La chica que sostiene el anillo – Capítulo 22: El zorro astuto y el conejo travieso

Traducido por Rencov

Editado por Michi


Las escaleras de asedio se alzaron en el momento en que Noel mató a Hoslo y sus aliados llegaron de todas partes a la cima. Barbas, a la cabeza, atravesó a los soldados de Bahar con su espada larga. Con el líder de la defensa muerto, los enemigos perdieron gran parte de la voluntad de luchar, y su número disminuyó a medida que el Bloque de la Hormiga Blanca se encargaba de cada hombre.

Después de arrancar las cabezas de algunos soldados baharenses cercanos, Noel se tomó un breve descanso para limpiar algo de la sangre de su bident y martillo de guerra. Al mirar hacia atrás, vio a Riglette subir con timidez una de las escaleras. Al no haber participado ella misma en la contienda, Riglette estuvo sonando desesperadamente su corneta de guerra; no es como si alguien pudiera escucharla.

—Llegas tarde, Riglette. Ya me encargué del comandante enemigo. Ahora todo lo que nos queda hacer es izar nuestra bandera y dar un grito de victoria para hacer que el enemigo se desequilibre.

—¡E-entonces, por favor hazlo! —jadeo Rigglette—. ¡En primer lugar, nadie puede escuchar mi corneta en esta clase de combate!

—Ajaja, tus palabras son las mismas de siempre, pero tu cara está tan pálida como un cadáver. Oye, ¿estás bien?

—¡Silencio! ¡Como si estuvieras ayudando!

La voz de Riglette era estridente. Tal vez se debía a que vio que estaba parada cerca de un montón de cadáveres. Su cara estaba pálida, a pesar de toda la sangre volando. Pensando que sería lamentable si tuviera que esperar más, Noel respiró hondo y lanzó un estruendoso rugido que resonó en todo el campo de batalla.

—¡La comandante de Cien, Noel, del ejército de Coimbra ha matado al líder de la defensa! ¡Acaben con los que quedan!

Tomando la cabeza que Noel le arrojó, Barbas trepó a la torreta más cercana para mostrarla desde la altura.

—¿Oyeron eso bastardos? ¡La Capitana Noel ha tomado la buena cabeza de su líder! ¡Mírenla aquí está, den un grito de victoria!

Al verla, la moral de los soldados baharenses cayó en un instante y entraron en un estado de confusión. Originalmente, fue el liderazgo de Hoslo el que los había apoyado, por lo que tan pronto vieron que su pilar fue destruido, comenzaron a desmoronarse. La resolución de morir que tanto poseían se quebrantó y la fatiga los invadió a todos a la vez.

—¡La comandante Noel ha matado a su líder! ¡No se demoren y terminen con el asalto ahora mismo!

La moral de Coimbra se disparó en proporción inversa a la moral de Bahar. Dirk entonces alentó a sus hombres, y sus actitudes indecisas se evaporaron en cuanto corrieron hacia las puertas para poner fin a sus enemigos bajo la espada.

La batalla por el fuerte Carness ya se había decidido.

Después de que la mayoría de los remanentes dentro del fuerte fueron diezmados, Noel se sentó en las murallas cubiertas de cadáveres para bañarse en el sol del pleno verano con el sentimiento de que no podía perderse un día soleado. No recibió ni una sola herida en todo el día, lo que significa que, como era de esperar, los días soleados son los mejores.

Pero estoy un poco agotada después de una batalla prolongada. No es fácil observar los movimientos del enemigo. 

Noel podía luchar con poder explosivo, pero había algo que sabía que se le adaptaba mejor: tomar la iniciativa y tomar la cabeza del enemigo en un ataque rápido. Por otro lado, ella era particularmente débil en lo que respectaba a las guerras de desgaste. Era pesado permanecer tenso durante largos períodos de tiempo, y además su cuerpo se volvería lánguido. Cuando se llegaba el momento de actuar, las cosas eran diferentes, pero se cansaba mucho cuando se concentraba en pelear.

—Así que fue un fracaso después de todo… pero si no sigo así…

Cuando el suspiro de Noel disminuía, Cynthia la llamó desde atrás:

—¿Qué fue un fracaso?

Su espada estaba envainada, aunque manchada de sangre.

—No, no es nada. Más importante: gracias por respaldarme. Atrajiste la atención de los arqueros enemigos mientras me aproximaba, ¿cierto? Había una brecha muy pequeña, después de todo.

—No es la gran cosa. De hecho, diría que tu lanzamiento de lanza fue mucho más efectivo. Detuviste por completo el movimiento del enemigo. Sí, fue un golpe espléndido.

—Jeje, ¿verdad? Quiero decir, es el bident curioso después de todo. No, desde la perspectiva de ellos, sería la lanza diabólica, ¿no?

—¿Lanza diabólica? ¿De qué hablas?

—El líder de la defensa me llamó demonio. Los demonios son bastante fuertes, así que se siente bien. Los he visto en un libro ilustrado una vez antes.

