Traducido por Ichigo
Editado por YukiroSaori
De camino a casa de Fulvia, Ronnie suspiró tras permanecer en silencio durante largo rato.
—Fue extraño. Esa chica y cómo actuó la señorita.
—¿Yo también?
—Estabas inquieta.
—No puedo negarlo. Quiero decir, ella es un tipo raro de chica.
De verdad quería negarlo, pero temía que eso hiciera parecer que estaba ocultando su agitación. Se encogió de hombros y asintió, haciéndolo en tono de broma.
—Bueno, es una chica muy fuerte. ¿No hay una alta probabilidad de que la señorita conozca gente fuerte?
—Puede ser. Pero ser fuerte no es malo.
—Bueno, la confianza a menudo puede conducir al éxito, pero la presunción también conduce al fracaso.
Realmente le había molestado que la señorita Hazel no la escuchara cuando se conocieron, pero entendía que ese asunto estaba relacionado con ella, por lo que podía comprender sus sentimientos desesperados.
Por otro lado, Shelley estaba enfadada porque Mick y los demás no prestaban atención a sus alegaciones, aunque las había hecho por su bien.
Perdió los nervios porque las cosas no salieron como ella quería, aunque lo había dicho por el bien de ellos. Es diferente de la heroína que conozco del juego.
Si Shelley era diferente de la heroína del juego, entonces quizás no afectaría su futuro, aunque no le causara miedo. No es que no quisiera aferrarse a esa esperanza, pero sentía que otro problema surgiría, independientemente de si estaba involucrada o no. Además, le preocupaba lo que había dicho sobre el príncipe.
—Pero las palabras dichas basadas en sueños. Ella es como un oráculo.
—Lo es.
—Podría vivir una vida fácil si pudiera soñar cómo hacerme rico con velocidad.
—Oh Dios, ¿quieres ver ese tipo de sueño, Ronnie?
—Hmm… No, es problemático si lo pienso con calma. Siento que me pedirán muchas cosas de diferentes personas, y al final será un montón de problemas.
Cordelia suspiró.
¿Está bien que lo entienda con ese tipo de razonamiento?
—Bueno, esa chica no parece ser capaz de soñar con lo que va a hacer, así que puede que no lo haga. En cualquier caso, ella dijo que “sus poderes pueden hacer feliz a todo el mundo”.
—Sí, es cierto.
Tal como había dicho Ronnie, Cordelia no creía que Shelley pudiera controlar sus sueños. Si así fuera, habría soñado con una manera de convencer a alguien como Mick, que no creía en ellos. Además, según los rumores que había oído, los sueños de Shelley no parecían apoyar sus propias acciones.
Pero no creo que ella sea así. Me pregunto si es como la heroína del juego, que no usa sus poderes para sí misma.
Según el escenario del juego, la heroína no tendría necesidad de soñar algo así, por lo que era posible que Shelley realmente viera ese tipo de sueños, aunque no se los contara a nadie.
Había demasiadas incertidumbres, y eso hacía que Cordelia se sintiera deprimida y asustada. Aun así, había tomado una decisión: la protegería. Si no podía dejarla sola, entonces tendría que ayudarla.
—Oye, ¿crees que la gente puede entrar en la iglesia y secuestrarla?
—¿Secuestrarla? ¿También te preocupa lo mismo que la señorita Keighley, señorita?
—Sí.
—No creo que sea imposible, pero será difícil. Incluso si los caballeros están alrededor, hay muchos puntos ciegos. La iglesia es un lugar donde la gente puede entrar con libertad, por lo que es difícil prevenir el crimen allí, por lo tanto es fácil si solo entran en contacto con ella.
—Lo sabía… Pero tienen que entrar en contacto con ella, ¿verdad?
—Sí. La gente lo sabrá incluso si se causa un poco de conmoción, por lo que es difícil para los autores asegurar una ruta de escape. Estaría bien si escaparan ellos mismos, pero sería difícil para ellos escapar con esa chica. Sin embargo, la situación es diferente si ella se escabulle de la iglesia todo el tiempo.
Es cierto… Si Shelley sigue actuando así, puede que ni siquiera necesiten a alguien dentro. Si planean secuestrarla, no tiene sentido contarle a nadie su plan.
Es de verdad un problema que da dolor de cabeza…
Estará bien si al menos reconoce el peligro de su poder… Pero si entra en la sociedad noble con esa actitud, seguro causará problemas al actuar sin pensar.
—Oh, ¿Cordelia?
Se dio la vuelta y vio a un chico conocido con su acompañante.
—¡Vaya! Esto es una sorpresa, joven Myles.
El hijo del vizconde Gunnel, Myles. Ella se había hecho amiga de él, y él también era buen amigo de Vernoux. También estaba en el grupo de planificación de la biblioteca móvil. Sin embargo, era la primera vez que se encontraba con él por casualidad en la ciudad.
—Encantada. Nos hemos encontrado en un lugar inesperado.
—Me alegro de que tenga buen aspecto, Cordelia. Pero estoy sorprendido. Creía que Vernoux sería el único al que conocería así.
