Traducido por Kiara
Editado por Ayanami
Sienna miró a todas las damas de honor a su alrededor. En los últimos días, prestó mucha atención a las damas de honor a su alrededor. Antes, eran como muebles de dormitorio para ella. Ella nunca pensó demasiado en ellas, pero no eran muebles. Eran personas que, indudablemente, estaban mirando y escuchando. Sienna nunca consideró esto antes. La sola idea de que fueran al Rey Rojo para informarle sobre su vigilancia hizo que Sienna se sintiera disgustada.
— ¿La condesa también tiene vínculos con madre?
Sienna nunca había sospechado de las personas que la rodeaban antes. Pero ahora, que había comenzado a dudar de ellos, no podía encontrar una persona en la que pudiera confiar plenamente.
Una dama de compañía se acercó a Sienna y habló.
—Princesa, una dama de honor ha venido de parte del Rey Rojo
—Déjala entrar…no. Solo iré a ver al Rey Rojo ahora.
Sienna no había ido al palacio del Rey Rojo en unos pocos días. Se había sentido incómoda y terminó evitándola.
—Huir no es correcto.
Patricia no estaba sola. Un hombre desconocido se levantó cuando llegó Sienna.
— ¿Él es su nuevo amante? —Sienna pensó para sí misma y lo ignoró. Ella solo saludó a Patricia — ¿Me llamaste?
—Oh, princesa. ¿Es tan difícil darle a tu madre un saludo más cálido que eso? No nos hemos visto en mucho tiempo.
Patricia frunció el ceño ligeramente.
—Cuánto tiempo sin verte, madre. Debería haberte visitado antes de que me llamaras. Qué distraído de mí parte.
—De ningún modo.
—Gracias por entender.
— ¿Has estado bien? —Preguntó Patricia
—Sí.
—Princesa, preséntate.
Patricia se presentó al joven que estaba parado torpemente.
—Su carácter y estado son más que suficientes para el puesto de Rey Azul.
El joven rubio se acercó a Sienna y puso una mano sobre su pecho, antes de inclinarse ante ella.
—Soy el hijo del Conde Luke, Joseph, el Duque Luke es mi abuelo.
Sienna frunció el ceño. Patricia tomó la iniciativa.
— ¿No te lo dije la última vez que nos vimos? Hay muchos candidatos para el puesto de Rey Azul. Todo lo que tienes que hacer es elegir el que más te guste, princesa.
—Madre.
—Princesa, no te estoy presionando.
—Es casi la hora de mis lecciones.
—Entonces, este joven señor puede escoltarle de regreso a tu palacio. Incluso si es por un corto tiempo, ¿por qué ustedes dos no hablan entre ustedes?
Sienna suspiró suavemente, antes de levantarse. Joseph rápidamente corrió tras Sienna cuando salió de la sala de estar.
—Princesa, eres más hermosa que la última vez que nos vimos. No estoy segura de sí me recuerdas. Me presenté en el baile Imperial.
— ¿De verdad?
—Sí. Es un gran honor para mí ser considerado un candidato para tu mano en matrimonio. Mi abuelo a veces habla de ti. Dijo que eres justa y brillante, por lo que, una vez que heredes el trono del actual Emperador, serás un gobernante sabio.
Los halagos y elogios estereotipados del joven eran aburridos. Lo único bueno de él era su estatura. Era raro que Sienna tuviera que levantar la cabeza hacia un hombre como lo hizo con Joseph.
Aun así, era más bajo. Era más bajo que ese hombre. Los dos entraron en el carruaje. Joseph se retorció el cerebro para encontrar otro tema para discutir con la princesa.
— ¿Te gusta cazar o montar a caballo?
—A veces monto a caballo.
—Si te gusta montar a caballo, también puedes disfrutar de la caza. Todos los años, cuando comienza a enfriarse, hay una gran competencia de caza. El Emperador incluso participa de vez en cuando, ya que es una tradición. Algunos dicen que uno puede aprender a crear estrategias cazando. Es una actividad profunda y agradable.
Sienna escuchó a Joseph, en silencio, cantar alabanzas sobre la caza. Pensando que ella le estaba prestando toda su atención, Joseph se emocionó aún más mientras divagaba.
A diferencia de la expresión indiferente en su rostro, Sienna estaba molesta. Ella creía que aquellos que lanzan elogios grandiosos por la caza son personas patéticas. Acorralar y sacrificar animales en un lugar seguro para su disfrute, es una experiencia terrible.