Los demonios eran fuertes y temibles. No podían ser derrotados solos, por lo que el conejo en ese libro reunió a todos, ideó un plan y exterminó uno. Después de aniquilarlo, el conejo vivió feliz para siempre con las personas a las que había ayudado. Y no pensó más en el demonio derrotado. A primera vista, pareciera que el demonio había experimentado un destino trágico, pero seguramente había sido feliz antes de su desdicha, ya que había sido fiel a sí mismo todo el tiempo. Reflexionando sobre tales cosas, Noel sonrió feliz y Cynthia sacudió la cabeza con una expresión de asombro.

—¿Cómo puedes sonreír? Un oponente que te llama demonio es el peor tipo de abuso deshumanizador. Bueno, probablemente eres lo suficientemente formidable como para justificar eso…

—¿Entonces tenía ese tipo de significado? Mmm, qué profundo.

—No es profundo. Escucha, deberías darte prisa y olvidar lo que dicen tus enemigos.

—Pero, está bien. Es una guerra en la que tenemos que matar a mucha gente. Al menos pedimos su rendición y mueren “porque no aceptaron”.

—Eso está justificado en la guerra. Es matar o morir. No necesitas preocuparte por otra cosa que no sea la fuerza de voluntad de tu enemigo.

—Sí, eso es cierto.

—Más importante aún, hemos tomado completo control de este fuerte. Prepárate, vamos a informarle al virrey.

Noel asintió con la cabeza ante las palabras de Cynthia y se levantó, confirmando que su aspecto ahora se veía más que inquietante, su orgulloso cabello rojo ahora se encontraba empapado de sangre coagulada, y su cara y manos tampoco se salvaban.

Aunque su armadura no había sido dañada, si no la limpiaba y le daba el mantenimiento debido, existía la posibilidad de que se volviera inservible. Sin olvidar que su martillo de guerra pasaba por un caso similar. En cuanto al bident curioso, por otro lado, podría limpiarse convenientemente cada vez que estallara en llamas, lo cual era muy agradable.

—Hmmm, me siento algo incomoda. Oye, ¿no estaría bien bañarse en el río cercano? También quiero hacer algo de mantenimiento.

—Debería estar bien si usas el pozo del fuerte en lugar de ir hasta el río.

—No, eso es demasiado. Solo quiero echar una siesta en las aguas frías… Digo, dedicarme a la meditación. Considerar la naturaleza transitoria de la existencia humana, oooo algo… ajaja…

Noel estuvo a punto de dejar escapar por accidente sus verdaderas intenciones por lo que intentó a toda prisa suavizar las cosas, pero Cynthia había escuchado claramente lo que dijo, con las cejas arqueadas de disgusto. Entonces sucedió lo siguiente, un puño salió volando hacia ella. Recibiendo el golpe lo menos posible, Noel dio unas palabras de lamento a pesar del hecho de que una siesta en las aguas frías en un día tan caluroso y soleado sería un gozo sin igual. Eso es: balancearse suavemente en las aguas casi como un pez, o un cadáver, podría hacer que el mundo se pusiera blanco y otorgarle una cierta dicha. Si ella muriera, las aguas seguramente se habrían sentido bien. Su cuerpo se hincharía en ellas y se volvería bastante grisáceo, pero si ya estuviera muerta, no importaría.

♦♦♦

Cuerpos, escombros y demás se estaban recogiendo en apuro dentro del fuerte mientras se realizaba un consejo de guerra. La bandera de Coimbra se ondeaba orgullosa sobre la fortaleza. A diferencia de las banderas de tres sables de Bahar pues habían sido rasgadas e incineradas con los restos.

Grohl se sentó en su taburete y asintió profundamente con satisfacción.

—¡Caballeros! Primero me gustaría felicitarlos por su trabajo. Con esto podemos decir que el comienzo de la conquista de Bahar ha sido un éxito.

Grohl había tenido la intención de atravesar el fuerte desde el primer día con un asalto total, pero le tomó tres días inesperadamente. Ellos perdieron cerca de trescientos hombres, pero mataron alrededor de mil, lo que se traduce en un duro golpe para su enemigo. Aparte de eso, lo que quedaría de la defensa sería una delgada guarnición alrededor de los fuertes y caminos cercanos. El hecho de que Coimbra había tomado una fortaleza famosa iba a presionar a los lores baharanses.

—Felicidades, Virrey. Una vez que nuestros hombres hayan descansado, apuntemos a Vesta según lo planeado. La caída de Carness les mostrará lo que vendrá de la resistencia.

Grohl hizo un gesto en acuerdo con el consejo de Wilm y dirigió su mirada a Gaddis.

—Mmm, por cierto, Gaddis, ¿tienes la misma opinión?

—S-sí, yo también pienso de la misma manera.

—Ya veo. Aun así, la forma en que elegiste pelear esta vez fue verdaderamente penosa. Tras haber visto tu determinación, no quiero creerlo. Escucha bien: ¡no vuelvas a traicionar mis expectativas!

