Traducido por Lucy
Editado por Nemoné
Al instante siguiente, Claire sintió de repente que una irresistible fuerza la succionaba. Tirando de su mano, Summer también fue arrastrada justo después.
En un momento, cuatro personas habían desaparecido.
Ben se encorvó con frialdad, extendió su mano y también desapareció ante sus ojos.
Jean no dijo ni una palabra, caminado hacia delante y desapareciendo. Todos los demás se miraron consternados. Camille se encogió de hombros y avanzó relajada. Todos los demás fueron justo después, desapareciendo también en la entrada de la cueva.
Justo cuando fueron absorbidos por la barrera, sintieron una fuerza irresistible hacia abajo. Llegó el sonido de los gritos de Summer y Qiao Chuxin.
Claire puso los ojos en blanco, boquiabierta ante quienquiera que hubiera diseñado el camino. ¡Parecía una montaña rusa!
Deslizándose por un gigantesco tobogán curvo, motas de minerales incrustadas en las paredes brillaban como estrellas, iluminando la caverna. Todos se deslizaron con rapidez uno tras otro. Los gritos de Summer y Qiao Chuxin se oían a diferentes intervalos. La sensación de ingravidez era muy incómoda.
Al final, todos bajaron desorientados. Tras mantenerse en pie con dificultad, empezaron a evaluar el entorno.
Claire se frotó con poca gracia el trasero dolorido, maldiciendo a la persona que había colocado la barrera.
—¿Ese es el tesoro? —exclamó Summer sorprendida.
Todos miraron en la dirección en la que ella miraba y vieron una plataforma alta hecha de mármol blanco, escaleras hechas de unas cuantas capas del mismo material que subían hacia arriba. Una espada sobresalía de la plataforma, ¡una espada demasiado ordinaria! Un completo desajuste con la brillante y hermosa plataforma de jade blanco.
—Qué ordinaria. Pensé que sería una espada preciosa incrustada por completo de gemas —dijo Summer un poco decepcionada.
—Eso solo sería llamativo e inútil —dijo Li Yuewen con frialdad. Como era obvio, la actitud de Summer la enfadó un poco.
—¿No encontramos el tesoro con demasiada facilidad?
Walter observó los alrededores con escepticismo.
—No importa si lo encuentras o no porque el artefacto elige a su dueño. Aunque alguien lo encuentre, si no puede sacarlo, entonces solo será un adorno y no podrá usarse —explicó Li Mingyu.
Claire recordó sus palabras anteriores y comprendió. El artefacto fue creado por sus antepasados Li y solo los descendientes del clan Li podían sacarlo. No era de extrañar que Li Mingyu estuviera tan tranquilo, creía que era imposible que el artefacto eligiera a nadie más que a ellos, los hermanos Li.
—Pero de verdad parece ordinario.
Ben se acercó a la plataforma de jade blanco y se agachó, mirando con suspicacia la espada.
—¡Qué sabrás tú! —Claire también se acercó y la examinó, sermoneando con frialdad a Ben—. Cuanto más ordinario parece algo, más enigmático es. Las cosas de aspecto corriente suelen hacer que la gente baje la guardia. Esperar el momento oportuno y asestar un golpe mortal en el momento justo puede conseguir lo que antes era imposible.
Ben frunció el ceño mientras observaba a Claire, escuchando con atención sus enseñanzas, y luego asintió.
—En otras palabras, ¿engañar?
—Engañar a tus enemigos, hacerles creer que eres un inútil y luego golpearlos con saña. Este método es muy eficaz —continuó enseñando Claire con frialdad.
—Oh, oh —asintió Ben una y otra vez, recordando esto con excepcional agudeza.
El aspecto de profesor y alumna de ambos hizo que todo el mundo los mirara con incredulidad.
Li Mingyu avanzó con lentitud, observando bien la espada de aspecto corriente. Sabía que no era tan simple como parecía.
Justo cuando él se acercaba a la preciada espada, se produjo una situación extraña.
