Traducido por Usagi
Editado por Anyi
La flor de cerezo plantada y expuesta en el cielo, no es como las típicas flores que se encuentran en la tierra.
El verano pronto llegará, el aire frío ya se ha ido y el sol de la mañana brilla cálidamente sobre la gente. Fiery Xi Shi fue despertada de sus sueños, mientras murmuraba maldiciones:
—Ni siquiera piensan en la gente que necesita dormir. ¿Por qué vienen tan temprano?
Caminando hacia el frente, Xiao Ya Zi escuchó lo que ella había dicho y mirando hacia atrás, dijo mientras sonreía:
—Desde que los caballeros de arriba comenzaron a quedarse aquí, nuestro establecimiento se ha vuelto más concurrido. —Esperó mientras Fiery Xi Shi le dedicó una mirada fría.
—¿Quién te dijo que hablaras? —dijo regañando a la joven.
En el interior, estaba abrumada por la confusión. Hace cinco días, después de que entrara aquel joven excepcionalmente atractivo, la posada se había vuelto bastante ruidosa. Ese estimado huésped cuyo nombre era desconocido, pasó los primeros dos días con refinados eruditos de Qu Zhou; bebiendo té y discutiendo literatura. Luego de un tiempo, dejaron de hacerlo y las personas que estaban interesadas en hablar con “él” vinieron en grandes grupos. Tal tendencia, no le gustaba a Fiery Xi Shi quien estaba sorprendida y una sensación de inquietud envolvió silenciosamente su corazón.
Había conocido a innumerables personas, pero no podía adivinar la identidad de esta persona en absoluto. Sin embargo, si observaba el comportamiento del joven los últimos dos días, sentía que los asuntos no eran tan simples como tomar té y hablar de literatura. No podía explicarlo, pero tenía la sensación de que algo extraño pasaba.
—Señora, están aquí. —La voz despreocupada y descarada de Xiao Ya Zi la despertó. Mirando por encima del vestíbulo, incluso su cabeza estaba comenzando a doler, ¿podría ser que todos los eruditos del mundo se hayan reunido en ese lugar de descanso?
Discretamente dio un pequeño grito, para después mostrar una sonrisa algo exagerada, saludando a las personas que se encontraban en el piso inferior.
—Caballeros, ¿por qué todos se han levantado tan temprano hoy?
La mayoría de los eruditos dentro del vestíbulo, levantaron la cabeza al ver que alguien bajaba lentamente desde arriba. Una persona alta y delgada de apariencia erudita, se levantó y devolvió el gesto:
—Señora, ¿el caballero ya se ha despertado?
Dentro del gran vestíbulo, nadie sabía cómo se llamaba el invitado desconocido. Entre ellos, también estaban los que ni siquiera habían visto su rostro; aunque sabían que la persona muy posiblemente pudiera tratarse de una dama, todavía se dirigían al extraño como “caballero”.
Una sonrisa profesional se mostraba en el rostro de Fiery Xi Shi.
—La hora de levantarse del caballero… Ya todos deberían saber que no importa cuánto esperen, no sirve de nada. Es mejor si todos regresan en una hora —dijo agitando levemente su mano, advirtiéndoles que regresaran a sus casas. Desafortunadamente, la gente en el vestíbulo no mostró intenciones de retirarse.
Suspirando levemente, Fiery Xi Shi se dio la vuelta y le gritó a Xiao Ya Zi:
—Ve rápidamente a preparar el desayuno para todos. De lo contrario, en un rato, no tendrán la fuerza para celebrar una reunión literaria.
Pensando que ya no serviría de nada hablar con esos idiotas, incluso su hospitalidad para atender a los clientes ha desaparecido por completo sin dejar rastro. Fiery Xi Shi regresó y subió nuevamente las escaleras.
Caminó por el pasillo llegando a la habitación en la que se alojaba el estimado invitado, detuvo sus pasos y pensó en silencio por un momento. Luego caminó tranquilamente, y como se esperaba se encontró a las sirvientas.
Ru Qing y Ru Ming se dirigían hacia el salón floral con un quemador de incienso, posiblemente preparándose para recibir a los invitados en un momento. Dando tres pasos hacia adelante, le gritaron a Ru Qing:
—Doncella Qing, ¿se ha levantado tu maestro?
Al escuchar su voz, las dos sirvientas se volvieron hacia ella. Viendo que era Fiery Xi Shi, ambas revelaron una dulce sonrisa, probablemente porque Fiery Xi Shi es abierta y directa por naturaleza. Ru Qing y Ru Ming se han familiarizado con ella en un corto tiempo.
—El caballero ya está despierto, está en el salón floral. —Ru Qing saludó primero.
Fiery Xi Shi se apresuró hacia adelante, acercándose a las dos sirvientas. Las tres charlaron y rieron, mientras se dirigían hacia el salón floral.
En el salón floral, se podía ver a ocho hombres musculosos que protegían cada rincón del lugar. A Fiery Xi Shi ya no la desconcertaba, se había dado cuenta desde hace mucho tiempo, que el estimado invitado nunca se quedaba solo; si no lo acompañaban las dos sirvientas, lo hacían los guardaespaldas personales, creando una sensación de estar fuertemente custodiado.
—¿Está San Niang allí?
Una voz tan frágil como los sonidos del jade, resonó detrás de las cortinas. Su tono ni apresurado ni retrasado, llevando suavemente un ritmo, dando la sensación de que cada sílaba ondeaba a través del corazón.
El nombre de nacimiento de Fiery Xi Shi era San Niang, solo que ya habían pasado muchos años desde que la gente la había llamado de esa forma. Hasta ahora, en realidad se sentía como si estuviera en un sueño.
—Caballero, aquí estoy —respondió apresuradamente.
Caminó hacia las cortinas, deteniéndose a cinco pasos de distancia. Estos últimos días, “el caballero” siempre estaba parado detrás de las cortinas cuando se reunía con los invitados y nunca dejaba que nadie se acercara a un radio de cinco pasos. Así que se convirtió en la regla estricta.
—San Niang no es un extraño —pronunció suavemente la figura detrás de las cortinas. Al escuchar esto, las dos sirvientas inmediatamente dieron un paso adelante y subieron la tela.
Estando frente a la persona que estaba detrás de las cortinas, San Niang no pudo reprimir los suspiros de admiración. La elegancia incomparable de la persona, incluso como mujer, no se podía comparar con él.
—Caballero, hoy se ha levantado tan temprano —dijo entre risas.
Mirando a Fiery Xi Shi con admiración, las comisuras de los labios de Gui Wan se ensancharon en una hermosa sonrisa. No había visto una actitud tan honesta durante mucho tiempo, y le gusta especialmente,
—San Niang también se ha levantado muy temprano.
—Esos eruditos han estado viniendo cada vez más temprano. Yo tampoco tuve otra opción —dicho esto, observó tranquilamente la actitud del “caballero”, quien inesperadamente sonrió con indiferencia.
Sin saber si era decepción o alguna otra emoción la que estaba surgiendo dentro de ella, Fiery Xi Shi soltó un suspiro. De repente, una fragancia tenue y clara, como una flor, inundó sus sentidos. Girando la cabeza hacia el aroma que provenía del otro lado de la cortina, pudo vislumbrar un frasco de vino descansando sobre la mesa. Siendo alguien que ha amado en exceso el vino toda su vida, se apresuró a preguntar:
—Caballero, ¿qué vino es este?
—Vino de flor de ciruelo.
—¿Vino de flor de ciruelo? Así que se preparó con flores de ciruelo. No es de extrañar que la fragancia sea tan tenue y clara —dijo felizmente.
Con las manos acariciando casualmente el cuello de la botella de vino, Gui Wan se sumergió en sus pensamientos por un momento, recordando algo.
—Ya que a San Niang le gusta tanto, adelante, puede tomarlo. —Empujó suavemente la botella de vino, permitiendo que Ru Ming se lo pasará a Fiery Xi Shi.
Fuegos artificiales sonaron en el interior de Fiery Xi Shi y murmuró:
—Esto no estaría bien, ¿no sería esto como quitarle los bienes a alguien? —De repente, volvió a levantar la cabeza y dijo—: Caballero, ¿aún no ha desayunado y ya está bebiendo vino?
—No —explicó Gui Wan perezosamente y sonrió mientras veía a Fiery Xi Shi tomar un gran trago de vino.
—¿Puedes sentirte lleno solo con olerlo? —bromeó Fiery Xi Shi, chasqueando los labios con satisfacción.