Gaddis arrugó la cara, se postró ante Grohl y dijo:

—¡Sí, lo entiendo, sir!

—Los movimientos de Noel son aún más espléndidos en comparación. Escaló las murallas sola y, más que eso, tomó la cabeza de su líder. Ella de verdad es digna de ser llamada una heroína. Quiero confiarle la vanguardia de la próxima batalla.

Grohl elogió a Noel de buen humor, ocasionando que las miradas de todos los oficiales convergieran en su posición. La mirada de Wilm estaba llena de odio, pero Noel fingió no darse cuenta. En lo que a ella respectaba, no tenía idea de por qué él le desagradaba tanto.

Después de una breve pausa, el oficial superior de Noel, el Comandante de Mil, Dirk, dio un paso al frente.

—Virrey, me temo que hay algo que debo decir.

—¿Dirk? ¿Qué es para que tengas que ser tan formal?

—Virrey, es cierto que la destreza de la Comandante de Cien Noel en la batalla es excelente. No hay duda de que sus hazañas en esta batalla fueron de primera clase; sin embargo, ella desafió las órdenes, ignorando el flujo de la batalla. Me parece que ella procedió de esa forma, con la intención adelantársenos cuando subió la escalera. No creo que debamos establecer un precedente de ignorar las órdenes en busca de mérito. Si hay demasiados que intentan imitar sus acciones, el orden militar se vendrá abajo.

Dirk había querido evitar cometer los mismos errores que Gaddis, y había estado apuntando a un asalto total al fuerte, pero Noel había subido a la escalera apenas se había señalado el ataque. Era bueno que había tenido éxito, pero si fallaba, podría haber afectado la moral. A propósito, Dirk era un hombre que había seguido el ritmo de la diversión del Bloque de la Hormiga Blanca de Barbas mientras luchaban. Él era un noble que también era del norte, pero era de lo más servicial y también bastante pobre, por lo que se volvió muy popular entre sus hombres. En cuanto a sus debilidades eran su obstinación y su falta de habilidad con las finanzas. Esta vez estaba satisfecho con las acciones de Noel, pero sintió la necesidad de emitir una advertencia.

—Lo que dices es cierto, pero hemos podido tomar espléndidamente este fuerte. ¿No es algo más o menos aceptable? Por el contrario, esto es algo que quiero alabar.

—Virrey, nuestros protocolos son las cadenas por las cuales regulamos a nuestros soldados. No debemos permitir que nadie los viole. Si somos indulgentes con ellos, todos los hombres competirán por méritos y dejarán de seguir órdenes. Eso no nos haría diferentes de los bandidos.

—Mmm, sí, hay verdad en lo que dices, pero…

—Virrey, lo que dice el Comandante de Mil Dirk es correcto.

Al escuchar a Wilm estar de acuerdo, Grohl frunció el ceño.

—¿Tú también lo crees? Es cierto que el castigo estricto y la recompensa se escriben como la base de las fuerzas armadas, pero… Comandante de Cien Noel, ¿puedes venir aquí?

Frotándose la barbilla, Grohl le hizo un gesto a Noel. Con los anteojos puestos, salió con aire de compostura, saludó y se arrodilló.

—Le pido mis más humildes disculpas. Por favor, perdone mi extralimitación.

—Creo que tus acciones esta vez han sido dignas de elogio. Hasta el punto de que me hubiera gustado darte una medalla de promoción; sin embargo, creo que lo que dice Dirk es cierto. ¿Hay algo que quieras agregar sobre este asunto?

Noel no respondió.

—Noel, si permaneces en silencio, no lo sabremos.

—Sí, creo que el problema de esta batalla fue el tiempo. Por esa razón, seguí adelante sabiendo muy bien que iba en contra de las regulaciones.

—Eso tiene sentido, comprendo las circunstancias, pero ¿qué es esto de que el tiempo es el problema? ¿No le tomará tres meses más a la fuerza principal baharense regresar? No creo que un pequeño retraso aquí sea fatal —preguntó perplejo Grohl.

Después de mirar brevemente a Wilm, Noel comenzó a explicar sus pensamientos:

—Me temo que la administración de Bahar aún no esté en la capital.

—Bueno, ahora debería ser el momento en que reciben la declaración.

—¿Eso es correcto?

—Es un informe de mis espías en la capital. ¿No es así, Wilm?

—Sí. Hace tres días se informó que la administración baharense estaba en proceso de prepararse para la ceremonia del sol naciente en la capital. Ya deberían haber recibido la declaración de guerra, pero no importa cuánto se apresuren, les tomará tres meses llegar. Incluso si se apresuraran, sus fuerzas agotadas no serán de que temer.

Al ver a Noel reflexionar sobre cómo explicar su punto Grohl se sintió un poco irritado y le dijo:

—Noel, si tienes algo que decir, está bien decirlo. Intenta expresar lo que piensas sin ninguna falsedad.

—Sí, entonces expresaré mis pensamientos. Pienso que deberíamos ignorar los fuertes y las rutas circundantes, y dirigirnos al este con todas nuestras fuerzas por la carretera, con la capital Vesta como nuestro objetivo.

