¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 50: La chica soñadora (1)

Traducido por Ichigo

Editado por YukiroSaori


Después de salir del castillo, Cordelia no se dirigió a la confitería como habían planeado, sino que fue a la iglesia donde se alojaba la heroína. La casa de Fulvia estaba muy cerca de la iglesia, lo suficiente como para oír el coro, así que Cordelia y Ronnie recorrieron el mismo camino que habían tomado cuando fueron a su casa.

Voy a ver a la heroína para entender la situación… Seguro que Ghost estará cerca un rato para comprobar mis progresos.

Si es una lucha con mucha gente, puede pasar desapercibido, pero si es un lugar con poca gente, se esconderá para poder observarme. Sin embargo, si tomo una ruta custodiada por caballeros, entonces podría ser atrapado.

Había estado pensando todo el tiempo que caminaban, así que llegaron a la iglesia en poco tiempo.

Sin embargo, Cordelia vio una situación inesperada cuando llegó a la iglesia.

¿Caballeros frente a la iglesia…?

La iglesia era pequeña. Cordelia había oído que en las iglesias grandes, donde acudía mucha gente, solían haber guardias, pero no esperaba ningún desorden en una iglesia modesta, ubicada en un lugar tranquilo.

Y, parece que la bandera del caballero está izada en uno de los edificios al lado de la iglesia, pero ¿qué significa esto..? ¿Eh?

Ella miró el edificio, preguntándose qué era, y vio a alguien familiar.

—¿Es esa la señorita Clarice…?

Aunque no estaban lo bastante cerca como para que el susurro de Cordelia llegara a Clarice, esta la notó de inmediato, ya que había poca gente alrededor. Parecía sorprendida y se acercó a ella.

—Cuanto tiempo sin verte, señorita Cordelia. ¿Cómo está?

—Bien. ¿Y usted, señorita Clarice?

—Yo también. Estoy muy sana y tengo fuerza extra, así que estoy trabajando en perfectas condiciones.

Clarice mostró un gesto tranquilo y elegante. Era una mujer caballero de la Guardia Imperial y subordinada de Cyrus. Cordelia la había conocido la primera vez que se encontró con Ghost. En aquel entonces no había bromeado, pero ahora lo hacía, lo que revelaba su verdadera personalidad.

—¿A dónde vas hoy?

—Voy de camino a visitar a la farmaceutica, pero he leído algo sobre las vidrieras de esta iglesia, así que he pensado en pasarme a verlas.

—Ya veo. Ah, sí, he oído que has ganado el concurso. Enhorabuena.

—Muchas gracias.

—En realidad, los caballeros han estado hablando del papel comestible. Usamos una medicina para recuperar fuerzas… es efectiva, pero huele horrible y, al mezclarla con agua, es difícil de tragar. Si la tomamos en polvo, el sabor amargo y astringente casi nos hace desmayar.

—Eso… La gente dice que la buena medicina es amarga, pero me alegro de que pueda ser útil.

La medicina en sí necesitaba una mejora en el sabor, pero la voz de Clarice dejaba entrever que había pocas esperanzas de lograrlo. Cordelia no había oído nada al respecto en casa, aunque pensó que sus hermanos también podrían estar interesados. Sabía que era necesario comprobar si el momento en que el oblaat se disolvía afectaba la eficacia del medicamento, ya que este actuaba dentro del cuerpo. Aun así, si lograba confirmarlo, quería iniciar la producción en masa lo antes posible.

Si lo hago en cápsulas, sería fácil de llevar, pero eso es solo un plan por ahora. Hay algo a lo que debo dar prioridad en este momento, mientras pensaba en eso, Clarice le hizo una propuesta inesperada.

—Señorita Cordelia, ¿quieres que te enseñe los alrededores, ya que vas a la iglesia? Te contaré un poco de lo que sé.

—¿Eso estará bien? —Cordelia se sorprendió porque parecía que Clarice seguía trabajando.

—En realidad estaba en el turno de noche, así que ya terminé de trabajar. —Clarice se rió con un poco de picardía.

—Entonces, ¿no estás cansada…?

Ya es más de mediodía. Si ha terminado de trabajar, seguro quiere irse a casa a dormir.

