Elección Absoluta – Capítulo 127: ¿Ésta es la razón por la que estás aguantando?

Traducido por Lucy

Editado por Sakuya


Después de que Shi Xiaobai terminara de leer la carta de Lingcun, su corazón se sintió un poco pesado. No era por los Celestiales e Infernales que mencionaba, sino porque no había ninguna información que necesitara con desesperación. Todavía no tenía ni idea de dónde había ido.

Además, después de leer la carta, estaba más decidido a [Salvar a Chen Lingcun].

—Este Rey sin duda hará que estés dispuesto a inclinarte y dirigirte a Este Rey como “El Gran Rey”.

Sintió emociones encontradas al mirar la última línea de la carta: “Sigue viviendo. Si llega un día en que nos volvamos a encontrar… te satisfaceré a regañadientes llamándote Rey”.

Ye Jiaquan notó cómo su rostro estaba sombrío después de leer la carta, así que sintiendo una ominosa sensación de presentimiento, preguntó de inmediato:

—¿Cómo es, Hermano Dahei? ¿Puede esta carta salvar a Lingcun?

Él permaneció en silencio durante un rato antes de suspirar. Luego miró de nuevo la carta que tenía en la mano y empezó a leerla con detenimiento.

Leéla otra vez, ¡puede que haya un indicio!

De repente, su mirada se detuvo.

“Muy bien, las tonterías y lloriqueos anteriores no son de mi estilo. Perdóname por mi estado de ánimo excitado cuando estaba escribiendo esta carta porque voy a buscar de inmediato a alguien que tengo que encontrar.”

Sus ojos se iluminaron un poco. Esta línea era la razón principal por la que Chen Lingcun se había ido. Se había ido porque estaba buscando a alguien.

De inmediato miró a Ye Jiaquan y le preguntó:

—¿Alguna vez ha mencionado Lingcun si siempre ha estado buscando a alguien?

Al oír esto, de inmediato frunció el ceño. Se devanó los sesos y siguió reflexionando sobre ello. Sabía que cada respuesta suya determinaba el resultado de Lingcun, así que aunque tuviera que romperse la cabeza, no se atrevía a decir con honestidad “No sé” otra vez.

Momentos después, dijo de repente, emocionado:

—Yo recuerdo… Lingcun preguntó antes al instructor Hisith por el paradero de una persona en clave… ¿Podría ser esa persona?

Shi Xiaobai se sobresaltó un poco y de inmediato recordó lo que había sucedido aquel día en clase. Por aquel entonces, Chen Lingcun e Hisith habían hablado de una persona en particular. Le había preguntado por el paradero de esa persona de forma agitada y al final dijo que encontraría al instructor a solas.

Si ese era el caso, debía haber preguntado por el paradero de la persona a él antes de decidir abandonar Ciudad de Acero para buscarla.

—¡Depravado Sisi sabe dónde fue Lingcun!

Sus ojos se iluminaron y dado que el paradero de la persona que Chen Lingcun necesitaba encontrar era el lugar al que se había dirigido, era natural que Hisith, que era el proveedor de la información, supiera cuál era el destino.

—Este Rey estará buscando al Depravado Sisi.

Salió de inmediato por la puerta. Recordó que Hisith mencionó por la mañana antes de salir del aula que podría ser encontrado en la oficina del instructor.

Cuando Ye Jiaquan lo vio salir corriendo por la puerta, ya era demasiado tarde para detenerlo. De inmediato, comenzó a preocuparse.

¿Se metería Dahei en problemas cuando buscara al Instructor Hisith?

Esa mañana, parecía muy hostil hacia él, y debía de estar odiándolo por la petición de ropa interior. Ahora que ha tomado la iniciativa de buscarle… ¿habrá algún conflicto?

¿Y si el instructor le hace algo en su ira…?

Cuanto más pensaba, más se preocupaba mientras se apresuraba.

♦ ♦ ♦

Sucursal [Aniquilación], oficina del instructor novato. 

