¡Vamos a romper este compromiso! – Capítulo 8

Traducido por Smacc

Editado por Tetsuko


Mi audiencia con la reina llegó a su fin, y poco después llegué a nuestra residencia.
“Estoy encantada de que fui capaz de hablar con la Reina Rachel. Ella sigue tan radiante como la recuerdo.”

Sebastian me recibió cuando entré.

—Bienvenida de vuelta, Lady Lilyna.

—Y es bueno estar de vuelta, Sebastián. Estoy un poco cansada por mi visita, así que tomaré una corta siesta en mi habitación. Infórmale a Sana que me llame cuando sea hora de comer.
—Con mucho gusto.

Una vez me instalé en mi cuarto, recordé mi conversación con la Reina Rachel. Ella dejó implícito que el Príncipe León tenía sentimientos románticos por mí, pero creo que es una completa mentira. Debió haber dicho eso por consideración hacia mí, como si quisiera suavizar la situación, y tal vez incluso excusar sus acciones. Es bastante difícil creer que su conducta actual haya nacido de alguna buena voluntad en mi nombre. De hecho, su propio comportamiento contradice esta línea de pensamiento. El estatus de nuestro compromiso es prueba de eso.

Si él albergara estos presuntos sentimientos por mí, no sería necesario romper nuestro compromiso en absoluto. El Príncipe Leon lo hizo y fue más allá de eso; el trajo consigo a su nueva prometida para que fuera testigo y la mantuvo cerca a su lado. No hay lugar para la duda en sus intenciones.

Antes de que todo esto pasará, creo que nuestro compromiso habría llevado al matrimonio. Era a mi entender que estaríamos juntos, presumiblemente, el resto de nuestras vidas. Hice un esfuerzo sincero por relacionarme con él, para que ambos nos acercáramos.

Hubo un tiempo en el que me encontré con una de las prácticas rutinarias de espada del Príncipe Leon. Él sufrió una lesión en su mano derecha y yo traté de administrarle tratamiento para su herida. Todo fue para nada. En el momento en que toqué su mano, me alejó de un manotazo y huyó. Su rostro se tornó de un rojo oscuro por lo que recuerdo.
El Príncipe Leon debe haber estado enojado.

Hubo otro tiempo en el que recibí confites de un miembro de mi familia. Le envié una pequeña cantidad al Príncipe Leon como regalo, pero él no se molestó en comer ninguno de ellos. En cambio, dejó las delicias para que se pudran y se echen a perder en su habitación. ¿Por qué los habría dejado ahí sin tocarlos cuando hubiera sido mejor deshacerse de ellos? Si esto era lo que él planeaba hacer desde el principio, no debió aceptarlos en primer lugar.

No importa que recuerde,  esos “sentimientos románticos” no están presentes. Estoy bastante asombrada de que él no rompiera nuestro compromiso antes. No hay razón para pensar más profundamente en ello ya que ya no me concierne.

Estaba pensando en esas cosas cuando escuché un golpe a mi puerta.

—¿Eres tú, Sana? Está bien, puedes entrar.
—Discúlpeme.
Ella entró.
—¿Ya es hora de comer? Padre regresó a casa?
—Sí, Su Señoría ha regresado y le gustaría hablar con usted durante la cena.
Fruncí mis labios.

Padre terminó su trabajo temprano también hoy. ¿Mi conversación con la Reina Rachel pesa mucho en su mente?

Apresuré mis preparativos y salí a encontrarme con Padre.
—Querido padre, siento haberte tenido esperando.
—No, está bien. Vamos a comer.
Los eventos del día naturalmente se convirtieron el tema principal durante nuestra comida.

—…y así la Reina Rachel también me dio su permiso para regresar al territorio. Arreglaré todo para mi partida mañana.

—¿Ella se volvió tu aliada? Ya veo. Oh, eso me recuerda, Lilyna. Sobre tu transporte para el viaje de vuelta a casa…
—¡Sí! ¡Iré a caballo sola!

—No, eso no es aceptable. Debes recordar tu posición – se supone que eres la típica hija de un noble. Frágil y débil.

Levanté mi frente.

