Traducido por Den
Editado por Meli
【Mañana estaré a tu lado】
Raven: Lord Edgar, he traído a la señorita Lydia. El señor Nico aún no ha despertado.
Edgar: Sí. También acaba de volver a su cuerpo. Dijo que era un pintor de hadas, pero ojalá también lo hubieras conocido, Lydia. No, supongo que no tengo que presentarte a otros chicos.
Lydia: Caray, ¿de qué estás hablando? En primer lugar, Edgar, tú…
Edgar: Me alegro que no estés con tu MOLESTO viejo amigo.
Lydia: Las hadas pueden huir muy rápido. Creo que Kelpie se fue a otro lugar antes de verse arrastrado a algo más problemático.
Edgar: Es un alivio. Entonces, una vez más…
Lydia: E-Espera, Edgar… ¿Qué estás tratando de hacer? ¿Aún no has tenido suficiente?
Edgar: Lydia… Por desgracia, no renunciaré a mi objetivo con facilidad.
Lydia: ¡Dije que te detuvieras!
Edgar: Me detendré si me sostienes contra tu pecho como haces con Nico.
Lydia: ¿Qué…? ¡No puedo hacer eso!
Edgar: Entonces no tengo elección. (Se bebe la medicina.) Debo castigar al niño irrazonable.
Lydia: ¡No puede ser! ¡¡¡Edgar, idiota!!!
♦ ♦ ♦
Lydia: ¿Y bien? ¿Aún no has tenido suficiente? Mi cuerpo, ¿es cómodo para estar dentro?
Edgar: Me gustaría tocar en todas partes ya que esta es una rara oportunidad, pero es un poco diferente de mi objetivo principal.
Nico: Como dije… Es una broma, así que no hay forma de que salga como esperabas. En verdad, no aprendes la lección, conde.
Lydia: ¡Espera un minuto, Nico! ¡No me digas que todo este tiempo estuviste fingiendo estar dormido!
Nico: E-Eso… De ninguna manera, ¡eso es imposible!, ¿verdad, Lydia? ¿Por qué me miras así? ¡Es la verdad…! ¡Créeme! Las mujeres que dudan demasiado suelen ser desagradables.
Edgar: Si es Lydia, entonces le daré una gran y cálida bienvenida. ¿Sabes por qué? Cuando uno comienza a dudar de algo es lo opuesto a lo que el corazón quiere creer.
Nico: Hmph. Di lo que quieras. ¡Oye, Lydia! ¿No era un tipo horrible? Date prisa y…
Edgar: Como si fuera dejarte escapar.
Lydia: Edgar…
Edgar: De todos modos, Raven, ¿es cómodo el cuerpo de Nico? Parece que esta broma tiene que terminar pronto.
Lydia: Caray… ¿No tuviste la opción de no hacer nada desde el principio? ¡Nico, ven aquí!
Edgar: No puedo permitirlo, Lydia. No puedo dejar que lo sostengas. En este momento, Raven sigue dentro de ese cuerpo.
Lydia: ¡No puedo creerlo! ¡Tienes que sujetarlo con más suavidad! Eso será doloroso para Raven.
Nico: ¡Raven, ten cuidado! ¡A veces me agarra de la nuca!
Edgar: No hay forma de que haga algo así.
Lydia: Lo hiciste, ¿eh?
Edgar: Me pregunto si lo hice. Si estás preocupada, vigílame más de cerca. ¡Muy bien, es el tiempo límite! Volvamos…
♦ ♦ ♦
Edgar: Ja, ja, ja. ¿Nico se volvió a desmayar?
Lydia: Edgar, deja de ser ridículo. Es bueno que hayamos regresado, pero ¿te das cuenta de lo que has hecho?
Edgar: Raven, ¿cómo te sentiste al convertirte en Nico por una vez? Parecía que también te veías muy bien como gato.
Raven: Fue una sensación misteriosa. También fue la primera vez en la que me apoyé sobre mi propio brazo.
Edgar: ¡Supongo que es cierto!
Lydia: ¡Oye, Edgar, no intentes evitar la pregunta usando a Raven como excusa! ¿Me estás escuchando? En primer lugar, tú…
Edgar: Lydia.
Lydia: ¿Q-Qué…?
Edgar: Quería verte.
Lydia: ¡Q-Qu…! ¡¿Qué estás diciendo?!
Edgar: Debe ser maravilloso ser abrazado por ti como Nico, pero como era de esperar, prefiero más este cuerpo. Por ejemplo, puedo coquetear contigo de esta manera todo lo que quiera.