—Eso no es todo, originalmente pensé que olerlo podría emborracharme, quién hubiera sabido que todavía estoy tan despierto —respondió medio en broma a su pregunta. Gui Wan levantó ligeramente las cejas, revelando de inmediato una mirada inocente.
—Caballero, debe estar bromeando. Solo si te bebes todo el frasco, tienes la posibilidad de emborracharte —rió Fiery Xi Shi en voz alta, ligeramente aturdida.
—San Niang, ya estás borracha —habló en un tono de suspiro, sorprendiendo a Fiery Xi Shi.
Componiendo su postura miró una vez más a la persona que tenía enfrente, y preguntó con seriedad:
—Caballero, ¿tiene miedo de emborracharse?
—Así es. —Gui Wan se sentó con la espalda derecha, mirándola con ojos profundos.
—Esta cosa llamada vino, ¿no es algo que solo se puede saborear cuando está medio borracho, medio sobrio?
—Si no has estado completamente borracho, ¿cómo puedes saber que la sensación de estar completamente borracho no es mejor que estar medio borracho? Caballero, ¿acaso nunca había escuchado que el vino puede disipar el dolor? Si no está borracho, ¿cómo se va a disipar el dolor?
Al escuchar esas palabras, Gui Wan reveló una mirada de confusión, repitiendo ligeramente las palabras de Fiery Xi Shi una vez más. Aparentemente fue golpeada por la comprensión, y el arrepentimiento… pensó por un momento y se animó. Esa voz que resonaba en su interior era aún más penetrante cuando se lamentaba.
—La afección del clima hacia el ambiente levemente frío o la llovizna, es incapaz de impedir el paso de la primavera. ¿Qué daño le podría provocar si se emborracha? Solo deberías tener miedo cuando estés sobrio.
Sosteniendo el frasco de vino medio lleno, incapaz de animarse a beberlo, Fiery Xi Shi miró en silencio al “caballero”, sintiendo que todos sus movimientos se mezclaban con su belleza despreocupada. Cada sílaba y tono, eran capaces de tocar los corazones de las personas, como una ligera brisa que los intoxica y los invitaba a bailar con ella. En ese momento, los sentimientos ligeramente tristes que mostraba, afectaron a Fiery Xi Shi.
—El caballero tiene intereses tan refinados. —dijo Fiery Xi Shi, mientras discretamente se recomponía.
—Pensé que todos estaban borrachos y solo era yo el que estaba sobrio, pero en realidad, todos están sobrios y soy el que está borracho. —Gui Wan se lamentó, como si no la hubiera escuchado.
La tierna voz se disparó débilmente en el aire, sin importarle si alguien la escuchaba. Al levantar la cabeza, vió la expresión de perplejidad de Fiery Xi Shi, y Gui Wan no pudo evitar reír, para después desviar la conversación.
—San Niang, ¿puedes decirme cuáles son los rumores que circulan por la ciudad en estos días?
Repentinamente regresó a la realidad. Fiery Xi Shi estaba asombrada, este “caballero” tiene muchos cambios de expresión; de repente se enoja, o se ríe, o está disgustado y a veces está preocupado. Sus repentinos cambios de humor dificultan el analizarlo. Pero al escucharlo hacer esa pregunta, empezó a hablar poco a poco.
—Recientemente han habido ciertas baladas circulando por la ciudad, cantando de una belleza que trae desastre al país. El monarca ama la belleza, no ama el país.
Al escuchar a Fiery Xi Shi describir en detalle el repentino aumento de rumores afuera en estos días, una parte de los pensamientos de Gui Wan eran claros. Aparentaba sonreír, pero era incapaz de distinguir si lo que estaba sintiendo era alegría o tristeza. No sabía si estaba contenta o preocupada…
♦ ♦ ♦
Mientras Fiery Xi Shi estaba de pié en el mostrador, su mente repetía continuamente la conversación que tuvo en la mañana en el salón floral. Tenía la sensación de que ese “caballero” era profundamente impredecible, pues mientras todavía conversaban, le había preguntado si creía que las baladas eran ciertas o falsas. El “caballero” sonrió suavemente al preguntarle sobre la importancia del mundo, si lo que era incorrecto o correcto, solo era para demostrar habilidades.
¿Es solamente para que demuestren sus habilidades? Sonrió mientras negaba con la cabeza, pensando que el “caballero” la había confundido, debido a eso ella había estado inquieta todo el día.