Al escuchar la opinión de Noel, los oficiales estallaron en una conmoción. Un mero comandante de cien sugirió cambiar el plan de todo el ejército.

—He de decir que es una idea atrevida, pero ¿qué te hace pensar eso?

—¡Virrey, no tiene por qué escuchar más ese tipo de cosas! ¡Sería impensable cambiar el plan ahora!

—Cálmate, Wilm. ¿No está bien con solo escucharla?

—El plan es avanzar hacia la capital mientras se combate a los lores locales.

—Exacto.

—Pero de esa forma tomará mucho tiempo. Si podemos hacer nuestro asalto contra Vesta ahora, el enemigo nunca podrá reforzarla. Teniendo en cuenta que, la capital todavía está bajo la protección de Bahar. No la abandonarán, por lo que deberán regresar inmediatamente. Ahí es donde tendrá lugar la batalla más importante. Si podemos urgir al enemigo, podremos luchar en una posición ventajosa, y ahora mismo eso es más importante que ser lento y metódico.

Noel había ido directo al grano, y Wilm, reprendiéndola, comenzó a fruncir el ceño ya que lo último que Amil quería era que la guerra se estancara. Wilm intentaba alcanzar ese objetivo para ganar un futuro glorioso. La principal fuerza baharense daría la vuelta en ruta y el tiempo que les tomaría llegar era la mayor debilidad del plan.

Grohl meditó sobre las palabras de Noel pero Wilm declaró firmemente:

—Considero que no es necesario que escuche esto, Virrey —y después de juntar sus manos, menospreciando a Noel, disparó—: ¿Tienes alguna prueba de que la fuerza enemiga ya está en su camino de regreso, Noel? Hemos recibido informes idénticos de los espías de Gaddis. Si tienes evidencia sobre la exactitud de nuestra información, ¡háznoslo saber!

—No tengo ninguna.

—¡Ja, eso es lo que pensé! Escucha bien, Noel. Los fundamentos de la guerra son minimizar las bajas aliadas mientras se piensa en cómo atacar al enemigo. Primero, como apretar un lazo, deberíamos trabajar con los nobles que rodean a Vesta, tal vez capturarlos, para que podamos tomar la ciudad bien fortificada sin gastar mucho esfuerzo. Ya se han recibido una gran cantidad de mensajes secretos.

Grohl escuchó, y la expresión de Noel no vaciló.

Arrodillándose también, Wilm denunció con vehemencia el plan de Noel:

—Con las fuertes medidas que sugieres, nuestros hombres tendrían que estar rodeados por el enemigo sin pelear. Perderíamos más hombres que en Carness. En resumen, no hay necesidad de precipitar la batalla. Si entiendes eso, ¡mantén tus opiniones de aquí en adelante!

Los otros oficiales asintieron pesadamente como si estuvieran de acuerdo con sus palabras, Grohl entre ellos. El plan de avance rápido que Noel propuso es uno con altos riesgos y bajas recompensas. Si lograran concluir sus negociaciones con los lores de la localidad, entonces lucharán a su lado. Y con un ejército lo suficientemente grande era más probable que puedan asediar y conquistar a Vesta. En cualquier caso, su plan convertiría a sus aliados potenciales en enemigos definidos que dañaría la moral. Para empezar, la fuerza de su enemigo ni siquiera estaba en Bahar, y no solo los espías de Wilm lo habían informado, sino también los de Gaddis. Si Noel tenía razón, entonces representarían una amenaza, pero eso era muy poco probable. En la guerra, uno no puede tener miedo de un enemigo meramente teórico.

—Noel, me parece que Wilm tiene razón. Nuestros espías nos han proporcionado pruebas innegables. Aun si seguimos tu consejo e ignoramos al enemigo para marchar hacia Vesta, en caso de que nos demoráramos, eso significaría nuestro fin. Vesta está fuertemente fortificado, así que no importa cuánto valor tengas, no caerá fácilmente. Además, nuestras líneas de suministro se estirarían y no podemos darnos el lujo de quedar rodeados.

—Pero Vesta es la clave a Bahar, y ahora es nuestra mejor oportunidad. Si la ocupamos, ciertamente sucederá algo. Si todo el ejército es muy excesivo, por favor al menos envíe mi infantería por delante.

—Mmmm…

—¡Conoce tu lugar! ¡Un comandante de cien no puede moverse solo! Además, ¡no es obvio que la capital es la clave!

—¿No conoces el juego de blanco y negro, Lord Wilm? Soy bastante buena. En ese juego, las esquinas son la clave.

—¿D-de qué estás hablando de repente?

Wilm se sobresaltó por su abrupto cambio de tema, y los demás hombres se quedaron desconcertados.

