Traducido por Lucy
Editado por Meli
Murong Qi Qi recuperó los hilos dorados y miró al hombre cuyo cuerpo entero estaba cubierto de una luz blanca.
Por eso era tan orgulloso. ¡Tenía tal habilidad! Su energía interior ya está en el nivel blanco ocho.
Hace mucho tiempo que alguien con ese nivel no había aparecido.
Murong Qi Qi dejó de moverse, ya había comprobado el nivel del hombre y prefirió mantenerse a diez metros.
Un duelo entre expertos; el que hiciera el primer movimiento, sería el que perdería.
En ese momento, dos poderosos aires rodearon a las dos personas y formaron un remolino poco profundo. Las personas de negro que habían sido arrojadas al suelo, se levantaron y abandonaron la escena, no querían convertirse en cenizas.
—Quiero preguntarte una cosa. ¡¿Por qué fuiste contra mi gente y eliminaste Tong Bao Zhai y Jue Se Fang?! No tengo ni animosidad ni odio contigo. Quiero saber la razón.
Nalan Xi se sobresaltó. Él no permitiría algo tan cruel. Aunque había capturado a Fang Tong, no lo torturó para obtener información. Usó una forma civilizada y pacífica.
—¡No deberías haber tentado a mi mujer!
Murong Qi Qi estaba perpleja, ella ama a los hombres. Amaba a Feng Cang.
—Debe haber algún malentendido aquí.
—¡No hay ningún malentendido! Mi mujer ha estado en silencio preocupada por ti. Todo el mundo sabe sobre ti y ella. ¿Aún lo niegas?
Todo el mundo del jianghu[1] decía que Guanghua gongzi y Du Xian Er eran una pareja de inmortales.
Si Guanghua gongzi hubiera admitido que amaba a Murong Qi Qi, pensaría que tenía buen gusto, pero él lo negó. Feng Cang despreció aún más al hombre de rojo.
Murong Qi Qi se sintió agraviada. Aunque, como Guanghua gongzi, era popular entre las mujeres y conseguía el favor de ellas. Nunca tuvo un contacto cercano con ninguna.
—Estás equivocado. Admito que soy alto, rico y guapo, tengo dinero y soy encantador, pero no soy una persona fácil. Si es un deseo de tu mujer, ¡no puedes odiarme por su amor no correspondido!
Alto, rico y guapo. La descripción de un marido perfecto.
Nalan Xin tosió dos veces. Guanghua gongzi era muy rico. En cuanto a su aspecto, se rumoreaba que era divino. No obstante, afirmar que era alto, eso parecía inapropiado.
Feng Cang explotó. Ese hombre, por el que su mujer, su tesoro, la carne de su corazón, se había preocupado; solo fingía desconocer la situación.
Voló como una espada hacia Murong Qi Qi. La intención asesina en los ojos negros tras la máscara plataeada era muy fuerte, el repentino arrepentimiento por quemar las tiendas desapareció.
—Ja, ja… —se burló Murong Qi Qi.
Feng Cang estaba en el cielo; Murong Qi Qi en el suelo. Su daga apuntó sin piedad hacia el cuello de ella. Antes de que la alcanzara, una seda dorada la envolvió. Con un sonido de campana, un humo púrpura roció la cara de él.
Feng Cang se giró. ¡Guanghua gongzi había utilizado veneno! Cuando el humo púrpura cayó al suelo, las piedras se derritieron al instante. El veneno era de Murong Qi Qi. Ese hombre, solo se aprovechaba de ella, mientras pisoteaba sus sentimientos.
Ella también estaba sorprendida. Él la había atacado con todas sus fuerzas, estuvo muy cerca de ser herida de gravedad. Decidida, contraatacó sin piedad. Cinco dedos se engancharon al hilo como si fueran uno mismo.
Nalan Xin olvidó por un momento el asunto del incendio, luego indagaría quién estuvo detrás. Su mirada se centró en la lucha de Feng Cang y Guanghua gongzi.
Hacía mucho tiempo que no veía luchar a su maestro. Estaba extasiado. Aunque el cuerpo del maestro estaba enfermo, eso no significaba que fuera débil. Si no, ¿cómo pudo hacerse cargo de la tropa águila a la edad de quince años, barrer a los pueblos nómadas del norte y dejar que el ejército de Bei Zhou se convirtiera en el más poderoso del continente?