Levantó la cabeza para ver a los clientes, quienes se quedaron casi todos. Estirándose con pereza salió de detrás del mostrador, Fiery Xi Shi estaba a punto de gritarle al dormido Xiao Ya Zi que cerrara el negocio, cuando afuera del establecimiento se escuchó que unos caballos y un carruaje se detuvieron frente a la puerta.
—Parece que hay otro grupo de clientes —dijo recuperando su sonrisa, esperando atender a los clientes.
Seis personas bajaron del carruaje, y Fiery Xi Shi amplió su sonrisa, mientras pensaba en los últimos días en los que la posada de descanso parecía haber ganado una fortuna. Viendo cómo la gente se acercaba, la sonrisa desapareció de su rostro; las personas estaban vestidas de manera muy extraña, diferente a lo que se acostumbraba vestir en el Imperio Celestial, claramente pertenecían a los Nu. El Imperio Celestial siempre ha compartido una relación hostil con ellos. Su posada nunca antes había servido a los Nu.
—Lamento la molestia, pero nuestra posada se ha quedado sin espacio disponible —dijo sonriendo, mientras caminaba al frente bloqueando el camino.
Entre las seis personas se encontraba una mujer muy hermosa que sonrió brillantemente. Sin darle la oportunidad de replicar sintió dolor en su hombro y su visión se volvió negra mientras se desmayaba contra su voluntad.
—Mo Na, controla tus acciones. Ten cuidado y no llames la atención.
La voz provenía de un joven, con una complexión alta y fuerte, muy diferente a los del Imperio Celestial. Queriendo mostrar aún más su poderío extraordinario, un par de ojos agudos y dominantes se impusieron.
—Su alteza puede estar tranquilo. Prácticamente no hay nadie en este momento, no nos descubrirán.
La mujer de nombre Mo Na sonrió encantadoramente, mostrando además su apariencia incomparablemente brillante y conmovedora.
Asintiendo miró hacia arriba, en ese lugar se encontraba “él”, quien lo había salvado bajo la luz de la luna y también el que planeó hacerle daño; por quien no podía complacer sus sentimientos, quien lo había dejado absolutamente cautivado y el que también lo hacía rechinar los dientes con odio.
Xia Zi dormía en la posada, sin darse cuenta de los seis extraños que irrumpieron en el establecimiento.
Las dos linternas colgadas en la entrada, se balanceaban incesantemente con el viento. La luz y la oscuridad se superponían, haciendo que la luz de la luna en medio de la oscuridad desencadenara una inquietud en extremo inusual…
♦ ♦ ♦
—El quinto día… ¿Ya es el quinto día?
Dando golpecitos con el dedo a un ritmo lento en la botella de vino, Gui Wan podía sentir lo fría que estaba, y es que encontraba relajante el olor de una fragancia clara y ligera que persistía en su nariz. Difuminando gradualmente su sobriedad, miró la botella de vino como si estuviera en un trance y sonriendo suspiró, ¿podría ser que estaba borracha?
El hombre que había prometido apresurarse y volver no había hecho acto de presencia. Siendo incapaz de discernir si lo que sentía era decepción o melancolía, sonrió con tanta libertad, pero al mismo tiempo se sentía un poco sofocada por dentro.
Gui Wan se sorprendió cuando golpeó con el dedo la tapa de la botella y esta cayó en la mesa, solo entonces se dio cuenta que usó demasiada fuerza. Riéndose para sí misma, colocó de nuevo la tapa en la botella de vino, cubriendo así esa fragancia clara y ligera. Reflexionando algunas cosas dirigió su mirada hacia afuera observando a través de las cortinas, todos los eruditos se habían retirado a excepción de Ru Qing y Ru Ming quienes esperaban dentro del salón floral.
Gui Wan levantó las cortinas y salió del lugar con la cabeza en alto para ver que el cielo había oscurecido. Había sido un día tan agotador y era hora de descansar un poco. Sonrió levemente y agitó su mano, lo que significaba que se retiraba a su habitación.
Ru Qing y Ru Ming lideraban el camino al frente mientras los ocho guardias las seguían detrás. El grupo de personas se dirigió hacia el segundo piso.
Mientras subían las escaleras, una señora caminó hacia ellos, su tez amarillenta la hacía parecer alguien enfermiza y sus movimientos eran particularmente lentos; con la apariencia de alguien que está enfermo, sus manos llevan dos ollas de platos de comida mientras caminan hacia las estrechas escaleras. Ru Qing y Ru Ming solo podían girar hacia los lados para dejarla pasar, y justo cuando se hicieron a un lado, la mujer se asustó al ver tanta gente y su pie resbaló perdiendo el equilibrio a punto de caer por las escaleras. Las dos sirvientas la ayudaron inmediatamente, una a la izquierda y la otra a la derecha. Al ver que las dos ollas de platos se voltearon instantáneamente en el piso, fruncieron un poco las cejas, y temiendo que Gui Wan que estaba detrás de ellas se lastimara, no esquivaron ni se movieron ni un poco, y como resultado sus ropas terminaron salpicadas con la comida.
La mujer dándose cuenta del desastre que había causado, hizo una reverencia de inmediato para disculparse. Ru Qing y Ru Ming viendo lo lamentable de la situación decidieron no reprocharle más, pues afortunadamente, no hubo ningún herido.
Al regresar al segundo piso, los ocho guardias se dispersaron automáticamente hacia sus habitaciones. Gui Wan le ordenó a las sirvientas que le trajeran un cambio de ropa. Observando cómo ellas trabajaban, Gui Wan no pudo evitar sonreír. Entró en la habitación y al servirse una taza de té, se dió cuenta que su propia ropa también había sido salpicada con unas gotas de salsa. Frunciendo con ligereza las cejas, colocó la taza en la mesa y caminó hacia la cámara interior, desatando la hebilla de jade en su cintura; el cinturón plateado se deslizó hacia abajo y lentamente se quitó la ropa.
De repente, sintió una sensación realmente extraña que la molestó mucho; Gui Wan percibió claramente la presencia de una segunda persona dentro de la habitación. Detuvo sus movimientos en medio de su especulación, cuando de repente, escuchó el sonido de alguien bebiendo té y su corazón latió aún más rápido por el susto. Nerviosa miró con lentitud hacia atrás.
Se encontró con Ye Li sentado en la mesa sosteniendo la taza de té que recién había sido servida, quien se tomaba su tiempo para saborear el brebaje, a lo que Gui Wan solo encontró tal acción incesantemente absurda. Su mente estaba completamente en blanco; al sentir de inmediato la vibra peligrosa, presionó ligeramente sus labios, dudando si alertar o no a los guardias, pero abandonó la idea pensando que la actitud de Ye Li era demasiado relajada.
—Tus guardaespaldas no pueden venir ahora mismo, no hay necesidad de desperdiciar tus fuerzas.
Ye Li tomó tranquilamente otro sorbo de té, mirando fijamente a Gui Wan, con una mirada de misterio y placer.
—Cuánto tiempo sin verte, Yu Wan.
Ese tono de voz se debía a que el que hablaba apretaba sus dientes con odio. Gui Wan estaba un poco sorprendida, cientos y miles de pensamientos pasaron por su cabeza. Estabilizando sus emociones, sonrió tranquilamente con dulzura, como si se hubiera encontrado con un viejo amigo,
—Así que eres el hermano Ye Li.
La expresión despreocupada de Ye Li de repente se hizo más profunda, dando un claro mensaje.
—No pensé que todavía estuvieras viva ni tampoco esperaba verte de nuevo.
—El hermano Ye Li no es una persona común, así que, ¿cómo es posible que tenga contratiempos?
Su voz era agradable y gentil, y su sonrisa permaneció inmutable. Negándose a retirarse, avanzó hacia adelante, con lentitud se dirigió a la cámara exterior. Ignorando la mirada solemne de Ye Li, tomó la tetera y sirvió una taza para después entregársela a él.
—Que el hermano Ye Li, nos perdone por cualquier ofensa causada. —Wu Gan hizo un brindis.
Al mirar el té ante sus ojos, Ye Li no se atrevió a decir nada, el escenario original que había imaginado en su mente era muy diferente al actual. La persona frente a él fue directo al grano, sirviendo una taza de té, en un esfuerzo por hacer las paces; lo que lo hacía sentirse confundido. Viendo las hojas de té flotar en su taza, sus pensamientos se volvieron un caos.
Incapaz de detenerse, pensó en las graves heridas de la última vez, también había sido una escena en la que un joven apuesto tomaba un té de ginseng, de pie junto una cama. En algún lugar de su corazón, se sintió nostálgico y extendió la mano para aceptar el té, y se lo bebió de un trago.
Al ver que él se tomaba el té, el corazón de Gui Wan se relajó un poco y se sentó al otro lado de la mesa con Ye Li, y empezó a charlar cómodamente como lo haría con un familiar.
—Hermano Ye Li, ha pasado medio año. Has cambiado y ahora eres más carismático ¿eso se debe a que tus heridas han sanado por completo?
Las palabras sinceras resonaron en el corazón de Ye Li, sorprendiendolo por un momento. Su expresión de frialdad disminuyó e hizo una exclamación de sorpresa.
Los dos se sentaron en silencio charlando tranquilamente sobre todo tipo de cosas. La expresión de Ye Li también se calmó, y los dos parecían haber regresado a esos días cuando se llevaban bien. Gui Wan se relajó internamente, pero mientras charlaba sin parar, al mismo tiempo pensaba en cómo escapar.
Ye Li tampoco estaba tan tranquilo por dentro como aparentaba. Mirando a Gui Wan ante él, sus sentimientos que eran un caos le causaba cierto malestar ya que le resulta difícil pensar correctamente. Había sido traicionado por la persona que tenía frente a él, pero logró huir de regreso a los Nu, en todo ese tiempo, no había sido capaz de olvidar a esa mujer, pues su corazón siempre la extrañaba.
Hizo que la gente pintara un retrato de ella, pero debido a que el retrato se realizó en base a descripciones, todo el proceso del retrato tomó dos meses. Pasando por más de diez artistas, para lograr obtener un pintura con la que estuviera satisfecho; incluso sus hermanos mayores se habían burlado de él, porque no parecía estar pintando a un enemigo, sino más bien a su amada.
¿Su amada? Girando la cabeza para verla sonreír como las flores de primavera, su corazón estalló en oleadas de emoción. Al principio pensó que solo quería verla para vengarse, pero se dió cuenta de lo equivocado que estaba, la verdad era que deseaba verla una vez más.
—Nunca imaginé que en realidad fueras la esposa de Lou Che. —Las palabras salieron de su boca, en medio de sus pensamientos.
Gui Wan se sorprendió, ella nunca había hablado de su identidad, ¿cómo podría haberlo sabido? Se inquietó mientras en el exterior mantuvo la compostura.
—El hermano Ye Li es realmente ingenioso.
Observándola atentamente, los ojos de Ye Li brillaron intensamente.
—Creo que tu esposo debe adorarte en extremo.
La mirada que le dedicó la ponía en una situación complicada. Gui Wan rió ligeramente mientras preguntaba:
—Hermano Ye Li, ¿exactamente a qué estás tratando de llegar?
—¿No te ha contado que envíe un cuadro a mil kilómetros de distancia?
Una vez que las palabras salieron de su boca, su mano se extendió de repente, a través de la mitad de la mesa, agarrando la hermosa muñeca de Gui Wan.
En un abrir y cerrar de ojos, su muñeca había sido agarrada firmemente; Gui Wan ocultó su sorpresa, mientras intentaba zafarse de su agarre, pero no pudo moverse en lo más mínimo. La ira se precipitó en su cabeza, considerando la situación actual, no hizo ningún movimiento, mientras decía:
—Me desconciertas. ¿Qué es exactamente este asunto? —Tenía la vaga sensación de que alguien le había filtrado su paradero a Ye Li, y la inquietud se apoderó de ella.
Ye Li se levantó de su asiento y se inclinó hacia el rostro de Gui Wan, ella se sorprendió y de inmediato se puso de pie para retirarse, pero desafortunadamente, su muñeca había sido apresada. Ye Li la atrajo hacia sus brazos, para sentarla de nuevo en su asiento. La ira se apoderó de sus sentidos y Gui Wan le dedicó una fría sonrisa.
—Incluso si eres el príncipe de la tribu Nu, esto sigue siendo demasiado presuntuoso de tu parte.
Sintiendo la ira de la persona en su abrazo, Ye Li comenzó a reír, ridiculizando la situación.
—Pensé que no te enojabas —dijo mirándola, y habló nuevamente—. Tu rostro enojado también es muy hermoso.
—Hermano Ye Li, ¿qué es exactamente lo que quieres? —Respiró profundamente, tratando de calmarse y colocó una sonrisa superficial en su rostro.
—Nosotros, los Nu, no podemos ser traicioneros como la gente del Imperio Celestial —dijo Ye Li con amargura—. No nos arrebataran lo que queremos —pronunció con palabras ambiguas.
Al girar la cabeza se encontró con los ojos cálidos de Ye Li, y los latidos de su corazón se aceleraron. Gui Wan se congeló y quiso hablar, pero su voz se negó a salir.
—Gui Wan ¿ese es tu nombre? —pronunció Ye Li suavemente su nombre con ternura, a una corta distancia de la mejilla de Gui Wan. Sin tener en cuenta el cuerpo rígido en sus brazos, se lamentó—. Pensar que incluso me mentiste sobre tu nombre.
Todo el cuerpo de Gui Wan se puso rígido al escuchar el suave susurro de su nombre, pero también se volvió aún más segura en sus especulaciones; alguien había filtrado la información, de no ser así, con miles de montañas y ríos de distancia, ¿cómo podría saber Ye Li dónde encontrarla?
—De ahora en adelante, déjame llamarte Suo Ge Ta. Después de que regreses a la Capital Nu conmigo, serás Suo Ge Ta —dijo firmemente.
Qué egoísta e impertinente, incluso cambiar su nombre por ella, Gui Wan levantó ligeramente las cejas y dijo con firmeza:
—El hermano Ye Li debe estar bromeando, soy Madame Lou, ¿cómo podría ir a Nu?
Sus palabras ocultaban una advertencia, este lugar es una ciudad en el corazón del Imperio Celestial, su identidad no era una que pudieran ocultar fácilmente.
Dejando escapar una ligera risa, Ye Li no pudo evitar recoger algunos mechones de su cabello, al mirarlos, surgió un sentimiento de satisfacción.
—He venido hasta aquí tan pronto como pude. —Hizo un pausa y continuó sus palabras—: Suo Ge Ta, ven conmigo de regreso a Nu. Te amaré y apreciaré durante toda la vida.
Una ola de sentimientos golpeó su corazón y Gui Wan se congeló en el acto. Recordó cómo alguien una vez le había prometido eso con anterioridad. Se lamentó en secreto y declaró fríamente:
—Si llego a ausentarme más de tres días, comenzarán a buscarme. Lo siento pero no es posible para mí regresar a Nu de manera segura.
—Si no lo intentas, ¿cómo podrías saber que no es posible? —El rostro de Ye Li revelaba una mirada de burla. Apretó el abrazo alrededor de Gui Wan, hablándole al oído—: Vuelve conmigo…
Su ira aumentó y estaba a punto de decir algo, cuando el vértigo se apoderó de ella mientras caía hacia atrás hundiéndose completamente en los brazos de Ye Li. Incapaz de reunir la más mínima fuerza, comenzó a entrar en pánico, sabiendo que había perdido la oportunidad de replicar.
Consciente de su falta de voluntad, Ye Li la abrazó persuadiendola.
—Lo que él puede darte, yo también puedo dártelo. No trates de luchar solo resultaras lastimada —pronunció mientras tocaba su rostro suave y delicado mirándola con ternura y firmeza.
Separó levemente los labios, descubriendo que ni siquiera tenía la fuerza para hablar, entonces el corazón de Gui Wan se hundió. Solo pudo dejar que la colocara en la cama. Observó cómo caminaba hacia la puerta, y dejaba entrar a una figura conocida; se trataba de la mujer de las escaleras con una tez enfermiza. Gui Wan dejó escapar un suspiro al darse cuenta que, desde el principio había caído en la trampa.
La chica de tez amarillenta entró en la habitación, mirando a Gui Wan en todas las direcciones posibles para después sonreír.
—Su alteza tiene buenos ojos.
Al oír esas palabras, una sonrisa superficial apareció en el rostro de Ye Li,
—No hay mucho tiempo, Mo Na, cambia rápidamente.
—Déjame hacer los preparativos. —La chica asintió.
Salió de la habitación y regresó sosteniendo una palangana con agua, para luego acercarse a la cama.
Gui Wan se sorprendió, la ropa no había cambiado pero ese rostro de tez amarilla se transformó en uno hermoso y cautivador, y de inmediato entendió que esa era su apariencia real.
Pensando en las personas talentosas que Ye Li había traído con él, claramente había venido preparado. Renunció a luchar, dejando a la chica llamada Mo Na salirse con la suya mientras pensaba que solo podía dejar que las cosas fluyeran de acuerdo a las circunstancias.