Ignorando por completo el ambiente, Noel continuó desinteresadamente con su punto:

—No necesariamente ganarás si tomas las esquinas, pero nunca ganarás si las ignoras. No importa cuánto controles, se perderá. Así que…

Ajustándose las gafas, Noel comenzó a proceder, pero fue interrumpida. Un oficial se rio con desprecio, o quizás de confusión, por el uso que Noel hacía del juego de niños como ejemplo. Pensando que estaba bien ahora que Noel había dicho lo suyo, se fue sin decir nada en particular. Riglette pretendió hacer lo mismo con un chasquido, pero Cynthia la detuvo, irritada. Noel aprendió algo: este también era el momento para un chasquido.

Inicialmente, ella había querido ser más concisa, pero desafortunadamente no tenía pruebas, por lo que no había dicho nada para evitar tener que explicar las cosas de una manera indirecta. Noel notó que quería mejorar en ese tipo de cosas.

—Hemos escuchado algo realmente ridículo —resopló Wilm—. La guerra no es un juego. ¡Tomamos vidas y derramamos nuestra sangre por la victoria! Bajo ningún concepto debe escuchar sus palabras, Virrey. Puede que tenga algunas habilidades, ¡pero al final del día sigue siendo alguien de baja cuna!

Gaddis siguió a Wilm con su propio abuso:

—Así es. ¡Proponer esa clase de plan trae deshonra a los caballeros de Coimbra! ¡No, hasta ser un comandante de cien está más allá de tu clase!

Mirando a los dos, Noel bajó la vista por segunda vez

—¿Por qué van tan lejos? No ven que ha pasado poco tiempo desde que Noel se convirtió en caballero. Noel, asegúrate de aprender bien de aquí en adelante. No hiciste nada malo al expresar tu opinión a mi orden. No te preocupes por eso.

Confiando en el dominio militar de Noel, Grohl se paró en su defensa. Pero un oficial pensó que era demasiado indulgente con ella y le sugirió:

—Virrey, puesto que hemos tomado el fuerte Carness, supongo que, ¿no es momento que reasignemos a Noel? Ya no la necesitamos.

—No veo la necesidad. ¡No supongas demasiado!

El oficial respondió a toda prisa al estruendoso rugido de Grohl:

—¡M-mis disculpas!

—Sin embargo, no podemos pasar por alto la desobediencia de las órdenes esta vez. Noel, cerciórate de seguir siempre las órdenes de Dirk. Puedes aprender bien de su servicio devoto.

—¡Entendido!

Grohl hizo su punto, y Noel se levantó para mostrar sus respetos. Sin hacer ninguna garantía, ella meramente le informó que había comprendido lo que él quería. Es así como lidiaba con situaciones en las que se sentía obligada a hacer una promesa que no podía cumplir: ofuscaba sus respuestas con ambigüedad. Era uno de sus secretos de éxito.

♦♦♦

Después de que el consejo terminó, Noel salió solo para ser detenida inmediatamente por Cynthia. Agarrada por el cuello, fue arrastrada a la fuerza a lo que parecía ser el cuarto de un sirviente cerca del fuerte.

—¡Tonta! Honestamente, ¡¿qué pasa por tu cabeza?! Al fin te has distinguido, ¡solo para arruinarlo todo! ¡Pese a que te entrené para que esto no pasara!

—Él quería mi opinión, así que todo lo que hice fue hablarle con honestidad. No obstante, me desairaron. Es raro que eso venga de todos. Mmm, ¿cómo era? ¿Una cama de clavos?

Un puño salió volando hacia Noel mientras se reía y rascaba la cabeza. Ahora no iba ser fácil para ella.

—¡Es porque mencionaste el “juego de blanco y negro” en un consejo de guerra!

—Apestas en ese juego, después de todo.

—¡Idiota!

Esta vez sus mejillas fueron pellizcadas en lugar de ser golpeadas. Cynthia sí que se había enojado. Noel no sería liberada hasta que se arrepintiera sinceramente, por lo que decidió poner una cara de lástima que reflexionaba sobre sus actos desde el fondo de su corazón, pero no funcionó. Ni siquiera cuando levantó ambas manos en señal de rendición fue suficiente.

—Ay… pero si ya he reflexionado…

—L-lo siento, empecé a pensar en lo que pasó.

Noel no quería que comenzara a pensar en cosas mientras seguía estirando sus mejillas, pero se quedó callada. Tenía el presentimiento de que molestaría a Cynthia de alguna manera.

—¿En lo que pasó?

—Sí, en la remota posibilidad de que lo que expusiste es siquiera en parte correcta, estaremos en problemas.

—No se me ocurrió otro ejemplo. No tengo evidencia, ya que es solo una especulación después de todo. Aparte de eso estoy acostumbrada a que se mofen de mí, así que no importa, pero me pregunto qué me está haciendo sentir tan irritada.

Cynthia suspiró y dijo:

—Esa es la reacción normal. Si a mí me hubiera pasado, me hubiera ofendido mucho.

—¿Cynthia?

—¡No, estar más que enojada estaría bien! ¡Pensar que se burlarían de ti de ese modo después de presenciar de lo que eres capaz! ¡Aaah, es tan frustrante, miserable, irritante! ¡Ahí está tu guion básico! ¡Rechazan tu opinión sin al menos considerarla! ¡Aun sabiendo de que podríamos entrar en una situación difícil si estuviéramos caminando en una trampa enemiga!

