Juego otome yandere – Vol 4 – Prólogo

Traducido por Devany

Editado por Sakuya


Cuando se habla de un primer beso… me pregunto, ¿cuándo será el momento indicado para darlo?

Lo acontecido con la momia del rey demonio, que había estado dormida bajo el sótano de la casa de huéspedes… O, mejor dicho, todo el incidente causado por Gift, quien agitó a toda la escuela durante días, ahora que se ha resuelto, no pasó mucho para que los estudiantes volvieran a sus vidas cotidianas. Apenas se dio el aviso de retomar las clases, la escuela en cuestión de días ya había recuperado su antiguo bullicio, el tiempo en que estuvo cerrada temporalmente, ahora no era más que un recuerdo lejano.

Aunque algunas cosas sí habían cambiado, una de ellas eran los “exámenes de seguridad” que se comenzaron a realizar rutinariamente en la academia, estos fueron impuestos por su majestad real, el rey.

Si bien Gift seguía atrapado en aquel sótano, escuché que la barrera de ahora es mucho más resistente que nunca. Y, aunque todo este incidente se generó debido a un caso extremadamente inusual llamado Lily, aun así, era mejor tomar precauciones, no me gustaría vivir por segunda vez todo eso. Pero, bueno, si su majestad garantiza una buena seguridad en el lugar, por defecto, los funcionarios estarán activamente implicados en proteger su palabra y prevenir otro incidente. Solo me queda desearles mucha suerte.

A decir verdad, también había una razón por la cual los estudiantes no tenían más remedio que regresar. Sin embargo, es un poco difícil de explicar. Para empezar, además de la academia, el país no contaba con ninguna otra institución que abordara los estudios de la magia. Para poder tener una institución validada y enseñar correctamente, se necesitaban instalaciones especiales y una buena cantidad de profesionales con experiencia para instruir de forma segura el control del maná, además de tener el conocimiento de todos los tipos de magia existentes y así ser capaces de dar respuesta a cada una de las características individuales del estudiante.

Así que, aun si estaba el caso de poder contratar tutores en casa o tener el suficiente dinero para pagar alguna escuela privada, ninguna de esas opciones podría reemplazar en tan poco tiempo todo lo que ofrecía nuestra academia. No solo eso, sino que, tan pronto como nos graduemos de la academia real de magia, cada estudiante egresado de esta contará con el respaldo de la asociación mágica. Por otro lado, si no somos capaces de graduarnos, nuestra magia volverá a ser sellada, y todo lo que hemos aprendido hasta ahora se habrá desperdiciado.

Fuera de todos los cambios escolares, el incidente con Gift me hizo reflexionar sobre mi propia vida. Tal vez porqué empecé a tener más momentos pacíficos, o debido al hecho de que contaba con tiempo de sobra, sea como fuera, terminé pensando en ello. No podía sacar de mi cabeza lo ocurrido tras ser hechizados por la oscura niebla de Gift. Específicamente, lo que esto ocasionó en mi relación con Wolf.

Lo vivido en su habitación, donde las pesadillas lo habían consumido, ambos terminamos haciendo lo más parecido a una confesión. Bueno, si somos sinceros, el hecho de que ambos habíamos estado en medio de una maldición, atrapados a la mitad de una pesadilla, hacían que el considerarlo como una “confesión” fuera bastante endeble. Pero yo estaba segura de mis sentimientos, así que para mí, entraría como una. Y por su forma de comportarse, Wolf debió haber pensado lo mismo.

Si Wolf, que en ese momento parecía estar saliendo y entrando constantemente entre la realidad y el sueño, pensara que todo lo que nos dijimos no fue más que parte de su imaginación… estaría perdida. De modo que, estaba muy agradecida porque Wolf recordara claramente todo lo que pasó ese día. Aun así, por cualquier cosa, lo confirmé con él. Aun puedo sentir la vergüenza de solo recordarlo. De cualquier forma, nuestra relación ya no era solo la de compañeros de compromiso decidido por nuestros padres.

Creo que ahora estaría bien llamarnos amantes.

Amantes.

—Wolf es… mi… amante —cada vez que pensaba en ello, las ganas de saltar y rodar sobre mi cama se volvían incontrolables.

Mis pensamientos se desviaban a cosas como 『 Ahora que somos novios, ¿no estaría bien cambiar la forma en que nos llamamos?』 y pensar en eso hacía que me preocupara. “Darling” y “honey” era lo más usado en las películas del oeste. Pero “my dear”, “sweetheart” o “sugar” también sonaban bien. No es como si en mi vida anterior hubiera anhelado ser llamada así. Para empezar, si alguien en ese momento hubiera utilizado un apodo como esos conmigo… probablemente, me hubiera asustado. Estaba segura de ello. Pero en cambio, si ese alguien fuera Wolf, no tendría problema con escucharlo llamarme de esa manera ocasionalmente. Sip. Podría, sin ninguna dificultad, disfrutarlo.

Si me las susurrara con esa maravillosa, tierna y dulce voz que se había vuelto más grave con el pasar de la pubertad… querría grabarlo y conservarlo para toda la eternidad. Es vergonzoso. Pero por más embarazoso que suene, me gustaría intentarlo. Quiero decir, estoy en la luna ahora mismo porque tengo un amante por primera vez en mi vida, me siento capaz de todo, pero estoy segura que, una vez pase la novedad, mi valentía se irá por la borda. Si ese era el caso, ¿no sería esta la primera y última oportunidad de llamarnos “darling & honey”? ¿No dijeron que el Dios del azar sólo tiene un flequillo? Incluso si intentas agarrar un mechón de su pelo por la espalda, no hay nada que agarrar ahí. ¡Tienes que adivinar el momento adecuado, dar el salto, y jalarlo de su flequillo con todas tus fuerzas!

Devany
Acá da a entender sobre aprovechar las oportunidades que se dan una sola vez en la vida, hay una superstición que dice que encontrarte con el Dios del azar es muy raro, así que cuando lo veas debes aprovechar a jalar de sus cabellos y tener suerte, pero hacer esto también es muy difícil, se requiere que lo hagas en el momento justo.

Tampoco es que lo vaya a obligar y hacer que Wolf me llame «darling» o «honey» o algo. Aun si flotara sobre la luna ahora mismo, era bastante consciente para saber que Wolf no entiende inglés. Estaría contenta con conseguir que dijera una palabra similar a eso en este mundo. Estoy segura que Wolf es la clase de chico que con gusto consentiría mi solicitud. Una palabra similar a querida. Mmmm. He leído bastantes libros para ser capaz de jactarme sobre ello, por tanto estaría bien si pudiera tirar al menos una de las tantas palabras que conocía. Una palabra similar a querida. Una palabra similar. Así que pensé durante un buen tiempo…

Debía haber algo…

Tan sola una…

—¿Hm? —No había ninguna palabra similar a querida que se me viniera a la mente. Quiero decir, definitivamente había novelas de romance en este mundo, pero…

No era lo que yo buscaba, ciertamente, había palabras especiales usadas para llamar a un ser querido en varias literaturas. Las que comparaban a la persona con una flor o con gemas preciosas. Pero, generalmente, no se decían para que los amantes usen como apodos cariñosos.

La barrera de los idiomas…

Aunque es lamentable, parece que no había ninguna palabra que pudiera sustituir a “darling & honey” en este mundo. Una palabra que la reemplace, si tuviera que escoger una, tal vez serían las más comunes, como “my dear” o “sweetheart”. Pero si es posible, preferiría una palabra extranjera, ya que pienso que me avergonzaría menos.

Siento que pedir con un “Intenta decir ‘cariño'” o “intenta decir que soy tu amado” eran cosas completamente diferentes. Aunque el primero era “suplicante”, el segundo era, cómo decirlo… ¿demasiado serio? ¿No sería más o menos una “confesión forzada”? Al final de mi agonía… dejé pasar la oportunidad de usar “honey & darling”.

Ahora que lo pienso, Dios de la Oportunidad, el peinado que usted lleva en verdad es extremadamente atrevido. Siendo así, tal vez lo mejor sea dejar de imaginar esa refrescante y varonil figura llamándome con apodos. Adiós, Dios del azar. Por lo menos, antes de irte, aprovecha a calentar la parte trasera de tu cabeza, así evitas resfriarte.

Al final, decidí pasar a otro tema que se encontraba rondando mi mente. Lo siguiente a tratar en la agenda, una agenda relacionada exclusivamente a cosas de pareja.

Además de utilizar apodos cariñosos entre nosotros, hay otras cosas que también podíamos hacer, que nos harían avanzar más como pareja. Una de ellas era, por ejemplo, dar nuestro primer beso… bueno, solo era esa.

No importaba el lugar o el tiempo en el que estuviera, desde el Japón moderno hasta el mundo paralelo, este tema era sumamente importante. Las barreras lingüísticas aquí no influyen en nada.

Siendo sinceros, el simple hecho de hacer que me abrace o que me dé una palmadita en la cabeza harían a mi corazón latir mucho más que un beso. Pero, un beso era importante también.

En especial cuando estamos hablando de un “primer beso”, algo que únicamente puede darse una  sola vez en la vida. Creo que también podría pedir ayuda al Dios del azar en un acontecimiento tan importante como este. Por favor, haz que mi primer beso tenga un toque agridulce, para que quede grabado como el recuerdo más feliz de mi vida.

Lo más importante era, probablemente, el escenario. Uno que nos rodee de una atmósfera romántica. Por ejemplo, bajo un cielo nocturno lleno de estrellas… bueno, tampoco es que el exterior sea particularmente necesario. No tendría ningún problema si fuera en una habitación, con nosotros dos solos, o algo así. Si fuera así, la iluminación sería lo importante, que se vaya desvaneciendo ligeramente hasta atenuarse. Dando un ambiente en el que no podríamos vernos las caras a menos que nos acercáramos…

Además de eso, se necesitaba el momento adecuado. Si tomo de ejemplo a las películas o dramas, podría ser una ocasión en la que la pareja de enamorados acaba de superar una crisis. O ese instante donde están a punto de contar sus sentimientos, sentimientos que llevan acumulados desde hace tiempo. Espera, creo que ese tipo de cosas ya han ocurrido antes. O más bien, ¿no fue eso exactamente lo que pasó cuando me confesé?

Maldición, tenía tantas cosas en la cabeza esa vez, que no fui capaz de darme cuenta, pero entonces 『¡Ese hubiera sido un buen momento para un primer beso! 』Mientras más pienso en ello, más razones se me vienen a la mente para decir que sí. No puede ser…

Pero, si lo pienso bien, la atmósfera era perfecta. Wolf, tan sexy, portando aquella fina camisa. Ambos solos en una habitación poco iluminada… El hecho de que Wolf no se encontrara en las mejores condiciones fue lo único que lo arruinó.

Aun así, cuando Wolf se acercó y enterró su rostro en mi cuello, terminé gritando de la sorpresa. Bueno, solo me sorprendí porque fue mi cuello. Tal vez si hubieran sido mis labios u otra zona, habría reaccionado mejor… ¿probablemente?

Lo más seguro es que, si hubiera notado desde un inicio la clase de atmósfera en la que nos encontrábamos, habría cerrado mansamente los ojos como una heroína de un drama adolescente y esperado ese momento… creo… Quiero creer desde el fondo de mi corazón que incluso yo tenía ese tipo de poder femenino.

Y si hubiéramos dado nuestro primer beso en ese momento… ¿No estaríamos siendo una pareja más amorosa ahora? No me digas… ¿Acabo de huir de la oportunidad perfecta?

—Como pensaba, ¡regresa, Dios del azar! —Le grité a la figura en retirada con mucho pesar.

Notas del autor:

Dios del azar -Volveré.

En algunos juegos, no solo en los juegos otome, cuando se llega a intimar con un personaje, se puede cambiar o ser capaz de adaptar el nombre con el que se llaman. Me gusta mucho ese tipo de juegos. El título y el contenido no coinciden en absoluto, pero no es un error de publicación. La historia comenzará a tomar ritmo en el próximo capítulo. Me gustaría que siguieras esta historia por mí.

 

Una respuesta en “Juego otome yandere – Vol 4 – Prólogo”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido