La chica que sostiene el anillo – Capítulo 9: ¿Qué forma tiene el Sol?

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


Noel recibió el estatus de líder de diez al ser empleada por las fuerzas militares. Ya que al parecer, ese es el precio para recibir de forma permanente, el uniforme que había tomado de Cynthia. Muy alegre, fue a mostrarlo a Mirut y a los otros aldeanos, como el nuevo objeto que se había convertido en uno de sus preciosos tesoros.

Mirut y los aldeanos, mientras tanto, se habían convertido en soldados temporales hasta que la rebelión fuera aplastada. Como era demasiado peligroso volver a la aldea en ese momento, pensaban que podían ganar su permanencia en el ejército. Sus vidas estarían en riesgo, pero podrían acumular algo de riqueza, aunque eso sólo fuera una compensación barata por sus vidas, en el caso de que perdieran la vida.

La reunión de planeación para la destrucción del ejército rebelde, por el ejército meridional de Coimbra, aún estaba en marcha, por lo que los soldados corrían, frenéticamente, de un lado a otro. Los hombres se reorganizaron para retomar a Rockbell, y con su comandante ya elegido, procedieron a notificar a quienes irían al mando.

En otra nota, Noel y los soldados voluntarios fueron colocados, temporalmente, bajo el mando de Cynthia. Ni una sola persona preguntó el por qué habían aceptado a una joven con un mínimo de entrenamiento y nada de fama. Dejando a un lado el hecho de que ella era una pequeña alevina [1] como líder de diez, aunque era de la casta más baja de oficiales, ella aún debía ser tratada de forma apropiada. El mayor de los problemas con los voluntarios era que le sería difícil dirigir, adecuadamente, a un grupo cuyo potencial de guerra es desconocido. Cynthia también estaba preocupada de cómo manejarlos, pero por el momento, simplemente, les daría asignaciones de un nivel, relativamente de bajo de riesgo. Como era de esperar, no podían convertirse, repentinamente, en el tipo de personas que podrían ser desplegadas con facilidad, en las líneas del frente.

—Básicamente, me he convertido en quien los estará cuidando de ahora en adelante. Yo, Noel, Líder de Diez o debería decir capitán, lo haré.

Noel estaba recostada luciendo su propio uniforme. Sus gestos eran parecidos a los de un comandante promedio de mil. Sentado, Mirut y los demás, le dirigieron una mirada estupefacta.

—He oído que te uniste al ejército, pero ¿por qué de repente estás a cargo de diez? ¿No es eso extraño?

—Es la recompensa del Virrey.

—Lo siento, pero no lo entiendo.

—Bueno, por ahora soy un oficial, por eso, no debes ser grosero con tu superior, si entiendes eso, contesta.

Ignorando la posición superior de Cynthia, Noel dijo lo que quiso.

—De repente nos dices que te honremos, ¿eh? No pidas lo imposible. ¿No ere tú, la persona más irrespetuosa aquí?

Los aldeanos estuvieron de acuerdo con las palabras de Mirut.

—Lo más importante es, cómo te convertiste en oficial. Es extraño que una mujer común, que ni siquiera es un caballero, sea promovida de repente.

—Es por eso que sólo estoy a cargo de diez, pero aunque has dicho todas esas cosas en este momento, todavía se me considera diez veces más importante que tú. Oye, ¿no es asombroso?

—No lo creo en absoluto. Sir Cynthia es de alguna manera digna, tú simplemente…no lo eres.

—No me puede faltar tanta dignidad.

—No importa con cuánto uniformes te vistas, con esa actitud y tu tono de voz, no es algo que puedas lograr…

—Oh…

Noel dejó de reclamar y parecía decepcionada.

—Si es así, deja de decir cosas estúpidas y de manera obediente acompaña a la señora Cynthia. De esa forma, tu charla con ella terminará antes.

Noel conocía su fuerza de combate, pero liderar a un grupo y llevarlos a la batalla, es algo, probablemente, imposible para ella. Noel había sido, hasta hace poco, un simple cazador al igual que ellos, y de eso no había pasado mucho tiempo, después de todo. Aunque sólo sería por una breve temporada, le estarían confiando sus vidas a ella, y ellos deseaban un oficial de mando más fiable, de preferencia, alguien con mucha experiencia de combate, como Ned o Geb del Ejército del Círculo Rojo.

