Traducido por Selena
Editado por Meli
La residencia de Nan Lin estaba brillantemente iluminada.
—¡Felicidades, príncipe! ¡Felicidades, wang fei! —vitorearon los sirvientes dirigidos por Feng Qi, la ama de llaves.
—Prescindan de las reverencias. —Feng Cang tomó a Murong Qi Qi en su brazos y se precipitó al interior del edificio Tingsong.
—Parece que tenemos que prepararnos, —Se rió Feng Qi y golpeó en la cabeza a quienes la miraron desconcertados—. ¡Idiotas! La premura del príncipe indica que debemos prepararnos para recibir al joven maestro.
—Oh… —expresaron y se rieron tontamente al imaginar la bella imagen.
♦ ♦ ♦
Feng Cang entró en la sala de bodas. Dejó a Murong Qi Qi en el suelo y se sentó frente a ella.
Sin hablar ni moverse, solo la miró con una radiante sonrisa que demostraba su profundo amor.
Después de un momento, Murong Qi Qi se sonrojo, siempre era derrotada por su peculiar mirada y esperaba el día en que ella lograría vencerlo.
La imagen de Murong Qi Qi hizo que el corazón de Feng Cang latiera muy rápido.
—Qing Qing, eres tan hermosa… —La atrajo a sus brazos y le besó la frente con ternura.
El beso la despertó de su sueño. Si no conociera el hecho de que podrían ser hermanos, habría disfrutado de su noche de bodas, pero si se dejaba llevar por sus sentimientos y después descubrían que eran familia sabía que serían muy infelices.
—¿Qué pasa? Qing Qing, ¿no te sientes bien? ¿Por qué tienes tan mal aspecto?
—Príncipe, yo… —dudó.
La forma más directa era quitarse el Espejo de Agua de la Luna y decirle que podía ser su hermana menor. Él estaría dolido y triste al ver su parecido con Wanyan Ming Yue, sin embargo, así evitaría un conflicto futuro.
—Qing Qing, ¿tienes miedo? —Se río y la abrazó—. ¿Es que aún no estás preparada?
—¿Eh? —exclamó sin comprender.
—He oído que la primera vez es muy dolorosa para una mujer. —dijo, al creer que sus dudas eran debido a su inocencia—. ¿Qing Qing tiene miedo? Si es así, puedo esperar; esperaré hasta que estés lista para aceptarme antes de consumar la noche de bodas.
Ella al fin entendió lo que quería decir y se quedó sin palabras. Lloró en sus brazos por su gentil consideración
—Qing Qing, no te preocupes, yo esperaré a que tus sentimientos sean más profundos, no te forzaré. Te amo, me encanta todo de ti. ¡Estoy dispuesto a esperarte! —Le besó las lágrimas y le acarició la espalda—. ¡No tengas miedo! ¡Fui yo quien estaba demasiado ansioso!
—Feng Cang… —Lloró aún más fuerte toda la tristeza en su corazón.
—¿Qué pasa? —preguntó asustado—. ¿Qué sucede? ¿Alguien te intimidó? ¡Qing Qing!
—¡No! —Lo abrazó por el cuello y sus lágrimas cayeron sobre el cabello negro del príncipe—. ¡Tengo tanto miedo! ¡Tengo tanto miedo!
Feng Cang dio un respingo, ella temblaba por los sollozos.
¿Podría ser que estuviera preocupada por que su destino fuera el mismo que el de esas mujeres?
—Lo siento. Es mi culpa. —La sostuvo con más fuerza—. Soy yo el que provocó que tuvieras miedo…
Se sentía desconcertado, jamás había visto tan indefensa a Murong Qi Qi, la mujer fuerte, optimista, astuta e intrigante.
—Lo siento…
—¡No eres tú, no eres tú! —gritó y sacudió la cabeza con fuerza—. Soy yo la que está preocupada, la que tiene miedo. Tengo miedo de que nos separemos. ¡Tengo miedo de que me dejes!
—¡¿Cómo sería eso posible?! —Entró en pánico—. Estaremos juntos para siempre. ¡No te dejaré y tú tampoco me dejarás! Cuando estemos vivos dormiremos en la misma cama, cuando muramos, nos acostaremos en la misma tumba. ¡Siempre estaremos juntos!
Sus palabras la entristecieron y la hicieron tomar la decisión de ocultar el secreto que la agobiaba para impedir que Feng Cang sufriera aún más.
Decidió que le ayudaría a vengar a sus padres y después, con ayuda de su hermano mayor Jin Mo; fingiría estar enferma para alejarse y luego informar que había muerto. De esta manera, le daría a Feng Cang amor y conservaría la imagen más hermosa en su corazón.
Dejó de llorar y se acurrucó en su pecho, donde podía escuchar los latidos del corazón de Feng Cang.
—¿La gatita ya no llora?
Esta pequeña mujer, ¡¿debería decir que es sensible o tonta?!
Desde que cogió su mano, no la soltaría en toda su vida aunque fuera a través de montañas de dagas y mares de llamas[1]. ¡No le importaría incluso si el mar azul se convirtiera en campos de moras![2]
—¡No soy una gata! —Su voz apagada sonó tierna.
—Gatita, ¿tienes hambre? —Le pellizcó la nariz que estaba roja—. ¿Qué quieres comer?
Su estómago rugió, se avergonzó y enterró su cabeza en los brazos de Feng Cang.
—¡Ja, ja, ja, ja!
Se retiró, pero antes ordenó que la gente sirviera a Murong Qi Qi en el baño y después le trajeran la comida.
Cuando regresó, la cena estaba servida. Murong Qi Qi vestía una pijama rosa. Estaba fresca como un loto saliendo del agua, hermosa y conmovedora.
—¡Príncipe, has vuelto! —Levantó la cabeza y reveló una sonrisa—. Ven rápido. ¡Tengo mucha hambre!
—¡Deberías haber comido primero si tenías hambre! —Se sentó a su lado y le besó la frente—. ¡No me esperes! ¡Me sentiré mal!
—¡Sin el príncipe aquí, los platos no sabrán bien! —Sonrió y colocó alimentos en el plato de Feng Cang.
Él se tranquilizó por su renovado estado de ánimo. Sirvió el vino en copas de jade y se lo dio a Murong Qi Qi.
—Después de intercambiar las copas de vino, seremos oficialmente marido y mujer…
¡Bebe! Después de beberlo, ¡serán marido y mujer! Aunque no puedan estar juntos, gritó en su interior. Tomó la copa, cruzó sus brazos con él y bebió.
El vino dejó en sus labios un color rojo como pétalos de rosa, emitían un dulce aroma. Feng Cang los observó y su garganta se movió.
Contuvo su deseo. No quería asustarla.
Trató de desviar su atención y puso algunos alimentos en el plato de Murong Qi Qi
—¡Come despacio!
—¡Está bien!
[1] Montañas de dagas y mares de llamas: peligro extremo.
[2]El mar azul convertido en campos de moras: la transformación del mundo.
Es que si no, no habría drama :v!!!