Traducido por Shiro
Editado por Ayanami
En el instante en que me enderezo, algo metálico destella detrás de mí. Instintivamente, incliné la cabeza, justo después, sentí algo frío y rígido en mi cuello.
—Quédate quieto. —Me ordenó una voz suave pero firme.
En un intento por calmar mis nervios, exhalé suavemente. En la oscuridad de la noche, vi varias figuras fantasmales vestidas de negro. Sus rostros están ocultos, dejando ver sólo los ojos y una daga brillante.
La persona frente a mí, parece ser el líder. Tiene una daga, emite un aura mortífera y mantiene su mirada fija en mí.
— ¿Quién eres? —Me pregunta.
Suprimo mi corazón palpitante y me quedo en silencio, tratando de pensar en una respuesta. El que hayan sido capaces de burlar la alta seguridad y aparecer aquí, los hace oponentes formidables.
¿Son de Yan o de…? No sé si esta persona es amigo o enemigo, si hablo con demasiada prisa, puede haber complicaciones. No puedo ver su cara pero, con un toque del acento de la capital, puedo distinguir algo de rigidez en su discurso.
¡La capital! Mi corazón da un vuelco.
Mi destino depende de esto.
— ¿De casualidad sabes quién yace en este ataúd?
Justo entonces, la hoja se hunde un poco más, obligándome a girarme, pero mantengo contacto visual con él.
—Si has venido por su Señoría, por favor, ten por seguro que soy tu amigo.
— ¿Cómo es eso? —Pregunta con suspicacia.
Siento las gotas de sudor frío que bajan por mi espalda, pero estabilizo mi voz.
— ¿Quién no sabe del honorable sacrificio del Duque? La familia real no se arriesgaría a permitir que sus restos desaparecieran. Así que supongo que has venido para llevar de vuelta a su Señoría, ¿verdad?
Su cabeza se inclina y crea un pequeño ángulo, pero no suelta su daga. —Eres brillante pero, desafortunadamente, mientras menos sepas más vivirás.
Al escuchar esto, puedo adivinar la identidad de esta gente, probablemente son Espectros(1), y son manejados por mi Tío(2).
Sé que mi Tío tiene, bajo su control, a un grupo de estas personas que darán la vida por el clan Han. Son una existencia sin forma. Nadie sabe quiénes son ni dónde están, pero una vez su amo les da una orden, inmediatamente, se materializan y la ejecutan con una inquebrantable lealtad. El ascenso al poder en la corte imperial del clan Han se debe, en parte, a los Espectros.
—Por favor, estás siendo empático. Sólo quería presentar mis respetos al Duque debido a su inconmensurable lealtad hacia su país. Sería muy honrado si pudieras llevar sus honorables restos de vuelta a Gran Rui.
Se mantiene en silencio, observándome, haciendo que las mariposas en mi estómago bailen.
—No soy más que un prisionero. Mi vida no significa nada. —Sostengo su mirada. —Sin embargo, este lugar está fuertemente custodiado. No debe haber sido fácil entrar. Y, teniendo en cuenta que más tarde deben salir con el Duque, no sería prudente causar una conmoción, ¿verdad?
— ¿Me estás amenazando? —Su mirada es tan fría como una piedra.
—No me atrevo. —Niego con la cabeza. —Sólo te digo lo que pienso.
Mi Tío nunca ha tolerado errores, ni ha dado segundas oportunidades. Me temo que, si llegan a fallar, lo único que les espera es la muerte.
Me abstengo de demostrarle miedo y lo miro fijamente a los ojos. No me sostiene la mirada, parece que di en el blanco. Siempre ha sido uno de mis principios el no exagerar las cosas. He dicho lo suficiente, ahora depende de él decidir.
El tiempo pasa, mientras pondera.
— ¿Cómo sé que puedo confiar en ti?
Le explico con calma. —Soy un ciudadano de Gran Rui, fui capturado hace poco. De verdad, estaba aquí para celebrarle un velorio al Duque. ¿Eso me hace digno de tu confianza?
Me mira fijamente y le sostengo la mirada.
Un silencio asfixiante nos envuelve a todos.
Entonces, el frío desaparece de mi cuello. Y, con un giro de su muñeca la daga también desaparece. Da unos pasos atrás, manteniéndome a la vista.
— ¡Abran el ataúd!
Estamos muy lejos del campamento. Los Espectros son diestros, así en un abrir y cerrar de ojos envuelven los restos del Duque y están listos para irse.
—Te doy las gracias, aunque no sé quién eres. —Me dice con la daga en mano.
Sonrío. —Estoy seguro de que es la voluntad del Duque el volver a sus raíces. De todos modos, no fue nada.
No responde y, lentamente, se aleja de mí. Los otros Espectros detrás de él también retroceden, pronto desaparecen. Me siento aliviado al verlos irse.
De repente, hay gritos en todos lados. — ¡No los dejen escapar!
Ni siquiera tengo tiempo de ver lo que está pasando, mientras una fuerte ráfaga pasa frente a mi cara, acompañada por un grito agudo.
Me doy la vuelta sólo para ver más fantasmas sombríos apareciendo en la oscuridad.
El líder de los Espectros grita, — ¡Mierda! ¡Es una trampa!
Incluso antes de darme cuenta, todo a mí alrededor gira a la velocidad del rayo. Antes de poder comprender lo que está pasando, ambos bandos comienzan a enfrentarse.
En un abrir y cerrar de ojos, polvo y escombros se elevan y arremolinan en el aire, bloqueando mi visión de la situación. Lo que antes era un silencio sepulcral, ahora está lleno de gritos bulliciosos y sonidos metálicos de armas en oposición, no hay rastros de la tranquilidad de la noche.
Sangre salpica por todas partes. Gritos de guerra resuenan sin fin. Destellos de metal. Flechas que se entrecruzan. Pizcas de color carmesí, escarlata y granate, parecen flotar en medio de la pálida luz de la luna.
A pesar de estar, especialmente, entrenados en su oficio, los Espectros siguen sin ser rivales para los soldados de Yan que se han bañado en la sangre de cientos de batallas. Me alejo, paso a paso, y comienzo a sudar de ansiedad.
*Uhh.*
*Ummm.*
No sé qué está pasando pero, probablemente, lo mejor es salir de aquí. Aprovechando el caos para escabullirme, me acobardo y escapo.
— ¡A ese, mátenlo! —Alguien grita desde atrás.
*Whoosh.* *Whoosh.* Al mismo tiempo que destellos metálicos vuelan frente a mí, algo pasa cerca de mi cara, congelando mi sangre.
Todo continúa a mí alrededor, los gritos, el choque de cuchillas y el sonido metálico que las acompaña. Ni siquiera me alejé un metro, antes de que algo destellara frente a mí y el filo de una espada me alcanzara. Siento cómo corta mi hombro izquierdo como si me fuera a partir por la mitad. Un sabor a óxido se apodera de mi boca y sale un chorro de sangre. Mi visión se vuelve tenue y mis piernas tiemblan como si fueran de gelatina.
El líder de los Espectros, cubierto de sangre, me agarra el cuello de la ropa(3). Sus ojos, desenmascarados, me dan escalofríos.
—Casi me engañaste.
Luego, lo único que veo es un resplandor frío y helado acercándose a mí. Aprieto los dientes y jadeo con dificultad. La sangre sigue fluyendo hacia mi boca y, derramándose, no puedo articular ni una palabra.
Cerré los ojos.
Esta…vez…de…verdad…estoy…muerto.
Una brizna de aire fresco me roza la sien. Escucho un grito de agonía y me llega un olor a óxido. Por un momento, la piel de mi cuello se siente fría. Después de mucho tiempo, el anticipado y demoledor dolor, no llega. Aunque dudo, finalmente, abro los ojos.
Los ojos del Espectro casi se salen de sus órbitas. Su rostro es de incredulidad, mientras una flecha, con dientes de lobo y plumas blancas, sobresale de su frente. La sangre gotea por su cara, haciendo que la imagen sea aún más horrible.
— ¡Ven acá!