—Cynthia, como comandante de cien, está ocupada preparándose para la movilización, así que realmente no hay tiempo para cuidar a los nuevos reclutas. Está corriendo a toda prisa por todo el lugar que conoces.

—Entonces, sería mejor si estuviéramos en espera hasta que esté libre. Sólo estamos aquí para llenar los números, y sólo eres un líder de diez ¿es correcto?

— ¿Eso significa que no escucharan mis palabras, sin importa qué?

—Lo siento, pero así es. Podemos cumplir “vagamente” tus órdenes, por lo que debes hacerlo “vagamente” también. Siempre y cuando nadie muera.

Mirut le había contestado, mientras bostezaba. Aunque había dejado la rebelión, no tenía ninguna razón real para luchar por Coimbra. Se entrenó porque planeaba dejar de fumar lo más pronto posible, independientemente de lo que sucediera. Si él fuese recompensado por ir correctamente, a través de los movimientos, tanto mejor. Su verdadera profesión era la del cazador.

—Es como dice Mirut.

—Sí, así es.

—Ah, pensé que era probable que resultara de esta manera. Por eso, traje un tesoro para usarlo por si acaso.

Mientras hablaba, Noel se ató el pelo y se puso las gafas. Su repentina excentricidad, desorientó a Mirut y a los aldeanos. Poco tiempo después de cambiar su expresión facial, golpeó sus caderas con las manos.

—Realmente no quería hacer esto, pero no había otra manera.

— ¿Qué…qué?

—En este continente, todos los militares en existencia, sin excepción, tienen distinciones de clase. No se les permite hablar con su superior sin permiso. ¡Claven eso en sus cráneos indignos!

—D…de repente actuando con aires de grandeza, ¿qué estás diciendo? ¿Te golpeaste la cabeza en alguna parte?

Noel había comenzado a hablar con tonos militares autoritarios, similares a los de Cynthia. Optando por hablar como un oficial joven, sus palabras, golpeaban a los oyentes de forma inmediata. Era como si ella y Cynthia fueran un par. A pesar de ser una mujer joven, tenía esa chispa misteriosa e indefinible al igual que Cynthia. Algo que no tenían ellos mismos. Probablemente, se debía a las líneas de la dignidad o el impacto. Fuera lo que fuera, Noel lo estaba irradiando.

— ¿Esta forma de hablar es mejor? Ahora es el momento de una corrección. Aquellos que todavía dicen que no entienden, asegúrense de memorizarlo bien. Aquellos que todavía no lo consiguen, después de eso realmente deben ir más allá del esfuerzo. Eso es lo que me enseñaron los primeros. Una confirmación final, ¿esta manera de hablar es correcta?

Sonriendo, Noel tomó el martillo de hierro de su cinturón. Ordenando la situación, golpeó unos segundos, de forma rítmica, la palma de su mano. El martillo tenía una mancha roja, pero ya era demasiado tarde para que preguntaran qué era. Mirut y los otros, quienes la habían visto dejarlo caer sobre los soldados enemigos, tenían sus rostros endurecidos, inconscientemente, por el temor. Noel jugaba con él como sino fuera nada, pero la masa de hierro, tenía el poder de destruir una pesada puerta de madera. Si fuera a golpear un cráneo, se abriría como una nuez. No había confusión para los que había sido testigos de ello. Mirut enderezó la espalda y corrigió su discurso.

—M…mis disculpas, Capitán Noel.

—Muy bien. Debo explicar los reglamentos militares que seguiremos. Si usted rompe la reglas, independientemente de ser un nuevo recluta, el castigo le será impuesto. No van a ser capaces de excusarse como unos cobardes diciendo: que son sólo unos aldeanos o esas tonterías. ¿Lo entienden?

—Sí, señor.

— ¡Muy mal! Cuando usted reconoce las órdenes de su superior, su saludo debe ser, “Mi mente insuficiente ha comprendido sus palabras” es lo que debe decir y lo que su lenguaje corporal debe expresar.

— ¡Entendido!

Mirut saludó como había visto a Noel hacerlo antes. Los otros se apresuraron y saludaron. Después de eso, ella frunció el ceño con una fuerte mirada.

—De acuerdo, así que a partir de ahora continuaremos juntos. Sólo estarás en el ejército un corto tiempo, pero toma un sólo instante morir. El tiempo después de una muerte es doloroso e inútil, así que es mejor hacer lo que podamos cuando podamos.

Noel se quitó las gafas, sonrió gentilmente y les dio un saludo amistoso.

— ¿Eh?

—Eso estuvo muy bien. Como se esperaba de los métodos de Cynthia. Tiene un efecto sobresaliente en los nuevos reclutas.

— ¿Eso fue…estabas actuando?

—Sólo estaba imitando. Sus ojos agudos y su discurso orgulloso. Bueno, cuando ella no está aleteando en nerviosismo. Entonces, ¿lo hice bien?

—Ah sí. Parecías un verdadero oficial. Ah, es decir, era como si fueras una persona diferente.

Este tipo de actuación no era algo fácil. Ella tenía una intención asesina genuina al amenazarlos para seguir todas sus órdenes, si es que valoraban sus vidas. Por ejemplo, en una batalla real, Mirut obedecerá, probablemente, sus órdenes para penetrar las líneas enemigas. Sabía que la desobediencia significaba la muerte, por lo que el cumplimiento era natural. La imagen de lo que había sucedido antes, estaba grabado en sus memorias, por lo que se preocupó en usar un lenguaje respetuoso. No podía estar seguro de que ella no cambiaría repentinamente.

—Eso es genial. Puedes ver cuánto más inteligente me vuelvo cuando me pongo mis gafas ¿verdad? Me las pondré en el momento que tenga que actuar de manera importante.

Noel envolvió las gafas en un paño y las colocó con cuidado en su bolsillo, con las manos, desató su cabello.

—Si en ese momento nos hubiéramos opuesto a tu mando, ¿qué ibas a hacer?

—Por supuesto que los hubiera aplastado. Si no entienden con palabras, las acciones, son la forma más rápida. Así funciona la educación ¿no?

Su boca se arqueó en una sonrisa feroz. A pesar de que ella no tenía sus gafas, un aura idéntica a la que tenía antes, salió de su cuerpo en un instante. Al ver eso, Mirut y los aldeanos decidieron, de todo corazón, que durante el tiempo que estuvieran en el ejército, no se opondrían a Noel. Ella se alineó con sus subordinados, y en lugar de un saludo, levantó su martillo de manera imponente. Si realmente pensaban en ello, ya había matado a varios soldados baharenses, por lo que era diferente de ellos, que aún no habían matado a un solo hombre.

—Um, bueno, deben cumplir con las siguientes reglas. Es una cosa extremadamente importante para los soldados después de todo. El fracaso resultará en la pena de muerte, así que asegúrense de llevarlo a cabo de corazón.

Noel tomó el papel que contenía los reglamentos militares escritos en él y comenzó a explicarlos.

Le dijeron que les contara los reglamentos militares y los métodos para saludar a Cynthia y a los soldados con rango superior. Había muchas cosas escritas a detalle, pero Noel sólo explicó tres: obedecer órdenes, no tratar de huir, no traicionar a los compañeros. Todas eran cosas obvias, pero en combate eran difíciles de sostener, especialmente la segunda, acerca de no huir. Cuando se enfrentan a una posición inferior, con tendencia a ser indecisos, los humanos se ponen primero y escapan al enfrentarse a un desastre inminente. Esto haría que las formaciones se derrumbaran, llevando a la derrota masiva. En consecuencia, para mantener la moral alta, los comandantes debían mantener una apariencia valiente y compuesta. Esto era lo mismo que había sido grabado con fuerza en Noel. No estaba leyendo el papel, sino diciéndolo de memoria.

—Este es un secreto, pero está bien si usted se rompe y corre inadvertidamente. Sentarse y esperar la muerte es sólo una tontería.

— ¿Está bien decir eso?

—En los momentos finales, es mejor si piensan ustedes mismos. Acerca de cuándo puede o no seguir órdenes. Sobre si pelear o no. Si usted vivirá o no, es un asunto separado, sin embargo…solo depende de tomar una decisión.

Eso es lo que hice. Ese día lo decidí, después de todo.

Después de hablar, Noel sonrió. No importa lo divertido que fuera el tiempo como soldado, ese día, el recuerdo de ese lugar, oscurecería el ánimo de Noel, ya que recordaba los rostros de los que había perdido. Sus pensamientos superficiales nunca eran de sus sonrisas, sino de cadáveres podridos abandonados en un agujero, de la sensación pegajosa de la que se había desprendido, del hedor que le atravesaba la nariz y de la lluvia fría. En aquellos tiempos, miraba hacia el sol brillante, brillando desde el cielo. Noel no podía prescindir del sol, porque era su mayor tesoro. Aunque había cosas que nunca podría agarrar con las manos, aún podía verlas tanto como quisiera. Eso era suficiente para ella.

—Ese es básicamente el final. Bueno, nuestro trabajo no es agitar espadas, pero su propio trabajo es un asunto aparte e importante.

— ¿Qué significa eso exactamente, Señor?

Uno de los aldeanos había comenzado a usar un lenguaje respetuoso. Habían aprendido a comportarse como subordinados. De lo contrario, su miedo se volvería contra ellos.

—Es importante entregar mensajes entre los diferentes cuerpos. La capitán Cynthia les enseñará todo tipo de cosas más tarde. Estoy deseando que esto funcione.

—Entonces es así. Pensé que nos colocarían en el frente.

—Incluso si enviaran a los inútiles al frente, sólo añadirían más números a los cadáveres, pero eso es algo que ya sabes ¿no? —dijo Noel con duras palabras y una sonrisa.

Si ese era su deber, entonces las posibilidades de muerte eran mucho más bajas. Mirut y los demás dejaron escapar un suspiro de alivio. Después de todo, no querían morir y, ninguno de ellos, había matado a un hombre antes. Mirut oró desde el fondo de su corazón para que pudieran continuar así hasta que la rebelión terminará. Se preguntó cómo se sentía el matar a otras personas. Aunque la idea había llegado de repente, no era algo que pudiera pedirle a Noel que no hiciera, porque al menos, si no lo hubiera hecho, entonces él y sus compañeros de pueblo ya habrían muerto. Era un idiota por preocuparse por tales cosas.

—Pensando en ello, finalmente has empezado a usar un lenguaje respetuoso. Honestamente, no le queda en absoluto. Mira, cuan tensas están sus caras.

Noel apretó sus mejillas, y Mirut retorció su cuerpo mientras hacía una mueca de disgusto.

— ¿No nos dijiste antes que te habláramos así? Además, ¿no debemos hablar así con la capitán Cynthia también?

—Sí, cuando la llamé en público, se enfadó, ¿sabes? Si alguien no respeta a un superior, la verdad es que, además del castigo, esa persona también será enviada a una celda de aislamiento.

Ella no se preocupó por sí misma, pero los otros oficiales le habían advertido a Cynthia con caras desagradables. Como no era bueno causar problemas a los amigos, Noel había hecho un acto. Imitar a los demás y respetar las reglas era uno de sus puntos fuertes.

—Bueno, sólo habrá que soportarlo mientras estemos en el ejército, eh, capitán Noel.

Tener que ser tan formal con una chica de la misma generación, originó una sensación desagradable. Sin embargo, era preocupante cambiar de forma repentina de nuevo, así que Mirut se esforzó por hacerlo lo más que pudo.

—Sí, ese es el camino.

Hablando brevemente, les dijo que era el momento de tomar un descanso, y se sentó. De esa manera se quedó tendida, con los ojos cerrados teniendo pensamientos felices, mientras se empapaba bajo la luz del sol. Ningún otro empleado del ejército, a parte de ella, sería tan despreocupado. Se preguntaba si era importante o una idiota. Pensando en esas cosas, Mirut también se sentó para que su espalda estuviera en el suelo, entonces empezó a preguntar algo por lo que había sentido curiosidad desde hace un tiempo. Si él eludía esta oportunidad, nunca encontraría otra.

—Oye…

—Te has olvidado del respeto ¿eh?

—Solo por ahora. Lo usaré más tarde.

—Ya veo.

— ¿Por qué te uniste al ejército? Si te conviertes en un miembro regular, no podrás regresar a la aldea, incluso después de que la rebelión haya desaparecido. Si no eres buena, podrías morir.

Ante la pregunta de Mirut, Noel abrió los ojos al sol y extendió la mano hacia el.

—Es porque hice una promesa con Cynthia y el joven príncipe.

