La hija de la Casa Albert – Capítulo 45

Traducido por Maru

Editado por Ayanami

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Hasta ahora, Mary había estado viviendo, la mayor parte de sus días, haciendo todo lo posible por no preocuparse demasiado por Lilianne y Karina, a diferencia de lo que generalmente sucedía en el juego.

Esto, no estaba fuera de que ella dijera “¡Ya tuve suficientes juegos otome!” O “¡Quiero estar lejos de los personajes secundarios!” O algo así. Era simplemente su baja motivación habitual, algo así como “Voy a volver a Karelia dentro de un año de todos modos. Además, la razón por la que vine a estudiar al extranjero fue para poder aprender administración de empresas, en aras de administrar eventualmente mí tienda de Aves Migratorias y Cuencos.” No tenía intención de meter la nariz en los problemas de otras personas.

Para empeorar las cosas, se sentía como una clavija cuadrada en un agujero redondo, por lo que, se preguntó si sería mejor mantener un perfil bajo.

Era por eso que, trató de no causar demasiado revuelo en la academia y, aunque no se estaba esforzando demasiado para no sobresalir tanto, así era como Mary pasaba su vida de estudiante.

Debido a eso, Mary era solo otra estudiante ordinaria de la academia. Como todavía recibiría algún trato especial de vez en cuando solo por ser la hija de la familia Albert, no tenía intención de alardear.

Por eso, no tuvo nada que ver con ninguno de los dramas de la academia, como los miembros populares y hermosos del consejo estudiantil, el as del club deportivo, el joven maestro playboy o los estudiantes transferidos que los buscaban y las alumnas que se habían enamorado de ellos.

Aun así, a veces, dos de esos estudiantes miraban a Mary desde la distancia y susurraban cosas como “¿Cómo evitó las Tierras del Norte?” Y “¿Qué pasó con el simulacro?” Para sí mismos, mientras ella no estaba prestando atención.

Sin embargo, la etapa de Mary de estar tratando de mantener un perfil bajo pero seguir viviendo una vida escolar muy simple, pronto llegó a su fin, en el momento en que comenzó a ser seguida por Parfett.

La joven, cuyo prometido fue robado por la estudiante transferida, y la joven que entregó su prometido a la princesa. Con ellas dos juntas, era imposible evitar los ojos curiosos de los demás estudiantes. A diferencia de Parfett, Mary era la hija de la familia Albert, y cualquier chismorreo irrespetuoso sobre ella era capaz de hacer que sus enemigos se metieran en problemas, no solo con su familia sino también con los países vecinos. Y, sin embargo, podía escuchar la mayoría de los susurros, relativamente “inaudibles”. Es decir, no importa cuán bajas fueran sus voces, los chismes siempre llegan a las personas interesadas.

—Lo siento mucho, señorita Mary…

Ella sostenía su libro de texto, con ambas manos, cerca de su pecho, pronto, bajó la cabeza para evitar que los ojos de todos a su alrededor la vieran en su lamentable estado. Parfett se disculpó, como si tuviera miedo de Mary, quien, a su vez, terminó respondiendo con un suspiro.

—La gente dice todo tipo de cosas sobre ti, porque estás saliendo conmigo…

—Oye, no es como si estuviera planeando salir contigo. Sólo estás caminando a mi lado, eso es todo, ¿verdad? —Dijo Mary.

Eso debió sentirse como una bofetada en la cara, ya que Parfett tomó un trago de aire y se quedó quieta en el lugar. Su tez, ya pálida, se volvió aún más blanca, y sus ojos comenzaron a llorar. Sus labios se cerraron con fuerza, y sus cejas caían tanto que la hacían parecer más débil de lo habitual.

Parecía que se derrumbaría en cualquier momento.

Esto tomó a Mary completamente desprevenida.

— ¡Oh, no llores! ¡No puedes llorar por esto!

—Pero…te he causado tantos problemas, señorita Mary…es por eso…pero, me pongo ansiosa cuando estoy sola…

Mary estaba completamente confundida con el estado de Parfett. Sus ojos, casi no podían contener las lágrimas. Sabía que había muchas chicas frágiles alrededor que, probablemente, habían sido protegidas del mundo, pero nunca pensó que alguien sería tan frágil.

A lo largo de la vida de Mary hasta ahora, nunca había hablado con una persona tan débil como Parfett y, por lo tanto, no tenía ni idea de cómo hablar con ella. A su alrededor, estaban Addie y Patrick, que le regresaban el sarcasmo cuando ella se dirigía a ellos con ironía; o Alice, que no se daba cuenta de nada. No estaba acostumbrada a la delicadeza habitual o a las personas que eran heridas con facilidad por un par de disgustos.

Más bien, si decía algo con un sabor un tanto sarcástico, ponía una cara que podía romperte el corazón.

—Además, no me importa si lo estás o no.

—Así es…desde el punto de vista de Mary, estoy…

— ¡Eso no quiere decir que puedas caminar a mi lado! Y no sabía cómo hablar acerca de romper mi compromiso con Patrick.

—Sí…es cierto que fui abandonada por Gainus…

—Por favor, ¡habla contigo misma y no te hagas daño diciendo esas cosas!

Mary se apresuró hacia Parfett, quien podría llorar desde lo más profundo de su ser.

¿No era una compañera intratable? Además, Parfett era pequeña y adorable, como un animal pequeño.

Por eso, Mary, cortés e inconscientemente, reprimió la ironía que parecía salir de su ser, y se calmó.

—Por favor, cálmate, no llores, no te hagas daño diciendo eso y escúchame.

En lo más profundo de Mary Albert, estaba tan tranquila como siempre.

—No sabía si estabas a mi lado y me dijiste algo, y es mejor que te cuente cómo rompí mi compromiso con Patrick, para evitar un daño real aquí.

—De verdad…

—No es bueno chismosear acerca de la historia de otros hombres y mujeres, así que tienes que mantener tu dignidad.

Con eso en mente, Mary volvió a caminar y dijo:

—Vamos.

Después de que Parfett se sorprendiera y abriera mucho los ojos, la siguió con lágrimas y una pequeña sonrisa.

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