Traducido por Ichigo
Editado por YukiroSaori
Llegó a casa antes de que se le ocurriera una idea, pero todavía tenía unos días antes de que Dahlia viniera.
No tengo que apresurarme, puedo tomarme mi tiempo para pensar.
Cordelia bajó del carruaje y se dirigió a la entrada. Vio una imagen poco común de sus dos hermanos hablando en la entrada, y parpadeó.
¿Mis hermanos Cyrus e Isma?
Cordelia ladeó la cabeza confundida, ya que solo los había visto juntos un puñado de veces.
Vaya, ¿tienen un compromiso especial hoy?
—Pero, hermano, eso es…
—Llevo mucho tiempo pensando en ello. Ya he hecho la petición, y padre lo sabe.
No sé de qué hablan, pero no quiero molestarlos si es algo importante. Pero si no paso por aquí, no puedo volver a mi habitación. ¿Qué debo hacer? pensó Cordelia, pero de seguro no se quedarían aquí hablando si es algo importante. Siguió caminando.
—Estoy en casa, hermanos.
Si los estoy molestando, entonces puedo seguir caminando… Cordelia saludó, Cyrus e Isma se dieron vuelta al mismo tiempo. Sus dos hermanos estaban guapos hoy, aunque los dos llevaban tendencias diferentes. El aura que les rodeaba se volvía más brillante cuando estaban juntos.
—Bienvenida a casa, Cordelia.
Su segundo hermano, Isma, respondió primero con voz suave. El hermano mayor, Cyrus, en cambio, estaba callado, pero parecía preocupado y buscando algo que decir, ya que Isma le había robado las palabras. En cualquier caso, no parecía que estuvieran manteniendo una conversación secreta.
—Es raro que estén juntos.
Dudó en preguntarles sobre qué estaban hablando, pero aun así habló con sinceridad. Isma sonrió.
—Nuestro hermano regresó por negocios, pero ahora va a volver al castillo. Yo me quedaré aquí esta noche.
—Ya veo.
—Sí… Isma, te dejaré el resto a ti.
—Sí, ten cuidado.
Cyrus acarició con ligereza la cabeza de Cordelia al pasar junto a ella y se fue. Ya habían terminado su conversación.
—Entonces, ¿a dónde fuiste hoy? ¿Fuiste a la mansión del marqués Flantheim?
—No, fui invitada a visitar la mansión del Conde Hale hoy por la señorita Hazel.
—Oh, así que tienes una amiga de la misma edad que tú.
—Sí. Hermano, hay algo que me gustaría hablar con usted… ¿Podría escuchar mi petición?
—¿Una solicitud?
Cordelia asintió a Isma, que había inclinado un poco la cabeza.
—La señorita Hazel tiene una hermana pequeña llamada Dahlia que aspira a ser caballero. La invité a venir la próxima vez, y me preguntaba si podría enseñarle algo para hacerla feliz. Así que me gustaría hablar contigo sobre esto —dijo Cordelia, e Isma se cruzó de brazos y tarareó un poco.
—Bueno, la familia del conde Hale suele hacer trabajos que implican idiomas, y no se oye que muchos se conviertan en caballeros, así que creo que la mayoría se alegraría de esto… Hay muchas cosas interesantes en la sala del tesoro del sótano.
—¿Cosas interesantes?
—Por ejemplo, los trajes de la señorita Beatrice, la hermana menor del antiguo jefe hace cuatro generaciones. También hay objetos de los desfiles de la victoria, así que creo que los encontrará interesantes. También hay muchas cosas, así que vamos a verlas juntos.
—Muchas gracias. Me alegro de haber hablado con usted sobre esto, hermano.
Si ese es el caso, entonces estoy segura de que la señorita Dahlia estará feliz. Ella debe saber sobre la señorita Beatrice, la Princesa Negra General, que galopó por los campos de batalla.
Como se esperaba de mi hermano, me dio maravillosas opciones… pensó, me siento mal por haber detenido su conversación. Aunque hayan terminado su discusión, de seguro tenían otras cosas de las que querían hablar.
—¿Qué pasa? ¿Estás preocupada por algo más?
—Es raro que estén juntos, y pensé que había llegado a casa en un mal momento…
—Oh, no es que nuestro hermano tenga mucho tiempo, pero a veces nos encontramos durante el trabajo. No es que no nos veamos tan a menudo como crees, Cordelia.