Ella buscaría la felicidad con Cynthia, y había arreglado que cuando Elgar se hiciera grande, compartiría su felicidad con él también. No odiaba el pueblo, pero cuando estaba ahí, sentía que la felicidad que tanto ansiaba estaba mucho más allá de él.

—Como pensé, pasar toda tu vida en una aldea en declive te es desagradable, ¿verdad?

Mirut arrancó una hierba cercana y la sostuvo en su boca. Los demás también, callaron y escucharon la conversación.

—En realidad no, tú y Cal viven allí, así que no lo odiaría en absoluto. Vivir en el pueblo era verdaderamente divertido, pero…

— ¿Pero?

—Si fuera solo yo, creo que podría haber estado bien permanecer ahí, pero no estoy sola. Debo encontrar mucha felicidad para darles una porción a todos. Si no puedo hacer eso, tengo que, por lo menos, continuar hasta el final. Así que…

Noel se detuvo.

— ¿Crees que puedas encontrarla aquí?

—No lo sé. Lo que sí sé es, que soy un poco mejor en la lucha que la mayoría. Voy a ganar muchos compañeros, ganar y seguir ganando, para llegar a ser grande. Creo que esta es la mejor manera de salir de todas las cosas que me han enseñado. Esto sólo es basura trastornada con tonterías, así que no puedo pensar en otra cosa.

Noel se auto-desprecia con una expresión despreocupada. Mirut no podía decir si era lo que realmente pensaba.

—Sabes que podrías morir, ¿verdad?

—No puedo ser ayudada. Tal parece ser mi camino en el mundo.

—Ya veo…

—Si.

—Sabes, de entre todos nosotros, fuiste tú, quien consiguió una promoción. Seguramente no eres una idiota deteriorada.

— ¿Es así?

—Así que dame una garantía. ¡Se lo estoy pidiendo a la capitán Noel! Nuestras vidas dependen de eso.

Mirut le dio una palmadita en el hombro como para animarla. Su cuerpo era pequeño, pero sus músculos eran firmes como los de un hombre musculoso. Después de que la voz de Mirut se apagara, los otros aldeanos se unieron también, levantando sus voces diciendo “así es, así es” y otras cosas semejantes. Sus espíritus se elevaron, después de escuchar la conversación. Realmente no le tenían lealtad a Coimbra, y siguen temerosos de morir, pero como si hubieran estado encantados, no podían liberar sus miradas de Noel. En ese momento, ella brilló en sus mentes.

— ¡Por supuesto! Trabajaré con todas mis fuerzas para que ninguno de vosotros muera inútilmente, ¡bien!

Asintiendo fuertemente, Noel se levantó. La luz del sol brillaba fuertemente sobre su espalda. Mirut, que había observado la cara de Noel todo el tiempo, sin pensarlo, levantó la mano para bloquear la luz. En ese instante, vio algunas sombras oscuras detrás de Noel. No era simplemente uno o dos, eran unas docenas, no, podría haber sido incluso cientos. Vio sus cuerpos temblar de placer. Sin pensar, cerró los ojos, y en el instante en que los abrió de nuevo, las sombras negras habían desaparecido.

— ¿Eso fue solo mi imaginación ahora mismo?

No estoy solo. Las palabras de Noel le sonaron por la cabeza. Los otros aldeanos seguían encantados como antes, Mirut se preguntó por qué había sentido un leve temor alrededor de su cuerpo.

♦ ♦ ♦

Noel y los demás habían recibido tambores, gongos y trompetas del almacén militar, y se dirigieron al puerto. Inicialmente, habían practicado en el campo del desfile, pero como su práctica había molestado a las otras unidades, se les dijo que fueran a otro lugar. Ya que eran tan malos, incluso su moral cayó, causando problemas para Cynthia.

—Esto, ciertamente, es malo. Sí, es tan malo que me duele las orejas. Con tal sonido, podrían ser capaces de desmoralizar al enemigo.

Cynthia expresó su opinión de forma honesta.

—No, es imposible. No importa cuántas veces lo intente, simplemente no puedo recordar la cantidad correcta de fuerza que hay que usar.

Los hombros de Mirut cayeron, mientras apretaba sus baquetas.

—Eso es obvio. Marcha, ataque, estancamiento, retiro, retirada. Si estas cosas no se transmiten a los soldados, no hay significado. En resumen, esa estúpida manera de hacerlo no tiene sentido.

Cynthia asomó el rostro en dirección a Noel, con la que se quejó a través de la mirada de dolor que provocaba en sus oídos, mientras ella aún le hablaba a los demás, Noel emitió un sonido lamentable, con una trompeta en su boca. El instrumento era popular en la marina de guerra, pero para los soldados que luchaban en tierra, no era muy utilizado. Aunque se podía jugar con él, la habilidad y la experiencia eran necesarias, dos cualidades que realmente, le hacían falta lo que había ocasionado la situación actual. Los cláxones y tambores eran los principales dispositivos de señalización.

— ¿Qué tal si dejas de usar la trompeta y obedientemente cambias a la percusión? Ya has descubierto lo básico, además no hay ningún punto real en ser terco.

Cynthia intentó persuadirla, pero Noel negó con la cabeza. Ella se había interesado en la trompeta, que parecía tener alguna historia nebulosa. También se veía bien. Guardó el aliento en sus mejillas y con toda su fuerza, soplo el instrumento, pero como era de esperar, el sonido era malo.

—Bueno, puedo entender el atractivo de esa trompeta, pero después de todo es un adorno.

Ignorando el bocinazo que salió a su lado, Cynthia continuó con su charla.

—A decir verdad, lo vi en una vieja biografía, parece haber pertenecido a una antigua banda militar o naval de Coimbra. Marcharon a una plétora de melodías elegantes. Estoy segura de que fue una danza magnífica.

Era una historia de antes de la unificación del continente, de la Coimbra que había estado rebosante de dinero, y era un bastión de la alta cultura. Muchos músicos y artistas se habían reunido, ese flujo constante había afectado a los militares. Con uniformes majestuosos y acompañamiento musical, los soldados que marchaban crearon un espectáculo suficiente para abrumar a cualquier espectador. Noel mordió la historia de Cynthia.

—Eso suena muy divertido. Oye, ¿todos caminaban mientras cantaban?

—Sí. La gente olvidó su miedo a los soldados, la moral se disparó y parecía que querían enfrentarse al enemigo con una melodía heroica, todos entraron en perfecto orden. En una batalla creían que derrotarían a su enemigo solo por el valor de su música. Tales eran sus objetivos.

—Oh, qué asombroso, pero ¿funcionó?

—No, por desgracia, fracasaron completamente. Fueron emboscados en medio de una actuación y tuvieron un terrible encuentro. Además, aunque sólo fue un pequeño número de enemigos con los que se enfrentaron. No menos de la mitad de los soldados tenían instrumentos, y como habían descuidado los preparativos de sus armas bueno…por supuesto, desde entonces, las bandas del ejército han pasado de moda.

Había sido la única desgracia durante la edad de oro de Coimbra. Los escritos militares de otros reinos lo citaban como un ejemplo de fracaso y era una anécdota que había sido bien registrada. Se convirtió en la prueba del dicho: «Ellos tienen dinero, pero no hay hombres». No era la única historia de la débil milicia de Coimbra, había muchos otros ejemplos de debilidad, que a menudo causaban risa entre quienes lo oían.

—Todavía suena divertido. Realmente quiero verlo. Apuesto a que se veía magnífico. Oye, Cynthia, ¿no lo crees tú también?

—No creo que haya suficiente tiempo de ocio para una actuación musical a mediados de una batalla. Seguramente no habría tiempo para ello bajo una lluvia de flechas. Lo siento, pero no quiero probarlo en absoluto. Mientras no interfiera con lo que estás haciendo, puedes hacer lo que quieras.

—Lo entiendo. Hey, Mirut, ¿quieres hacerlo? Vamos a hacer un desfile, juntos.

—Señor Cynthia, por favor, evite alentar a la Líder de Díez, las ideas superfluas de Noel. No deberíamos impulsarla a realizar esas cosas tontas.

—De acuerdo, lo siento. Es una idiota, así que obviamente lo intentaría seriamente.

—Estoy aquí mismo y puedo oírlos.

—Por supuesto que lo sabemos.

Noel volvió a tocar su trompeta en protesta.