Me volteo para ver a Murong Yu de pie, con una expresión austera y una flecha encocada(4).
El sonido de la batalla no muestra señales de cesar y el olor a hierro sólo se hace más espeso. Se acerca con un brazo extendido. Mi mente está en blanco, mientras lo agarro, el brazo me tiembla.
Más rápido que un rayo, el líder de los Espectros se levanta y un rayo de luz plateada, más brillante que la Luna, se abre paso en la noche oscura como la tinta. Murong Yu saca su espada y la sangre nos baña como si fuera lluvia. La cabeza del hombre sale volando.
Trato de aguantar pero, otro poco de sangre se me escapa. El cuerpo sin cabeza se inclina hacia atrás. Su, sorprendentemente, fuerte agarre me desgarra el cuello de mis ropas y un objeto blanco cae al suelo.
¡Oh, no! ¡Se cayó!
Inmediatamente, trato de recogerlo, pero Murong Yu se pone en frente, espada en mano y me tira hacia él.
—Suéltame. —Ese objeto blanco es lo único que ocupa mi mente.
Me mira con severidad y me acerca más. La herida de mi hombro se ensancha. El espeso olor de la sangre se precipita a mi cabeza y un mareo me golpea.
No puedo perderlo.
No puedo…
— ¿Qué haces? —Me advierte por lo bajo al oído y me acerca más aún hacia él — ¡Vas a conseguir que te maten!
Violentamente, niego con la cabeza. —No. No puedo perderlo.
Él frunce el ceño, con la impaciencia manifestándose en sus ojos. — ¡Este no es el momento!
Antes de que pudiera siquiera terminar, con una espada en la mano, veo una figura sombría corriendo directamente hacia nosotros, se veía como una sombra sin forma en la noche y traía consigo una ráfaga de viento.
— ¡Cuidado! —Tomado por la sorpresa, sin pensar, empujé a Murong Yu a un lado.
Una corriente de aire sopla por mis oídos. Luego, la oscuridad me envolvió.
♦ ♦ ♦
— ¡Basta! ¡Basta!
Xiao Qinyun frunce sus labios, mostrándose renuente. —Deja de quejarte. Si mi querido Yu no me lo hubiese pedido, no estaría haciendo esto.
Espasmos de dolor recorren mis hombros. Estoy envuelto como una momia, pero el dolor aún me atormenta, es como si me estuviesen sacando la médula de los huesos. Realmente, no estoy de humor para tratar con esta niña pero, lo único que puedo hacer es sonreír y pedirle educadamente que se vaya.
Ella coloca sus manos en su esbelta cintura y se gira, sonriendo, de manera, maliciosa dice. —Que una duquesa te traiga medicina no es algo de lo que seas digno pero, como salvaste a mi querido Yu… ¡por esta ocasión seré el adulto!
Se me escapa una risita irónica. Ni siquiera sé por qué lo empujé instintivamente y recibí el golpe sin una buena razón. Esta vez, quién sabe cuánto tiempo voy a estar atrapado en cama.
No sé por qué, pero tengo que admitirlo…supongo que no quiero verlo morir o salir herido.
Al verla sonreír, mientras me inclino en diagonal hacia mi almohada, sólo un pensamiento cruza por mi mente.
¿Por qué tengo tan mala suerte?
—Mi dulce Yu, sólo tiene heridas pequeñas. El doctor dijo que se recuperará enseguida. —Ella sonríe de oreja a oreja y aplaude. —Sólo sé que nada le pasará a mi querido Yu.
“Mi amor.” “Mi cielo.” Si yo fuera él, probablemente, podría ganarme la vida vendiendo la cursilería de su empalagamiento(5).
—Si no hay nada más, duquesa, por favor, retírese. —Ignorando el dolor, señalo la puerta. —Este no es lugar para una dama de la realeza.
Como si no hubiera dicho una palabra, se sienta en el borde de la cama. Mirando seriamente, dice —Te recompensaré, porque lo salvaste. Di tu deseo y te será concedido.
Me detengo y, al ver su rostro alegre, una idea se me ocurre.
Entrar y salir del campamento, no debe ser un problema para una duquesa. Y dudo que Murong Yu pueda hacer algo si la convenzo de sacarme de aquí y luego me deshago de ella en alguna parte.
Una vez tuve claro el plan, respiro para comenzar a hablar pero, justo al hacerlo, gruño de dolor. Las heridas que parecían haber sanado, se han vuelto a abrir, y un punzante dolor atraviesa mi cuerpo.
Verme agachado tosiendo, parece perturbarla profundamente.
— ¡Han Xin! ¡Han Xin! ¿Estás bien? ¿Todavía te duele? ¿Llamo al médico?
Parece que la herida, ha vuelto a abrirse por completo. En un instante, las vendas blancas se tiñeron de carmesí. Jadeo y aprieto la mandíbula.
—Estoy bien. —Niego con la mano.
Con una mirada preocupada, me da la medicina. — ¿Estás seguro? No te ves muy bien.
La tomo y la abro para olerla. —Aunque huele como algo de buena calidad…
—Bueno, por supuesto. Traje la mejor medicina para mi valiente Yu. —Ella, mira hacia abajo y sus pestañas tiemblan ligeramente. Desde este ángulo, su nariz respingada se ve linda.
—Todo esto es del Palacio Imperial de Yan. Definitivamente, has tenido mucha suerte.
— ¿En serio? —Sonrío mientras juego con la botella. —Entonces, debo darle las gracias, Duquesa.
Por un momento, parece satisfecha, pero luego se pone seria. —Oye, aún no me has dicho lo que quieres.
Me río amenamente, antes de contestar. —Si tanto insiste, lo diré con franqueza, Duquesa. —Me enderezo al sentarme. —Desde que llegué aquí, Su Alteza me ha mantenido con una correa y me estoy muriendo de aburrimiento. Me encantaría salir un rato a divertirme.
Sus ojos se agrandan y salta hacia mí. — ¿Divertirte, dices? ¿Hay cosas divertidas por aquí?
Asiento. —Ahora, podrá ser una base militar, pero hay pueblos cerca. Dicho esto, aunque, en tiempos como estos, dudo que haya festivales…
— ¿Por qué no lo dijiste antes? —Frunce el ceño. —Mi amor es siempre tan serio y yo me aburro muchísimo~.
—Si fueras más reservada, consideraría ser más amable.
Di un respingo e incluso Xiao Qinyun dejó escapar un pequeño grito de sorpresa.
Murong Yu entró por la puerta y, a medida que se acerca, sin inmutarse, la mira con frialdad. Ella se escabulle de vuelta hacia la puerta abierta y sonríe rápidamente antes de salir corriendo.
No estoy seguro de si reír o sentir pena por esta niña llena de tanta energía. Me pregunto cuándo se calmará un poco. A juzgar, debido al temperamento de Murong Yu, me temo que sólo una dama paciente y generosa sería de su agrado.
— ¿Por qué sonríes? Dudo que salir lastimado sea algo digno de una sonrisa.
Al apartar la mirada de la puerta, lo veo sentado en la cama con las cejas fruncidas en descontento.
Sosteniendo la botella, niego con la cabeza. —Por supuesto que no. Pero como ya es cosa del pasado, ¿qué más puedo hacer ahora?
Su mirada se suaviza y hace una pausa antes de preguntar. — ¿Te sientes mejor?
Asiento. —No fue muy profunda. Probablemente, estaré bien en un par de días. ¡Oh, cierto! —lo señalo. —La Duquesa dijo que también estás herido.
Niega con la cabeza. —No es nada. —Me responde con indiferencia.
Luego se vuelve hacia mí. —Tómate la medicina. De todos modos, le hice traerla hasta aquí.
Agito la botella de nefrita. A través de las delgadas paredes blancas, puedo distinguir formas redondeadas girando en el interior. Abro la tapa y los aromas herbales se elevan en el aire. Me meto unas cuantas en la boca.
Amargo. Bleh. Lo que sea. A estas alturas, ya estoy acostumbrado, debido a que ahora como más medicina de lo que como comida de verdad.
Siento como su mirada sombría recorre mi rostro.
— ¿Por qué fuiste allí? ¿En vez de dormir? —Pregunta bruscamente.
Al ver que su estado de ánimo se oscurece, rápidamente, me trago la medicina.
— ¡Sólo estaba allí para vigilar al Duque! No lo malinterpretes. No soy uno de ellos.
Continúa observándome y rápidamente cambié de tema.
—Al final… ¿qué les pasó? ¿Qué hay del Duque?
—Sólo unos pocos escaparon. Todos habrían muerto si yo no hubiese estado tan ocupado.
Dejé salir un ligero suspiro, no estoy seguro de cómo debería sentirme al respecto. Según lo que recuerdo, los soldados de Yan, obviamente, tenían la ventaja y Murong Yu no es el tipo de persona que los dejaría escapar fácilmente. Así que…
— ¿En qué piensas? —Me pregunta suavemente, mientras levanta mi barbilla.
Me estremezco y me aparto, pero él sólo me sonríe, impasible.
—Lo he dicho muchas veces, Su Alteza. —Le quito la mano, frustrado. —Por favor, sea consciente de sus acciones.
Sus cejas se arquean. —No tienes derecho a pedirme eso. No olvides que aún me debes.
Niego con la cabeza y abro mi camisa.
—Ya no, no lo creo. —Señalo la venda manchada de sangre en mi hombro izquierdo.
Su cara se vuelve sombría y, una vez más, frunce el entrecejo. — ¿Vas a decirme que debido a eso me salvaste?
Tentativamente, ladeo mi cabeza. Sucedió tan rápido que no hubo tiempo para pensar en nada, mucho menos para considerar la deuda que le debo. Sólo lo empuje instintivamente.
Me mira con tanta intensidad que siento que, si no le doy una respuesta satisfactoria, me tragará.
Frunzo los labios. —Bueno, ¿vas a negarlo? Si no fuera por mí…
Aunque se burla, sus fríos dedos están acariciando mi rostro. Lentamente, se mueven hacia abajo, hacia mis labios y, suavemente, limpian el residuo de las hierbas que quedaron en ellos.
—Eres tan ingenuo. —Habla lenta y ligeramente, pero puedo escuchar cada sonido claramente. —Por pensar que puedes hacer un borrón y cuenta nueva, así como así. Me aseguraré de que nunca lo hagas.
Se precipita hacia adelante y me aprisiona en la cama. Giro mi cabeza hacia un lado y siento como mi hombro se abre de nuevo.
Dolor. Sin importar lo mucho que intente quedarme quieto, se dispara a través de mis miembros. Cuidadosamente, empujo mi brazo contra su pecho pero él lo agarra y lo hace a un lado. Me duele el brazo y como es totalmente inútil se agrava más.
Veo como sus ojos descienden de mi cara a mi pecho, mi camisa se ha desabrochado, dejando al descubierto mis hombros.
Su respiración parece acelerarse.
Aprovecho la oportunidad y clavo mi codo en su pecho. *Whump.* Se va hacia atrás como un resorte. Entrecierra los ojos, como si sintiera dolor y se congela. En cuanto me doy cuenta de su ceño fruncido y labios apretados, respiro con dificultad. Pareciera esforzarse mucho por retener algo.
Ambos, permanecemos en esa posición, nuestra respiración es lo único que se escucha. Se ve peor a cada minuto. El color está abandonando su rostro y pequeñas gotas de sudor se acumulan en su frente.
— ¿Q-Qué sucede? —Le pregunto en voz baja.
Se muerde los labios y succiona aire a través de ellos, su cuerpo está temblando como loco.
¿Q-Qué le pasa?
Podría ser…
No sé cómo conseguí la fuerza pero me le abalancé y le abrí la camisa. Lo que veo me da miedo. Su pecho está atado con vendas blancas y hay manchas rojas mezcladas aquí y allá. Puedo ver costras de color rojo oscuro en su piel clara. Su camiseta también se tiñó de rojo oscuro.
— ¡T-Tú! —Levanto mi cabeza.
Tose y tira de su ropa.
— ¿Qué demonios es esto? —Le exijo. —Pensé que habías dicho que no era “nada”.