En efecto, si el hermano Cyrus estaba en medio del trabajo, entonces no tendría mucho tiempo para hablar como dijo mi hermano Isma.
Isma le dio unas ligeras palmaditas en la cabeza de Cordelia, como había hecho antes Cyrus.
—Es raro que digas que quieres invitar a un amigo.
—¿Eh ¿Es… así?
Vernoux y Hazel vienen aunque ella no los invite, y Fulvia viene como su profesora. No recuerda haber invitado nunca a sus amigos, aunque ellos la inviten a ella.
—Si es necesario, puedo hacer comentarios si la invitas en mi día libre.
—¿Eh? ¿Está bien?
—Por supuesto.
Cordelia, que no había previsto tal oferta, no pudo entender lo que Isma decía mientras se ponía delante de ella sonriendo. Sin embargo, fue repentino, pero ella no podía preguntar qué quería decir.
♦ ♦ ♦
Unos días más tarde, un poco antes de que el sol subiera a la cima.
En el salón de la mansión Pameradia, los ojos de Dahlia brillaban ante la cantidad de objetos que tenía delante.
—No puedo creerlo… Esos ahí… ¡Esos ahí son cosas tan maravillosas! ¡No puedo creer que los objetos que la señorita Beatrice amaba existan!
A la emocionada Dahlia, Isma, un activo caballero, le sonrió de manera irónica mientras le explicaba.
—Puede que ya lo sepas, a juzgar por cómo te comportas, señorita Dahlia, pero la señorita Beatriz, la dueña de este conjunto, era muy valiente. Desempeñó un papel activo en la guerra contra el norte, y en los libros de historia se escriben muchas historias heroicas sobre ella.
—¡Sí, sí! ¡La he buscado! No apareció en absoluto después de la guerra y la llamaron la Diosa de la Guerra, la Princesa Negra General. Oh… ¡No puedo creer que el símbolo de la señorita Beatrice, esta chaqueta negra, exista! La piedra de esta pieza del pecho también es muy rara.
—Es su recompensa de la Batalla de la Fortaleza de Talpa.
—¡¿Oh, de esa época?!
Dahlia, que miraba los objetos con las manos cruzadas mientras escuchaba el comentario de Isma, se emocionaba cada vez más.
Cordelia observaba desde muy cerca.
Incluso sabe de esa batalla en el nicho.
Cordelia también aprendió sobre Beatrice porque era parte de su familia, pero no recordaba lo que había aprendido con tanto detalle. La Batalla de la Fortaleza de Talpa también fue una batalla importante, pero hubo otra batalla histórica crítica al mismo tiempo que tuvo más impacto, por lo que la Batalla de la Fortaleza de Talpa podría ser omitida en algunos libros de texto.
Sin embargo, Dahlia lo decía como si fuera normal. Su figura parecía divertirse como si estuviera soñando… y se parecía a Hazel, que hablaba con un Vernoux imaginario en el pasado. Sus sentimientos eran diferentes a los de Dahlia, pero la forma en que expresaban sus sentimientos era la misma.
—Señorita Beatrice es alguien que ha dejado muchas historias, estoy segura de que fue cargada de expectativas por los que la rodeaban desde una edad temprana… Tenía una fuerte voluntad que no pierde ante la presión. Es tan maravillosa. Yo estoy en una situación muy diferente, pero quiero tener una voluntad fuerte como la señorita Beatrice.
Las palabras de Dahlia hicieron que Cordelia sintiera algo indescriptible.
No objetó las palabras de Dahlia de una “fuerte voluntad”. Cordelia también pensó lo mismo cuando entró en la sala del tesoro con Isma el otro día, hasta que encontró un diario escrito por Beatrice.
Sin embargo, había encontrado cosas en el diario que decían que la gente que rodeaba a Beatrice no había tenido ninguna expectativa sobre ella:
La gente dice que soy una marimacho, un caballo salvaje y que hago lo que me gusta. Si ese es el caso, tal vez debería mostrarles lo que es ser salvaje.
Me aguanté y me puse un vestido, pero me regañaron, diciendo que los tacones no son armas. Aunque las cosas que se pueden lanzar son armas.
No es que la gente esperara cosas de ella, sino que era alguien que persevera aunque se le opusiera.
Si lo pensaba con cuidado, no había otros registros de jóvenes damas que empuñen espadas, y mucho menos que estén en primera línea, incluso dentro de la Casa Pameradia, que produce muchos caballeros. En ese sentido, podía acercarse a la situación de Dahlia.