♦ ♦ ♦

Ella y los otros continuaron de esa manera durante más de la mitad del día, trabajando duro en la práctica. Cynthia tuvo que hacerse cargo de sus propios deberes, por lo que los había dejado. Noel miró hacia el puerto, mientras el olor de las olas le hacía cosquillas en la nariz. Ocasionalmente, salían naves como buques comerciales o barcos de pesca, y cada vez que lo hacían tocaba. Aunque ella era de poca habilidad, la melodía ligera aligeró su humor más de lo esperado. Pensó que, después de todo, la música era tan divertida como ella había esperado. Aquellos que alguna vez pensaron en introducir las viejas bandas militares y navales también debieron sentirse así. Mirut y los demás volvieron del mercado que ahora carecía de su antigua prosperidad. Sus brazos se habían agotado y les había dicho que se tomaran un descanso. Por lo que podía ver, habían comprado comida y ropa con su estipendio.

— ¿Todavía estás en eso? ¿Por qué no dejas de hacer el ridículo y renuncias?

—No me rendiré. ¿Es eso comida?

—Sí, también compré algunas cosas para la capitán.

Mirut empujó la trompeta a un lado con una bolsa. Dentro de ella había algunos pescados fritos.

—Gracias.

Tomando uno de la bolsa, lo probó. Era muy salado. Con ese sentimiento, sopló su trompeta. Un buen sonido, mucho mejor que antes salió.

—Y aquí, esto es un recuerdo. En celebración por ser promovida a un líder de diez, y también como…ya sabes, un poco como una disculpa.

— ¿Disculpa? ¿Has hecho algo malo?

—Ah, no es nada. De todos modos, por favor, acepta. Después de todo, es un problema de mis propias emociones.

Diciendo eso, Mirut dio a conocer un pequeño bolso de accesorios, bordado con el diseño de un pez y se lo entregó.

— ¿Qué pasó, por qué estás tan callada? ¿No te gusta?

— ¡No, no es eso en absoluto! De alguna manera, estaba pensando que mis tesoros se han multiplicado. Sólo pensé que ahora estoy muy feliz.

Noel, le dedicó una sonrisa que brilló con el sol, para demostrar la alegría que sentía desde el fondo de su corazón. A pesar de que había iniciado con el libro de imágenes y la curiosa lanza, sus tesoros habían crecido de tal manera que ya no podía mantenerlos todos en ambas manos. El martillo que colgaba de su cinturón, el uniforme y las gafas que recibía de Cynthia, el bolso que había recibido de Mirut y finalmente la trompeta. Todos eran suyos.

— ¿Has traído tus gafas, no? Pensé que podrías ponerlos allí. Puede suavizar los impactos cuando usted la pone en su bolsillo.

—Lo entiendo, es a eso a lo que te refieres. ¡Gracias!

Ella, rápidamente, colocó sus gafas dentro. Era lo suficientemente grande y cabían por completo. El bordado del pez le dió una buena impresión. Era una cosa realmente maravillosa. Eso era lo que pensaba Noel.

—Ah, bueno, Mirut y todos vosotros, a modo de agradecimiento, les dedicare está música llena de mis sentimientos hacia cada uno de ustedes.

—Eso no me hace particularmente feliz aunque…

— ¡Aquí voy!

Una sensación, ligeramente, feliz se produjo ahora que ella soplaba correctamente. Lo más importante era la ocasión, se preparó cerrando los ojos y ajustó su respiración. Se escuchó la melodía de un barco que salía y Noel también empezó a tocar la trompeta. Era ligero y fuerte. Su trompeta resonó. Lo que salió era el sonido de las olas que regresaban, la melodía de la trompeta les recordaba el océano. Aunque los únicos que lo escucharon fueron Mirut y los demás, después de tanto tiempo, sus tambores y gongs finalmente mantuvieron el tiempo correcto.

Atraídos por la actuación de Noel, sus respiraciones se convirtieron en una sola. Fue lo suficientemente glorioso como para recibir la aprobación de Cynthia. A medida que las grandes olas se hicieron una con el mar, el puerto que había quedado desolado, recuperó su vivacidad por un momento fugaz. El puerto de Coimbra, cercano a la ciudad, retumbando sobre el agua, los cantos de los barcos que salían. Hombres y barcos iban y venían. Los mercaderes llevaban sus productos al espectáculo de la ciudad que ya no estaba ocupada. El pescador y los comerciantes que estaban en el mercado, por un corto tiempo, sintieron que podían escuchar la antigua gloria de la ciudad. Noel, que finalmente se había cansado, terminó su actuación, Mirut y los demás también detuvieron sus manos. En ese mismo momento, los aplausos surgieron de los alrededores. Su número no era grande, pero los que aplaudían lo hicieron con toda su fuerza y desde el fondo de sus corazones, los cuales estaban llenos de una profunda satisfacción.

