Traducido por Ichigo
Editado por Tanuki
—¿Qué hacen todos, me pregunto?
La voz de Lilia resonó en el pasillo. Era una voz muy calmada y melosa. Alguien cercano soltó un grito, pero eso no importaba. Ella miraba con tranquilidad a las cinco personas que tenía delante.
—Q- Quién eres…
El chico de gran complexión habló con voz temblorosa. Al parecer no sabía nada de ella. Eso la sorprendió un poco, pero de nuevo, no importaba.
—Idiota. Es la señorita Liliane. La señorita Liliane Aldis.
La mujer se movió a su lado y le susurró al oído. Lilia pudo oírla porque el pasillo estaba en completo silencio.
—¿Qué Liliane… Ah, qué…?
Aunque no conociera su rostro, parecía ser muy consciente de su notoriedad. Por lo general prefería limpiar su infamia, pero decidió esgrimirla con libertad esta vez.
—Lili…
Sonó la débil voz de Ray. Era una voz muy débil, por lo que parecía que solo ella podía oírla. Sin mirarle, continuó mirando fijo al chico de gran complexión.
—¡Esto no tiene nada que ver con la familia del Duque! ¿Qué estás haciendo aquí?
Los ojos de Lilia se entrecerraron y las cinco personas que la rodeaban palidecieron. Si conociera su infamia con un poco más de detalle, no sería capaz de decir estas palabras.
—Solo quería pasar por aquí…
Las comisuras de su boca se levantaron hacia arriba. Era una sonrisa muy alegre, pero por supuesto no les trajo ningún alivio.
—¿Con quién crees que estás hablando?
Se acercó poco a poco a su gran alumno. Debería ser más joven que ella, ya que estaba en el mismo curso que Ray, pero era un chico, y su físico era mayor. No obstante, seguía temblando, muy asustado.
—No eso… Yo estaba…
—Parecía que todos ustedes estaban intimidando a este chico…
—Que… solo estábamos jugando con él…
—¿Jugando? Ya veo, jugando eh…
Asintió como si estuviera convencida. Sonrió con suavidad al ver que las cinco personas frente a ella asentían varias veces con la cabeza.
—Entonces déjame jugar a mí también.
Las cinco personas dejaron de moverse. Las expresiones faciales estaban teñidas de desesperación. Mientras ella sonreía y se acercaba, temían lo que pudiera hacer.
—¿Qué está pasando aquí?
Una voz llegó desde detrás de las cinco personas. Lilia chasqueó la lengua para sus adentros ante esa voz.
El príncipe avanzó hacia ellos. A su lado, había un estudiante que parecía un poco más joven y otro estudiante en la misma clase que ella.
—He fallado…
Si alguien viera esto sin saber nada, seguro parecería la mala. Incluso la propia Lilia lo pensaría. Trató de ordenar sus pensamientos, al menos debería proteger a Ray, pero Sakura se coló y dijo con su voz risueña.
Está bien, Lilia.
Está bien… ¿Qué es lo que quieres decir?
Frente a ella, cuya mente estaba llena de confusión, el príncipe miró a las siete personas una por una. Las cinco personas con expresiones brillantes y esperanzadas, Lilia, y al final Ray. Dirigió a Lilia una mirada severa, como si tratara de decir que lo entendía todo.
—Liliane.
—¿Qué pasa?
Ella se preguntaba qué diría él. Pero las palabras del príncipe no eran lo que ella esperaba.
—Trae aquí al chico que tienes al lado. Estoy seguro de que no te sentirás conforme estando con ellos.
Abrió mucho los ojos y se quedó estupefacta. De inmediato se recuperó cuando Sakura la llamó, pero expuso una expresión muy estupefacta. Rápido borró su expresión y se acercó a ella.
—¿Puedes levantarte, verdad?
—¿Ah, sí?
Se levantó, tomando su mano. Y al pasar junto a las cinco personas, se detuvieron un momento. Sonrió a las cinco personas que se mostraban bastante recelosas.
—Me quedo con este chico. Este niño es mío a partir de ahora. No les diré que no lo toques, pero piénsenlo dos veces antes de hacerlo en el futuro.
Los cinco asintieron con fuerza a las palabras de Lilia. Luego, pasó de largo.
El príncipe que la saludó tenía una mirada de consternación. Pero no dijo nada, y volvió de nuevo sus ojos hacia los cinco.
—Bueno, ¿tienen algo que decir?
Las dos alumnas intentaron murmurar alguna excusa.
—Olvidé decírtelo, pero ya he oído lo que pasó. No te impediré que mientas, pero prepárate para las consecuencias.
Al final, nadie dijo nada y todos permanecieron quietos donde estaban.
Después de eso, nadie dijo una palabra durante un rato. Al final, el príncipe suspiró y dio instrucciones a sus compañeros que venían con él. Cuando terminó de hablar.
—Sí, entendido.
Aquella persona reconoció con cortesía y se dirigió hacia los estudiantes. El príncipe no esperó a ver el resultado y se volvió hacia Lilia y su amigo.
—Vamos.
Diciendo esto, el príncipe encabezó la marcha. A Lilia le pareció una forma de salir de esta situación. Quería marcharse rápido, pero sería difícil ignorarlo, así que le siguió a regañadientes.
Los guío hasta un aula vacía del primer piso. El príncipe entró primero en la tranquila aula, seguido de Lilia y Ray. Tras confirmar que habían entrado, cerró la puerta. Cerró bien y se dirigió al fondo de la sala. Lilia estaba un poco más lejos, y lo siguió.
—Ahora.
El príncipe pronunció una palabra y se quedó quieto. Se dio la vuelta y miró a Lilia con odio.
Me pregunto qué dirá esta vez.
¿Con respecto a?
—Liliane. Gracias por este asunto. Gracias.
Diciendo esto, inclinó la cabeza. No solo ella sino también Sakura parecieron sorprenderse ante esto, y ambas se quedaron sin palabras.
Y el príncipe miró con odio a Ray esta vez. Él también le devolvió la mirada. Era más fuerte que de costumbre. Y cuando ella se quedó inmóvil, el príncipe abrió la boca.
—¿Qué haces, Rayford?
—Nada, solo me intimidaban.
Al parecer Ray es un príncipe, aunque no sé si lo es de ese reino o de otro. Muchas gracias por el capítulo.