Lydia: Espera un minuto… ¿Qué estás haciendo? ¡Deja de actuar con tantas confianzas conmigo!
Edgar: Estás justo frente a mí así… No tengo autocontrol. ¿Me perdonarás, por favor?
Lydia: Como dije, por favor deja de hablar así.
Edgar: Tu rostro enfadado también es lindo, Lydia.
Lydia: Eh… grr…
Edgar: Oye, Lydia, por favor, escucha con atención: no me rendiré contigo.
Lydia (susurrando): Cuando… hace una expresión seria como esa… parece un chico de ensueño…
Edgar: Lydia.
Lydia: ¿Q-Qué…?
Edgar: Lo diré de nuevo: no tengo ninguna intención de renunciar a ti. Debes prestarme fuerza como mi Doctora de Hadas. No tienes otra opción, ¿entiendes?
Lydia: No he llegado a un acuerdo contigo. ¡Yo soy yo, no le pertenezco a nadie!
Edgar: Pero el trabajo de un Doctor de Hadas es ayudar en la relación entre los humanos y las hadas para que puedan coexistir, ¿no es así?
Lydia: E-Eso… es correcto pero…
Edgar: No puedo ver hadas.
Lydia: Lo sé. Por eso no crees en su existencia, ¿verdad?
Edgar: Pero tú puedes verlas, ¿cierto?
Lydia: Sí, puedo. Aunque no lo creas. (pensando) No obstante, cuando le hablo sobre ellas, no se ríe ni se burla de mí como todos los demás.
Edgar: Verás, Lydia, sé que si tuviera miedo de algo que no puedo ver con mis propios ojos, no podría haber vivido hasta ahora. Sin embargo, no tengo ninguna intención de ocultar lo que ha sucedido frente a mis ojos.
Lydia: T-Te estás contradiciendo…
Edgar: Así es. No obstante, estos son mis verdaderos sentimientos. Si tú y Raven podéis sentirlas, entonces yo también puedo aceptarlo. Esa sería la explicación.
Raven: Lord Edgar.
Lydia: Incluso yo puedo decir que aprecias mucho a Raven, pero…
Edgar: Pero… ¿qué? ¿Lydia? ¿Qué tal si te rindes ahora? Estoy seguro de que eres incapaz de abandonarme.
Lydia: ¿De qué se trata todo eso…?
Edgar: Tienes un gran sentido de la responsabilidad y eres muy bondadosa.
Lydia: Pero yo… intenté hacerte beber la medicina para huir…
Edgar: Cierto. Sin embargo, dudaste. ¿Piensas pasar eso por alto?
Lydia: Edgar… yo…
Edgar: No hagas esa cara, Lydia. No es tu culpa. Yo soy el villano… así que es comprensible que una frágil dama tenga que hacerme dormir para poder escapar.
Lydia: Como era de esperar, todavía lo recuerdas…
Edgar: Sí, eso es bueno. Volviste a tu cara normal.
Lydia: D-Deja de mirarme…
Edgar: Je… Lo siento. Tienes unos hermosos ojos color peridoto [1].
Lydia: Tú eres más bello.
Edgar: Parece que no conoces nada de ti. Tu cabello color caramelo se siente tan bien, como si un hada hubiera derretido sobre él golosinas, y tu voz es tan dulce y tranquila como la magia. Si las hadas fueran reales, entonces entiendo por qué querrían ser tus amigas.
Lydia: Nico debe haber preparado una medicina que pueda revelar los verdaderos sentimientos.
Edgar: Si dices algo tan lindo, puede que no sea capaz de ser tan caballeroso.
Lydia: Eres un villano, pero creo que también eres un caballero.
Edgar: Escucha, Lydia, tengo una petición: por favor, quédate a mi lado cuando abra los ojos.
Lydia: ¿Edgar?
Edgar: En este momento, para mí, eso significará que tendré un mañana. Es una promesa… mi hada.
[1] El peridoto es una piedra preciosa. Espiritualmente, se dice que provoca en nuestro interior una oportunidad para centrarnos en aquellas cosas que en verdad son importantes, alejar las que no lo son y las que resultan nocivas para nosotros y, al mismo tiempo hace que podamos ver las cosas con mayor precisión, incluso aquellas que hemos descuidado de manera tanto consciente como inconsciente. Pero, en las relaciones, porque hace que seamos más responsables de nuestros errores y de nuestras responsabilidades.
Fue hermoso y muy divertido! Muchas gracias por sus esfuerzos ♥️❤️