Modo Automático Apagado – Capítulo 76: Vuelve a mí, sentimiento persistente

Traducido por Kiara

Editado por Raine


Era el cuarto día después de nuestro regreso. La leve atmósfera de ansiedad finalmente se había calmado y nos habíamos adaptado completamente a nuestra rutina diaria.

Estaba lista para la prueba final que había olvidado completamente. Después de la escuela, cuando había pocas personas en el pasillo porque todos habían ido a sus clubes o comités, yo estaba parada frente a cierta puerta.

Habían transcurrido al menos cinco minutos desde que llegué. Mi deseo de evitar ir al interior se reflejaba en mis piernas, que no mostraban signos de querer moverse.

Realmente, no quiero entrar allí. 

No quería entrar, pero debía entrar. Era muy molesto para mí, pero empeoraría si lo ignorara. No podía dejar que eso sucediera. Tomé mi decisión y llamé a la puerta.

—¿Quién es?

—Mariabell Tempest. ¿Puedo pasar?

—Ahh… entra.

—Perdóneme.

La voz familiar hizo que mi indicador de “precaución” saltara. Era familiar, pero no era la voz que había querido escuchar. Me hizo querer irme, pero no tenía sentido tratar de irme una vez que había dicho mi propio nombre.

Este es un juego de otome. ¿Dónde está la función de guardar y volver a cargar? 

Nunca había sentido tantas molestias hasta ahora que abría la puerta.

Lo primero que vi fue a la persona que me había hablado. No me sorprendió, pero todavía sentí decepción. Quería haber estado equivocada de alguna manera, pero la persona que estaba sentada allí era exactamente a quién esperaba.

—Hola, príncipe Runa. Lamento molestarle tan de repente.

—No me importa. Escuché sobre el asunto de recibir una respuesta por la invitación de Julius.

—Gracias… ¿Julius no está aquí?

En ese momento, no había nadie más que Runa y yo en la habitación. Estaba feliz de que Tuvalu no estuviera aquí, pero tampoco podía decir que me gustara estar a solas en una habitación con Runa. Lo ideal sería que ninguno de los dos estuviera presente.

—Julius y Thomas están trabajando en el directorio de cada departamento. Tuvalu y Seeka están en la oficina del maestro.

Qué terrible momento. Esta tenía que ser mi suerte. Las cosas no estaban tan mal ya que Tuvalu no estaba aquí pero… no, aún era lo peor.

—Siento molestar mientras está ocupado. ¿Vuelvo más tarde?

Quiero volver más tarde, ¿puedo irme ahora?

—No, no comienzo a trabajar hasta que todos regresen. No tienes que preocuparte por eso.

¡No me preocupo por algo así! Quería que él dijera que debería irme porque estaba ocupado.

—Por favor toma asiento. ¿Tomarás té o café?

—Té, gracias.

Sí, no pude escapar. Si tuviera que llegar a esto, también podría decir que no y marcharme.

Cuando me senté en el sofá como la primera vez que vine aquí, el mayordomo apareció sin hacer ningún ruido y me ofreció una deliciosa taza de té. Honestamente, era aterrador cómo podía borrar su presencia de esa manera. Si él aprendiera la importancia de que tu presencia sea percibida por otros…

—¿Entonces qué vas a hacer? Eres bienvenida si elige…

—Lo siento mucho… Pero vine a rechazar la oferta.

Me he estado disculpando sin parar por un tiempo ahora. Incluso si lo odiaba, este que estaba frente a mí, seguía siendo un príncipe. Había muchos príncipes en esta academia, pero Craine era, sin lugar a dudas, el país más grande. La academia en sí estaba en el suelo de Craine, por lo que su poder no debía ser subestimado.

La idea de desagradarle es aterradora en sí misma. ¡Y yo estaba aquí para rechazar una oferta! ¡Pero tampoco era como si estuviera equivocada!