Sin embargo, Guanghua gongzi también era talentoso. Cuando Nalan Xin entrenaba, podía aguantar veinte ataques de Feng Cang. Sin embargo, ese hombre luchó más de cien asaltos con wangye[2] usando solo dos suaves hilos de seda.
Pensar que esos poderosos hombres luchaban por culpa de una mujer. Aunque siendo ella tan sobresaliente, era normal que existiera una contradicción entre ellos.
En el aire, la figura roja y blanca se entrelazaron. Mientras intercambiaba golpes con Guanghua gongzi, Feng Cang olió una familiar fragancia de manzana verde. ¿Él estuvo tan cerca de ella?
Pensando en que la mujercita a la que besó podría haber sido abrazada por ese hombre despreciable, la fuerza en su mano se intensificó diez veces.
Murong Qi Qi tampoco fue cortés. Una daga negra apareció en su mano y cortó la manga de Feng Cang.
—Un hombre que lucha como una mujer.
Guanghua gongzi era rápido, pero Feng Cang más. Le sujetó la muñeca y descubrió que era delgada como la de una mujer.
—¡Bastardo! —se quejó Murong Qi Qi.
Ella pertenecía a Feng Cang. ¿Cómo podía permitir que alguien más la tocara? Por instinto, pateó hacia los genitales del hombre, que, sin soltar la mano, le agarró el tobillo. Lo apretó y quedó perplejo ¿un hombre podía tener un esqueleto tan pequeño?
¿Una chica? Feng Cang levantó la vista.
Murong Qi Qi le dio una bofetada.
—¡Pervertido!
—¿Qing Qing? —preguntó atónito, había reconocido su voz.
—¡Qing tu hermana! —Estaba iracunda, él la llamó como lo hacía Feng Cang. Lo pateó en el pecho y este cayó al suelo—. ¡Bastardo! ¡Te voy a matar!
El hilo dorado en la mano de Murong Qi QI bailó y voló hacia la garganta de Feng Cang.
—¡Wangye! —gritó Nalan Xin, Feng Cang había dejado de luchar.
—¡Señorita! ¡Tenga piedad! —suplicó Su Yue, tiró un dardo que desvió el hilo dorado.
Su Mei y Fang Toy también habían llegado. Feng Cang al fin reaccionó y saltó como una carpa.
—¡¿Qing Qing, quieres asesinar a tu marido, ah?!
—Qing tu…
La bofetada había movido un poco la máscara plateada y revelaba algunos rasgos de Feng Cang.
—¿Cang?
—¡Soy yo!
Su Mei y Su Yue corrieron al lado de Murong Qi QI. Una a la izquierda y la otra a la derecha, ambas revisaron su cuerpo.
—¡¿Señorita, está bien?! ¡Señorita!
—Uh, estoy bien… —murmuró, perpleja.
—¡Soy yo, Qing Qing!
Feng Cang se quitó la máscara y reveló su rostro. Extendió la mano y Murong Qi Qi permitió que le quitara esa máscara de gato de porcelana blanca.
—¡¿Cómo puedes ser tú?! —murmuró con voz temblorosa—. ¿Eres Guanghua gongzi?
¿Qué estaba pasando? ¿Cómo era posible? ¿Acaso Guanghua gongzi no era un hombre…?
Si Murong Qi Qi podía ser Lian gongzi, ¿por qué no podía ser Guanghua gongzi? Le gustaba travestirse y disfrazarse de hombre. Para ella, ¡Así era más conveniente moverse en el jianghu para hacer su trabajo!
Feng Cang de repente soltó una risita. ¿Qué estaba haciendo? ¿De verdad casi destruye toda la capital por un malentendido? Había dejado que Nalan Xin hiciera algo tan ridículo… Recordó que Jue Se Fang y Tong Bao Zhai habían sido quemados por Nalan Xin… Era un gran problema. Destruyó el esfuerzo de Murong Qi Qi. ¿Cómo debería compensar eso?