Cordelia sonrió de manera irónica, ya que Vernoux paseando por la ciudad era de dominio público.
—Ahora que lo pienso, he oído hablar de él. Has obtenido un buen resultado en el concurso. Enhorabuena.
—Muchas gracias. Esto también es gracias a ti.
—Me sorprendió porque no pensaba que las algas pudieran convertirse en algo así. Tengo que asegurarme de que mi padre no se entere de que hablé contigo sobre las algas desde el principio. Si lo descubre, seguro se enfada y grita: «Haz mejores tratos».
Myles bromeó, pero su tono transmitía su sincera bendición.
Me siento un poco culpable, pero igual no lo habría contado solo por obtener beneficios. Tal vez el joven Myles lo entiende y por eso se ríe y me felicita.
—¿Dónde has ido hoy? No espera, ¿vas a alguna parte ahora?
—Visité la Gran Librería hace un rato, pero voy de camino a visitar a una farmacéutica que conozco. También pasé por la iglesia.
—Ya veo, es una pena. Tengo un libro interesante, así que quería preguntarte si te pasarías conmigo por la oficina si tienes tiempo… Quizá en otra ocasión.
—Sí, en otra ocasión.
Cordelia le dio las gracias a Myles, que retiró su oferta mientras se reía. Ella se sintió mal y le dio las gracias.
—Pero, ¿la iglesia? ¿Qué iglesia visitaste?
—La famosa por sus vidrieras. Es la iglesia más antigua de la capital real…
—Oh, debes estar hablando de la que el conde Zakharov visita mucho.
—Vaya, ¿la conoces?
Cordelia abrió los ojos sorprendida porque había acertado, y Myles continuó mientras sonreía.
—Es famoso por sus obras de caridad, y solía trabajar en la misma industria marina que mi casa.
—¿Solía…?
—Sí. Perdió dos barcos en verano y quebró dos años antes de que naciéramos, pero sigue haciendo obras de caridad. No aparece mucho, pero ha hecho muchas obras de caridad. Si puedes hablar con él, tal vez puedas aprender algo… Dicho esto, yo tampoco lo conozco.
Cordelia se sorprendió por lo que había dicho Myles. Aunque no lo conocía bien, él sabía mucho más de lo que esperaba. Se preguntó si podría obtener más información de él, pero su ayudante le impidió hacer cualquier pregunta.
—Joven Maestro, ya casi es la hora
—Oh, está bien… Es una pena, pero hasta la próxima.
Myles agitó la mano mientras se iba.
No sé cuánto daño puede causar perder dos naves, pero estoy segura de que no es poco.
El conde Zakharov era un hombre de sonrisa amable. Según lo que Cordelia había oído de Clarice y Myles, realizaba muchas obras de caridad, lo que indicaba que llevaba tiempo apoyando a la iglesia.
No creo que deba dudar de esa persona, pero no sabría qué tipo de persona es hasta que lo investigue.
No creía necesario desconfiar de alguien así, pero tampoco podía saber con certeza qué clase de persona era sin investigarlo. Por un lado, esperaba descubrir algo relevante; por otro, deseaba no encontrar nada, y que todo fuera simplemente una mentira de Ghost.
♦ ♦ ♦
Después, recibió hierbas de Fulvia y les explicó a Mick y a los otros dos por qué iba a llover. Luego, al llegar a casa, se dirigió a su biblioteca para buscar información sobre el conde Zakharov.
Seguro que estaba por aquí… Ah, lo encontré.
Cordelia cogió un libro y pasó las páginas.
Su feudo no tiene nada de especial, después de todo.
La principal industria del feudo del conde Zakharov, que se extendía desde el mar hasta el interior, se consideraba la agricultura, pero la vendían más barata porque la calidad era inferior. La cosecha allí no era mala, así que podía asegurarse ingresos, pero no había dinero extra.
Aun así, mantiene de manera activa su feudo. Como era de esperar, se esfuerza mucho en obras de caridad… es lo que me gustaría decir, pero si pienso en los ingresos que genera su feudo, puede que esté gastando más de la cuenta.
Tomó otro documento. El documento contenía las transacciones de su feudo en el comercio marítimo, así como sus principales productos en las últimas dos décadas. Los ingresos que obtenía del comercio marítimo parecían superiores a los que obtenía de la agricultura. Siguió leyendo y llegó al año en que el conde Zakharov perdió dos barcos. Estaba escrito que había comprado dos barcos con herramientas mágicas de última generación a principios de ese año.
Los dos barcos que perdió eran barcos nuevos, ¿no? Pero no pudo conseguir más dinero, así que tuvo que renunciar a comprar naves nuevas…
Cordelia no podía imaginarse cuánto costarían las últimas naves, pero éste era un mundo en el que el coste de un secador mágico era el mismo precio que el de un carruaje. Comprar dos barcos requeriría mucho dinero, y si estaba propulsado por herramientas mágicas, entonces ella podía imaginarse que su situación financiera se deterioraría en el momento en que las perdiera.
