Traducido por Zico
Editado por Ayanami
Hua Jing Lan era inexpresiva: — ¡Aquellos que me engañan, los golpeo! ¡Aquellos que me insultan, los mato! ¡Aquellos que me mienten, los desgarraré en miles de pedazos!
Hua Que Qi se sorprendió, pero también sintió un profundo sentimiento de culpa. Era cierto que la familia Hua la maltrataba mucho, pero, —Sin importar lo que pase, Wan Yu es tu meimei[1]. Hacerle eso, ¡es demasiado!
— ¿Meimei? —Hua Jing Lan repetía “alegremente” la palabra. Realmente, fue el destino. Su meimei la arrojó al agua en la vida anterior. ¡Y la meimei de esta vida no podía esperar para matarla rápidamente!
—Huan Jing Lan, detente ahora. Hoy has impresionado a todo el mundo. La abuela se sorprenderá de ti. De ahora en adelante, nadie en la familia Hua te hará pasar un mal rato…
— ¿Familia Hua? —Hua Jing Lan sonrió fríamente. — ¡Nunca he puesto a la familia Hua en mis ojos!
— ¡Hua Jing Lan! —Hua Que Qi aumentó su tono de voz. — ¡Si el hermano sale, no te irá bien hoy!
— ¡Perfecto! Familia Hua: si un miembro viene, lo mataré. ¡Si salen dos, mataré a los dos! —Hua Jing Lan ya no dijo tonterías. Voló directamente hacia Hua Que Qi.
Aunque el rango de Hua Que Qi también era Serpiente Escarlata, pero, comparado con Hua Jing Lan, era muy inferior. El impulso de la pitón de tres metros de altura era simplemente abrumador. Antes de intercambiar diez movimientos, Hua Que Qi estaba en el extremo perdedor.
Ya no podía contenerse. Hua Fei Sheng se puso de pie, pero Fei Ao salió primero.
Fei Ao agarró a Hua Que Qi de los brazos de Hua Jing Lan. Fei Ao envió un golpe con la palma de la mano hacia ella. Las fuerzas internas chocaron. Al mismo tiempo, los dos retrocedieron dos metros.
Hua Jing Lan levantó los ojos. Detrás de Fei Ao, una bestia kirin de color azul hielo extendió sus cuatro garras. Tenía piernas manchadas y escamosas, un cuerpo enorme y una cabeza feroz. La bestia rugió. Su forma se balanceaba. Tenía varios metros de altura.
—Es mejor que el brazo sea pellizcado que el muslo —se dijo pesadamente Fei Ao. — ¡No ganarás contra Hua Bai Xiang!
Hua Jing Lan sintió que era divertido. — ¡Parece que no sólo Hua Que Qi quiere ser el intermediario!
Fei Ao estaba enojado. —No sabes lo que es bueno para ti. ¡Te estoy ayudando aquí!
Hua Jing Lan no podía recordar mucho. Pero recordaba los sonidos de Hua Jing Lan llorando todas las noches y a Jiao Yue y Chu Yun cubiertos de cicatrices. Basada en esto, el que ella matara a Hua Wan Yu, ¡no sería exagerar!
Sus ojos se volvieron fríos y emitió un aura asesina. Dio la vuelta y recuperó la daga incrustada en la estaca. Luego, voló hacia él.
Mirando a los dos luchando en las estacas, Yue Zhuang preguntó nerviosamente, — ¿Quién es más fuerte entre ellos?
—Es difícil de decir. —Yue Liang tenía una mano en su barbilla mientras contemplaba. —Aunque el rango de Fei Ao es más alto que el de Hua Jing Lan, su fuerza interna es realmente fuerte. Es difícil de decir hasta el final.
Yue Fu Yao tomó la mano de Yue Zhuang. Ella sonrió ligeramente. — ¿Por quién estás tan nerviosa?
Yue Zhuang bajó tímidamente la cabeza. Dijo humildemente, —Fei Ao es el hermano pequeño de Yiniang[2]. No hay nada malo en que me preocupe por él…
—Las chicas crecen. —Changan le entregó el té a Yue Fu Yao.
No muy lejos, Rong Pei vio su armónico ambiente. Resopló fríamente y se volvió para mirar la batalla.
[1] Formalismo para llamar a una hermana menor
[2] Término para referirse a una concubina de forma inferior. En este caso se refiere a ella misma como concubina de Fei Ao.