Dejaré de ser la subordinada de una villana – Capítulo 1

Traducido por Haru

Editado por Susibet

Corregido por Sharon

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—¡Tú! ¿No entiendes lo que estoy diciendo? ¡Por favor, sal de aquí! —exclamó una chica alta de cabello rubio brillante en bellísimos rizos caen y con una postura galante. Con una mano en su cintura, y la otra señalando, se dirigió hacia una chica bonita de cabello esponjoso que estaba sentada en el suelo.

Mis observaciones se basaban en lo que podía ver al estar detrás de la señorita Remy, la hija del duque de cabello rubio rizado.

Yo soy Cosette, hija de un conde y subordinada del séquito de la señorita Remy. Mi posición estaba fija en la parte trasera, detrás de las tres hijas de mayor posición.

Estas eran las hijas del marqués, la señorita Julia, la señorita Emilia, hija del conde, y la señorita Marietta, hija del vizconde. La que conducía la muchedumbre en el frente era la señorita Remy, la líder de este grupo de hijas malvadas.

Cada una tenía diferente color de pelo: rojo, azul y amarillo. Fácil de recordar, como los colores de las señales de tránsito. Agregándole el verde y el rosado, el grupo estaba completo.

¡Ah! Por haber sucumbido al miedo, la bonita muchacha tiembla como un animal pequeño frente a la señorita Remy.

Perdida en mis pensamientos un poco por detrás del grupo de tres, de repente mi brazo fue cogido.

—¡Espera un momento! Cosette, di algo sobre esto también. Este es tu jardín de flores ¿no es así?

—Ja, ja, ja…

De repente fui empujada hacia la señorita Remy y frente de la muchacha de pelo rosado, mientras mi mirada daba vueltas.

—Sí, este es mi jardín de flores.

A pesar de ser a la hija de un conde, yo cultivaba un huerto como pasatiempo. Le pedí a mi padre, el conde, si podía hacer un jardín para mí.

Había cuidado diligentemente del jardín desde los 5 años con la ayuda del anciano Bob, el jardinero. Ahora que tengo 10 años, se podía decir que se ha vuelto muy bueno.

Hoy, nosotras teníamos una fiesta del té para mostrar el buen estado de mi jardín.

Una fiesta de la hija conde para el príncipe heredero que tiene mi misma edad.

Puse un gran esfuerzo al escribir la carta de invitación… Y una vez más, mientras me sumergía en mis pensamientos, la voz irritada de la señorita Remy explotó

—¡Hey! ¡Cosette. ¡Pon atención! No te pierdas en tus propios pensamientos!

¡Ah! ¡Peligroso, peligroso! Tengo el hábito de no mostrar mis expresiones cuando me distraigo. Lamentable… Lamentable.

Una vez más miré fijamente a la chica frente a mí.

Como pensé, la cara detrás del esponjoso pelo rosa era bonita, pero los ojos azul cielo que me miraban fijo brillaban con un fulgor sorprendentemente desafiante.

Había muchas flores dispersadas a sus pies, complementando su linda apariencia.

Pensé que temblaba debido a la señorita Remy, pero al parecer tiene más coraje del que pensé.

—¿Cosette? —dijo con voz divertida—. Tú… Quiero decir, Cosette, no lo sabía. Esto no estaba en el juego.

Mis ojos se abrieron de par en par cuando escuché las palabras que silenciosamente salieron de su boca.

—¿Quién eres tú…?

Fue lo único que pude decir al final.