—Pero padre, no tengo que estar de acuerdo con ese relato. Ya no soy la “frágil y débil” prometida del Príncipe. Mis habilidades no han fallado en lo más mínimo durante el tiempo que he pasado aquí en la Capital Real. Para ser honesta, tomar un escolta solo obstaculizaría nuestro viaje. Es demasiado incómodo e innecesariamente formal. Perdóname por decir esto, pero estoy cansada de montar en un carruaje y de estar acompañada por los guardias. Mi sugerencia es mucho mejor.

—Es cierto que es un buen punto, pero…
La expresión de Padre se tensó mientras pensaba. Podía ver el conflicto interno qué pasaba tras sus ojos. Sin embargo, no cambiaría mi postura.
Sentarme en el carruaje tirado por caballos lastimaba mi espalda baja y trasero. Pero lo que más duele es su velocidad. El carruaje se mueve con una lentitud terrible y yo quiero apurarme a volver a casa.
Él habló con su decisión lista.
—Si así es como va a ser, lleva a Sana contigo. Esa chica te ayudará si alguna cosa fuera a pasar en tu viaje.
Dejé escapar un suspiro.
—Entiendo. La llevaré conmigo. Bueno, creo que nadie sería capaz de atacarnos de ningún modo si somos las dos.
Y con un profundo suspiro, Padre cedió y dio su permiso.

“¡Oh, podría sólo chillar de alegría!”

—Lilyna, escribí una carta para Lisa. Llévasela a ella.

—Me aseguraré de entregárselo a Madre.
Terminamos nuestra comida y me dirigí de vuelta a mi habitación. Sana estaba ahí y le conté lo que ocurrió durante la cena.
—Sé que esto es abrupto, pero ha sido decidido que tú me acompañarás mañana, Sana. Es por eso que tendrás que hacer los arreglos apropiados.

—Eso no será necesario. Pensé que esto podría pasar, así que tome la iniciativa de prepararlo todo.

Justo como se esperaba de Sana; anticipó el escenario más probable y actuó de acuerdo con su mejor juicio.
Mientras estaba halagándola en mi mente, ella dijo algo fuera de lo común.
—¿El Príncipe no le impidió regresar al territorio? Pensé con certeza que él intentaría hacer algo…

—¿Huh? ¿Por qué lo haría? Mi regreso sólo serían buenas noticias. Su nuevo compromiso puede verdaderamente florecer y avanzar sin problemas sin mí aquí. Además, el Príncipe Leon ni siquiera sabe que voy a regresar.

—¿Qué? ¿No lo sabe?
—Sí, solicité que se le ocultara esto.
Sana murmuró algo que no pude oír.
—¿Llegaremos en paz y sin incidentes? Es sólo cuestión de tiempo antes de que el Príncipe se entere…
Por alguna razón, pude sentir una nueva resolución encontrada irradiando de Sana.
—¡Lady Lilyna! ¡Haré mi mejor esfuerzo para que llegue al territorio a salvo!
Fui sorprendida por la fuerza detrás de sus palabras.
—Oh, um…Muy bien entonces. Aunque creo que va a estar bien. No es como si fuéramos a encontrar algo peligroso en el camino, ¿cierto?
No tenía confianza de que mis palabras tuvieran algún impacto en Sana. Ella sólo siguió ardiendo con determinación. No está mal que ella sea así, su entusiasmo y motivación son buenos compañeros para tener en nuestro regreso a casa.
Tendré que arroparme y descansar apropiadamente para el camino que nos espera mañana.

 


[Tetsuko: nos vamos, por fin nos vamos OvO aunque con esta idea de que ya nos vamos al territorio, pero antes…creo que va a pasar un tiempo más hasta eso xD Ste men del Príncipe que se le dificulta tanto decir que le gusta Lilyna xD que curiosidad…a lo mejor y es un tsundere OvO]

[Smacc: Aaahh~ La maniobra de “romperé el compromiso para que se fije en mi”, un clásico… lastima que jamas funciona.]
 

♥ ❤ ♥

               

9 respuestas a “¡Vamos a romper este compromiso! – Capítulo 8”

  1. Ahhhhh príncipe idiota supongo q se sonrojo x q ella lo tocó cuando quería atender su herida y q pretendía guardar los dulces como recuerdo y x eso no los comió pero a final de cuentas cada acción suya parecía decir no te quiero cerca, no me interesas y aún así pensó q sería buen plan para acercarse el cancelar el compromiso e incluso presentarle a otra mujer 😵😵😵
    Gracias por la droga 😆😆😆

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