Traducido por Naiarah
Editado por Chizuru
Corregido por Shiro
Ataviado con un elegante traje blanco y de elevada estatura, Ling Xiao parecía acercarse a la perfección. A pesar de haber viajado durante casi un día entero, no mostraba el menor signo de cansancio.
Se aproximó a You XiaoMo y arrojó un pergamino sobre la mesa.
You XiaoMo le echó un vistazo. No era un objeto nuevo, pero había sido preservado con sumo cuidado. Su superficie se mantenía intacta, sin rasgaduras ni arrugas visibles. En ella destacaban claramente cuatro palabras: Pergamino del alma celestial. Con una sola mirada resultaba evidente que estaba relacionado con el alma, dado que esa palabra figuraba entre los cuatro.
Al ver que Ling Xiao guardaba silencio, You XiaoMo no pudo contener su curiosidad y tomó el pergamino entre las manos. Sin embargo, al desplegarlo, su rostro se oscureció por completo: sorprendentemente… ¡no podía reconocer ni una sola palabra!
Vacilante, alzó la vista hacia Ling Xiao.
—Hermano mayor Ling, ¿este pergamino es realmente una técnica alquímica para entrenar la fuerza del alma?
Ling Xiao arqueó sus elegantes cejas al oír la pregunta.
—¿Y por qué habría de darte cualquier cosa para engañarte?
—¡No, no, no! —se apresuró a negar You XiaoMo, sacudiendo la cabeza—. Por supuesto que no quise decir eso. Solo que… estos caracteres no los reconozco en absoluto. Son completamente distintos a los de los libros de la biblioteca. ¿Cómo se supone que debo aprender algo así?
—Si fueras capaz de entenderlo con solo mirarlo, entonces los demás magos de alto nivel habrían vivido en vano —resopló Ling Xiao.
—¿Quieres decir que este pergamino está escrito en caracteres antiguos?
Pensó de inmediato en los caracteres oraculares tallados en huesos, tan distintos de los caracteres simplificados actuales. Eran, en esencia, dos sistemas completamente diferentes, aunque los más modernos fuesen el producto de una larga evolución histórica.
—Qué inteligente —comentó Ling Xiao, mirándolo de reojo, aunque su tono distaba mucho de ser un elogio.
—Los caracteres del Pergamino del alma celestial están escritos en la antigua escritura del continente Long Xiang. Pero si lo analizamos a fondo, probablemente muy pocas personas sean capaces de confirmarlo, pues este pergamino data de hace más de cien mil millones de años.
»En aquel entonces, existían muchas más técnicas alquímicas destinadas a entrenar la fuerza del alma que en la actualidad. Sin embargo, debido al paso del tiempo, y a que muchos magos se negaron a transmitir esas técnicas, su número fue disminuyendo hasta casi desaparecer. Hoy en día, no existen más de diez volúmenes como este en todo el continente Long Xiang.
Aun así, You XiaoMo no pudo evitar sentirse intrigado.
Si son tan escasos, ¿de dónde lo sacó Ling Xiao?
No obstante, por muy fuerte que fuera su curiosidad, no se atrevió a formular la pregunta y optó por decir algo más práctico:
—Hermano mayor Ling, si no entiendo los caracteres de este pergamino… entonces, ¿cómo voy a entrenar? —Sostenía el pergamino entre las manos mientras hablaba.
Finalmente una leve sonrisa apareció en el rostro de Ling Xiao, pero no era una sonrisa amable, sino una cargada de astucia.
—Que tú no los entiendas no significa que yo tampoco pueda hacerlo.
You XiaoMo no había esperado que realmente supiera leer aquellos caracteres. Pero su alegría inicial se desvaneció rápidamente con el tono malicioso de su voz. Comprendió de inmediato que aquello no sería tan sencillo. Por supuesto, habría un precio. Casi podía ver cómo su monedero se iba quedando vacío.
—Hermano mayor Ling, dime de una vez qué condiciones tienes.
Aceptaré sus condiciones.
La expresión de Ling Xiao parecía decir claramente: «Vaya, sí que sabes ser sensato». Al fin y al cabo, hacerlo ir de un lado a otro… nadie lo había logrado antes. You XiaoMo era el primero.
—Puedo traducirte las técnicas alquímicas —dijo Ling Xiao con tono indiscutible—, pero una vez que hagas avances, quiero diez de esas píldoras mágicas.
You XiaoMo supo de inmediato a qué píldoras se refería. Y aunque la petición le resultaba desalentadora, la posibilidad de obtener al fin una técnica auténtica lo llenaba de emoción. No solo diez… incluso si pedía veinte, habría aceptado. Por supuesto, jamás se lo diría a Ling Xiao.
—¿Entonces empezamos ahora mismo, hermano mayor Ling?
Con el Pergamino del alma celestial entre las manos, lo miró con los ojos brillando de entusiasmo.
Ling Xiao frunció el ceño. Otra vez con esa carita de gatito que le removía algo en el pecho.
—¿Cuál es la prisa? Aunque lo traduzca ahora, no podrás comenzar a entrenar de inmediato.
—¿Por qué? —preguntó You XiaoMo tras unos segundos de desconcierto.
—Sin alguien que te guíe, ¿de verdad crees que lograrás avanzar con ese coeficiente intelectual tuyo?
Ling Xiao alzó las comisuras de los labios, luciendo nuevamente esa expresión arrogante y autosatisfecha que tanto lo irritaba. Era un contraste tan marcado con su porte elegante que resultaba desconcertante.
¿Por qué nadie más lo nota?
¡Esto es claramente un insulto! ¿Desde cuándo tengo yo un coeficiente intelectual bajo?
You XiaoMo hervía de indignación.
Ling Xiao se levantó, se acercó a él y lo tomó del brazo, arrastrándolo hacia la salida.
—Acompáñame a cenar. Mañana encontraré tiempo para venir.
You XiaoMo parpadeó repetidamente.
—Hermano mayor Ling, ¿a dónde vamos a comer?
Ling Xiao lo miró de reojo, con una sonrisa ambigua en los labios.
—¡Por supuesto que vamos al comedor del Pico de la Tierra!
En ese instante, You XiaoMo dejó escapar un gemido lastimoso.
Al mismo tiempo, en un lugar en un rincón del continente Long Xiang que él desconocía por completo, una noticia impactante comenzaba a extenderse como una onda expansiva. El renombrado mago de alto nivel, Qiu Ran, había perdido algo de suma importancia. Tan grave era el asunto, que había emitido una recompensa extraordinariamente alta: diez píldoras mágicas de nivel nueve y tres de nivel diez, ofrecidas a quien pudiera entregarle al ladrón.
Para You XiaoMo, aislado de cualquier noticia del mundo exterior, aquello seguiría siendo un misterio por un largo tiempo. Para cuando llegara a enterarse, ya consideraría el Pergamino del alma celestial como algo legítimamente suyo.
Lo que hace un activo por su pasiva
Jajajajajajajaujajajq
Jajajaja se pasa, lo que hacen las miradas de gatito triste.🤣