—¡¿Tío Fang, estás bien?! —preguntó Murong Qi Qi, recuperándose del aturdimiento—. ¡¿Y los otros hermanos?! ¿Cómo están? ¿Qué ha pasado? ¿Quién quemó Jue Se Fang y a Tong Bao Zhai?
Viendo que Murong Qi Qi fue sola a Cresta del León para salvarle, Fang Tong estaba muy emocionado. Solo ahora, cuando su sirviente y Su Yue vinieron a buscarle, se enteró de lo que había pasado en Jue Se Fang y Tong Bao Zhai.
—Señorita, este es el caso. Hoy, Tong Bao Zhai abrió como de costumbre. Cuando la mañana pasaba por la mitad, un grupo de gente vino buscando problemas —Miró a Feng Cang—. No eran gente de guye[3].
—Entonces, ¿quién era?
—Era la gente de Wu Ji Gong, acompañados de los guardias de la capital. Con la excusa de buscar fugitivos, arrestaron a nuestra gente.
¿Wu Ji Gong? ¿Los guardias de la capital? Feng Cang y Murong Qi Qi entrecerraron los ojos al mismo tiempo. Detrás de Wu Ji Gong estaba el príncipe heredero.
—No nos pusimos, como la señorita ha dicho: ante los problemas, proteger la vida de los hermanos es lo más importante. Mientras intentaba solucionar el tema en la corte. La gente de Wu Ji Gong destruyó y robó. Cuando regresé a revisar, fui capturado. En cuanto a Jue Se Fang y Tong Bao Zhai siendo quemados, no sé quién lo hizo. —Miró a Nalan Xin—. ¿Fuiste tú?
—Aquel día, encontrarte en la entrada de Tong Bao Zhai no fue accidental, ¿verdad? —Su Yue se acercó a Nalan Xin—. Me estabas siguiendo, ¿me equivoco?
—Admito que te seguí. Sin embargo, ¡de verdad no dejé que la gente quemara Jue Se Fang y Tong Bao Zhai! Cuando fui a Jue Se Fang, ya era un desastre, vi a este anciano y lo capturé. ¡De verdad no hice las otras cosas! ¡Wangye solo ordenó que trajera a la gente aquí!
Murong Qi Qi se volvió hacia Feng Cang. Caminó despacio hacia él.
—Cang, ¿no crees que deberías explicar este asunto? ¿Por qué necesitas secuestrar a mi gente?
—Esto…
Feng Cang rió avergonzado.
—¡Habla!
El corazón de Nalan Xin casi salta, su maestro había sido irracional y lo hizo ofender a Wangfei[4]. ¿Cómo debería pasar sus días en el futuro? ¡¿Por qué todas las cosas desafortunadas cayeron sobre él?!
—Estaba celoso —musitó.
Los subordinados estaban atentos, hace un momento, en la batalla. Murong Qi Qi cautivó sus corazones, había demostrado ser la mujer que el cielo había dispuesto para Feng Cang. Ahora, querían ver de qué manera le daría una lección a su maestro, por no haber podido reconocerla y generar ese malentendido.
—¡No te escuché! —gritó molesta, él había hecho un desastre.
—¡Estaba celoso! —exclamó—. ¡En el momento en que supe que eras Du Xian Er, empecé a angustiarme! Todo el jianghu decía que Du Xian Er y Guanghua gonzi eran una pareja de inmortales. Cuando tú y yo nos casamos, él apostó por ti, ¡haciéndome incapaz de no pensar en la relación entre ustedes dos! Tú eres mía, ¡él quería robarte! Estaba celoso. Tan celoso, que me volví loco y deseé poder matarlo, ¡¿de acuerdo?!
La imagen que tenían sus subordinados de Feng Cang se derrumbó.
Después de un rato en silencio, Murong Qi Qi se rió a carcajadas.
—¡Ja, ja, ja! Tú, ¡de verdad te pusiste celoso!
La mujer de rojo temblaba de la risa bajo la luz de la luna.
[1] Jianghu: mundo de las artes marciales.
[2] Wang/wangye: príncipe de primer rango.
[3] Guye: yerno, usado por los sirvientes de la familia femenina.
[4] Wangfei: esposa principal/consorte del príncipe de primer rango.