Traducido por Naremi
Editado por Sakuya
Ling Jiaxin y Liu Jingkun sostenían las Píldoras de Apertura del Canal, sus rostros llenos de emoción. Los beneficios que trae esta Píldora para los cultivadores eran enormes, ¡ah!
Pangyun Xiang siguió detrás de los dos, un rastro de impotencia y tristeza en su rostro.
Los tres habían ofrecido claramente el mismo precio, pero Baili Hongzhuang eligió sólo a dos de ellos, Ling Jiaxin y Liu Jingkun.
Esta fue la primera vez que Dai Yunyang le confió algo para que lo manejara, pero ya había fallado. Si esto hacía que Dai Yunyang no estuviera contento con su capacidad, ¡sería una gran pérdida!
—Señorita Ling, ¿qué hacemos con la píldora que compró Wei Meidai?
Liu Jingkun frunció el ceño ligeramente. Originalmente, según su plan, todas las píldoras de apertura del canal deberían haber sido suyas.
Pero nadie esperaba que Wei Meidai apareciera y cambiara eso.
Entonces, incluso si acusaran a Baili Hongzhuang, ¿no sería todo inútil?
Todos ya sabían que los dos guardaban profundos rencores con Baili Hongzhuang, por lo que si decían que era falso y Wei Meidai decía que era real, era obvio a quién le creerían todos.
La cara de Ling Jiaxin también se volvió un poco preocupada. Finalmente habían encontrado una manera para que Baili Hongzhuang llorara todos los días con gran dificultad y se lamentara inútilmente, entonces, ¿cómo podría arruinarse todo ahora?
—¿Qué tal si vamos y sondeamos a Wei Meidai? —Ling Jiaxin sugirió—: Mientras le demos algunos beneficios, Wei Meidai debería aceptar actuar con nosotros.
Liu Jingkun asintió.
—Bien, ¡vamos a investigar las intenciones de Wei Meidai!
Wei Meidai inmediatamente se fue con la Píldora de Apertura del Canal. Mucha gente codiciaba la píldora en la Ciudad de Agua Celeste, por lo que tuvo que dársela a su Maestro lo antes posible.
Pero, Wei Meidai de repente dejó de caminar, bloqueada por alguien.
Wei Meidai no pudo evitar sorprenderse un poco. Estaba a punto de usar su identidad como maestra de píldoras para intimidarlos, pero cuando vio que eran Ling Jiaxin y los demás de antes, un destello de duda no pudo evitar aparecer en sus ojos.
—¿Qué están haciendo, chicos?
Ling Jiaxin sonrió brillantemente, acercándose un poco más.
—Señorita Wei, vinimos a pedir su ayuda.
Wei Meidai levantó una ceja.
—¿Con qué?
—¿La señorita Wei estaría potencialmente interesada en vendernos la píldora de apertura del canal?
Al escuchar sus palabras, Wei Meidai miró a Ling Jiaxin y negó firmemente con la cabeza.
—Fuera de duda, esta píldora es demasiado útil para mí. Si es solo eso, no hay necesidad de hablar más. No te venderé esta píldora.
Un rastro de decepción pasó por los ojos de Ling Jiaxin, pero la respuesta de Wei Meidai no fue una sorpresa.
Con la identidad de Wei Meidai como maestra de píldoras, no le faltaba dinero, entonces, ¿por qué querría vendérselos?
Wei Meidai terminó de hablar y se preparó para irse, pero cuando vio que Liu Jingkun y Pang Yunxiang seguían bloqueando su camino, frunció el ceño.
—Ya hablé, ¿qué están tratando de hacer todavía?
Ling Jiaxin pensó un poco. Como no había esperanza de comprarle la píldora, sólo podía hacer lo mejor que podía e intentar algo.
Si fallaba, simplemente moriría perdiendo ante Baili Hongzhuang.
Pensando hasta aquí, Ling Jiaxin bajó la voz,
—¿Qué piensa la señorita Wei sobre Baili Hongzhuang?
Wei Meidai miró a Ling Jiaxin con duda, sin entender por qué de repente estaba haciendo esa pregunta.
No le digas que… ¿Las noticias sobre ella y Baili Hongzhuang en el Gremio de Maestros de Píldoras ya se habían extendido hasta aquí?
Ese día, muchas personas estaban presentes en la escena, pero no había ningún estudiante de la Escuela de Agua Celeste, por lo que ya debería haberse transmitido hacia el exterior…
—Solo di lo que quieras decir, ¿de acuerdo? —La voz de Wei Meidai era fría mientras miraba al grupo de tres de Ling Jiaxin.
Si querían amenazarla, ¡no era tan simple!