El emperador y la mujer caballero – Capítulo 291

Traducido por Maru

Editado por Freyna


Lucius I se estremeció de miedo.

¿Y si Pol no vuelve nunca? ¿Qué haré?

Pollyanna le prometió que regresaría antes de irse. En ese momento, Lucius I le creyó, pero ahora, no podía deshacerse del sentimiento ominoso que crecía dentro de él. Algo no se sentía bien. Le faltaba algo muy importante.

El auditor que envió para verificar a Pollyanna le envió un informe tan pronto como regresó a Jaffa. El informe fue breve y conciso.

Nada significativo que destacar.

Lucius I convocó inmediatamente a Momo. El emperador necesitaba muchos más detalles, pero Momo no tenía nada más que decir.

—No había nada especial en ese lugar.

—Pero esto no tiene sentido.

—Ya le envié un informe de auditoría detallado.

—Todo lo que dijiste fue “¡Nada significativo que destacar!” ¡Eso no puede ser todo!

Momo estaba actuando de manera rebelde ante la molestia del emperador. El estado financiero de Sitrin no era lo que el emperador quería saber. Lucius I estaba desesperado por saber cómo le estaba yendo a Pollyanna. Había una razón por la que el emperador envió a Momo en esta misión.

Por alguna razón, Pollyanna y Momo se llevaron muy bien desde el principio. Momo ya estaba casado y tenía un hijo, por lo que Lucius I pensó que podía confiarle a Pollyanna. En el pasado, Momo y Pollyanna solían chismear durante horas, por lo que el emperador sabía que charlarían con entusiasmo cuando se reencuentren.

Pero el informe que hizo Momo fue demasiado breve y simple. Parecía un informe diario que hacían los caballeros de la guardia.

—No pasó nada, alteza, así que si me sigue preguntando si pasó algo… No hay nada que pueda decirle aparte del hecho de que no pasó nada…

Momo claramente estaba desafiando al emperador. ¿Siempre había sido así de valiente y terco? Quizás el hecho de que perdiera su trabajo como escriba le hizo sentir un poco de amargura hacia el emperador. Momo se negó a decir una palabra sobre lo que vio en Sitrin.

Lucius I, sintiéndose débil, le preguntó a Momo dónde había aprendido este mal hábito de escribir un informe tan corto y perezoso. Momo le explicó al emperador lo que sucedió cuando estaban en la región sur durante la guerra.

Después de que Lucius I recibió la rendición de los reinos del sur, todos los funcionarios del gobierno, especialmente los escribas, tuvieron que trabajar día y noche. Los papeles de la rendición eran complicados y requerían mucha atención, lo que significaba que no había suficientes escribas reales para seguir al emperador constantemente para registrar el día de Lucius I. Al final, los escribas no tuvieron más remedio que pedir un favor a los guardias reales. Siempre había varios guardias al lado del emperador, por lo que no debería haber sido un trabajo difícil. En ese momento, Pollyanna era la persona encargada de este deber. Al principio, hizo todo lo posible por escribir en detalle, pero pronto, estaba demasiado ocupada con su propio trabajo y se volvió demasiado perezosa para tomar notas constantes. Al final, dejó el trabajo a su segundo al mando, quien a su vez, le dio el trabajo a su subordinado. A medida que el trabajo se fue difundiendo, los registros se hicieron cada vez más cortos.

Cuando los escribas regresaron a su trabajo, vieron páginas tras páginas de “Nada significativo que destacar”. Los escribas, especialmente Momo, nunca olvidaron este trágico y airado incidente. A partir de entonces, los escribas hicieron hincapié en utilizar la frase “Nada significativo que señalar” en todos los lugares que pudieron.

Pronto, los escribas se dieron cuenta de que esto les facilitaba mucho el trabajo. Todavía escribieron muchos detalles para documentos oficiales, pero en todo lo demás, se convirtió en una práctica común escribir esta oración.

Momo le dijo al emperador:

—La marquesa está disfrutando de sus vacaciones y pasa gran parte de su tiempo en las aguas termales para curarse de la fatiga crónica. Ella también se mantiene muy ocupada con el manejo de su tierra. La marquesa Winter nunca antes había manejado su propia tierra, así que me dijo que últimamente está aprendiendo mucho. Aparte de eso, se asegura de pasar la mayor parte de su tiempo libre en las aguas termales. Ella nunca escuchaba cuando le decíamos que se cuidara, pero ahora se quejaba de que no se sentía como antes. El viento frío hace que le duelan los huesos, así que me dijo que volverá a Jaffa cuando se sienta mejor.

—Entonces, lo que quiero saber es cuándo sería eso.

—Umm…

Momo trató de recordar cuánto tiempo le tomó a su esposa volver a su vida normal después del nacimiento de su hijo. Si recordaba correctamente, le llevó mucho tiempo. Pollyanna, una mujer que necesitaría trabajar como caballero, probablemente necesitaría aún más tiempo para recuperarse.

—¿Quizás tres años? —dijo Momo.

—¿Cómo puede estar ausente el jefe de una división durante tres años?

—No es como si ella tuviera a nadie a quien proteger en las habitaciones de la dama de todos modos.

Momo mantuvo la calma mientras Lucius I no pudo ocultar su ansiedad. Ha estado ignorando la demanda oficial de casarse tan pronto como terminara el período de muerte real. En este punto, el emperador no podía imaginar tener una esposa que no fuera Pollyanna. Había estado esperando su regreso con tanta desesperación, pero parecía que ella no tenía planes de regresar pronto.

Las cosas empeoraron aún más después de que Lucius I tuvo una pesadilla anoche. En su sueño, escuchó a un cachorro ladrar adorablemente. El emperador corrió hacia el sonido y vio a un cachorro atrapado en un arbusto y llorando.

Oh, está atrapado.

Lucius I se puso a trabajar de inmediato para cortar las ramas, pero antes de que pudiera rescatar al cachorro, una criatura gigante de perro-cocodrilo atacó al cachorro.

Era una pesadilla.

Después de despedir a Momo, el emperador contempló desesperado. Su amigo Sir Ainno había estado demasiado ocupado para prestarle atención. El duque Luzo, después de gritar su objeción al matrimonio del emperador con Pollyanna, regresó a Nanaba. Lucius I no tenía a nadie a su alrededor para escuchar sus preocupaciones.

Sería ir demasiado lejos para él colocar un espía permanente en Sitrin solo para obtener información sobre Pollyanna. Además, la Unidad de Inteligencia estaba escasa de espías en este momento de todos modos. Desafortunadamente, esta unidad todavía estaba muy desorganizada.

Fueron necesarios todos los miembros de la Unidad de Inteligencia para recopilar la información necesaria para la seguridad de este reino. No estaría bien enviar a uno de los espías a Sitrin. Los caballeros creerían que el emperador desconfiaba de la marquesa Winter, o podrían pensar que el emperador estaba tratando de deshacerse de ella. Tales pensamientos podrían convertirse en rumores desagradables que, a su vez, podrían resultar en algo muy dañino.

Sobre todo, no se sentía bien contratar a un espía para que vigilara a la mujer que amaba. De hecho, sonaba bastante criminal hacer algo como esto.

—Si hago esto, me convertiría en un acosador.

Lucius I no tuvo más remedio que confiar en Pollyanna y esperarla. Mientras él lo permitiera, Pollyanna prometió seguir siendo su caballero.

Y un caballero adecuado siempre regresaba a su emperador.

Lucius I estaba feliz y triste al mismo tiempo que Pollyanna fuera su caballero.

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