Yo también respeto las voluntades fuertes, pero no creo que tenga que decírselo a la señorita Dahlia.
Dahlia podría estar encantada de conocer la existencia de un diario que nadie conocía. Pero Beatrice ya le parecía la existencia ideal a Dahlia, así que existía la posibilidad de que esta imagen fuera destruida.
Y la señorita Beatrice de seguro no esperaba que nadie leyera su diario en el futuro.
No sé si debo decir esto como alguien que lo ha leído, pero es horrible pensar que alguien pueda leer mi diario. Los diarios no se escriben para que puedan ser leídos por otros… Pensó, y Dahlia volvió a hablar de forma simpática.
—Oh, esta es una bonita bolsa de protección. ¿Es de la señorita Beatrice? Hoy en día, se ponen piedras de nacimiento, y tallas de Dioses de la Guerra en la parte superior de los colgantes para dar suerte. Me pregunto si debería hacer uno.
—Dahlia, de verdad te gustan los caballeros, ¿no? Hoy en día, no hay mucha gente que tenga bolsas de protección, algunos caballeros ni siquiera saben de su existencia.
Isma estaba impresionado, y Cordelia en general estaba de acuerdo con su opinión.
De verdad debe admirar a los caballeros fuertes.
Pero si le gusta tanto la historia y tiene buena memoria, entonces no tenía que saltar desde el segundo piso para huir de sus lecciones.
Había conseguido que Dahlia estudiara mucho, pero, al menos, no parecía que ella odiara el aprendizaje en general. Cordelia se preguntó cuál era el problema fundamental, y una vez más habló con alegría, y desvió la mirada hacia el siguiente punto. En respuesta a su voz, Isma comenzó una nueva explicación. Hizo una pausa y se le dibujó una sonrisa divertida en el rostro.
—Hermano. ¿Qué pasa?
—Nada, creo que la joven Dahlia se parece a Cordelia.
—¿A mí?
—Sí. Me parece que actuabas así la primera vez que fuimos al bosque.
Isma recordó de forma nostálgica y agradable, pero Cordelia no sabía qué responder.
¿Actué así? Recuerdo que estaba contenta, pero no quería mostrar mis emociones en mi cara de esa manera… Pero podría parecerle lo mismo a mi hermano.
No, esto… Aprecio si parezco así de encantador.
Sin embargo, yo era un poco mayor que mi hermano Isma en mi mundo anterior ya que tenía veinte años, así que me sentiría un poco avergonzada si me viera como la señorita Dahlia en este momento.
—Señor Isma, ¿no me digas que este objeto es…?
—Sí, ese adorno para el pelo es de seguro…
De todos modos, creo que está bien que la señorita Dahlia esté contenta… Cuando pensó eso, oyó un ligero golpe en la puerta. Cordelia abrió la puerta en silencio para no molestar a la absorta Dahlia, y apareció Emina.
—Disculpe. ¿Desea almorzar? El almuerzo está listo para ser servido en cualquier momento.
—Vaya, ¿ya es esa hora?
No se había dado cuenta de que el tiempo pasaba porque estaba abrumada por el entusiasmo de Dahlia. Isma adivinó de qué hablaban Cordelia y Emina.
—Entonces, vamos a almorzar pronto.
—Ah, mm, erm, un poco más… ¡Por favor, déjame mirar estos artículos un poco más!
Dahlia suplicó y se quedó mirando una espada ante la invitación de Isma. Supongo que está cautivada por los objetos. Aunque la comida ya está preparada, deberían necesitar un poco más de tiempo para prepararla, así que debería estar bien. Isma también pensó lo mismo.
—¿Por qué quieres convertirte en caballero, señorita Dahlia?
—Me enamoré de ellos a primera vista.
—¿Amor a primera vista?
—Sí.
Dahlia sonrió al hermano y a la hermana, que hablaron al mismo tiempo.
—Mi madre admira mucho a la Reina, y tiene una postal de la Reina en un palanquín, pero las mujeres representadas en ese postal parecían geniales. Era más encantadoras que las mujeres que había visto antes en los libros ilustrados. Entonces, investigué y mi admiración por ellas se hizo más fuerte.
Con las manos en ambas mejillas, continuó contenta.
—Por supuesto, hay una diferencia entre mi admiración y la realidad. Cuando empecé a aprender a manejar la espada, me sorprendió su peso. Y aprendí que las espadas no eran objetos elegantes, sino armas. Pero de seguro quiero ser reconocida por mis habilidades con la espada y ser útil. Lo seré.