—Es muy difícil encontrar un buen terreno de caza.
— ¿Alguna vez has atrapado una mantis del desierto[1]? —Preguntó Sienna.
— ¿Qué?
—Cuanto más fuerte es la presa, más emocionante es la caza. ¿No es cierto?
—Princesa, incluso los caballeros tendrían dificultades para acercarse a una mantis del desierto.
—La mantis del desierto es la más fuerte de todas las bestias. Incluso si atrapas a cien ciervos, no será igual a la gloria de atrapar una mantis del desierto. Intenta salir al desierto. Encontrarás un montón de zonas de caza allí. ¿Estoy equivocada?
—Estás en lo correcto, princesa.
Al ver a Joseph caer sobre sus hombros, Sienna se echó a reír. Ella sabía que estaba siendo irrazonable. La mantis del desierto no es una bestia, es un monstruo.
De repente, Sienna comenzó a pensar en Kuhn. Ella sintió que él le diría entre risas: “Por supuesto que he cogido uno”.
—Que extraño.
El hombre seguía apareciendo en su cabeza.
— ¿Sigue viniendo al Palacio Imperial de vez en cuando?
No sabía por qué tenía tanta curiosidad por el mercenario descortés, arrogante e imprudente. Al ver que Sienna estaba perdida en sus pensamientos, Joseph se puso nervioso. Como todavía dudaba sobre qué decir, el carruaje llegó al palacio de la princesa. Al ver que se habían detenido en su destino, Joseph habló apresuradamente.
—Mis disculpas, princesa. Parece que he estropeado tu estado de ánimo. Atesoras la vida de las bestias más insignificantes. Lamento no haber conocido antes tu corazón virtuoso.
Joseph se inclinó por completo. Nunca había conocido a una mujer tan fuerte como la princesa, por lo que no sabía qué hacer para cortejarla.
—En realidad, si tuvieras algo de tiempo libre, quería que me acompañes a un baile princesa. Estaba tratando de encontrar una manera de preguntarte, y en el proceso, comencé a hablar sobre esto y aquello. Al hacerlo, parece que he cometido un error. Por favor, discúlpeme.
Sienna se bajó en silencio del carruaje.
— ¿No funcionó? —Los ojos de Joseph temblaron de vergüenza.
— ¿Dónde tendrá lugar? ¿En la residencia del duque?
— ¿Eh? ¡Sí!
La expresión hosca de Joseph se iluminó al instante.
Sienna nunca antes había asistido a una fiesta organizada fuera del Palacio. Ella sentía que los eventos sociales celebrados dentro del Palacio eran suficientes. Sin embargo, cambió de opinión. Si fuera a una fiesta, tendría una excusa para abandonar el Palacio.
—Porque necesito dejar el estanque para ver qué hay fuera de él.
Cuando recordó quién le dijo esas palabras, Sienna se sintió irritada.
—Por favor, hágame saber la fecha y la hora.
—Te enviaré una invitación. Es un honor, princesa.
Joseph estaba animando con alegría dentro de su corazón — ¡Lo hice!
La princesa era famosa por su frío temperamento. Solo por aceptar esta invitación, el joven había logrado una hazaña increíble. Además de eso, la princesa había aceptado su primera invitación a un evento social fuera del Palacio. Su primera aparición fuera del Palacio sería en el evento organizado por el Duque Luke.
La posición del Rey Azul estaba justo en frente de su nariz. Mientras imaginaba su futuro color rosa, Joseph soltó una carcajada. Con mucho esfuerzo, fijó su expresión.
—Será mío.
El trono del Rey Azul, así como esta preciosa mujer. Haré todo lo que pueda para ponerlos a mi alcance. Se imaginó el cuerpo desnudo de la princesa distante extendido debajo de él, y su boca comenzó a temblar.
El carruaje de Joseph salió del palacio. La condesa Pope había salido a saludar a Sienna. Ella eligió sus palabras cuidadosamente, mientras le hablaba.
— ¿Era ese el joven señor de la familia del duque Luke?
— ¿Lo conoces?
—Lo he visto varias veces en las fiestas a las que he asistido. Es bastante famoso dentro de nuestros círculos.
— ¿Porque su abuelo es el duque Luke?
—Esa es una razón. También es conocido por ser un buen caballero que es más hermoso que la mayoría de las doncellas.
