Traducido por Shisai
Editado por Meli
Um… ¿Cómo decirlo?
Solo, de repente…
Se convirtió en dragón.
Ah…
Movía su enorme cuerpo y caminaba de un lado a otro en la cueva oscura y vacía.
Aunque no tenía recuerdos, estaba seguro de que alguna vez había sido un hombre.
Pensó que debió haber sido exitoso, guapo, heroico y alto, con familia, amigos… Quizás hasta tenía pareja.
En lugar de ser un dragón tan solitario.
Oh, no, no estaba solo.
Un ratón gris salió de repente detrás de una piedra.
—¿El lord Dragón tiene algo en mente? —habló con una sonrisa halagadora.
El dragón ladeó la cabeza y lo miró por un momento.
—Oye, ratoncito, ¿cómo vivía antes? ¿Me quedaba en esta cueva? —preguntó.
—A veces, salías y te divertías —le respondió el ratón gris.
—Divertirme, ¿qué tipo de diversión?
—Raptar a una princesa, robar una corona o algo así.
—¿Qué tiene de divertido este tipo de cosas?
El ratón negó con la cabeza.
—No lo sé lord Dragón, pero eso es lo que haces. Te diviertes camino a atrapar a la princesa y, después de capturarla, puedes charlar con ella. También es interesante cuando los caballeros vienen a buscarte y luchan. Si tiene suerte, puede haber uno o dos caballeros lo bastante tontos que se quedarán a su lado. En resumen, todo el proceso es más divertido que quedarse en la cueva.
El dragón negó en secreto con la cabeza.
No, no. Aunque lo que dijo el ratón fue bastante interesante, arrebatar a una princesa… ¡¿no es un crimen?!
Después de todo, todavía era una persona y no un dragón grande, imprudente y violento.
Sin embargo, un mes después, el dragón lo descubrió.
No había otra forma… Sino actuaba iba a morir de aburrimiento.
Las personas eran animales sociales. Incluso si se convirtiera en un dragón, no podría quedarse en la cueva todos los días con solo un ratón gris como compañía y no hacer nada más que comer y beber.
El dragón juntó las manos con sinceridad.
Dios, perdóname, no estoy haciendo cosas malas a propósito; sólo estoy demasiado aburrido.
El dragón se preparó para capturar a una princesa.
Como el último dragón que podía volar y escupir fuego, era robusto, tenía la piel gruesa y no temía ser golpeado, no debería ser muy difícil para él salir y atrapar a una princesa.
La premisa, por supuesto, era que tenía que saber dónde estaba el palacio.
Sí, estaba perdido.
En ese momento, una figura roja apareció frente a él. Era un un joven apuesto que estaba matando faisanes.
El dragón se acercó.
—Hola, quería preguntar, ¿cómo puedo llegar al palacio? —preguntó con sinceridad.
El hombre miró al dragón gigante que se rumoreaba que era muy feroz, pero no sintió ningún miedo en absoluto. Más bien, su mirada era tranquila y silenciosa, como si se hubiera encontrado con un niño común pidiendo direcciones.
El hombre parpadeó.
—¿Para qué vas al palacio? —preguntó con voz pausada.
—Estoy demasiado aburrido, así que voy a ir a buscar una princesa.
—Oh. —El hombre levantó la cabeza, señaló una pila de leña y con un tono muy tranquilo añadió—: Ayúdame a encender un fuego.
El hombre se comportó con tanta naturalidad que el dragón casi se olvidó de que era un dragón y no un encendedor.
Entonces, el aturdido y tonto encendedor (oh, claro, era un dragón) asintió con seriedad.
—Está bien —dijo con solemnidad.
El dragón controló con cuidado su aliento y roció una bocanada de fuego hacia la leña.
El hombre empezó a asar los faisanes.
El dragón miró cómo el hábil hombre volteaba el pájaro asado, sin darse cuenta tragó saliva, luego miró al hombre.
—Uhm, aún no me has dicho cómo llegar al palacio —advirtió.
—¿Tienes prisa?
—No…
El hombre asintió y señaló el espacio abierto junto a él.
—Entonces, siéntate primero. Puedes ayudarme a asar un jabalí más tarde. —Comenzó a sacar todo tipo de especias de su mochila.
Espere. Esto está mal, esto está muy mal. Él es un dragón. ¿Cómo podía hacer recados para otras personas así? Y, también, ¿por qué este hombre no le tenía miedo?
El hombre agarró un puñado de especias, sus delgados dedos blancos las esparcieron sobre el pájaro asado. Cuando aterrizaron sobre la piel dorada del pájaro asado, emitieron sonidos crepitantes y el aroma de la carne asada se hizo más fuerte.
El olor penetró en las fosas nasales del dragón y de forma instantánea su cerebro dejó de pensar en otras cosas. Solo podía luchar consigo mismo sobre si dejar inconsciente al hombre o no para robarle su pollo asado.
Um… Era un dragón.
No había nada malo en hacer algo vil, ¿verdad…?
No tenía otra forma. Después de convertirse en dragón, cocinar era un verdadero inconveniente. Todos los días solo podía comer algo de carne ennegrecida y carbonizada, así como algunas frutas agrias y amargas de sabor bastante malo.
El olor del pájaro asado era mucho más atractivo y el dragón sintió que se le secaba la boca.
El hombre, quien estaba a su lado, desgarró sin prisa el fragante pájaro asado y el sonido pareció amplificarse cientos de veces.
Volvió a tragar por reflejo.
Al final, no pudo contenerse más.
Apretó el puño en secreto.
Si lo golpeaba, dejaría a esta persona inconsciente, ¿verdad?
Pero… ¿Y si por accidente le rompía la cabeza?
El dragón se estremeció y recogió una piedra del suelo.
El hombre de repente levantó la cabeza y lo miró.
Éste se asustó y arrojó la piedra detrás de él.
—¿Qué pasa? —El hombre preguntó.
—Um…
Dio un pequeño paso hacia adelante y miró al hombre sin pestañear.
—Um… tengo hambre —se quejó.
El hombre se congeló por un momento, y en silencio le entregó el pájaro asado.
El dragón miró sin expresión al pájaro asado, sus ojos brillaban con lágrimas.
Dios… ¡¿Cómo puede haber una persona tan buena en este mundo?!
Tomó el pájaro asado y luego bajó la cabeza avergonzado.
—Lo siento… Justo ahora, yo… Justo ahora, tenía demasiada hambre y casi traté de noquearte… Para poder llevarme el pájaro asado…
El hombre solo asintió con indiferencia.
—Tú comes primero, voy a pelear con un jabalí.
JAJAAJAJAJA pobre dragón
Oh diosas! Que hermoso encendedor!!!! Lo amodoro