Empezó a vibrar un poco, brillando lentamente en plata.
Li Yuewen sonrió con alegría y se sintió aliviada. Seguro, la espada tenía conciencia. ¡Había esperanza de revivir el clan Li!
Li Mingyu también empezó a emocionarse. La preciada espada que había estado buscando estaba justo delante de él y, de hecho, ¡reaccionaba cuando se acercaba!
Claire se quedó mirando con los ojos muy abiertos la escena que tenía ante ella, jadeando por dentro. ¡El artefacto de verdad tenía voluntad y podía elegir a su dueño! Todos los demás miraron impávidos y contuvieron la respiración al ver la escena que tenían delante.
A medida que Li Mingyu se acercaba, la espada vibraba con más intensidad y se hacía más brillante.
Li Mingyu estaba muy solemne. Se puso delante de la preciada espada y habló con dignidad:
—Por favor, responde a mi llamada. Sigue mi voluntad, guía al clan Li hacia la prosperidad una vez más.
Nadie había movido la mirada, observando con atención las acciones de Li Mingyu, temiendo perderse el misterioso momento en que el artefacto aceptaría a su dueño.
Él cerró con solemnidad los ojos y extendió poco a poco la mano, colocándola sobre la empuñadura de la espada, luego tiró con fuerza.
Al instante, aparecieron rayos infinitos, golpeando el alma… ¡extraño!
La preciosa espada no se movió ni un milímetro. Solo vibraba y brillaba como antes.
¿Qué? Después de sorprenderse por un momento, Li Mingyu tiró con fuerza una vez más.
La preciada hoja no se movió ni un milímetro, ¡igual que antes!
Todos parpadearon, perplejos. ¿No había terminado ya de hacer un gran espectáculo con ella, por qué no la había sacado todavía?
Claire también frunció el ceño, mirando a Li Mingyu, sin entender bien qué estaba haciendo. ¿Qué hacía ahí parado sin sacar la espada?
Li Yuewen frunció un poco el ceño, porque con la personalidad de su hermano mayor, Li Mingyu no seguiría dudando y sin sacar la espada. Una premonición siniestra surgió en su corazón.
Él tiró con fuerza una vez más, pero la preciada espada seguía clavada en la plataforma de jade blanco como antes, sin moverse en absoluto.
La expresión de Li Mingyu por fin cambió. Poco a poco la soltó y habló en voz baja.
—No puedo sacarla. Yuewen, inténtalo tú.
—¡¿Ah?! —Todo el mundo jadeó sorprendido. ¡¿Li Mingyu de verdad no podía sacarla?! ¡¿La preciada espada no lo aceptaba como su dueño?! ¿Pero no estaba la espada vibrando sin parar e iluminándose cuando Li Mingyu estaba subiendo? ¿Estaba jugando?
—¿Yo?
Li Yuewen se señaló la nariz y preguntó dubitativa.
—Sí. En el clan Li, además de mí, tú también tienes derecho.
El tono de Li Mingyu era complejo. El clan Li ya había caído hasta tal punto que solo ellos, dos hermanos, persistían en traerlo de vuelta.
Viendo la situación ante ellos, Claire y todos los demás no fueron capaces de decir una palabra. Se limitaron a esperar en silencio.
La expresión de Li Yuewen se volvió conflictiva mientras se acercaba con lentitud a la plataforma de jade blanco. Extendió poco a poco la mano, que le temblaba. Esperaba poder sacarla, pero al mismo tiempo, esperaba no poder hacerlo. ¿Qué significaba poder sacarla? ¿Significaba que el hermano mayor no era tan bueno como ella? Si no podía sacarla, ¿cómo podría revivir al clan Li? Li Yuewen se sintió muy confundida, pero al final, puso su mano en la empuñadura de la espada.
Con gran atención, tiró.
La hoja no se movió ni un milímetro.
Li Yuewen dejó escapar un suspiro de alivio. El dueño de la preciada espada no era ella.