Objetivamente, Joseph era tan guapo como un Adonis. Sin embargo, Sienna no estuvo de acuerdo con las palabras de la condesa. Si pensaba en el momento en que lo vio por primera vez, no sintió nada por él.
—Pronto llegará una invitación.
—Sí, me sorprendió escuchar qué decidiste asistir a una fiesta fuera del Palacio.
—Es un candidato a esposo.
—Ah, ya veo.
— ¿Tú sabías sobre esto?
—He oído hablar de eso aquí y allá.
—El Rey Rojo me lo dijo hoy. Ella me dijo que hiciera un esfuerzo por conocerlo. Al principio, sentí que era problemático, pero me doy cuenta de que el Rey Rojo tiene razón. Mi esposo será el próximo Rey Azul. No puedo dejar que cualquiera obtenga ese puesto. Para conocer mejor a alguien, necesito poder ver diferentes lados de él. Así que voy a asistir a la fiesta fuera del Palacio. Veré todo por mí misma, escuchare la charla y haré lo mejor que pueda.
Sienna alzó la voz. Quería que las damas de honor a su alrededor escucharan lo que decía. Ella quería que transmitieran estas palabras exactas al Rey Rojo.
— ¿Planeas salir del palacio a menudo?
—Creo que sí.
—Los señores y las damas estarán encantados de escuchar eso, princesa.
Las verdaderas intenciones de Sienna eran descubrir lo que Patricia estaba pensando.
♦ ♦ ♦
Se fueron antes del tiempo escrito en la invitación. Sienna decidió dar un paseo por la capital en lugar de dirigirse directamente a la residencia ducal. La residencia del duque Luke está a poca distancia, pero Sienna se fue en la dirección opuesta.
El carruaje real de Sienna y los carruajes que contenían el resto del séquito y los asistentes de Sienna ascendía a cinco carruajes. Sienna frunció el ceño, mientras miraba el paisaje que pasaba fuera de su ventana.
—Esto no es…
No hay otros carruajes a la vista. Los soldados que sostenían lanzas habían venido como seguridad pública y habían impedido que la multitud interrumpiera el tren de carruajes de Sienna. La capital, normalmente, no es así. Los carruajes se moverían por las calles y la gente se dedicaría libremente a sus asuntos.
Sienna no quería ver carreteras reguladas. No quería ver los rostros asombrados de los súbditos del Imperio, mientras observaban los carruajes reales, magníficamente adornados, conducir por el camino.
Cuando salió por primera vez del Palacio, Sienna estaba emocionada. La sensación de su corazón acelerado por la anticipación era una sensación extraña, pero se sentía agradable. Su emoción solo duró un momento. Sus ojos brillantes se atenuaron rápidamente.
Para recibir permiso para abandonar el Palacio, se había reunido con el Emperador. Quien le dijo algo significativo.
“Princesa, entiendo que hayas formado un apego por tu madre, pero recuerda esto: antes de que seas la hija del Rey Rojo, eres miembro de la familia Imperial. No te dejes llevar por los sentimientos personales”.
Sienna no estuvo en desacuerdo, ya estaba inquieta después de haber descubierto un lado oculto de su madre.
Un viento frío sopló dentro del corazón de Sienna. El Emperador dijo que los sentimientos humanos son inútiles, y el Rey Rojo dijo que una relación madre-hija era especial…su corazón no podía estar totalmente de acuerdo con ninguno de ellos.
Mientras miraba por la ventana, algo llamó su atención. Los ojos de Sienna se abrieron.
— ¡Espera! ¡Detén el carruaje!
Sienna golpeó la pared del carruaje, mientras gritaba. El conductor tiró de las riendas. El caballo resopló ruidosamente sorprendido.
Cuando el carruaje de Sienna se detuvo de repente, todos los otros carruajes que siguieron hicieron lo mismo. Lo que sucedió después sorprendió a todos los asistentes.
—Definitivamente, lo vi.
La cabeza de un hombre de cabello negro parado sobre el resto de la multitud le había llamado la atención.
—Kuhn.
Definitivamente, era ese hombre. Ella recorrió el área con los ojos. Ella solo lo había perdido de vista por un momento, pero él ya había desaparecido.
—Princesa, ¿qué pasa?
Uno de los caballeros escolta se apresuró hacia ella. Sienna sacudió la cabeza.