Cynthia estrelló su puño blindado contra un estante cercano. Su ira parecía ser más violenta que la de Noel y el volumen de su voz resonó bastante fuerte en la habitación, mas no era una voz feliz.

Aparentemente no se había dado cuenta de que estaba soltando algunas declaraciones muy osadas. Si ella creía en Noel, eso significaría que el informe de Wilm lo había tomado como falso.

—Oye, ¿por qué estás enfadada, Cynthia?

—Mi amiga ha sido insultada, ¡así que es obvio que este enfadada! ¡Si no fueran mis superiores, los golpearía hasta dejarlos medios muertos! ¡Como se atreven, si de por sí fallaron en el asalto contra Carness!

Su cara se puso roja, y pateó continuamente el piso. La expresión de Noel mostró sorpresa ante esta escena. Su amiga. Noel siempre la ha considerado de esa forma, pero pensar que Cynthia había hecho lo mismo con ella era algo que, una vez confirmado, hizo que Noel se sintiera eufórica; su irritación previa se desvaneció.

—En verdad, gracias, Cynthia. Eres la primera persona que se enoja por mí, así que me siento un poco mejor.

—¡Ese no es el problema aquí! ¡Qué puedo hacer con mi ira!

—Ajaja, primero intenta respirar profundamente y calmarte. Está bien, no sabemos lo que sucederá de todos modos. Coimbra te tiene a ti y al joven señor. Pelea tan duro como puedas para que Coimbra gane. En cuanto a mí, protegeré absolutamente mis promesas.

Noel colocó suavemente una mano tranquilizadora sobre el hombro de la furiosa Cynthia. Ella no entendía muy bien la política, pero sabía que había sido una mala jugada invadir el territorio de Bahar. Se suponía que era un ataque sorpresa, pero probablemente su oponente los emboscaría sin importar que ella denunciara sus intenciones. Las cosas serían simples si Noel lo hubiera pensado demasiado, pero esa era una posibilidad insondable. Si continuaran avanzando a su ritmo actual, ganarían, pero ella no pensó que eso sucedería.

—No vayas a actuar como la gran cosa en momentos extraños. Me preocupa si tienes cerebro o no, o si solo eres una idiota.

—Ajaja, lo tomaré como un cumplido.

—No te estoy halagando.

Antes, Noel había querido preguntarle si los informes de los espías eran realmente ciertos, y que si creía que el Mayor General Wilm estaba potencialmente fabricándolos, aunque si ella preguntara, estaría arrastrando a Cynthia, quien estaba a cargo de su entrenamiento, en todo eso. Fue por esta razón que se había detenido. Noel podría descubrirlo sola. Y podría huir si debiera, pero Cynthia era otro asunto. En cuanto al plan, ya había descartado atacar por la fuerza al enemigo por encima del tablero, pero si se lo tomaba con calma, estaría jugando directamente en sus manos. Wilm en particular, no queriendo que Coimbra ganara, tiene sus ojos en ella. En este momento tenía ganas de dar rienda suelta a su martillo de guerra, pero se contuvo. Ganarse la vida era realmente difícil.

—Parece que el clima ha empeorado —suspiró Noel.

—Sí, parece que va a llover. No afectará la marcha, pero…

—¿No está bien eso? Aunque no es esa clase de situación.

El sol que había estado azotando hasta hace unos momentos desapareció detrás de una cortina de nubes oscuras, pero la lluvia aún no había caído.

♦♦♦

Noel regresó al campamento y se encontró con dos personas conocidas. El primero era un hombre delgado, de mediana edad y con una cara severa: Dirk, el comandante de mil a quien había desobedecido. A su lado estaba su subordinado Barbas. No habría ningún problema si solo los atravesaba, pero se acercó a ellos pensando que debería saludarlos. Cynthia le había enseñado estrictamente que nunca olvidara saludar a sus oficiales superiores.

—Comandante de mil Dirk, ¡le ofrezco mis más humildes disculpas por lo que sucedió antes!

—¿Ah, Capitán de Cien Noel? No te preocupes, no tienes que disculparte. No tenía la intención de deshonrarte así. Partiendo con Lord Wilm, parece que Lord Gaddis también se ha vuelto prejuicioso contra ti. Siempre han sido fríos con nosotros los norteños, pero eso fue inusualmente duro.

—¿Norteños?

—Sí, siempre desprecian a los pobres del norte. Todas las oficinas importantes están ocupadas por sureños. Escuché que también eres de Zoim. Básicamente así es cómo funcionan las cosas.

Noel finalmente comprendió por qué todos parecían menospreciarla. Incluso podría haber sido la razón detrás de la postura abiertamente insatisfecha de Riglette. Cynthia hizo una expresión de dolor a su lado. Noel no recordaba si ella le había enseñado eso, pero no parecía ser una buena razón para que Wilm y Gaddis la odiaran tanto.

—Lamento que haya resultado así, a pesar de tu servicio distinguido. Debería haber adoptado una posición. Barbas, estabas a punto de presentar algunas quejas al respecto, ¿no?

—Así es. La capitana Noel finalmente obtuvo algo de mérito, y gracias a ti, ¡tó se fue al carajo! Es ridículo que esas basuras se burlen de ella. Malditos peces gordos del sur, ¡¿cuál es su problema?!

—No todo puede perdonarse debido a un servicio distinguido, esto va también para los sureños. Así es el ejército. Hay quienes no están de acuerdo, pero no podía pasarlo por alto.

—¡Qué cuadrao! ¡Es pó eso que solo eres un comandante de mil a pesá de que eres un noble!

Barbas chasqueó la lengua mientras se rascaba la cabeza, y Dirk esbozó una sonrisa irónica. Sus palabras fueron extremadamente duras, pero no existía razón para molestarse particularmente por ellas. Si lo hiciera, probablemente estarían en términos similares a los de Cynthia y Noel.

—Después de todo, mi familia ha caído en la ruina, y no quiero quedar atrapado en ese embrollo y cambiar mi estilo de vida… oh sí, conoces a este hombre, ¿verdad? Él es sinónimo de los tiempos prósperos para el cinturón minero. Por cierto, hasta hace poco estaba a cargo de subyugar al Bloque de la Hormiga Blanca.

—Tás loco si crees que te ayudaré. Bien, con mi personalidá rua, fue algo fácil pa mí.

—Te habrían exterminado pronto, por lo que eres bastante afortunado, diría yo.

—¿Qué mierda dijiste? ¿¡No fue tan difícil que estuvieron a punto de relevarte!?

—¡Tonto! Esa fue una estratagema para engañarte. ¡De ninguna manera iba a ser una pelea difícil!

Dirk le dio una fuerte palmada en la espalda.

—Ustedes dos se llevan bien, ¿eh?

—¿De verdá? No viste que el carajo me golpeó. Solo somos dos tipos asíos y enredaos entre sí. Bueno, es cierto que no nos mataríamos. Ese viejo se aseguró de capturarnos vivos siempre que puo, así que nos asegurábamos de aprovechá eso.

—A mi parecer no veo razón para matar a nuestros paisanos, pero nunca habría soñado que este bribón vendría a servir a Coimbra. Y pensar que lo convenciste de eso. Es toda una hazaña que hayas logrado obtener a este gamberro como subordinado.

—¡Muchas gracias!

—De nada. Por cierto, parece que estás en buenos términos con la Comandante Sénior de Cien Cynthia.

—¡Sí señor!

—Una amiga así es una bendición, así que asegúrate de atesorarla.

—Sí señor, ¡prometo atesorarla mucho!

Noel se puso firme y saludó. Cynthia era la primera amiga que hizo desde que salió al mundo. Mirut y los aldeanos eran sus compañeros preciosos, pero no sus amigos. Desde que llegó a Coimbra sus aliados se habían multiplicado enormemente. Ahora estaba rodeada de compañeros, pero no poseía muchos amigos, por lo que decidió proteger a los pocos que tenía.

—Esa es una buena respuesta. Si se te ocurren nuevos planes o tácticas, sería mejor si me lo contaras. Sé que tienes una gran habilidad con las artes militares, y hay quienes lo dudan, pero los milagros y la suerte no te darán la cabeza del jefe enemigo. Eres joven y tienes futuro, así que no necesitas precipitarte al ataque.

Él gentilmente le dio unas palmadas al hombro de Noel mientras hablaba. No es que ella tuviera prisa en alcanzar el éxito en la vida, sino que pensaba que serían sus mejores posibilidades de victoria. Sin embargo, él no lo había reconocido. El virrey y los demás compartieron la opinión de Wilm. Como ese era el caso, Noel se preguntaba qué podía hacer, pero no podía encontrar la respuesta. Su cuerpo estaba formado por quinientos hombres del Bloque de la Hormiga Blanca y doscientos soldados comunes, que sumados formaban un total de setecientos hombres. Ella no podía invadir a Vesta con tan pocos, así que Noel sinceramente expresó sus pensamientos:

—Comandante de Mil Dirk, ¿le sería inadmisible que me ordenara perseguir al resto de los enemigos mañana?

—¿Perseguir a los remanentes? Estoy seguro de que no es todo lo que pretendes hacer. ¿Estás pensando en sobrepasar a alguien otra vez?

Cuando Dirk frunció las cejas, Noel sacó un mapa del bolsillo del pecho y señaló un lugar en específico.

—Sí, pensé atacar el “puesto militar” que se encuentra en el distrito Rhine en esta región montañosa. ¿Lo permitirá?

Noel tenía la intención de quedarse callada y apuntarla de todos modos, pero decidió intentar obtener el permiso de Dirk. Si él conocía a Barbas, ella pensó que él podría resolverlo.