—La primera actuación de la Banda del Ejército de Noel fue un gran éxito, ¿eh?

— ¿Desde cuándo somos una banda? ¿Cuándo nos convertimos en una?

—Justo ahora. La llamé: la Banda del Ejército de Noel.

Con un rostro orgulloso, Noel dio un pulgar hacia arriba. Su elección había dado lugar a un gran éxito, ella giró su trompeta ligeramente. Todo el mundo tenía el poder de encontrar diversión en ambas actuaciones y escuchar música. Era casi una curiosa especie de magia.

—Hey, vamos a poner en marcha una banda del ejército pronto, ¿de acuerdo?

—Va a llevar a Coimbra a la desgracia de nuevo, ¿por qué no te detienes ahora?

—Voy a levantar una magnífica bandera y marchar con la trompeta. Definitivamente será divertido. Lucharemos juntos, bajo la misma bandera, a través de la vida o la muerte. Así son los compañeros.

Lo que Noel había descrito era una bandera con su amado sol. No era la bandera militar del imperio de Horsheido. Esa bandera no era más que una farsa, una falsificación total. Lo que Noel deseaba, era el verdadero sol, pero mostrar correctamente el sol era difícil. De un vistazo, parecía ser un simple círculo, pero había más que eso. Era una bola de luz, no un círculo. No sabía cómo transmitir adecuadamente esa bola de luz. Pensó en el esquema, pero sólo sería un esquema insatisfactorio. No era lo suficientemente bueno en absoluto. La bandera de batalla del ejército de Horsheido llevaba los rayos del sol en un patrón cruciforme, pero no le hacía justicia. Esa bandera fue pintada de rojo y, para ella, el naranja sería mejor, pero un color rojo que coincida con su pelo también sería agradable.

—B…bueno, puede ser un poco divertido, supongo.

— ¿Verdad? Así que, para ese momento Mirut y todos ustedes, también deben unirse.

—Voy a dejar el ejército cuando termine la rebelión. Es lamentable que mi trabajo implique matar.

—Es lamentable.

— ¡T…te seguiremos!

Los jóvenes del pueblo continuaron con ‘yo también, yo también’, durante algún tiempo mientras los veían avanzar.

— ¡Genial! ¡Entonces hagamos una magnífica banda militar y demostrémosle a Mirut, lo que podemos hacer!

— ¡Sí!

—De acuerdo, también me divertiré. Hey, ¿esto también se ha convertido en una promesa?

Mirut miró a Noel con ojos esperanzados, esperando su afirmación, pero Noel inclinó la cabeza, sin entender. Era su principio no prometer nunca algo que no pudiera cumplir, porque si no lo seguía, no podría encontrar la felicidad.

—Puede ser, no estoy sola, así que podría estar exagerando mis promesas, pero quédate cerca, vale.

—Bien, por favor no lo olvides. Oye, ¿no deberíamos volver ahora? Sorprendamos a la señorita Cynthia con los frutos de nuestro trabajo.

—Es un buen consejo. Muy bien, entonces, una trompeta para la marcha ¡Noel, comience el asalto!

Noel, tocando rápidamente la trompeta, de repente estalló en una carrera. Mirut y los aldeanos se apresuraron hacia adelante, sin romper la marcha. .


Nota del autor:

Líder de Diez, Noel (anteojos) Su cara se ve bien con ellos. Ella toca la trompeta.

Las gafas son importantes ya que le permiten no romper su acto.

Habilidades que le proporcionan las gafas:

Trompeta de protesta

Trompeta de asalto

Trompeta de despertar

[1] Alevin: Joven aprendiz o principiante que se inicia en una disciplina, deporte o profesión

Ayanami
nuestra Noel cada vez tiene más talentos...y qué serían esas sombras oscuras que divisó Mirut detrás de Noel? bueno podemos sacar conjeturas pero lo mejor es esperar y ver n.n nos leemos en la siguiente

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