Traducido por Lucy
Editado por Sakuya
Aunque Kevin ansiaba pedirle a la chica su información de contacto, no lo hizo de inmediato. No podía evitar que su habilidad para ligar fuera problemática.
En la escuela, la típica chica no le llamaba la atención. Las chicas que le llamaban la atención distaban mucho de ser corrientes. Todas eran genios orgullosos y se centraban en sus estudios, por lo que no estaban dispuestas a tener citas. Por eso, a pesar de ser bastante guapo, aún no había conseguido coquetear con ninguna chica.
Hace poco, no pudo tolerar su soledad y empezó a perseguir a una chica de aspecto bastante correcto en Internet. Su talento era bastante bueno, y era una chica que estaba bastante bien en todo. Sin embargo, se horrorizó al darse cuenta de que recibió una respuesta “demasiado conmovedora” ¡antes de ser rechazado!
Esto supuso un duro revés para él, que sin pensarlo se dio cuenta de que tenía que mejorar su habilidad para elegir chicas.
Y en ese momento, la chica linda había conmovido de verdad su corazón. Esto hizo que se preocupara por si iba a perder una oportunidad debido a su escasa habilidad para coquetear.
—Parece que tengo que… pedirle ayuda a ese imbécil.
Suspiró impotente. Si no fuera por alguna razón de peso, jamás solicitaría la ayuda del bastardo al que había “odiado con envidia” durante nueve años enteros.
Deslizó el dedo por la pantalla de su móvil y abrió el Chat Pingüino. En un grupo de chat para sus compañeros de clase, encontró a un miembro apodado “Lord Dios”.
Justo después de teclear las palabras “Hola, compañero de clase”, dudó y apretó los dientes para borrarlas. Tecleó con rapidez otra cadena de palabras y detuvo sus dedos sobre el botón de enviar durante tres segundos. Miró a aquella chica de pelo rojo anaranjado.
Sus ojos entrecerrados mientras comía la hacían parecer tan linda como un gatito.
Se le estrujó el corazón.
[Kevin: Lord Dios, Lord Dios, este humilde necesita ayuda con urgencia. Si estás aquí, por favor, ¡responde cuanto antes!]
Su rostro permaneció rígido durante varios segundos después de enviar el mensaje, antes de relajarse por fin.
La dignidad es querida.
La apariencia es más cara.
Pero ambas pueden darse por perdidas.
Hablando de “Lord Dios”, era un recuerdo sombrío del que se resistía a hablar.
El sistema educativo obligatorio de este mundo, de nueve años de duración, constaba de seis años de educación primaria y tres de secundaria. A continuación, había una prueba de nivel, en la que intentaban matricularse en la universidad o ingresar en una organización. En cuanto al “Lord Dios”, era un compañero de clase que había acompañado a Kevin durante los seis años de primaria y los tres de secundaria.
Habiendo sido compañeros de clase durante nueve años, no llegaron a ser mejores amigos, pero tampoco eran enemigos. Sin embargo, sentía un odio y una envidia unilaterales por “Lord Dios”.
Podía considerarse una “leyenda” viviente. Era un adolescente normal con un aspecto, unos antecedentes familiares, unos resultados y un talento normales. Pero, con una poderosa habilidad para coquetear, ¡había conseguido establecer un gran harén familiar!
Además, todas las chicas del harén eran preciosas. Algunas de ellas tenían antecedentes o talentos increíbles, y algunas tenían ambas cosas.
Y “Lord Dios” se atrevió a exponer con descaro su harén, provocando el odio y los celos de varios compañeros varones. La escuela ejerció presión sobre él y las familias mayores de las chicas rechinaron los dientes, pero el harén de “Lord Dios” tomó la iniciativa de permanecer a su lado y superó todos los obstáculos. Después, cohabitaron sin ningún pudor ni vergüenza.
Las técnicas para elegir chicas eran sin duda divinas.
Aunque estaba celoso, antes lo consideraba un ídolo. Todo cambió cuando una de las bellezas de la escuela a la que perseguía le rechazó con la excusa de la “importancia de los estudios”. Pero poco después, cayó en los brazos de “Lord Dios”. Por eso, lo veía como su mayor enemigo.
Sin embargo, los poderes del harén eran tan dominantes que solo podía llorar en silencio. Maldijo en secreto que no tuviera pene, y aunque lo tuviera, solo mediría tres centímetros.
Pero en ese momento, con la refrescante y linda chica frente a él, decidió dejar de lado por un momento el odio de su corazón e inclinarse ante él para pedir su ayuda.
Un minuto después, su teléfono móvil vibró por fin mientras bajaba rápido la cabeza para echar un vistazo.
[Lord Dios: ¿Qué pasa? No te andes con ceremonias con un antiguo compañero de clase como yo. Dime cualquier cosa. Más allá de que pueda ayudarte o no, sin duda haré todo lo posible. ]
Kevin se quedó un poco sorprendido antes de soltar un suspiro de alivio. No pudo evitar sentir sentimientos encontrados. Era muy bueno con sus palabras.
Con un pensamiento, tecleó: [No es gran cosa, pero necesito tu ayuda. El asunto es este…]
Tecleó con rapidez y terminó de explicar con claridad la situación medio minuto después.
Solo tardó unos segundos antes de responder.
[Lord Dios: No ir directo a coquetear con ella es muy apropiado.]
Kevin se quedó atónito mientras enviaba un emoji interrogativo.
Ni siquiera un rato después, su móvil vibró.
[Lord Dios: Por tu descripción, a esta chica le gusta comer y es muy buena haciéndolo. Sin duda, su forma de comer no es pretenciosa, como si no le importara cómo la ve la gente. Si le tiras los tejos mientras come, ¿cuál crees que será el resultado?]
Kevin se quedó atónito, y pensando un poco, respondió: [¿Rechazo?]
Su compañero le envió un emoji secándose el sudor.
[Lord Dios: Que te rechacen o no depende de tu actuación final, pero la primera impresión que des será sin duda muy baja. Digámoslo así. Si coqueteas con ella ahora, entrarías de inmediato en modo infierno.]
Kevin soltó un grito ahogado y envió un emoji de mirada atónita con las palabras “a la mierda”.
Su mentor abandonó sin duda la idea de guiarlo con lentitud. Empezó a bombardearle con información.
[Lord Dios: En primer lugar, cualquier chica ocasional tendrá algunas reservas, más o menos. Puede que no le importe cómo ven los demás sus hábitos alimenticios, pero si aparecieras ahora, es muy probable que sin pensarlo se resistiera a ti. Esto se debe a que mientras ella ignora cómo la ven los demás, al mismo tiempo está ignorando a otros. Los otros a los que me refiero son las personas que conocen sus hábitos alimenticios. ¿Comprendes? Si te acercas ahora, es muy probable que sin querer trate a los demás como personas a las que debe “ignorar” y “resistirse”.]
Antes de que terminara de entender el párrafo anterior, continuó con otro.
[Lord Dios: En segundo lugar, puesto que ha pedido tanta comida tan temprano por la mañana, es evidente que está hambrienta o es muy glotona. Y si aparecieras en este momento, no puedes esperar que te escuche mientras le coqueteas y está comiendo, ¿verdad? Por supuesto, no puedes descartar que sea una chica abierta. Pero ¿crees que mientras ella está disfrutando de la comida, la impresión de un extraño al que tiene que desviar un poco la atención sería alta?]
[Lord Dios: Y lo más importante, al no elegir el momento ni hacer ningún trabajo previo, ni cuidar los métodos, coquetear a la fuerza con ella es un método del más BAJO calibre a la hora de hacerlo. La primera impresión de una chica decidirá el nivel de dificultad de tu persecución. Así que el acto de ligar sin duda no puede ser precipitado. Es importante engrosar la piel, pero ser meticuloso también es indispensable.]