¡Vamos a romper este compromiso! – Capítulo 30

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné


—Dime, León. ¿No existen pasajes ocultos que podamos usar?

Pasajes ocultos, eh… De hecho, eso sería posible. Como, por ejemplo, dentro de esa chimenea de allí.

—Existen. Ya que nos encontramos en un estado de emergencia, los usaremos. Pero no le digas a nadie sobre ellos, Allen.

—Lo sé… Ahora, rápido, rápido.

Y, sin más demora, el Príncipe León comenzó a fisgonear en la chimenea.

Ah, le atiné.

Después de haber activado un botón o algo, se pudo escuchar un click y se abrió la pared interior de la chimenea.

—Se abrió. Este pasaje conecta con dos lugares; el primero es el exterior del castillo, el otro es la sala de audiencias. Desemboca en un lugar algo escondido por una cortina. Por ahora, vayamos a la sala de audiencias y averiguaremos qué está sucediendo.

Y así, los tres nos dirigimos hacia la sala de audiencias. El Príncipe León iba al frente, luego el joven Allen y de último yo. No es como si pudiera caminar al frente, porque no conocía el camino. Esperaba que nadie nos siguiera.

Mientras me mantenía alerta sobre lo que yacía detrás de nosotros, tenía algo que quería preguntarle al joven Allen, así que traté de hablarle.

—Joven Allen, lamento que deba ser mientras caminamos, pero ¿estaría bien que le preguntara algo?

— ¡Sí! ¡Si es una pregunta de la señorita Lilyna, responderé cualquier cosa! ¡Por favor, dígame en qué puedo servirle!

¿Esta pequeñez lo hizo tan feliz? Estaba mirando hacia el frente mientras caminábamos, así que no pude ver su cara, pero su voz sonaba realmente alegre.

—Bueno, el Duque trataba de convertir a su hermana mayor, la señorita Ange, en la prometida del Príncipe León, ¿no? En ese caso, ¿por qué comenzaría un golpe de estado en este momento? Es solo una suposición, pero el Duque ya debería saber que mi compromiso se ha anulado.

—Mm, mi estúpido padre es un idiota entre los idiotas, pero su postura oficial es que él está actuando por el bien del reino. Quien me dio a conocer todo por lo que la señorita Lilyna tuvo que pasar al lado de León fue él. Y aparentemente, esa es exactamente la razón de este golpe de estado. En resumen, ¿estaría bien el reino en el futuro con un príncipe como este?

Vaya. El Príncipe León, quien caminaba al frente y había estado escuchando nuestra conversación, casi tropieza. Bueno, esa era una evaluación bastante dura.

—Oye, León, ¿estás bien? ¿Qué? ¿Dices que estás bien y que sigamos caminando? Sí, sí, lo sé. De todos modos, ¿dónde estaba? Ah, cierto. La razón por la que dio el golpe de estado justo ahora. Probablemente sea porque se dio cuenta de que sería difícil convertir a Ange en la prometida de León. Aunque no conozco más detalles que esos. Lo siento. Sobre el asunto de la cancelación de su compromiso, yo mismo se lo reporté al idiota de mi padre, ya que yo era el que estaba tratando de llevarlo a cabo.

Mmm, en ese caso el Duque ya sabía sobre el asunto de mi compromiso. Eso significa que quien contrató a aquellos hombres enmascarados que aparecieron en mi camino de regreso al feudo fue…

—Muchas gracias por responderme.

—No, no, haría cualquier cosa que me pidiera la señorita Lilyna. No se contenga y pregúnteme lo que desee.

Es completamente evidente, pero ¿no se ha encariñado demasiado conmigo? hasta puedo ver una cola ilusoria. Una que se mece con vigor.

Después de caminar por un rato, el Príncipe León se detuvo.

—Si damos la vuelta en esta esquina, pronto estaremos en la sala de audiencias. Pero, primero voy a echar un vistazo así que ustedes espérenme aquí.

¿El Príncipe León va a ir solo? ¿Eso estará bien?

Junto con el joven Allen esperamos en silencio el regreso del Príncipe. Lo cual sucedió unos minutos más tarde. Se veía desanimado.

— ¿Cómo te fue, León?

