¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 51: Falsas buenas acciones y diligencia sincera (5)

Traducido por Ichigo

Editado por YukiroSaori


Incitada por Isma, Cordelia hizo una ligera reverencia al conde Clydereine mientras sonreía.

—Soy la cuarta hija de Elvis Pameradia, Cordelia Enna Pameradia. Encantada de conocerte.

El rostro del conde Clydereine se distorsionó un poco porque había comparado su saludo con el de Shelley. Pero Shelley habló antes de que el Conde pudiera responder.

—Tu…

—Ha pasado un tiempo, Shelley.

—¿Por qué estás…? ¡Seguro no voy a perder!

—¿Eh…?

Cordelia ladeó la cabeza ante la repentina declaración.

Por un instante, creyó que su reacción se debía a su saludo, pero su actitud amenazante indicaba lo contrario. Isma y el conde Clydereine la observaron con sorpresa, pero ella, ajena a sus miradas, reveló su hostilidad hacia Cordelia.

—¡Lo sé porque lo vi en mis sueños! Estás dispuesta a todo con tal de que Su Alteza te mire, ¿verdad? ¿No te da vergüenza perseguirle durante tanto tiempo?

Ella abrió los ojos ante los repentinos comentarios.

Era difícil para Cordelia entender lo que Shelley había dicho, ya que la realidad era diferente, pero ella no la había reconocido como importante antes.

—Shelley, ¿qué quieres decir?

—¡No actúes como si fuéramos amigas!

—Lo siento, pero rara vez me he reunido con Su Alteza. He conocido a las jóvenes que vienen a las fiestas del té de la reina más veces que a él.

Cordelia apenas había comenzado a visitar el castillo, y resultaba evidente que la afirmación de Shelley era incorrecta. Al menos, el conde Clydereine debía saber que sus palabras no se ajustaban a la verdad. Aun así, le preocupaba que alguien pudiera malinterpretar lo que había oído y difundir rumores sobre ella, por lo que negó las acusaciones con firmeza.

Sin embargo, Shelley no se detuvo.

—Estás mintiendo. ¡Seguro que te interponer en mi camino! Incluso ahora, estás tratando con desesperación de caer en gracia de Su Alteza, ¡¿no es así?! ¡Si tienes tiempo libre, entonces vas a ver a Su Alteza, aunque le estés molestando!

—Aunque digas que voy a verle… Como he dicho antes, solo he visto a Su Alteza dos veces. La primera vez fue por casualidad, y él me convocó la segunda, así que no nos hemos visto en privado.

—¡Pero, apareciste en mis sueños…!

Cordelia chasqueó la lengua dentro de su mente al oír la palabra “sueños”.

Es inútil. No escucha nada que se relacione con sus sueños.

¿Pero no eran infalibles? Sería aceptable si ella estuviera hablando del futuro, pero yo no voy a ver a Silvestre en este momento. Sus sueños ya han cometido un error.

—Aunque lo hayas visto en un sueño, no es muy agradable que te acusen con falsedad —dijo Isma, y el conde Clydereine parecía un poco amargado.

—Ha estado muy ocupada los últimos días, así que puede que haya estado imaginando cosas porque está cansada. Shelly, nos vamos a casa.

—¡Pero padre!

—Es suficiente, nos vamos. Discúlpenos.

Después de que los dos se perdieron de vista, Isma suspiró y se encogió de hombros.

—¿Estás bien?

—Sí, solo me sorprendió un poco.

Sí, solo estaba sorprendida al principio.

Sin embargo, no podía reír ni mentir al recordar las palabras de Shelley, pues la Cordelia de la que hablaba era como la Cordelia del juego.

¿Qué significa esto?

Es imposible preguntarle a Shelley al respecto.

Si eso era cierto, la única pista que le venía a la mente era la historia de la primera Santa de la que Clarice había hablado en la Gran Librería: el diario del evangelista. Quizá su diario no mencionara nada, pero era la única pista que se le ocurría en ese momento.

—¿Puedes mantener esto en secreto ante padre? Seguro se convertirá en una molestia si se entera.

—De acuerdo. El conde Clydereine también parecía darse cuenta de que lo que decía no era cierto, así que no tengo que preocuparme de que se extienda rápidamente.

A pesar de las palabras de Isma, Cordelia percibió cierta irritación en su tono.

—Sí. El conde Clydereine sabe que no visitas a Su Alteza… o mejor dicho, debería saber que ya no eres candidata a reina, así que ahora más que antes debería entender que no vas a ver a Su Alteza. Esa chica dice cosas extrañas.

Su voz era tranquila, pero con un filo evidente. Sin embargo, a Cordelia no se le ocurría qué responder, y solo deseaba llegar cuanto antes a la Gran Librería.

♦ ♦ ♦

Cordelia se reunió enseguida con Ronnie después de separarse de Isma en la Gran Librería, luego se dirigió sola al rincón donde estaban reunidos los libros sobre Su Santidad. Sus historias eran populares como obras de teatro aunque eran más guiones que hechos reales.

Entre esos guiones, el libro que Cordelia buscaba tenía una encuadernación sencilla y estaba metido en la estantería.

—Lo encontré.