Sin embargo, Clarice rió con suavidad y disipó la ansiedad de Cordelia.

—No tienes que preocuparte por mí. Nos has librado de la amargura de esa medicina, así que por favor déjame hacer lo que pueda.

—Señorita, ¿por qué no lo aceptas? —Ronnie instó a Cordelia a aceptar ya que aún estaba indecisa.

Su expresión decía, “te arrepentirás si te niegas”.

—Entonces, por favor, hazlo.

—Sí, por supuesto.

La vidriera era solo una excusa para ver a la heroína, pero Cordelia no podía rechazar la buena voluntad de Clarice. Además, Ronnie, a quien Clarice debía agradecer el oblaat, le había sugerido que aceptara.

Creo que dejaré que me enseñe el lugar, pensó.

—Mm, lo siento, señorita Clarice. Olvidé presentarlos. Este es Ronnie Eris, un mago que trabaja para nosotros.

—Me llamo Ronnie Eris. Es un placer conocerte.

—Mucho gusto. Soy Clarice Keighley.

Después de presentarse, Clarice entró en el edificio contiguo a la iglesia y dijo:

—Iré a informarle a mis colegas.

Al poco tiempo, volvió a salir.

—Siento haberles hecho esperar. ¿Entramos?

—Ahora que lo pienso, ¿por qué está aquí hoy, señorita Clarice? ¿Es por tu trabajo?

No quería forzar a Clarice a hablar si era un asunto confidencial, pero se preguntaba qué hacía una miembro de la guardia imperial en un turno de noche aquí.

Clarice se rió, restándole importancia.

—Estamos aquí como apoyo. La jurisdicción en esta zona es amplia, así que se creó una nueva guarnición. La estación se inauguró hace un mes, pero aún tenemos mucho que trasladar y reclutar.

—Gracias por su trabajo duro. ¿Hay un caballero haciendo guardia en la iglesia porque la estación está al lado?

—Sí. También queremos estrechar las relaciones con nuestros vecinos. La estación suele tener dos guardias apostados fuera, pero aquí la carretera está cerca, así que podemos ocuparnos de cualquier problema que surja aunque tengamos una persona apostada en cada lugar. Aunque parezca sorprendente tenemos buena reputación aquí.

Cordelia sonrió mientras escuchaba a Clarice. Era raro hablar con caballeros, así que, de algún modo, entendía cómo se sentían.

Si la heroína está cerca de los caballeros, no debería ser secuestrada tan fácilmente de la iglesia, ¿verdad?

Incluso si no estaban allí para proteger a la Chica Soñadora, la heroína estaría a salvo. Pero, si llevaban desde el mes pasado, Ghost debería saberlo.

¿Qué significa esto? ¿Los secuestradores tienen un plan que ni siquiera los caballeros podrán detener?

Los caballeros compartirían información si veían a alguien sospechoso.

¿Está Ghost insinuando que los secuestradores son infiltrados?, Cordelia atravesó las puertas de la iglesia, aún confundida por la información que le había dado Clarice.

La iglesia estaba fresca y tranquila, y solo estaban ella, Clarice y Ronnie.

—El sacerdote me dijo que esta iglesia es pequeña, pero tiene la historia más antigua de la capital real. El estilo arquitectónico y las esculturas de esta iglesia son importantes bienes culturales. La estatua de piedra a la derecha del altar…

Cuando Clarice empezó a explicar aquello, la puerta que había detrás de la estatua de piedra se abrió y apareció un anciano.

El hombre miró a Clarice y pareció sorprendido.

—Oh, señorita Clarice. ¿Son invitados?

—Hola, Sacerdote.

—Siento haberte interrumpido mientras les enseñabas el lugar. No tengo que preocuparme por gente sospechosa porque los guardias están cerca, pero no puedo perder la costumbre de preguntar.

—No, la seguridad es importante. Por favor, siga haciéndolo.

—Invitados, siento interrumpir.

—No pasa nada. ¿Ha habido gente sospechosa por aquí?

La voz de Cordelia sonaba más intranquila de lo que hubiera querido, pero el sacerdote negó con la cabeza.

