Traducido por Naiarah
Editado por Chizuru
Corregido por Shiro
You XiaoMo se sintió avergonzado al verse observado.
—¿Puedo preguntar si algo va mal? —preguntó tras vacilar.
De inmediato, todos volvieron en sí y comenzaron a fruncir el ceño, mientras que el relativamente inexpresivo hermano mayor Wu al fin reveló una leve sonrisa y asintió con la cabeza en su dirección.
—No hay nada malo, lo hiciste muy bien. Dividiste con éxito el poder del alma en el primer intento como lo hizo el hermano mayor Fang ChenLe.
Estas palabras eran, inequívocamente, de alabanza. Los otros discípulos quedaron sorprendidos. El hermano mayor Wu lo había comparado con el hermano mayor Fang ChenLe. Esto claramente significaba que su capacidad para controlar el poder del alma debía ser bastante extraordinaria.
Pensando en cómo habían fracasado, incluso luego de varios intentos, las caras de los discípulos se tornaron sombrías. Su talento innato era casi el mismo. Aparte del que tenía el aura amarilla, la más baja entre ellos, los otros tres tenían el aura de color verde. Pero, ahora, el discípulo más joven los había superado, para más, el que no les agradaba. Esto les dejó una sensación de insatisfacción.
You XiaoMo no pensó mucho en ello. Tras ser elogiado por el hermano mayor Wu, avergonzado, rio un poco. No quería destacar, pero ¿cómo iba a saber que tendría éxito en el primer intento? Si hubiera sabido que sería así, habría fallado varias veces para evitar esto.
En realidad, era consciente de que no era del agrado de estos cuatro discípulos, pero como quería evitar problemas, siempre había pretendido no tener ni idea. Sin embargo, ahora que los superó, ¡parecía haber añadido más leña al fuego!
El hermano mayor Wu no le permitió dejar de practicar solo porque lo logró. Después de un elogio, los instó a que siguieran trabajando. You XiaoMo tampoco quería destacar demasiado, así que continuó, junto con los otros aprendices, dividiendo el poder del alma, pero se aburría mucho haciendo lo mismo una y otra vez.
En ese momento, una pregunta empezó a formarse en su cabeza: ¿Se puede dividir la fuerza del alma en cuatro?
Pensando en esto, miró secretamente a los otros discípulos. Todos ellos estaban absortos en su tarea. El hermano mayor Wu tampoco estaba mirando en su dirección, pero debía tener cuidado. No se atrevía a hacerlo a la vista de todos, pero debería estar bien si lo hacía en el interior del caldero. Entonces, observó la situación por un momento, comenzando solo cuando estaba seguro de que no sería descubierto.
Primero, dividió el poder del alma en tres. Luego, lo hizo descender por los orificios. Una vez que llegó al fondo, en silencio, dividió cada uno en otros tres, y los dejó deambular en el área delimitada. Por aquí, por esa abertura, luego allí, por otra. Hizo que entraran y salieran, uno a uno, hasta el punto de juntarlos en nudos. Entonces, con el fin de desafiarse a sí mismo, decidió hacer un lazo.
Justo cuando estaba jugando con esto, los otros discípulos por fin tuvieron éxito. Sin embargo, cuando los miró, se percató de que todos parecían cansados; sudaban profusamente y carecían de espíritu, como si hubieran consumido demasiada energía. El hermano mayor Wu vio que estaban a punto de colapsar y no les permitió que continuaran esforzándose, ordenándoles que se detuvieran y descansaran.
You XiaoMo apartó la vista en silencio, para luego bajarla y mirar el lazo que hizo con el poder de su alma dentro del caldero. De pronto, una sención de vergüenza lo embargó. No quería ser tan excepcional, pero no entendía por qué los otros cuatro discípulos morían de cansancio solo con ese ejercicio cuando él, por su parte, seguía lleno de vigor.
Con el fin de no parecer tan fuerte de voluntad, retiró el poder de su alma del caldero y se sentó en el suelo como el resto de ellos. Inesperadamente, el hermano Chen, a su lado, bufó en desprecio. Él levantó la mirada, sorprendido, solo para ver llamas furiosas de ira en los ojos del otro. Aunque no había sido ostentoso, parecía que pasar desapercibido no sería una opción.
¿De qué podrá tratarse esto?
Cómo podía saber que, aunque no deseara destacar, cualquiera que tuviera ojos podía ver que él no estaba cansado en lo más mínimo, pero todavía se sentaba con ellos para tomar un descanso, como si se burlara. ¡¿Cómo podían los cuatro discípulos no estar furiosos?! You XiaoMo sollozó en su interior al no saber qué había hecho para ofenderlos.
En ese momento, el hermano mayor Wu, que acababa de salir, volvió a entrar, dirigiéndose hacia You XiaoMo con algo en sus manos.
—Estas son las hierbas mágicas de nivel uno. Ahora todos ustedes pueden empezar a practicar destilándolas —dijo y colocó las plantas en las mesas de madera. Todas juntas, eran seis tipos, veinte tallos por cada uno.
Aparte de él, los otros discípulos también recibieron su parte, pero solo les dieron tres tipos. Con facilidad, podía ver que esto implicaría echarle más leña al fuego, por lo que apartó la vista mientras lágrimas bajaban por sus mejillas y pensaba en su interior: Hermano mayor Wu, ¿estás tratando de que me odien aún más?
Como les gusta hacer menos a la gente diferente….