El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 108: Una reunión secreta en la noche (1)

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya

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Knock knock. Abrí la puerta.

Aparentemente sin razón, Dida estaba de pie ahí.

—Es bastante tarde. ¿Para qué estás aquí?

—…Uh, lo siento. ¿Ya estabas durmiendo?

—Sí. Milady fue a dormir temprano hoy, así que mi trabajo también terminó antes de lo habitual.

—Ah, ya veo…realmente, sin embargo, no abras la puerta con la guardia baja así. Como mujer, debes mantenerte alerta.

—Bueno, realmente no tenemos que preocuparnos por eso en esta mansión… además, no estoy completamente sin experiencia en estas situaciones. Si se trata de una situación desesperada, usaré la fuerza. —Dije esto con una sonrisa.

Una sonrisa incómoda y amarga brilló en la cara de Dida. Pero lo suficientemente rápido, su expresión se puso seria.

—… ¿Qué hay de los oponentes con los que no puedes lidiar? ¿Qué harás entonces? Por ejemplo, podría derrotarte fácilmente.

—Es cierto… de todos en esta mansión, solo tú y Ryle son realmente un desafío para enfrentar. En cuanto a otros enemigos que podrían invadir, si encuentro algún adversario realmente desafiante, probablemente no habrían venido por mi apariencia, sino por mi vida. Bueno… todavía confío en ustedes dos, por el momento.

Nuestros ojos se encontraron. En una noche como esta, cuando los dos estábamos en silencio y no había otros ruidos para interrumpirnos, el silencio entre nosotros hizo que la atmósfera fuera extremadamente pesada.

—…Tú ganas. Por supuesto que no puedo hacer nada si dices algo así. —Diciendo esto con una sonrisa, Dida rompió la atmósfera sería.

— ¿Así que? ¿Para qué estás aquí?

—No, originalmente estaba planeando tomar una copa o dos con Ryle, pero ya está dormido. Así que pensé en ti.

—No puedo creerte… ¿Me llamarías por algo así? Sigo siendo una mujer. Si los rumores extraños comienzan a extenderse sobre nosotros, no seré responsable.

—Eso está bien. —Al decir esto, se rio. No pude leer las verdaderas intenciones de este hombre ante mí.

—Bueno… es cierto que es tarde. Te levantas temprano mañana, ¿verdad? Lo siento.

—Espera un minuto. Ya estoy despierta de todos modos… es una oportunidad única. Vamos a tomar un trago. Voy a entrar y cambiarme, espérame un minuto.

—De acuerdo.

Después de eso, me cambié y salí de la habitación.

Ir a un bar o algo así… fue un momento bastante extraño para eso. Al final comenzamos a beber en la sala de charla de los sirvientes.

[Traducido por Reino de Kovel]

La sala de charla es una sala que comparten todos los servidores. Según su homónimo, es un lugar donde los sirvientes pueden comunicarse y decir lo que quieran.

La familia del Duque de Armelia tiene una mansión que corresponde a su estado social. Más de la mitad de ese espacio es específicamente para sirvientes.

Para mantener una mansión tan grande y permitir a los dueños de la casa vivir cómodamente, terminaron necesitando un gran grupo de sirvientes; al mismo tiempo, esta estructura era muy apropiada para una familia que trataba a sus sirvientes tan amablemente.

— ¿Qué quieres beber? Traje esto.

—… ¿No es este producto especial de Makarama? ¿Cómo lo conseguiste?

—Lo tomé del Maestro.

Qué declaración tan sorprendente, no pude evitar suspirar.

—Tú…

— ¿No es genial? El Maestro sintió pena por lo sucedido, especialmente por Ryle y yo. Dijo que esta era su manera de hacer las paces con nosotros. —Al decir esto, su amarga y torpe sonrisa apareció en su rostro otra vez.

Parecía estar acorde con la personalidad de ese hombre… pensando eso, acepté la botella sin decir una palabra.

—…Si esto es para compensarlos por su arduo trabajo, ¿está bien que estés compartiendo conmigo?

—Ryle dijo que no lo quería. Realmente no cuenta como trabajo de todos modos.

Eso es lo que tú dices, pensé mientras sacaba dos tazas y comenzaba a servirnos la bebida.

Por supuesto, sabía que los dos estaban ocupados corriendo todos los días por el Maestro. Enseñaban a los soldados como ayudantes de los entrenadores.

Al mismo tiempo, protegieron a Milady y llevaron a cabo otras tareas, todo mientras usaban su tiempo libre para entrenar a todos los que les seguían desde el territorio hasta la capital.

Recientemente, no los había visto en su mayoría porque estaban tan ocupados con todo eso.

En el pasado, también mencioné el hecho de que podrían haber apelado al maestro o a la señora para que se tomaran un descanso de su trabajo en la mansión.

Pero Ryle era terco. El hombre que estaba frente a mí, por otro lado, alardeaba de que “solo iría al lugar del Maestro para jugar”.

Tomamos las copas de vino llenas en nuestras manos.

—Salud.

El sonido claro de vasos chocando hizo eco a través de la habitación.

Nos llevamos el vino a la boca.

Un sabor que era un poco dulce, pero también bastante rico se abrió paso en mi boca.

—Ah… qué delicioso. Un producto Makarama de hecho.

—…Si. Realmente obtuviste algo bueno de esto.

—Todo lo que el Maestro posee es buen vino. Es tan alcohólico que es innecesariamente exigente con eso. Es por eso que la gente lo llama el guardia de la bebida.

Riendo, Dida vertió todo el resto del vino en su garganta.

—Es hora de volver, supongo. Finalmente. —Dijo de repente.

—Sí. Entonces no tienes que seguir corriendo entre la mansión y el lugar del Maestro.

—Cierto. Todavía hay varias cosas para preparar.

—… ¿También estás esperando regresar?

— ¿‘También’?

—No lo analices tanto. Solo responde la pregunta.

—Hmm…No sé si realmente puedo llamarlo un regreso. Mi lugar es ahí donde esté Milady. Entonces, es un poco extraño para mí regresar al territorio.

—Verdad.

Este hombre también era como yo, dispuesto a sacrificarse por su ama. Sin embargo, su habitual actitud arrogante hizo que mucha gente cuestionara su lealtad.

—Pero…bueno, cuando regresemos al territorio con nuestra ama… hay demasiados obstáculos aquí. No podemos estar a su lado como lo podemos hacer ahí … lo más importante es que hay mucha gente aquí que nos supera en términos de poder.

—No parece haber tanta gente que sea más fuerte que tú, ¿lo hay? —Dije esto, en broma.

Dida se rio. Él parecía entender también. Había una extraña amargura en sus ojos, una amargura que no podía expresar en palabras.

—Estaba bromeando. Sí, en la capital, realmente sientes que eres insignificante, débil. Lo que tenemos… no se compara con la aplastante fuerza del poder político. No importa cuánto tiempo entrenes, nunca podrás compararte a eso.

—Exactamente. Así que quiero volver pronto también, como protector de Milady.

—Si…

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