Cordelia tomó el libro cuya portada solo mostraba la palabra “Evangelista” y hojeó sus páginas rápidamente. Ahora que lo tenía en sus manos, sintió que era innecesario moverse hasta una silla.

Este es un documento escrito por mí. Así que escribiré con diligencia.

El diario, comenzaba con una frase informal, era una copia del diario del Evangelista.

El ominoso final de quien poseyera el poder del Soñador del que hablaba Ghost, Shelley, la chica de la que se rumoreaba que seria una santa, por su equívoco sueño… Aunque Shelley no poseyera tanto poder como Su Santidad original, Cordelia esperaba encontrar alguna señal de ese poder en el diario.

El diario, escrito en lengua antigua, resultaba algo difícil de leer, pero aun así ella podía descifrarlo. Comenzaba con el encuentro del Evangelista con el primer rey. Si lo que allí se consignaba era cierto, el Evangelista se había burlado de él, mostrando una notable falta de respeto.

Aparte de eso, una mujer que parecía la “Santa” apareció repentinamente en el diario del Evangelista. Si bien no había descripciones específicas, la expresión “Mujer Misteriosa” comenzó a aparecer con mayor frecuencia en sus páginas. Con el tiempo, “Mujer Misteriosa” se transformó en “Soñadora” y finalmente en “Santa”.

En el diario, el Evangelista consignó sus impresiones sobre ella, mencionando cómo la Santa soñó con una calamidad que se cernía sobre el primer rey, lo que la impulsó a tomar contramedidas y a convertirse en una de las fundadoras del reino; este hecho también constaba en los libros de historia. En cuanto a la personalidad de la Santa, la describieron como una mujer tranquila que anteponía a los demás a sí misma y que parecía trascender lo humano. Esto podía interpretarse como una muestra de respeto y preocupación por ella como compañera. Cordelia percibió la profunda amistad que los unía. El diario también contenía numerosas anotaciones personales, como detalles de sus comidas diarias y actividades en la ciudad.

Sin embargo, la segunda mitad del diario era oscura.

Cordelia creyó que el Evangelista no escribiría sobre la Santa durante un tiempo, pero la siguiente mención tenía un contenido muy diferente a las entradas anteriores.

Quizá sea mejor que la Santa no vuelva a mencionar sus sueños.

Tras esa breve frase, las anotaciones sobre la Santa cesaron de nuevo.

Un mes después, la Santa fue mencionada otra vez. Aquella entrada estaba escrita en un idioma aún más antiguo que la lengua antigua. Cordelia necesitó un diccionario para descifrarla, así que buscó uno y se acercó a una mesa cercana. Las traducciones no eran exactas, pero comprendió la idea general de lo que el evangelista había escrito.

Me pregunto si lo escribieron en una lengua más antigua que la que se usaba entonces porque no querían que otros lo leyeran.

Y, como para apoyar su suposición, las palabras que el evangelista escribió no eran positivas.

En el último tiempo, la Santa solo ha estado haciendo predicciones sobre sí misma. No voy a decir mis opiniones, no importa cómo ella usa sus poderes. Más bien, creo que es extraño que no haya usado sus poderes para sí misma hasta ahora. Sin embargo, parece como si estuviera intentando engañar a la gente a propósito, ya que sus predicciones suenan demasiado erráticas e inconsistentes.

¿Era este el principio de “El ominoso fin de la Santa” del que hablaba Ghost?

Tras esa entrada, el Evangelista volvió a escribir con los mismos caracteres al cabo de varios días.

Al principio había dicho que su poder era para hacer feliz a la “gente”. Pero, ¿podría incluirse a sí misma en eso?

Por supuesto, puede que no sean futuros imposibles. Sin embargo, esas predicciones absurdas también parecen un intento desesperado, ya que no puede aceptar la realidad. “Vi un futuro que no quería ver, así que quiero arrancar las semillas de la ansiedad”, se dice mientras cierra los ojos a la realidad.

La gente a la que ha salvado sigue pensando en ella solo como la Santa. Sin embargo, han comenzado los ruidos de fricción.

Hizo feliz a mucha gente. Por lo tanto, ella debe dejar ir su poder y ser feliz.

Su tratamiento ha sido decidido. Le dirán a la gente que está descansando debido a una enfermedad.

Cordelia desconocía el sueño de la Santa y sus anhelos, ya que el Evangelista no los había plasmado en el diario. Sin embargo, lo que la Santa quería no era relevante para ella.

Lo importante era: que la Santa no había visto un sueño sobre lo que quería, que había gente que sufría inconvenientes por sus predicciones, y la situación se complicaba tanto que era difícil para sus compañeros protegerla. Pero, lo más importante era…

Ichigo
Shelley es tan irritante que incluso es capaz de enfadar al angelical príncipe Isma. Aunque tiene sentido ya que atacó sin motivos ni razones a su hermana pequeña. También está en un lado que aún no está definido por lo que es extra frustrante. No hay nada en ella que la haga interesante o simpática. Bueno, es algo tranquilizador porque es demasiado idiota para hacerle daño a Dilly. Estaba un poco molesta como el conde en el capítulo anterior, pero al menos él tiene sentido suficiente para estar avergonzado de que ella esté actuando de esta manera.

 

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