Dejaré de ser la subordinada de una villana – Capítulo 6

Traducido por Haru

Editado por Susibet

Corregido por Sharon

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Mientras me miraba en el espejo y endurecía mi determinación, una voz salió del dormitorio.

—¡Señorita! ¿Dónde está?

—¡Estoy aquí, Sisie!

Los pasos en la habitación se volvieron más audibles, y la puerta del vestidor se abrió de golpe.

—¡Señorita! ¿Ya se siente bien para estar levantada? ¿No se siente mal?

Sisie, mi sirvienta personal, miró preocupada mi cara con sus grandes ojos humedecidos.

Traté de despejar sus preocupaciones y sonreí con una sonrisa animada.

—Estoy bien. Me siento bien. Más que eso, me pregunto qué le pasó a la fiesta del té… A pesar de ser la organizadora, he sido descortés al colapsar en medio de ella.

Sí, la fiesta. No sé qué pasó, ni por qué me derrumbé. Era una gran fiesta del té con el príncipe heredero como invitado. Era impensable que hubiera hecho algo tan grosero como colapsar siendo la organizadora.

Me sentí incómoda, así que decidí preguntarle a Sisie los detalles.

Ella suspiró aliviada al ver mi estado energético, y sonrió como para tranquilizarme.

—Señorita, está bien. La señora tomó el control, y la fiesta terminó sin ningún problema. Estaban preocupados por usted, pero ahora mismo están despachando a los invitados.

Como se esperaba de mi madre. Ella es hermosa y madura, y después de casarse mi padre, se convirtió en la pareja de un conde y reina en la alta sociedad como una dama ideal.

Cuando se casó con mi padre, que era un playboy famoso, todos los jóvenes nobles que estaban apuntando a ella sufrieron angustia. Si se encargó del asunto, entonces no habría nada de qué preocuparse.

Solo una cosa pesaba en mi mente.

—¿Qué le pasó a esa chica llamada Angie? Al parecer, no era una invitada.

♦ ♦ ♦

El encuentro con Angie en el jardín era el prólogo del juego.

Ella se perdía en el jardín sin saber que pertenecía a un noble, y se disponía a recoger flores solo para ser descubierta por la señorita Remy. Cuando ella denunciaba al sospechoso intruso, Su Alteza aparecía y rescataba a Angie, que fue empujada lejos.

Debido a que era el prólogo, era una escena que mi hija me mostró muchas veces.

Ciertamente, no podía saltarlo… Sin importar la esperanza o mis deseos, lo repitió hasta que memoricé la escena.

Pero cuando pensaba en ello, no importa cómo lo mire, ver a Angie entrar en el jardín de un noble sin permiso era malo. Sobre todo durante una fiesta del té que involucraba a la realeza.

No había nada malo en la respuesta de la señorita Remy.

Incluso si la hubiera empujado…. Pero no lo hice.

Ella cayó por su cuenta.

Por un lado, la señorita Remy era una aristócrata supremacista con principios arrogantes; por otra parte, era una persona de alto orgullo que siempre trataba de ser una dama modelo. Aunque era una niña pequeña que todavía no ha aprendido autocontrol, no sería capaz de tal cosa.

Y bueno, no podía decir que no despreciaba a los plebeyos… Supongo que sería improbable que no lo hiciera.

Sin embargo, Su Alteza trató a Angie como la víctima que fue intimidada por la señorita Remy.

Ciertamente, fluyó de esa manera incluso en el juego

No sé si fue una corrección de juego… o si el príncipe no tenía ojos perspicaces. Con este evento como el gatillo, Angie era puesta bajo el cargo de un cierto barón con Su Alteza como intermediario, donde recibirá una educación antes de entrar en la escuela.

En otras palabras, el juego ha comenzado.

Seis años más tarde, cuando ella tuviera dieciséis años, entrará en la Academia.

—Esa chica… Su Alteza la acompañó fuera. Me dijeron que su madre está enferma… Es una lástima. De cualquier forma, escuché que le darán custodia.

Como pensé… Dejé caer mis hombros, decepcionada porque resultó como esperaba.

Mi evento “uno contra uno” sucedía justo después de entrar en la escuela.

Hasta entonces, tendré construir mi base. Si no podía conseguir la victoria en la competencia, después de graduarme de la escuela tendré que entrar en el monasterio de mujeres.

Incluso si recordaba el tutorial, solo tenía una vida. No necesitaba convertirme en el escalón de otra persona.

Faltaban seis años para la inscripción en la escuela. Por el momento, ya decidí lo que haré.

Me volví hacia Sisie con determinación.

—Sisie, por favor, tráeme las zapatillas.