Trato de agarrarlo por el cuello de la camisa, pero atrapa mi mano. —Pensé que habías dicho que ya no me debes nada. ¿Por qué te preocupas?
No sé qué decir, ahora no sé si retirar mi mano o agarrar su cuello. Mi mano se queda congelada en el aire y no me doy cuenta de que tiene mi mano en la suya.
— ¿Podría ser que no quieres verme morir? —Me sonríe con gracia.
Entonces, me percato de que está jugando conmigo. Y, además, en un momento como este.
Tranquilamente, se arregla la ropa, antes de arreglar la mía. Me estremezco cuando sus dedos fríos raspan mi piel.
Aclaro mi garganta. — ¿Esa gente te hizo eso?
Me muestra una sonrisa fugaz.
—Dijiste que estabas libre de tu deuda. Supongo que no. —Apunta a su propio pecho. — ¿Sabes cómo me pasó esto?
Niego con la cabeza. Simplemente, se quita las botas, antes de sentarse con las piernas cruzadas frente a mí.
— ¿No se te cayó algo esa noche? Ya que parecía muy importante para ti, quería recuperarlo. Y, antes de darme cuenta, todo esto sucedió.
Lo miro dubitativamente. ¿Cómo es posible que hiciera eso por mí?
—Pero… —suspira, —alguien fue más rápido que yo. Se lo llevó y se fue sin dejar rastro.
Al oír sus palabras, sólo puedo sentirme decepcionado.
—Así que, ¿qué era?
—Un colgante de jade. —Contesto casualmente. —Es lo único que me queda de mis padres.
— ¡Oh! —Hace una pausa, su compostura flaquea. —No me extraña. Pensé…que era un token(6) de amor.
Su voz, es cada vez más baja, pero su rostro se ve deleitado.
— ¿Eh? —Pregunto, desconcertado. — ¿Cómo llegaste a esa conclusión? Idiota.
—Me niego a creer que un hombre de tu edad no tenga uno.
—Hmph. No soy como tú que tienes a todas las damas nobles de Yan saltando a tus brazos y montones de tokens de amor por ahí. —Enarqué las cejas. —Hasta la duquesa Xiao te persiguió desde la capital.
— ¿Xiao Qinyun? —Sus cejas se arquean. — ¿Esa chica tonta? No soporto siquiera mirarla.
De nuevo, me recuesto en mi almohada y le reprendo distraídamente. —Eso no es amable de tu parte. Se tomó la molestia de hacerte pasteles, pero ni siquiera lo aprecias. Sin mencionar que estás hablando mal de ella. Le romperás el corazón.
— ¿Crees que puede “cocinar”? Querrás decir “comer”, ¿verdad? —Su boca se frunce en desagrado. —No morí en manos de un ejército duro como una roca cuando estábamos atrapados en el desierto pero, cuando comí sus pasteles, de hecho pensé que estaba muerto.
Después de ver su expresión malhumorada, me eché a reír. Empáticamente, le doy unas palmadas en la espalda. Él también empieza a reír. Apoyando la cabeza en la pared, mira hacia arriba y endereza las piernas. Sus ojos se cierran.
— ¿Han Xin?
— ¿Sí?
— ¿Tienes a alguna chica esperándote en casa? —Me mira.
Pienso en ello por un momento y le respondo. —No.
—No es que no haya estado con una. —Añado, después de ver su maravillosa expresión. —Si dijera que no he ido a las zonas rojas ni siquiera yo me lo creería. Pero no ha habido ninguna que realmente me guste.
— ¿Por qué no?
Al oír estas palabras, se me hace un nudo en el estómago.
Toda la desesperación y los retos que he tenido que enfrentar, de alguna manera, han imposibilitado el que confíe en alguien. Ni siquiera en mi familia más cercana o en mis queridos amigos. Tampoco en mis colegas más respetados. Es difícil para mí el expresar emociones y confiar en las relaciones humanas.
—No lo sé. Tal vez sea debido a mis experiencias de la niñez. Pero, no puedo confiar en una persona con todo mi corazón así que, realmente, no me puede llegar a gustar alguien.