—No tenemos planes de tomar esa área. Tenemos la directiva del virrey de capturar los caminos que conducen a Vesta, entonces, ¿es esa la base de tu propuesta?

—Sí. Si atacamos aquí, de ninguna manera será fútil. Puede parecer estratégicamente vana, pero la amenaza de que ataquemos su retaguardia puede ser psicológicamente ventajosa. Si destruimos un puesto avanzado problemático ahora, demostrará ser útil en las etapas posteriores de la invasión.

—Bien, lo entiendo. Lo discutiré con el virrey, pero trata de evitar perder demasiados hombres. Muestra tanta moderación como puedas. Sería malo si circularan rumores de que la heroína de Carness ha sido derrotada. Una vez que haya terminado tu trabajo, regresa rápidamente.

—Sí señor. ¡Entendido, señor!

A su lado, Barbas y Cynthia parecían no haberlo comprendido aún, pero era un evento importante para Noel. El distrito Rhine tenía una pequeña ciudad extendida en la base de la cordillera de Balkes. Casualmente, justo al este de la carretera, convergía con otras tres más, era el punto clave de la vitalidad de la carretera de Tolido. Al ser vital, Tolido poseía una defensa establecida, pero ese no era el caso de la región de Rhine. Pues era un lugar donde, si era conquistado, no pareciera tener nada de especial. El plan de Noel era tomar el área para usarla como punto de apoyo para cruzar la cordillera de Balkes y atacar a Vesta. Por lo que pudo notar al observar el terreno, debería haber un pasaje que solo los lugareños conocían. Si no lo hubiera, entonces se abriría paso a la fuerza. Noel ya había demostrado que era factible cuando escapó de la iglesia. La gente podía hacer lo que sea cuando se lo proponía, y si ella podía hacerlo, no había razón para que otras personas no pudieran hacerlo.

Después de cruzar con seguridad las montañas, podrían quemar la mayoría de los campos que rodean a Vesta antes de la cosecha. De esa forma harían salir a cualquiera que estuviera escondido. Además, sería bueno si hubiera algunos nobles cercanos que se arrancaran a defender el área en pánico. Así dejarían algunos vivos y retrocederían hacia la montaña. Entonces podrían forzar una batalla decisiva ya que el enemigo querría prolongar el conflicto. Ambas partes probablemente recibirían mucho daño, pero al menos no sería una derrota desequilibrada. Sería doloroso, pero era lo mejor. Era por eso que tenía que caer Rhine.

Ella se había dado cuenta de algo cuando nadie había prestado atención a su propuesta seria: Wilm la estaba menospreciando tanto como era posible. Daba la impresión de que no quería que Coimbra tuviera una posición ventajosa. Noel en ese entonces tenía tantas ganas de partirle el cráneo en dos. Fue por esa razón, que se había mantenido en silencio y decidió hacer las cosas sola. Tenía que hacerlo para proteger sus promesas con Cynthia y Elgar. Coimbra necesitaría gozar de buena salud si buscaran la felicidad juntos porque no estaba en su naturaleza abandonar todo y huir. Su mayor obstáculo era cuánto puede hacer con un cuerpo de tropas de solo setecientos. Parecía que todo dependería de la tenacidad de la infantería de Noel.

—Cuanta motivación tienes. Sí, estás muy entusiasmada con el próximo ataque. Barbas, tu capitana es muy valiente.

—Claro que lo es. ¿Cómo crees que el enemigo la llama? Jeje, no te sorprendas mucho… ella es el demonio, la llaman el demonio. Es una verdáera pesadilla pa los baharanses.

—El demonio del campo de batalla, ¿eh? Que temible. No, es más bien fiable, ¿cierto? Cambiando el tema, debería presentarte a mi hija que tiene más o menos tu edad después de la guerra.

—No necesito tu ayua con eso, viejo.

—¿Qué estás diciendo? Además de ser un caballero, criar a un hijo y transmitir su nombre a la próxima generación es algo muy importante. Es algo que no debes olvidar.

—Ya empezaste con los jodíos sermones otra vez, ¡vejestorio alcahuete!

—¡Deberías arreglarte la forma en que escuchas! ¡¿No te has unido al ejército?!

Mientras Barbas y Dirk se quejaban, comenzaron a empujarse entre ellos. Era solo una sensación vaga, pero Noel sentía que había visto esa escena antes. Y no se cansaría de verla, pero ella tenía otras cosas que necesitaba hacer, así que se fue. Sus planes eran dos: comer algo e idear un plan rápidamente para el día siguiente antes de dormir, lo que era más importante ya que el clima no había sido particularmente bueno ese día.


Nota del traductor al inglés:

El título usaba la palabra tanuki en lugar de zorro, pero no se traduce idiomáticamente bien, así que elegí zorro.

El juego de blanco y negro es posible que se esté refiriendo al Othello.

Cynthia parece haber estado golpeando a Noel con un puño blindado. Ella parece tenerle mucha fe a su resistencia al daño.

Todo lo que Noel necesita ahora antes de cruzar las montañas es una unidad de elefantes.

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