—Ah… Parece que mis padres han sido capturados. No se veían heridos, pero…

Parecía conmocionado. Sin embargo, eso no era de sorprender. No importaba cuánto hubiese entrenado, era poco probable que se encontrara en una situación como esta donde necesitara luchar o, mejor dicho, esta era la primera vez que le pasaba.

Después de que casi ser atacado por un monstruo en el pasado, el reino no pasó por ninguna guerra y los monstruos no llegaban hasta la Capital. De hecho, todo había sido bastante pacífico. El Príncipe León no estaba hecho para el campo de batalla.

—Su Alteza, ¿descubrió cuántos soldados del ejército rebelde habían en la sala de audiencias?

—Veamos… Por lo que pude ver, unas quince personas. El Duque también estaba allí.

Quince, eh… Esa cantidad no sería problema si no tuvieran rehenes. Pero pareciera que el Duque no sabe de mi poder, así que deberían estar con la guardia baja. Una vez contemplado eso, todo dependerá del actuar de la Reina Rachel, ¿no?

—Aun así, me pregunto qué planea hacer el Duque después de dar con éxito este golpe de estado.

—Mm, estoy seguro de que haría que Ange se convirtiera en la Reina de León y los controlaría desde las sombras o algo por el estilo. En cuanto a los reyes actuales, pienso que querría ponerlos bajo arresto domiciliario en algún lugar. Dijo que no quería derramar sangre.

Oye. Para alguien a quien no le gusta la sangre, fue bastante despreocupado acerca de mi vida, ¿no? Incluso dio órdenes de que me mataran si oponía resistencia.

—Ajá, así que quería hacerme su marioneta.

—Me pregunto ¿realmente todo iría como planea? Para ser honesto, desde mi punto de vista y el de Ange, que hasta hace no mucho éramos plebeyos, si el reino permanece pacífico y no cae en la ruina, realmente no importaría que León fuese un idiota.

Ah, lo llamó idiota en su cara. Eso no es muy bueno que digamos. Y al mirar al  rostro pensativo del Príncipe León… no parece enojado. Al contrario, mostró una expresión resignada.

—Supongo que soy un idiota, ¿no? Siempre dependiendo de Lilyna y de mis padres, esta es la situación a la que llegué…

Se ha deprimido por completo. En estos momentos, eso era un problema.

—Su Alteza, por ahora concentrémonos en rescatar a sus padres. ¡Si siente arrepentimiento por sus acciones pasadas, ahora es el momento de redimirse!

—Ah, entendido. Por ahora solo pensemos en salvarlos. Lo siento, Lilyna, por volverme así. Si yo no los salvo, ¿quién lo hará?

Bien, de alguna manera su espíritu regresó. Ahora tenemos que prepararnos.

Me até el cabello con un cordel que traía. Y luego acorté la falda de mi vestido con la espada que obtuve de los soldados que nos habían atacado. Quedó demasiado corta, pero era mucho más fácil moverse así.

— ¡¿Qué estás…?! ¡Espera, Lilyna! ¡¿Qué se supone que estás haciendo?!

Es lo que Príncipe León me gritó, con el rostro completamente rojo. El joven Allen también estaba un poco sonrojado.

— ¿Qué hago, pregunta? Intentaba acortar mi vestido para poder moverme mejor, pero…

—No, no, ¿por qué llegamos a esto? Además, no deberías hacer eso cuando estas junto a dos sujetos.

—Ah, me disculpo. Les mostré algo incómodo.

—Ah, sí, lo que sea. Creo que no hay de otra, ya que estamos en una situación de emergencia. Pero no vuelvas a hacer algo así, ¡¿me oyes?!

Vaya, fui regañada por el Príncipe León. Pero parece haberse recuperado de su estado depresivo. Eso es bueno.

3 respuestas a “¡Vamos a romper este compromiso! – Capítulo 30”

  1. Si para qeu reaccione bastaba que le muestres tus piernas… Uff, no hubieramos llegado hasta este capítulo jajajajjajajajajja MIL GRACIAS POR SU GRAN TRABAJO!!

  2. Pobre príncipe León, lo único que me produce es lastima, espero y el autor le dé un desarrollo decente, sea que se quede o no con la protagonista
    Gracias por el capítulo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido