Boda relámpago – Capítulo 57: Estoy loca

Traducido por Akatsuki

Editado por Ayanami

Corregido por Meli


En el primer día de Año Nuevo Lunar en la Ciudad K, que no era muy grande, se acostumbraba visitar a amigos, familiares, vecinos, compañeros de trabajo e incluso a maestros y estudiantes.

Nosotros visitamos a todos ellos, llevando regalos, por lo tanto, al final del día estaba agotada..

Por fortuna, su familia no era extensa, de lo contrario, la cena demoraría en llegar.

Sin embargo, el viaje fue fructífero, descubrí, a través de mi suegra que, Han Xiao y Jiang Li habían estudiado en la misma escuela y eran compañeros de clase, no era de extrañar que fueran buenos amigos. Así que cuándo veía la sonrisa tímida de Han Xiao junto a Jiang Li, no podía evitar tener pensamientos impuros referente a ellos.

Ese pensamiento me inquietaba, varias veces, quise preguntarle a Jiang Li, pero sentí que me estaba entrometiendo en sus asuntos. Sus relaciones no tenían nada que ver conmigo. Mantuve la boca cerrada, pero Jiang Li fue capaz de ver a través de mí:

—Guan Xiao Yan, si tienes algo que decir, solo hazlo.

—Esto… soy un poco curiosa. —Desvié la mirada—. Han Xiao y tú…

—Guan Xiao Yan, no me provoques.

Sentí un ligero escalofrío y no me atreví a preguntarle de nuevo, aunque mi curiosidad no había terminado

Para el segundo día del Año Nuevo Lunar, tenía planeado visitar a mi madre. Por la noche, mientras preparaba mis cosas, recibí una llamada de larga distancia. Me sentí sorprendida de que alguna deidad extranjera me echará de menos y se pusiera en contacto conmigo en la primera noche del Año Nuevo. Pero cuando contesté el teléfono, escuché la voz de mi madre llena de felicidad, casi pensé que era una ilusión, sosteniendo el teléfono con fuerza, me sequé el sudor y con un tono aprensivo la saludé.

Ella hablaba muy rápido, se escuchaba entusiasmada.

—¡Chica! ¡Tu madre se encuentra debajo de la Torre Ai fei, esta torre es realmente bella!

—¿Ai…Fei? ¿Dónde estás ahora?

Mi madre me respondió con desprecio:

—Ai Fei es la torre más famosa en el mundo, la que está en Francia, París. Chica, ¿no has visto el mundo… acaso no conoces Ai Fei?

¿Ai Fei? ¿París? ¡Es la Torre Eiffel!

Resultó que estaba de viaje en París. Fue apenas anteayer que la llamé y se quejó de que estaba aburrida de estar sola en casa. A veces, las acciones de mi madre estaban más allá de mi capacidad de aceptación. No sabía si era porque ella era proactiva o porque mis nervios eran muy frágiles. Estaba abatida.

—Mi querida madre, ¿por qué te fuiste a París sin avisar? Espera un minuto ¿con quién estás hablando?

Mi madre tosió dos veces.

—No… con nadie.

—Mamá, sé honesta conmigo. Recuerda que salí de tu barriga.

Reuniendo mi ingenio, finalmente, me di cuenta del misterio que escondía mi madre: estaba en una segunda primavera.

—Mamá, ¿cómo sedujiste a ese tío? —Me reí.

—Él me miraba en secreto, cada vez que hacía ejercicio en las mañanas —contestó con orgullo—. Aunque tu madre sea vieja, sus atributos no han cambiado y aún se pueden comparar a cuando era joven…

Tosí un poco para interrumpirla.

—Mamá, ¿porque no me contaste?

—Temía que no estuvieras de acuerdo. —Sonaba avergonzada.

—¿Es tu hija de mente cerrada? —pregunté enfadada.

—Por supuesto que no…

—¿Cómo es él? ¿Hablan el mismo idioma?

—Es profesor en la Universidad de Idiomas, Departamento de Lengua China.

Mamá, sabes que lo que más temo son las lenguas…

Me despedí y me senté sobre la cama.

—Mi mamá me ignoró por un hombre.

—Eso es bueno —dijo Jiang Li—. Ella también necesita estar con alguien que la acompañe.

—Pero. —Mire al techo y hable con resentimiento—: ¿Por qué tenía que ser un profesor de lengua china?

—Ella es libre de elegir a quien quiera.

¿Por qué no puedes consolarme? ¿Es algo tan difícil?

Jiang Li se acostó en la cama, me atrapó entre sus brazos y me cubrió con la manta.

—Es hora de dormir.

No podía estar tranquila mientras dormía entre los brazos de Jiang Li. Sentía que la forma en que interactuamos era extraña.

Yo tenía sentimientos por él, y sabía que debía detenerme porque a él no le gustaba, pero no podía controlarme.

Y él, se volvió más odioso. Siempre era natural en sus acciones.

Sabía claramente que no podíamos estar juntos, pero disfrutaba el estar entre sus brazos. Cada vez que quería alejarlo, no podía.

Creo que me estaba volviendo loca.

Una vez que una persona se obsesiona, seguirá sin importar si se encuentra gravemente herido.

Cuando él estaba cerca no podía razonar. Mi obsesión se volvía cada vez más fuerte.

Acurrucada en sus brazos, podía sentir su respiración, el calor de su cuerpo y los latidos de su corazón. Fingí estar tranquila para hablar.

—Jiang Li, si te gustaran las mujeres, ¿crees que yo te gustaría?

—Tal vez.

Podría ser que estuviera demasiado nerviosa como para comprender su respuesta, pero sentí que su voz era honesta. Además, podía sentir su cálido aliento rozar mi cuello, lo que intensificaba mis sentimientos.

—Entonces, Guan Xiao Yan, si no fuera gay, ¿te gustaría?

Mi corazón se tensó, al mismo tiempo, me traicionó.

Si… si… ¿Había tantos «si» en el mundo? No era un hombre y Jiang Li seguía siendo gay.

Respire profundamente.

—Desafortunadamente, no hay un sí en el mundo para ti. Ahora vete a dormir.

♦ ♦ ♦

Al día siguiente era el segundo del Año Nuevo Lunar. No teníamos a donde ir y por la tarde, Han Xiao nos visitó.

Ambos charlaron e intercambiaron noticias de sus amigos. Luego, los tres nos sentimos aburridos y mientras caminábamos, Han Xiao sugirió «Póker de Propiedades».

Una mujer promedio no sería inmune a ese tímido hombre guapo.

Mientras jugábamos al póker, Han Xiao y yo conversábamos haciendo preguntas irrelevantes.

Jiang Li sacó dos «a» y yo generosamente saque dos «2».

—Han Xiao, ¿tienes novia? —pregunté.

—No. —Estaba sonrojado.

—Bomba —dijo Jiang Li, mientras dejaba caer sus cuatro cartas de «5» sobre mis dos de «2».

—¿Entonces tienes novio…?

El hermoso rostro de Han Xiao se volvió más rojo y, negando con la cabeza me miró de una manera inexplicable.

—Guan Xiao Yan, no digas tonterías. —La mirada de Jiang Li era tan fría que me causó escalofríos.

No fui intimidada.

Así que tienes una bomba, ¿y qué? Sintiéndome rica e imponente lance cuatro «K».

¡Esta anciana no te tiene miedo!

Jiang Li usó ambas manos para mostrar sus cartas. Él tenía las «K» restantes.

—Perdiste. —Extendía su mano para pegar una tira de papel sobre mí. Con esa, era la quinta que llevaba encima.

Sentí que la razón por la que perdía no era por qué fuera estúpida, sino porque su suerte era extremadamente buena.

—Ya no quiero jugar, es aburrido. —Arrojé mis cartas—. Han Xiao, cuéntame sobre tu escuela secundaria.

Él se rió.

—Hay muchas cosas que recuerdo, ¿qué quieres saber?

Dándole un vistazo a Jiang Li dije:

—Hablemos de la vida amorosa de Jiang Li. Él es muy atractivo, de seguro había muchas chicas tras él. ¿Hubo alguien que le envió cartas de amor a escondidas?

Han Xiao lo pensó por un momento y negó con la cabeza.

—Parece que no recibió ninguna.

—No puede ser. —Estaba sorprendida—. ¿Jiang Li era tan modesto? Cuando yo estaba en la escuela, había muchos chicos persiguiéndome.

Jiang Li no dijo nada, solo se limitó a mirarme con calma. Me estremecí por el repentino escalofrío que sentí y no me atreví a decir algo más.

—En realidad, el hermano Jiang Li era muy atractivo, pero las chicas de nuestra escuela secundaria no se atrevían a acercarse a él.

¿En qué época vivían ellas como para ser tan reservadas?

Han Xiao, probablemente, vio la duda en mi rostro y me explicó la razón.

Y luego de eso, me caí sobre la alfombra riendo sin poder contenerme.

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