Por dentro, estaba bastante nerviosa, pero doy la impresión de que lamento mucho mi decisión. Parecía que Julius ya lo había adivinado, pero yo no sabía nada de Runa. Nunca supe realmente lo que estaba pensando. Traté de imaginar cuál sería su respuesta, pero no pude, ya que me senté con un sudor frío… pero la respuesta de Runa fue sorprendentemente normal.

—Esperaba esto.

—¿Eh?

—Julius me había dicho que era probable que dijeras que no.

—Es eso así…

Gracias, Julius. De repente, te tengo mucho más cariño que antes. 

Sin embargo, ahora me sentía aún más culpable por rechazar la oferta.

—¿Te importa si te pregunto por qué?

—El consejo estudiantil representa a los estudiantes. Siento que es irresponsable de mi parte el ingresar sin la preparación adecuada.

La explicación preparada con antelación va sin problemas.

Sí, eso fue bueno, aunque era mentira. 

La verdadera razón era que no quería estar cerca de posibles intereses amorosos. Especialmente, Tuvalu. Eso sería tortura. Pero, aún así, había una brecha monstruosa entre la cara que ponía y mis verdaderos sentimientos. Tal vez ésta era una buena habilidad para navegar por el mundo.

—Oh, no creo que sea algo tan grandioso.

—¿Eh…?

—No importa. Entiendo tu razón, por muy desafortunada que sea. Siento molestarte.

—Ah… no, lo siento por no poder ayudar.

Él había murmurado algo que era demasiado suave para escuchar, pero lo dejé pasar porque no quería decirme. No es que tuviera tanta curiosidad sobre eso. No era bueno saber demasiado sobre los posibles intereses amorosos de todos modos. Eso fue lo más importante que aprendí en el campamento. La segunda cosa más importante es la importancia de los amigos.

—No es nada de lo que deba preocuparse, señorita Tempest. Fuimos nosotros los que te hemos involucrado sin la debida consideración.

Su expresión apenas cambió, pero sus palabras fueron siempre directas y sin mentiras. Era completamente diferente de Tuvalu, cuyas palabras siempre parecían tener significados ocultos. Él podría aprender una o dos cosas de Runa, ya que lo adoraba tanto.

—Gracias. Pues… me disculparé.

Los otros podrían regresar si me quedo aquí demasiado tiempo. Personas como Tuvalu o Tuvalu… y Tuvalu.

Sin embargo, sí quería ver Julius… Tendré que preguntarle a Catalia más tarde. Parecían llevarse bien, y preguntarle a un estudiante de tercer año probablemente sea una buena idea. 

Me puse de pie y me incliné. Mis pies se sentían mucho más ligeros, ahora que un peso había sido levantado de mi corazón. ¿O era sólo yo? En cualquier caso, no cambiaba el hecho de que ahora me sentía mucho más alegre. Creo que me detendría en el club de jardinería y le contaría a Keito sobre esto.

Tales eran mis pensamientos cuando llegué a la puerta pero… Justo antes de que mi mano tocara el pomo de la puerta, hubo un clic cuando el pestillo se abrió desde el otro lado.

—Estoy de vuelta… ahh, Mariabell. Estás aquí.


Raine
Chan, chan, chan, chan... ¡Está de vuelta! ¿Quién está de vuelta...? ¿Pueden adivinarlo?

6 respuestas a “Modo Automático Apagado – Capítulo 76: Vuelve a mí, sentimiento persistente”

    1. No se me pasó el murmullo de Runa… el…. puede leer la mente!!! Lo se!! O DIOS, estoy releyendo capítulos, y tan solo imaginar eso mientras Mariabell piensa en sus interacciones anteriores es…. OMG!!! Me encanta!! *~*

  1. AHHHH, Realmente amo mucho a Runa, y espero que si él se enamora de ella, sea correspondido <3
    Creo que los que llegaron fueron Tuvalu y otro miembro mas, eso seria divertido xD

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