Su aspecto lleno de confianza no es de seguro mi imaginación. La señorita Hazel también dijo que los reflejos de la señorita Dahlia son buenos. Isma sonrió de manera irónica, y habló, quizás porque él también se sentía así.
—No hay nada mejor que poder proteger a la gente sin tener que empuñar una espada.
Cordelia sintió calor por las palabras que Isma había pronunciado con calma, aunque tuviera las habilidades, pero Dahlia ladeó la cabeza.
—Creo que las espadas son importantes aunque no tenga que proteger nada. Creo que si te entrenas, entonces mejorarás y superarás la ingenuidad.
—Señorita Dahlia, lo que acabas de decir suena como algo que diría un maestro de la espada.
Dahlia miró con orgullo a Isma, que dijo que estaba deseando que llegara el futuro.
Cordelia pensó que su aspecto era encantador y sonrió de manera irónica preguntándose si escapar de sus estudios estaba incluido en su ingenuidad.
Al cabo de un rato, el almuerzo que les dio la bienvenida era colorido y agradable a la vista. El aperitivo era pato marinado, seguido de ensalada, y el plato principal era pescado blanco frito con pan rallado, y jarrete de cordero guisado. El pan estaba amasado con pasas y nueces.
Los platos de Cordelia y Dahlia estaban muy bien arreglados, y el plato de Isma no solo era precioso sino que además era una ración grande.
—Está muy delicioso. La carne se deshace en la boca.
Dahlia estaba embelesada, y su ritmo de comer era mucho más rápido que el de Cordelia, aunque había comido mucho más que ella, porque seguía repitiendo con el pan.
La ración de mi hermano es en especial grande, pero las nuestras tampoco eran pequeñas…
Come muy bien, pensó Cordelia, mientras inclinaba la cabeza y le preguntaba a Dahlia.
—Señorita Dahlia, ¿con qué frecuencia tienes práctica de espada?
—Me enseñan una vez cada tres o cuatro días. De verdad quiero practicar más, pero tengo que hacer prácticas independientes y aumentar mi fuerza física cada día. ¿Por qué?
—Me preguntaba si la cantidad de comida no es suficiente si haces mucho ejercicio.
Pero la cantidad de comida debería ser suficiente si hace ejercicio como dice que hace, pensó Cordelia, pero Dahlia soltó un poco avergonzada:
—Eh, mm…
—Podemos preparar más comida si no es suficiente. Hans, ¿qué hay disponible?
—Todavía tenemos carne y pan. Y… los cocineros pueden hacer algo con huevos si no.
—Entonces… Oh sí, ¿quieres probar algo inusual? Creo que a la señorita Dahlia le gustaría el “Tofu” que Cordelia hizo cubierto de huevos.
—Entonces, ¡por favor, hazlo!
Su cuerpo estaba lleno de energía y transmitía que estaba feliz con el ofrecimiento. Cordelia estaba impresionada por la sugerencia de Isma que hizo que Dahlia estuviera encantada.
—Señor Isma, ¿te gustaría el postre?
—Me gustarán las frutas, como siempre. Las otras dos de seguro preferirán algo más dulce.
—Señoritas, tenemos pastel de chifón y pastel de lava.
—Entonces, tomaré pastel de chifón.
Cordelia pensó que podría disfrutar del pastel de lava durante la hora del té, pero Dahlia parecía un poco perdida. Cordelia sonrió.
—Señorita Dahlia, por favor, come los dos.
—Pero…
—Los dulces de la Casa Hale también son deliciosos, pero los nuestros también lo son.
—Entonces… por favor.
Cordelia pensó que era lindo y reconfortante que Dahlia quisiera un poco aunque pareciera avergonzada.
Pero, al mismo tiempo, pensó que tal vez…
—¿Tienes algún plan después del almuerzo?
—Me preguntaba si podrías mostrarme la biblioteca. Debe haber crónicas de guerra interesantes allí, ¿no?
—Sí, así es. Si no puedes terminar un libro, puedes llevártelo a casa.
En realidad, Cordelia quería hablar en el invernadero después del almuerzo, pero pensó que si iban a la biblioteca, como Dahlia había sugerido, eso le impediría escapar de sus estudios.
Así que, después de que hubieran consumido su deliciosa comida, decidió cambiar el horario e ir a la biblioteca.