Hisith estaba sentado en una silla con los ojos fríos. Su rostro estaba sombrío mientras permanecía en un silencio inmóvil, como una fría escultura de hielo.

No lo malinterpreten, en realidad no quería tranquilidad. Solo quería que su corazón se calmara.

Todavía no podía olvidar el humillante recuerdo de Shi Xiaobai pidiéndole su ropa interior diez días atrás. Más allá de lo interesante que fuera un juguete, estaba condenado a ser destruido una vez que desencadenara su manía.

Estaba en principio decidido a destruirlo por completo, incluso si era un genio con talentos dual S o un tesoro que las altas esferas de [Gaia] estaban dispuestos a cuidar. Era solo un juguete que podía abandonar y destruir sin ningún cuidado.

Sin embargo, Kali había aparecido de repente y había matado a los cuatro más fuertes de sus siete sirvientes sin ninguna razón.

Las cuatro cartas de póquer, Diez de Diamantes, Jota de Diamantes, Reina de Diamantes, Rey de Diamantes, habían sido creadas de forma minuciosa reuniendo almas. Cada carta contenía un poder inconmensurable, y el sirviente del Rey de Diamantes era una existencia de nivel de un general de la clase A de los demonios de la calamidad. Tardó tres años en terminar de crearlo.

Sin embargo, estas cuatro cartas de póquer fueron asesinadas sin piedad por Kali, y la única razón fue un pequeño aviso previo.

Hisith estaba enfurecido, pero también muy agraviado.

Todavía no le había hecho nada a Shi Xiaobai, su venganza ni siquiera había comenzado, pero fue frenado de una manera casi humillante.

Además, no era rival para Kali. Ni siquiera tenía el valor de enfrentarse a ella, así que lo único que podía hacer era aguantar y vivir con ello. No obstante, cuando lo vio hace un rato, esa mirada “miserable” le hizo recordar su miserable experiencia, haciendo que casi se enfureciera.

Entrecerró los ojos mientras consideraba si debía abandonar por un tiempo Ciudad de Acero, eligiendo dejarlo fuera de su vista, fuera de su mente.

En ese momento, un rayo de luz parpadeó y una carta de póquer salió volando de su cuerpo.

Su expresión cambió, pero con rapidez volvió a la normalidad.

La carta de póquer voló en el aire antes de transformarse de repente en un gran holograma de póquer. La carta era un Joker, pero no se sabía si era Rojo o Negro.

A continuación, una mancha de luz roja del tamaño de una pelota de baloncesto salió volando del holograma de póquer. La mancha de luz roja tenía dos puntos negros del tamaño de pelotas de pin pong. Estaban en constante movimiento dentro de la mancha roja de luz, como dos pares de ojos en movimiento.

—¿Tienes algún problema?

Miró a la mancha roja de luz y, como estaba de muy mal humor, su voz interrogante tenía un tinte de rigidez infundido en suavidad.

—Tu mente parece estar sumida en el caos. Este Ser salió a tomar un poco de aire fresco.

La mancha roja de luz emitió una voz ronca y aguda antes de decir con tono burlón:

—Para ser capaz de hacer sufrir tanto a un loco como tú, parece que le tienes mucho miedo a ese duendecillo.

—No puedo ver a través de ella. Ni siquiera sé cómo se las arregló para entrar en mi “Inframundo” y matar a mis queridos juguetes. —La boca de Hisith se crispó al hablar.

—¿Esta es la razón por la que estás aguantando?

La mancha roja de luz se rio entre dientes.

—Este Ser recuerda que hace más de una década, la razón por la que masacrar a todo un pueblo tenía un único motivo: un niño de seis años te había faltado el respeto. Por aquel entonces, eras de verdad digno del nombre de Rey del Inframundo Hisith. Pero, el tú actual parece un perdedor para este Ser.

Su expresión cambió y dijo con voz grave:

—No intentes provocarme Rey Fantasma Abismal. ¿Cuál es tu objetivo al decir todo esto?

Los dos puntos negros en la mancha roja de luz empezaron a saltar con locura en ese mismo momento.

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