El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 195: Persuasión

Traducido por Shisai

Editado por Ayanami

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 —Hey, Ryle. ¿No crees que es hora de que me digas por qué vamos al castillo?

—…Lo sabrás cuando lleguemos allí —Ryle respondió a mi pregunta, con algo que no podía considerarse una respuesta.

Acabamos de llegar a la capital real y, ahora, nos dirigimos al palacio real.

Decidí mantener la boca cerrada, después de esa pregunta. Esto también se debió a que Ryle, quien camina un pie delante de mí…está exudando un aire siniestro.

Sentí que me cortaría si lo tocaba…no había nada del típico joven educado habitual.

Un sirviente nos esperaba junto a la entrada del palacio y nos guió adentro.

Y, quien nos esperaba allí, es Yuri. No pude ocultar mi sorpresa, ante esta aparición inesperada.

—Oh, entonces viniste, después de todo, Ryle…y, veo que hay alguien que no fue llamado aquí también.

Sus ojos brillaron en el momento en que vio a Ryle.

Sin embargo, después de verme, inmediatamente, cambió a una expresión malhumorada.

—No veo por qué podría generar un problema…que él esté aquí.

—Oh, si tú lo dices. No me importa de ninguna manera —dijo, con una sonrisa torcida y sardónica.

…Entonces, esta es la mujer que se supone es inocente y despreocupada. Sentí una sensación de vértigo. Y no pude evitar tener algunas dudas hacia Ryle, quien actuó como si lo hubiera sabido todo el tiempo.

—Entonces, ¿por qué me llamaste?

—Oh…lo sabes muy bien. ¿De verdad quieres que lo diga?

—Quizás. Después de todo, te pregunto porque no lo sé.

—Tú… —Ella suspiró profundamente pero, no parecía que estuviera preocupada.

En todo caso, parecía bastante feliz.

—Entonces, déjame ser sincera contigo. Deberías unirte a la orden de caballeros. Hablaré por ti.

— ¿Creo que ya dije que no?

—Sé que lo hiciste. Pero, esta vez, debes aceptar —dijo con confianza. —Si ingresas en la orden de caballeros, te prestaré mi poder para que puedas ser el jefe de la casa del conde Melzel.

Esto fue muy impactante.

¿Qué demonios dice esta mujer…?

Conde Melzel… ¿no es ese el título del nuevo comandante de la orden de caballeros?

— ¿Cómo sabes de mis orígenes? —Ryle le preguntó en voz baja.

En cuanto a mí, estaba confundido y no tenía idea de lo que estaba sucediendo.

—Ahora soy la futura reina. Eso significa que estoy en condiciones de adquirir fácilmente, cualquier información que desee. De vez en cuando, muestras un comportamiento tan refinado que no podía ignorarlo. Y entonces, hice que te investiguen. Y qué sorpresa. Pensar que eres el hijo ilegítimo del ex Conde Melzel. Tu pobre madre se ganó el afecto de un hombre lo suficientemente mayor como para ser su padre. Ni siquiera era un destino que hubiera deseado y, sin embargo, se ganó la ira de su esposa, y fue asesinada. Como mujer, simpatizo con ella —Las palabras, en este momento, salían sin restricción, mientras su boca se movía ocupada. —Por lo que parece, no le has contado a tu amigo aquí presente, sobre tu pasado —Ella vio mi expresión y se rió con una sonrisa torcida.

— ¿No lo odias? El actual conde que no sabe nada. Tu madre fue asesinada y casi fuiste asesinado también. Y, sin embargo, ese hombre vivió en la feliz ignorancia. Incluso trató de invitarte a la orden. ¿No quieres vengar a tu madre? Es desafortunado que el viejo Conde ya esté muerto pero, aún puedes vengarte dirigiendo toda esa ira hacia el Conde Melzel actual… ¿Qué piensas? ¿No es una idea maravillosa?

Sus ojos estaban llenos de crueldad. No hay dudas en absoluto.

En todo caso, parece que odia al conde Melzel, más que a nada.

—Desafortunadamente, no tengo uso para eso.

Pero a Ryle no le conmovió su pasión. Él solo la miró en silencio.

—¿Qué…qué estás diciendo?

Ella se sorprendió por su respuesta.

—Como dije, no lo necesito.

— ¡Estás mintiendo! —Su rostro se retorció de rabia, ante esta segunda negación. — ¿Cómo es posible que no estés enojado? ¿No es por eso que una vez quisiste unirte a la orden de caballeros? Eso es lo que he escuchado… ¿Podría ser que, la tonta hija de ese duque, te ha hablado dulcemente? —Ella agarró a Ryle.

No podía creer lo que sucedía ante mis ojos.

Pero, en cuanto a Ryle…él todavía la miraba en silencio con ojos fríos.

