.


Aclaración:

[1] Aquí una superstición sobre la sal: Echarla al pie de la puerta para prevenir que regrese la visita indeseada a la casa.

19 respuestas a “Dinero de consolación – Capítulo 19: La firma del documento… (POV del Conde Knocker)”

  1. Jajaja concuerdo totalmente hasta los sirvientes son iguales!!

    Dios mejor me hago amigo de ellos, antes de ser considerado un enemigo Jajaja

  2. Jajajajaja, ay no puedo, en serio está familia es asombrosa, hasta los sirvientes son iguales, no cabe duda del porque de su éxito xD . Y la tienda de Julia vale más que las tierras del burro aquél 😎
    Gracias por los capítulos 😚❤

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