Cordelia pasó a la página siguiente y frunció el ceño.
Pero las donaciones del conde no han cambiado… No, ¿está donando más dinero cada año?
Aunque las cantidades donadas no estaban anotadas, sí lo estaba su destino, que aumentaba a medida que pasaban los años. No creo que disminuyera la cantidad donada para poder donar a más lugares. Los nobles no quieren quedar mal, así que no reducirán la cantidad que donen para poder hacer otras donaciones.
Sin embargo, ¿qué significa que siga donando más dinero después de perder sus barcos?
Tengo curiosidad, pero no creo que me moleste en muchos sentidos.
Si sus donaciones no aumentaban, existía la posibilidad de que recurriera al secuestro de Shelley por dinero. Sin embargo, no daba la impresión de ser un avaro, especialmente considerando que realizaba obras de caridad que no le generaban ningún beneficio económico. El conde Zakharov parecía más bien alguien que donaría aún más si tuviera los medios, y que simplemente dejaría de donar si realmente necesitara el dinero.
Y no creo que necesitara anunciar que quiere adoptarla si quiere secuestrarla.
Si la gente llegara a saber que tenía un gran interés en Shelley, podría empezar a sospechar de él, algo que querría evitar si realmente estuviera intentando secuestrarla. A pesar de eso, su comportamiento seguía siendo incomprensible, ya que sus ingresos y gastos no coincidían. Eso despertaba en Cordelia una gran curiosidad sobre la relación entre el conde y Shelley.
—Me pregunto si debo observar sus progresos.
No pude obtener información sobre el conde Zakharov como quería, pero mañana volveré a la iglesia. Si todo sale bien, podré ver a Shelley otra vez. ¿Sabe ella que es hija del Conde Clydereine? Si encuentro algo que lo sugiera, este problema podría resolverse.
Sin eso, ni siquiera Cordelia podría obtener pruebas.
—Ojalá pudiera recordar lo que pasó en el juego…
¿Qué sería suficiente para probar que una chica de pueblo es hija de un conde? Tal vez existiera una escena en el juego que lo explicara, pero, por desgracia, Cordelia no podía recordarlo. Sin embargo, si lograba encontrar esa prueba, y hacer que el conde Clydereine descubriera la posibilidad, podrían resolver la situación mediante una prueba mágica similar a una prueba de ADN.
—Me pregunto si el indicio es algo que no se puede separar de su cuerpo, ya que otros no lo han encontrado. Me pregunto si podré encontrar algo así.
Cordelia no estaba segura de poder guiar la conversación en esa dirección. Uno de los problemas era que Shelley tenía un carácter fuerte y no parecía del tipo que escucha a los demás, pero la otra razón era que Cordelia odiaba tener que hablar con Shelley y el príncipe, desde que sus recuerdos regresaron a la edad de tres años.
—Ya he tomado una decisión… Solo puedo decir que son mis instintos.
Cordelia dio un largo suspiro. Sabía que su cuerpo seguiría resistiéndose ahora que había decidido tomar esa decisión. Se preparó de nuevo mientras guardaba los libros que había leído, y fue entonces cuando Lara apareció en la biblioteca.
—¡Señorita, la cena está lista!
—Gracias.
—No puedo creer que estés en la biblioteca cuando ya fuiste a la biblioteca del castillo. Señorita, de verdad amas los libros y las flores —dijo Lara, mientras recogía los libros restantes y ayudaba a Cordelia a guardarlos.
—Oh, señorita. ¿Puedo tener el día libre mañana?
—¿Día libre? No, está bien. ¿Pudiste reorganizar tu trabajo?
Cordelia ladeó la cabeza ante la rara petición, y Lara habló con orgullo.
—¡De manera perfecta! En realidad, los comerciantes que vinieron hoy me dijeron que hay un circo en la ciudad. No tengo una entrada reservada, y puede que sea difícil ver el espectáculo porque hay mucha gente, pero he oído que hay muchos animales raros alrededor de la carpa, así que quiero ir a verlos —dijo Lara mientras le brillaban los ojos, y Cordelia se rió un poco.
—Bueno. Diviértete.
—¡Gracias!
—¿Por qué no vas con Ronnie? No es divertido ir sola, ¿verdad?
—Tu también vas a salir mañana, ¿verdad, señorita? Lo hablé con la Mentora y está interesada, así que iré con ella y su nieto. Ronnie debería estar haciendo su trabajo.
—Ya veo.
—Y, ¿parece Ronnie alguien que se alegraría de ver animales?
—Eso también es cierto…
Cordelia rió un poco, por eso no parecía decepcionada. Estaba un poco sorprendida de que Lara se hubiera hecho amiga del nieto de la mentora.
—Señorita, ¿por qué no vas allí a descansar? Puede que se te ocurra algo nuevo si vas.
—Hmm, lo pensaré.
Cordelia se sintió interesada, pero sabía que no era el momento adecuado para visitar el circo.
—Si quieres ir, te lo enseñaré, así que no dudes en decírmelo.
Proclamó Lara con descaro, y su mente ya estaba en el circo.