—He descartado el nombre del conde Melzel…por supuesto, para empezar, nunca tuve derecho a eso. Mi señora me ayudó una vez y esa persona murió. Luego, renací y obtuve una nueva identidad. Por lo tanto, no tengo ningún interés en el conde Melzel, ni deseo entrar en la orden de caballeros.

Ryle retiró sus manos y dirigió su fría mirada hacia ella mientras continuaba.

—La razón por la que vine aquí, es porque quería saber cómo te enteraste de mi pasado. Mis modales, ¿verdad? …Tendré que tener más cuidado.

Ryle giró sobre sus talones como si, de repente, hubiera perdido el interés.

— ¡Espera! Por qué…el pasado no se puede olvidar tan fácilmente. Especialmente el odio. Crece y crece. Sabes esto, ¿no?

—No se puede olvidar. Pero, no tiene que atarte. He encontrado algo que es más importante. No me importa el resto —dijo, y salió de la habitación.

Lo perseguí frenéticamente.

Tal como cuando habíamos venido, volvimos caminando en silencio.

Sin embargo, esta vez, había un aire pesado y opresivo sobre nosotros.

—…Oye. —Finalmente, lo llamé

— ¿Qué?

— ¿Realmente, debería haber venido contigo? No sé si esta fue la mejor manera para que me entere de tu pasado…

—Está bien. Nunca traté de ocultarlo. Simplemente, no sabía cuándo sería el momento adecuado para contarte…pero sentí que no es correcto conocer tu pasado sin que supieses el mío…

Su expresión, ahora, estaba vacía de esa agudeza que tenía antes. Era el mismo hombre que conocía bien.

—Huh…ya veo —Me reí entre dientes, algo avergonzado. Luego, golpeé a Ryle en la espalda.

Ryle también se rió.

—Aun así, pensar que eras un noble…pareces uno, ahora que lo pienso. ¿Se lo has contado a la princesa? —Le dije sin rodeos. No hay necesidad de moderación ahora.

— ¿Que soy el hijo bastardo del conde Melzel? ¿O que esa mujer me llamó hoy?

—Bueno, los dos. Obviamente.

—No le he dicho que me llamaron hoy. No creo que necesite otro asunto del que preocuparse…

—Ya veo…

—Y, por supuesto, ella ya sabe sobre mi pasado. El maestro hizo una investigación cuando me llevaron por primera vez…además, le dije cuando me trajeron como un acto de rebelión.

— ¡¿Fuiste contra ella?! ¡Maldición, si tan solo pudiera haber estado allí para verlo! —Dije y me reí a carcajadas. Ryle solo suspiró.

—Es mi oscuro secreto.

— ¿Entonces, cómo lo hiciste?

—…Le dije: ‘Soy el hijo del conde Melzel’. Y “vivo con la esperanza de entrar en la orden de caballeros”. Incluso dije: ‘No tengo tiempo para ti y tus juegos’.

—Oh, no… ¿realmente, dijiste eso?

—…Como dije. Es mi oscuro secreto.

—Huh…y, entonces, ¿cómo se enamoró de la princesa un niño noble como tú?

—No me llames así…fue porque ella lloró. Probablemente, fue eso.

—Eso es bastante típico.

—Sí, lo es. Pero, ella lloró cuando arremetí diciéndole mi pasado…se disculpó por su falta de poder.

—… ¿Qué?

—Pensé que me estaba compadeciendo. Una niña de cinco años lamentaba su falta de poder. Se sentía débil y miserable por no poder ayudarme. Entonces, ella dijo que debo esperar. Si quisiera unirme a la orden de caballeros, ella obtendría el poder para hacer realidad ese sueño —dijo todo esto con una mirada lejana en sus ojos. —…Ahora que lo pienso, fue la primera vez para mí. La primera vez que alguien me miró y dijo que quería ayudarme. Mi madre, nunca me quiso y me vio como un enemigo. Y mi padre nunca tuvo interés.

—Es difícil ser un noble…espera, ¿entonces, ya era una princesa en ese entonces?

—Eso es lo que estoy diciendo. Así fue como fui derrotado. Ella reconoció mi existencia. Entonces, no había una sóla parte de mí que quisiera unirse a la orden de caballeros. De hecho, la recomendación de nuestro maestro fue, en realidad, por su culpa.

— ¿Oh? No sabía eso.

—Yo tampoco. “Cuando llegue el momento en que esté a la altura, por favor, recomiéndalo para unirse a la orden de caballeros”. Ella le dijo esto una vez que empezamos a ir con él. El maestro me lo contó después.

—Pero, elegiste no ir —golpeé a Ryle ligeramente en el hombro otra vez.

—Por supuesto que no. Como si hubiera algo más gratificante que protegerla. Además, tengo un compañero en el que confío para respaldarme —comentó Ryle y me devolvió el golpe.

…No es justo.

Este momento, esa línea.

Me sentí un poco incómodo, le di la espalda y aceleré el paso, mientras avanzaba.