— ¿Qué estoy haciendo ahora?
Ella había hecho algo imprudente. Ni siquiera podía explicar por qué lo hizo. Sintió una mezcla de confusión sobre esta razón desconocida, así como una extraña sensación de decepción.
— ¡Viva Su Majestad el Emperador!
Alguien gritó. Devolvió a todos a sus sentidos. Cuando Sienna bajó de su carruaje, todos estaban sin aliento. Ahora todos gritaban. Sus rugidos colectivos se convirtieron en uno.
— ¡Ar! ¡Ar!
— ¡Viva Su Majestad el Emperador!
El nombre del Imperio es Ar. Al principio, se llamaba el Imperio de Ar.
Actualmente, el Sacro Imperio de Ar es el único imperio gobernante, pero en el pasado, muchos países se jactaban de sus propios imperios poderosos. Los ciudadanos de Ar creen que su imperio es especial. Se pusieron por encima de los demás y se llamaron a sí mismos el Sacro Imperio. Este término no oficial se convirtió en el título oficial del Imperio. El “Sacro Imperio” simboliza el orgullo de la gente.
Esta fue la razón por la cual el nivel de asombro dado a la familia imperial por la gente común fue mucho mayor que el que se le dio a la realeza.
Con una belleza acorde con su noble estatus, la princesa cumplió con las expectativas de sus súbditos. No había forma de que ella pudiera ser humana. Si ella es humana, su belleza cegadora sería inexplicable. Como se esperaba, la familia imperial tiene la sangre de los dioses.
Los sujetos imperiales llegaron a una conclusión ilógica. A nadie le importó lo que llevó a estas conclusiones. Solo la conclusión era importante.
—Ayude rápidamente a la princesa a regresar a su carruaje.
Los caballeros, rápidamente, la ayudaron a subir al carruaje. Si el público estaba emocionado de buena o mala manera, era peligroso.
Mientras los carruajes se desvanecían en la distancia, los vítores continuaron. Incluso cuando apenas podían ver los carruajes, la gente seguía hablando ruidosamente.
—Pensar que pudimos ver a la princesa con nuestros propios ojos. No puedo creerlo.
—No podía respirar. Como era de esperar, ella definitivamente recibió la sangre de los dioses.
Escondido en las sombras de un edificio, mientras se apoyaba contra la pared, Kuhn se enderezó y se deslizó entre la multitud. Miró en dirección a los carruajes que partían.
♦ ♦ ♦
El baile de máscaras, organizado por la casa ducal, tuvo una cantidad sin precedentes de asistentes. Casi todos los que recibieron una invitación asistieron al baile, incluso hubo algunas personas que lograron obtener una invitación por medios secretos.
La asistencia de la princesa Sienna destrozó por completo los cimientos de la alta sociedad. Sienna rara vez asistía a eventos sociales. Solo mostraría su rostro por un corto tiempo en eventos que requirieran su asistencia dentro del Palacio. Como la princesa Sienna no parecía estar cerca de nadie, significa que la ventana de oportunidad para acercarse a ella estaba abierta.
Los asistentes sintieron que era una pena que el evento de hoy fuera una mascarada. El código de vestimenta requería que usaran máscaras y pelucas. Necesitaban ocultar sus identidades.
No tendrían problemas para descubrir las identidades de los demás una vez que compartieran algunas palabras. Su círculo social era pequeño. Siempre veían a las mismas personas en todas las fiestas.
El encanto de la mascarada era que todos podían fingir que no se conocían a pesar de que, claramente, todos sabían quién era quien. Sin embargo, hoy era diferente. Todos estaban preocupados sobre cómo lograr que la princesa los reconociera. ¿Deberían pretender enganchar su máscara en algo y hacer que se caiga? ¿O tal vez, dejar caer sus máscaras por error? Todos tenían los mismos pensamientos corriendo por sus cabezas.
La fiesta acababa de comenzar a última hora de la tarde, pero la tensión ya era alta. El amplio salón del palacio ducal estaba lleno de gente. La nuera del duque Luke, la condesa Luke, miró hacia el pasillo desde el balcón superior y quedó encantada con lo que vio. El baile de hoy sería un gran éxito.
—Madre, déjame acompañarte.
Joseph se detuvo justo antes de bajar las escaleras y le dio el brazo a la condesa.
—Necesitas escoltar a la princesa.
—Por supuesto que lo haré, pero ella aún no ha llegado.
—Chico malvado. Cuando llegue la princesa, estoy segura de que me abandonarás y te irás con ella. ¿Vas a dejar a tu madre para cuidar de tu futura esposa?
—Por favor entiende.
—Estás absolutamente seguro de que ella vendrá, ¿verdad?
—Por supuesto. Me enteré de que ya ha salido del Palacio.
—A la princesa probablemente le gustas, ¿verdad?
—Es demasiado pronto para saberlo. Solo nos hemos visto una vez. Sin embargo, es la primera vez que acepta una invitación para un evento fuera del palacio.
—Sí. Tienes razón. Es una persona muy seria. Estoy segura de que no aceptó tu invitación sin tener una razón para hacerlo.
La madre y el hijo se sentían victoriosos, como si el asiento del Rey Azul y la posición como esposo de la Princesa ya fueran suyos. Mientras bajaba y saludaba a los invitados, la condesa tenía la sonrisa triunfante de un ganador. Los rostros risueños de los invitados ocultaron su envidia. Frente a la cara de la condesa, declararon lo increíble que era la fiesta, pero a sus espaldas, la menospreciaron.
—La condesa parece que ya ha obtenido el mundo.
— ¿De verdad cree que el Rey Azul vendrá de la familia del duque Luke?
— ¿Será Luke después de Rimone? Aun así, los Rimone no serán empujados por ellos.
—Por supuesto. Tienen al Rey Rojo.
—Se dice que el Rey Rojo aprobó a Joseph como el Rey Azul. Escuché que las dos familias ducales llegaron a un acuerdo.
—Honestamente, no entiendo.
—Estoy seguro de que es exactamente por eso que el Rey Rojo lo aprueba.
—Ajá
Todas las damas charlaron, sin preocuparse de ser escuchadas. Bajaron la voz, pero no parecía que lo intentaran.
En la alta sociedad, las lenguas se convirtieron en dagas que apuñalan a las personas. Mientras no se dijera directamente en presencia de esa persona, todo se toleraría en silencio. Incluso si lo dijeron a espaldas de esa persona.
En un rincón, no muy lejos de la condesa, un hombre estaba parado, sin interactuar con ninguno de los otros invitados. Aunque no quería escuchar los chismes, no pudo evitar escuchar. Él sonrió amargamente.
Llevaba una máscara simple que cubría más de la mitad de su rostro. Tenía el cabello largo y castaño, parecía tan natural que uno no podría decir si era su cabello real o si era una peluca.
El hombre estaba alejado de las miradas indiscretas. No dio a conocer su presencia, casi como si se estuviera escondiendo, pero, en el momento en que entró en la habitación, captó la mirada aguda de las damas. Mientras fingían agitar a sus fanáticos, sus ojos lo miraban abiertamente de arriba abajo.
— ¿Es un caballero? Tiene un gran cuerpo.
Como no podían ver su rostro, su aura misteriosa era aún más llamativa. Querían quitarle el abrigo que le quedaba bien y ver su cuerpo.
Kuhn fingió no darse cuenta de las miradas codiciosas.
—Por eso no me gusta venir a estos eventos.
A diferencia de las fiestas habituales que pretenden ser refinadas, las de disfraces está mucho más dedicadas a los deseos de las personas. Si lo comparara con un extremo, era como una reunión de bestias en celo. Una vez que se acerca la medianoche, no solo lo mirarían. Frotarían sus senos contra su brazo y pegarían sus cuerpos cerca del suyo.
— ¿Por qué eligió una mascarada de todas las cosas? —Se quejó, decepcionado, de la elección de la princesa.
[1] El nombre de este animal se traduce literalmente como Desert-Gwi. La ortografía de esta palabra en coreano (samak gwi) es similar a la palabra para mantis religiosa o verruga (son homónimos samagwi). No tengo idea de cómo se ve esta bestia en este mundo ficticio, así que decidí traducirla como mantis del desierto (samak) (ya que gwi por sí solo literalmente significa ‘oído’). Sé que esta bestia aparecerá más adelante en la novela, y entonces pueden dar una mejor descripción de la misma. ¡Solo tenga en cuenta que el nombre de esta bestia está sujeto a cambios a medida que aprendemos más sobre él! ¡Puede que ni siquiera sea un gran insecto! ¡Quizás esté más cerca de una verruga! ¡O una oreja! Solo el autor sabe … ↩