Modo automático apagado – Capítulo 1: Buenas tardes, cariño

Traducido por Limsah

Editado por Javo

En todo caso, la primera ronda del juego fue sorprendente, pues cuando abrí los ojos por primera vez me encontré repentinamente en la ceremonia de ingreso de la escuela secundaria. El edificio en que se realizaba la ceremonia era tan lujoso como hermoso, en resumen, simplemente majestuoso, y es por eso dudo que cualquier ser humano pueda mantenerse al margen de tal acontecimiento. Debido a esto, la confusión dentro de mí traspasó completamente los límites de la locura, no obstante, si me detengo a pensar ahora un momento en el pasado, puedo considerar que las acciones que cometí fueron adecuadas para las circunstancias en que me encontraba.
Lo que más me preocupaba es lo que podría suceder si se llega a descubrir la verdad sobre mí, ya que esta no será bien recibida, temo que incluso podrían llegar a tacharme de ser una mujer maligna. Odio esta situación.
En la segunda ronda, oraba fervientemente con todo mi corazón, deseando que todo esto solo fuera un sueño, pero algo dentro de mí sabía que mis plegarias no se cumplirian, y no pude evitar llorar mientras transcurría el tiempo.
Ya desde la tercera ronda todo se volvió complicado, ya que no importa qué haga, incluso si me disgusta, no puedo hacer algo al respecto, porque no puedo moverme y hablar de acuerdo a lo que quiero. Esto es lo que significa estar en modo automático, el ser una IA. Obtuve este cuerpo incluso antes de saber lo que estaba pasando. No es nada genial…
Y ahora, la quinta ronda ha llegado a su fin, como consecuencia, no puedo escuchar nada ni ver nada, aunque mis ojos no están cerrados. Sin embargo, varios segundos más tarde mi vista volvió a captar la luz y lo que ésta dejaba ver, y me encontré nuevamente con la misma escena de la ceremonia de ingreso a la escuela secundaria. O eso es lo que esperaba debido a la costumbre, mas cuando miré con atención, mis ojos solo podían ver un techo de color rosa pastel ¿Qué diablos sucedía? Yo debería estar de nuevo en la ceremonia de ingreso a la secundaria…
—Maria, ¿has despertado? — dijo alguien sacandome de mi desconcierto.
La voz de aquella persona no era la de un hombre descarado, y aunque pertenecía a una mujer, no era tranquila como las que ya conocía, es mas, dicha voz tenía un aire gentil y amoroso, pero no podía reconocer a qué fémina pertenecía, no obstante, me sentía muy familiarizada con ella.
Luego, vi una mano que sostenía los pasamanos cerca de mí. Al mirar sus uñas bien recortadas, lentamente cambie mi visión hacia arriba. Un par de ojos de un color púrpura pastel, grandes y redondos ojos que dan una impresión infantil, me miraban. Traía elaborados accesorios para el cabello, los que adornaban su cabello dorado y se le ajustaban perfectamente. El puntaje para su rostro alcanzaría un número sorprendente y si bien su rostro 2D podría ser producido en masa, no deja de convertirla en una chica super linda.  Pero ¿quién es ella exactamente? No había visto a esta persona en las cinco rondas que he experimentado anteriormente.
—Maria — dijo con dulzura — comenzaré a cambiarte la ropa una vez que hayas despertado por completo, ¿bueno? — ¿Eh? ¿de qué habla? no comprendía nada.
Y mientras ella decía eso, me di cuenta que mis manos estaban pequeñas y gorditas. Mi mente que sumida en el caos y el desconcierto, no se percató hasta que fue tarde de que me habían levantado suavemente, y gracias a eso por fin pude saber donde estaba. Por el color del techo, había pensado que las paredes serian también de color rosa pastel, acertando de lleno. Las ventanas que conducían a un balcón, tenían una redondez que las hacía lindas, había una mesa cabriole de color blanco que le daba un sentimiento refinado y de clase alta. Y por supuesto una cuna de bebé cubierta con un dosel.
Sí, una cuna de bebé.
Y por supuesto, aquella cuna era en la que estaba durmiendo hace un momento.
 
 

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