Después de un rato, su mirada se aleja y suspira.
—Recuerdo que cuando tenía unos quince años, Padre me concedió una concubina. —Mira directamente por la puerta abierta. —Era una cocinera excelente pero, por alguna razón, siempre tenía miedo de comer lo que preparaba.
—Después… —recuerda con una sonrisa fría —ocurrieron cosas y resultó que estaba trabajando para la noble consorte imperial(7). Afortunadamente, Lady Luck(8) estaba de mi lado. Así que supongo, que en cierto modo, soy como tú.
Mi estómago se agita inquieto, mientras veo su llamativa silueta. Después de un breve silencio, levanté la cabeza para encontrarme con su mirada. Mientras nuestros ojos permanecen conectados, no hay palabras.
Fruncí mis labios y le mostré una sonrisa. —A pesar de que no hayas recuperado el pendiente, todavía debo agradecerte.
Antes de levantar la vista y estudiar mi rostro, su cuerpo se tensa. Mantengo una sonrisa amable. Algo inusual brilla en sus ojos y sus labios se curvan hacia arriba. Forman un arco que irradia alegría.
Por un rato, charlamos sobre cosas al azar pero, pronto empiezo a sentir sueño. Intente resistirlo, varias veces.
—Vete. Me voy a dormir. Es muy estrecho contigo aquí.
—También tengo sueño. —Murmura perezosamente. —No me quiero ir.
—Vamos, largo.
Reúno mis mantas y me giro a una posición cómoda. Justo cuando estoy a punto de encontrarme al “Hombre de Arena”, una corriente de aire helado se cuela y me hace temblar. Miro hacia arriba para ver a Murong Yu levantando la manta.
— ¿Qué haces?
—Durmiendo. —Sus ojos brillan con malicia.
—Vuelve a tu habitación. —Lo fulminé con la mirada —esta cama es demasiado pequeña para los dos.
Busco mi manta, pero él toma mi mano.
— ¿Qué? —Él pone los ojos en blanco. — ¿Acaso me estás echando?
— ¡Me gusta dormir solo!
Sin intenciones de soltarla, se aferra a la manta — ¿Por qué parece que te estás haciendo el difícil?
Me ahogo con mi propia saliva.
¿Qué demonios está pensando este tipo? A pesar de que tiene una cama enorme, quiere meterse aquí conmigo. Aunque esté muy cansado, su habitación está a unos pasos de aquí. Si las miradas mataran, él ya estaría muerto.
Lo dejo ir y me voy al otro lado de la cama. — ¡Bien! Sólo somos dos hombres durmiendo en la misma cama. No te tengo miedo.
Se ríe y se acuesta. No me puede importar menos, así que le doy la espalda y me envuelvo en la manta. Me siento soñoliento casi de inmediato.
Es demasiado estrecho.
Aunque, también se siente cálido y agradable.
1. Como el término es “Wraiths” para hacerlo más entendible se dejó como Espectros.
2. Como en el original la palabra inicia con
mayúsculas y al ser de su familia consanguínea se decidió que fuese: mi Tío. Aunque,
sin el adjetivo posesivo suena como a la mafia. XD
3. Esto se
aclaró para que no piensen que lo quiere ahorcar.
4. Def. de Encocar:
Acción de colocar la flecha en la cuerda.
5. “Lovey-doveyness” podría traducirse como algo cursi
o empalagoso, pero como el contexto quedaría un poco repetitivo, se decidió
dejarlo en inglés para que suene mejor.
6. Debido a que la traducción sería algo así como
“Símbolo de amor” y tanto a Shiro como a una servidora nos suena algo raro,
decidimos dejarlo como token, ya que suena con más caché.
7. Es la
mujer que ocupa el lugar de esposa oficial del Emperador.
8. De igual forma, al tratarse de
un nombre propio y para mantener el mismo, tomamos la decisión de mantenerlo en
inglés como “Lady Luck”
Capítulo 10 ya disponible en Kovel Times edición 23.
Después de mucho tiempo xfin la actualización 🤩 gracias me encantó 😍😍