—Nunca ha venido gente sospechosa a esta iglesia, pero mucha gente visita la capital real. Así que deberíamos estar en guardia ya que aquí cuidamos de niños.

—Sí, es cierto.

—Pero no debo preocuparme demasiado ya que los caballeros están cerca.

El sacerdote sonrió suavemente para tranquilizar a Cordelia antes de decir que saldría un momento.

Cuando la puerta se cerró, Clarice, preocupada, le juró a Cordelia que no debía preocuparse.

—Lo siento, hablamos de algo aterrador. Pero no te preocupes. Nos comprometimos a esforzarnos para proteger cada día a los que viven en la capital real. No romperemos nuestra promesa.

—Señorita Clarice es muy genial.

—Estoy encantada de que pienses así.

—Tengo una amiga que quiere convertirse en caballero. Seguro que se emociona mucho porque los caballeros son así.

Si la señorita Dahlia hubiera visto a la señorita Clarice en ese momento, habría gritado de alegría.

Cordelia y Clarice se sonrieron mutuamente, pero al instante escucharon los gritos de los niños afuera. Sonaban como si estuvieran peleando, como aquellos niños fuera del asilo de Oulu, en lugar de estar jugando.

—¿Se están peleando?

—El caballero de fuera de seguro mediaría si estuvieran peleando…

Clarice frunció el ceño, como si supiera por qué se peleaban.

Cordelia pensó que los niños del lugar estaban luchando, pero los gritos venían de la puerta, no del interior.

Aun así, reconoció una de las voces.

—Saldré un poco a ver qué pasa.

Ronnie también pensó en algo y salió primero. Cordelia también quería confirmarlo con sus propios ojos.

—Estoy un poco preocupada, así que saldré.

—Entonces, yo también.

Clarice también estaba preocupada, y con velocidad se dirigieron hacia la puerta.

Cuando Cordelia salió, Ronnie ya estaba allí, y parecía sorprendido.

Un chico que Cordelia conocía estaba allí de pie.

—Mick. ¿Por qué estás gritando en un lugar como este?

—Oh. Es Dilly. ¿Qué haces?

—Soy yo quien te pregunta eso.

Mick era el que estaba gritando, pero había otros dos niños del asilo de pobres de Oulu aquí. Llevaban caramelos que habían traído.

Me pregunto si iban a casa de la abuela desde el mercado.

Tendrían que pasar por allí para llegar a casa de la abuela, pero Cordelia no creía que Mick levantara la voz, ya que estaba de buen humor por haber comprado dulces. Tampoco parecía estar de mal humor, por lo que no entendía por qué gritaba.

Sin embargo, había algo que debía advertirles antes de preguntar.

—Todos, la maestra dijo que no se puede comer y caminar, ¿verdad?

Los dos niños escondieron sus dulces al oír a Cordelia, pero Mick no parecía asustado.

—No pasa nada. No puede vernos. Estábamos hablando de comprarlos otra vez porque están riquísimos, y entonces ella nos interrumpió. Ella es la que tiene el problema ya que quiere buscar pelea en vez de comprar dulces —dijo Mick mientras señalaba a la chica, a quien Clarice estaba sermoneando.

—Te dijimos que no puedes salir sola… El sacerdote también está preocupado por ti.

—¡Pero se van a mojar porque pronto va a llover! Lo vi en mi sueño, ¡así que de seguro va a llover! No vi a los niños, pero va a llover. Se van a mojar.

Era la primera vez que Cordelia oía la voz de esa chica. Sin embargo, no pudo evitar abrir los ojos al escuchar lo que había dicho. No podía ver a la chica por completo, ya que Clarice estaba en medio, pero Cordelia reconoció esa figura.

La joven, de cabello rosa claro, suave y ligeramente alborotado, con brillantes ojos azules, parecía más joven de lo que recordaba. A pesar de ello, Cordelia quiso evitarla, igual que había hecho con Sylvester. En el juego, ella era la contraparte de Cordelia y la “Heroína”, la Chica Soñadora, Shelley.


Ichigo
¡Oh, no! ¡Por fin ha aparecido! ¡¡¡La enemiga más enemiga(?)!!!
YukiroSaori
Al fin conocemos a la Heroina, ¡ya era hora!

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