Al instante, la caverna quedó en silencio. Todos se miraron, incapaces de decir nada.
¿Qué clase de situación era ésta?
¡La hoja del tesoro no había elegido dueño! Los dos hermanos Li no consiguieron convertirse en los dueños de la espada.
El silencio era sepulcral. Solo se oía el sonido de la espada que seguía vibrando.
Li Mingyu y Li Yuewen se quedaron con la mirada perdida. Habían hecho todo lo posible y por fin habían encontrado la espada atesorada, pero ahora solo podían mirarla. Nadie más se atrevía a decir nada. Al ver las expresiones de ambos, todos guardaron silencio. Parecía inadecuado consolarlos en este momento.
Después de un largo rato, Claire sintió que su pie incluso había empezado a dormirse. Entonces habló.
—Entonces, ¿hay alguna manera de desenterrar la plataforma de jade blanco y luego traerla de vuelta? Quizá haya alguien más en el clan Li a quien la preciada espada acepte como dueño.
Li Mingyu negó con la cabeza, con los ojos tranquilos.
—Si esto fuera posible, alguien lo habría hecho hace tiempo. Solo se puede decir que los hermanos no tenemos suficiente fuerza y la espada atesorada no nos aceptará.
Li Yuewen también estaba apática.
Al instante, descendió un estado de ánimo demasiado lúgubre. Nadie sabía qué decir.
Al ver la expresión apática de ella, Claire también empezó a sentirse incómoda. Aunque esta mujer solía ser muy feroz, no había forma de que le cayera mal. Quería decir algo para consolarla, pero no sabía qué decir.
Ella se dio la vuelta, se le había empezado a dormir el pie.
Extendió la mano sin pensar, solo quería descansar un momento sobre la espada.
Un sonido anormal sonó, rompiendo de repente el silencio en la caverna.
Todos se quedaron con la boca abierta al ver la escena que tenían delante, estupefactos.
Claire había caído sobre la plataforma de jade blanco y la espada atesorada de aspecto corriente también había caído a su lado.
Ella se levantó rápido. Al ver la espada a su lado, la recogió rápido y habló frenética.
—Solo quería apoyarme en ella un momento, no era mi intención. La volveré a clavar de inmediato…
El eco continuó resonando sin cesar.
Sujetando la preciada espada, la primera reacción de Claire fue volver a clavarla de inmediato.
De repente, ella se congeló. Un viento frío sopló por detrás suyo. Bajó poco a poco la mirada, estupefacta al ver la espada atesorada en su mano.
¿No era que solo los descendientes del clan Li podían sacarla? ¿Era que necesitabas esa, qué era, voluntad decidida y fuerza poderosa para sacarla? ¿Por qué se cayó después de que ella lo empujara con suavidad?
Claire se quedó rígida, miró hacia atrás de forma robótica y vio las excepcionales expresiones de todos. En especial la de Li Yuewen, con los ojos muy abiertos mirando fijo la preciada espada que Claire empuñaba.
—Pero… ¿no era que solo la gente del clan Li podía sacarla? La espada ha cometido un error. ¿No debería devolverla? —preguntó Claire, al ver la mirada aprensiva de Li Yuewen.
—¡La, la preciada espada te reconoció como su dueña! —tartamudeó Summer, señalando la espada. Sus ojos estaban llenos de incredulidad y asombro, las mentes de todos los demás estaban en blanco. Se limitaron a mirar fijo a Claire.
—Yo, yo, yo la devolveré a su sitio ahora mismo… —dijo con debilidad, pareciendo demasiado inocente.
—¡Tú! ¡Mocosa apestosa! —Li Yuewen agarró de forma abrupta el cuello de Claire, sacudiéndola con fuerza—. ¿Qué crees que es la espada más preciada de mi clan Li? ¿Quieres devolverla? De verdad te eligió a ti, te eligió como su dueña, ¿hay algún tipo de error? ¡¿Qué clase de destino es este?!