Traducido por Naremi
Editado por Sakuya
—¡Te lo diré, te lo contaré todo! —Qiao Ming se derrumbó en el suelo—. Te lo ruego, ¡déjame ir!
Baili Hongzhuang abrió los ojos, helada y despiadada.
—¡Habla!
—¡La persona que me contrató es la señora del general, Su Wanjing!
Baili Hongzhuang enarcó las cejas, sorprendida. Ella pensó que fue el general Dai quien envió al asesino, no Su Wanjing.
¡Su Wanjing, realmente hiciste un gran movimiento!
Al principio pensó que la Casa del General no tendría nada más que ver con ella, ¡pero parece que otros no piensan lo mismo!
—¡Ya que, ya perdiste tu valor, muere!
La voz de Baili Hongzhuang era fría, ¡apuñaló directamente a Qiao Ming con su espada!
Si puedes matar gente, otras personas también pueden matarte.
Como Qiao Ming quería matarla por dinero, él también debería estar preparado para ser asesinado.
¡Estas palabras eran especialmente ciertas!
—¡Maestra, esa Su Wanjing es realmente molesta!
La cara de Little Black estaba llena de furia difícil de ocultar. Su Wanjing era simplemente demasiado estúpida. A pesar de que la Maestra ya la había puesto en su lugar, ¡seguía causando problemas!
Baili Hongzhuang entrecerró los ojos. ¡Parece que su lección no fue suficiente!
Nunca tuvo una buena opinión de Su Wanjing.
Desde la infancia hasta ahora, siempre parecía de buen corazón. Pero en realidad, mientras que ella y Qin Yayun tenían una imagen gentil y suave en la Casa del General, sus corazones eran en realidad crueles y viciosos.
—Maestra, deberías dejar esto a Little Black y a mí. Desde el momento en que llegamos aquí, ¡Little Black y yo nunca nos hemos revelado! —Little White protestó.
Al escuchar sus palabras, Baili Hongzhuang se quedó en silencio por un momento, no quería hacer esto, pero si no lo hacía, Su Wanjing solo continuaría con sus travesuras.
Entonces, ¡solo podía resolverlo ahora!
Baili Hongzhuang asintió con indiferencia.
—Entonces se los dejo a ustedes.
Al verla estar de acuerdo, las caras de Little Black y Little White estaban llenas de emoción. Rápidamente se fueron a la casa del general.
♦ ♦ ♦
Su Wanjing estaba constantemente caminando de un lado a otro dentro de su habitación. De vez en cuando miraba por la puerta, tratando de encontrar al asesino que envió. ¡Tratar con Baili Hongzhuang no debería ser un problema en absoluto!
Solo después de la muerte de Baili Hongzhuang, ¡su resentimiento puede ser reprimido!
Al principio, ella odiaba a Qin Yayun hasta la muerte, y ahora, ¡la hija de Qin Yayun incluso mató a su propia hija!
¿Cómo podría ella tragarlo?
¡Esa maldita Qin Yayun, esa desgraciada Baili Hongzhuang, esas dos malditas bastardas!
Pero después de esperar durante mucho tiempo, Su Wanjing fue lentamente incapaz de mantener la calma.
—¿Por qué no está aquí todavía?
—¿Estás esperando al asesino?
Una voz repentinamente resonó a través de la habitación, rompiendo el silencio de la habitación.
Su Wanjing se sobresaltó, pero cuando miró a su alrededor con terror, no había nadie ahí.
—¡Maldita bruja, tratando de matar a nuestra Maestra!
Frente a los sorprendidos ojos de Su Wanjing, una bola de pelos blanca y otra negra aparecieron ante ella.
En tal situación, el pensamiento de sus identidades escapó por completo de la mente de Su Wanjing, solo podía mirar fijamente, preguntando—: ¿Baili Hongzhuang los envió a ustedes? ¿Ella no está muerta?
—Si pensabas que ese asesino sería suficiente para lidiar con la Maestra, ¡estás soñando! —Little Black resopló fríamente.
—¿Y esta vieja bruja todavía habla basura? ¡Matadla ya!
Little White era demasiado perezoso para lidiar con sus tonterías. Brillantes rayos de poder espiritual inundaron la habitación, haciendo que Su Wanjing saliera volando de la habitación. Su cuerpo golpeó fuertemente la pared y se deslizó débilmente, en silencio.
