La consorte favorita del Príncipe Demonio – Capítulo 114.2: Una elección difícil (4)

Traducido por Selena

Editado por Meli

Mientras Wanyan Hong disfrutaba de su presa, Wanyan Lie, también estaba haciendo algo aterrador.

En una habitación oscura bajo el palacio del Otoño Prolongado, Yue Lan Zhi había sido despojada de su ropa. Estaba atada a una cruz de madera.

—Emperador, ¿qué quiere hacer? —Yue Lan Zhi preguntó aterrorizada.

—Je, je, querida consorte, no tengas miedo. Zhen ha venido a ayudarte.

En la mano tenía un silbato de bambú color verde jade que era tan largo como un dedo. Yu Lan Zhi pensó en la mujer, que tenía una apariencia similar a la suya.

—¡No! ¡Emperador, no! —Lloró para conmoverlo, pero él solo sonrió—. Emperador, ¿qué ha hecho mal chenqie? ¿Por qué me tratas así? ¡Emperador, ten piedad! ¡Emperador!

—No, no, no. —Negó con la cabeza—. No has hecho nada malo. Yue er —Su mano le recorrió el cuerpo. Miró encaprichado la cara de la mujer—. A Zhen le gustas. Zhen no podría mimarte más.

—Emperador…, —Ella sabía que entre más dulces fueran sus palabras, más aterradores eran sus actos.

El miedo la paralizó, ella no quería morir.

La noche que fue llevada al palacio ella había visto a la mujer que murió de dolor. El terror la hizo perder el control de los esfínteres.

—¡Tsk, tsk! —Frunció el ceño por el hedor—. Yue er, ¿cómo es que ahora has perdido la compostura? Ya que eres así, ¿de qué sirve mantenerte con vida?

Yue Lan Zhi tenía el rostro pálido, pero se rió escandalosamente.

—¿De qué te ríes? —Estaba curioso.

—Emperador, me río de ti. Me das pena. —contestó serena, sus ojos parecían atravesar el corazón de Wayan Li.

—¿Lástima por Zhen? ¿Quién eres tú para compadecerme? Solo eres un perro que he mantenido.

La ironía en la voz de Yue Lan Zhi le desagradaba mucho.

—¿Cómo no puedes causar pena? Posees un país, pero no puedes tener a la mujer que amas, a la mujer que está en el subsuelo. Aún cuando busques mujeres que se parecen a ella para satisfacerte, jamás podrás conseguir a la princesa Ming Yue. ¡Eres la persona más lamentable de este mundo!

—¡Presuntuosa! —gritó furioso. Sacó una espada y cortó el brazo izquierdo.

Sus gritos parecían perforar el suelo. La mujer más mimada del harén había perdido su color y sudaba como un pez que acababa de ser sacado del agua.

La sangre que salía de la zona amputada, no tardó en teñir el suelo.

—¿Estás molesto porque te humillé…? Pero ¡amas a tu hermana menor! Estabas celoso de Feng Xie y por eso odias a Feng Cang… Te apoderaste de la princesa, sin embargo, ella prefiere entrar en un sueño profundo que mirarte a ti, este hermano mayor enfermo…

—¡Cállate! —La ira de Wanyan Lie se había encendido por completo. La espada se levantó una vez más y cortó el brazo derecho.

El dolor fue tan intenso, que no pudo ni gritar.

—Emperador… tú, no puedes tomar la madre gu… si yo muero… la madre gu también morirá… entonces no serás capaz de controlar a Feng Cang… —pronunció las palabras con torpeza, sus ojos estaban vacíos.

Ella había creído que podía conseguir el verdadero amor de Wanyan Lie, pero su realidad destruyó sus sueños.


Selena
Leer lo que este par de padre e hijos hace, es realmente repugnante, ya quiero que les den su merecido de una vez por todas… Presiento que nuestra prota estará realmente en peligro cuando este par vea su rostro real… ¿Qué opinan...?

Meli
Lo mínimo que se merece ese par, es morir desangrados por una castración

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido