Lector Omnisciente – Episodio 47: Selección del Rey Demonio (4)

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


El suelo y el cielo se agitaron como engranajes. Algo gigantesco descendía y había alguien que lo bloqueaba. El poder mágico y la historia gigante provocaron un estallido de chispas brillantes al chocar.

【Faltan 40 segundos para el inicio del escenario de destrucción.】

El oponente era un dios exterior. Poco a poco, se iba acercando. La Santa de la Espada rompiendo el cielo no retrocedió a pesar de la presión que pesaba sobre todo el castillo. No, ella no podía retroceder. Nunca se echaba atrás en sus creencias. Este era el estandarte de un trascendental que transitaba por un único camino.

—¡Lucha!

Ella revivió a la desesperada gente de Murim.

【Muchas constelaciones están interesadas en el desarrollo de este escenario.】

【Algunas constelaciones están prestando atención a la trascendental ‘Namgung Minyoung’.】

Las estrellas se reunían en el cielo nocturno. Como pirañas oliendo sangre, las constelaciones iluminaban el cielo con una luz roja. Los dokkaebis también aparecieron como si hubieran estado esperando.

【—¡Constelaciones, es hora de que llegue la destrucción!】

Algunas de las constelaciones observaban la desaparición del mundo con una expresión sombría, mientras que otras lo hacían con entusiasmo. Los sentimientos de cada uno eran diferentes, pero la caída de un mundo no era más que un entretenimiento para ellos.

… Como yo. Muchas emociones confundieron mi cabeza. Tal vez estos sentimientos se habían acumulado desde lo que pasó en la Asociación de Gastrónomos. Si yo tirara a Murim aquí, ¿sería diferente a ellos?

—¡Santa de la Espada rompiendo el cielo! ¡Yo…!

Dejé salir mi estatus y se produjo un cambio en las constelaciones.

【La constelación ‘Prisionero de la Diadema de Oro’ espera tu elección.】

【¡Muchas constelaciones están prestando atención a tu presencia!】

La atención se trasladó de la Santa de la Espada rompiendo el cielo a mí.

【—¿Tú…?】

Sí llamaba la atención del dios exterior, no podría escapar de este lugar. Ella lo sabía y me detuvo.

—Este no es tu campo de batalla.

Era como si esta página no estuviera permitida para mí.

—Deja este mundo a la gente de aquí.

No sabía qué era Murim para la Santa de la Espada rompiendo el cielo. Era un lugar que la veneraba como a un dios y a la vez la abatía. Sin embargo, ahora, ella decidió defenderlo.

【Se acumulan las historias del área del escenario 29, el Primer Murim.】

Entonces Murim le respondió.

【El área del escenario 29 ha encontrado a su guardián.】

【El Primer Murim está mirando a ‘Santa de la Espada rompiendo el cielo Namgung Minyoung’.】

【La posibilidad de una historia gigante está germinando.】

Ella parpadeó sorprendida. Quizás era la primera vez que escuchaba este mensaje. Si alguien quería destruir el mundo, el mundo respondería a la destrucción.

「 En este mundo, todo lo que ha construido una historia tiene una voluntad. 」

Era una tierra que estaba hecha con la sangre, la carne, el sudor y el esfuerzo de la gente de Murim. Las historias esculpidas en la tierra acudían a la Santa de la Espada rompiendo el cielo. Se podía sentir su grandeza mientras Murim se acurrucaba en su cuerpo.

La posibilidad de una historia gigante, todavía no había florecido y no sabía cuándo iba a germinar…

No obstante, como la posibilidad de una historia gigante…

【—Ka ka ka ka ka ka.】

Un extraño sonido, que parecía una carcajada, surgió del cielo. Finalmente, cinco tentáculos descendieron.

Por muy grande que fuera la posibilidad de una historia gigante, era imposible detener al dios exterior sólo con la Santa de la Espada rompiendo el cielo. Los dioses exteriores eran seres que habían vivido mucho tiempo y se habían enfrentado a tales historias gigantes. Sabía que no se podía perder más tiempo.

—¡Vete ya! —gritó Namgung Minyoung.

Entonces mi cuerpo fue empujado dentro del coche.

【—El portal se activa.】

Yoo Jonghyuk recuperó tardíamente su mente e intentó salir del coche, pero el Ferrarigini de grado X ya había arrancado.

Sólo hizo falta un momento. Al atravesar el portal, el Maestro del estilo rompiendo el cielo se quedó en silencio. El paisaje de Murim se alejó lentamente y todo se cubrió de oscuridad. Los supervivientes no dijeron nada durante mucho tiempo.

♦ ♦ ♦

【Has llegado al 73er Reino de los Demonios.】

【Faltan tres días para la «Selección del Rey Demonio».】

Tal vez fue porque pasaron demasiadas cosas seguidas, por lo que todos nos quedamos callados tras el regreso. El coche se apagó y sólo quedó una quietud.

—Fumaré un cigarrillo un rato.

Han Myungoh se marchó mientras Jang Hayoung colocaba su cabeza contra sus rodillas. El perro gimió, mientras Yoo Jonghyuk… maldición. Respiré tranquilamente mientras pensaba en lo que había ganado en este viaje.

Todo lo que había hecho era para la próxima «Selección del Rey Demonio». Fui a Murim para reclutar a la Santa de la Espada rompiendo el cielo como colega y fui a la Asociación de Gastrónomos en el proceso.

No pude traerla de vuelta conmigo de Murim y no pude persuadir a las constelaciones de la Asociación de Gastrónomos. El único ingreso fue que Yoo Jonghyuk y Jang Hayoung se hicieron más fuertes, teníamos a un perro trascendental y…

【Monedas poseídas: 4.890.875.】

【La actualización de la «segunda revisión» se ha completado.】

A pesar del mensaje, no me atreví a mirar mi celular. Sin embargo, tenía que mirar, aunque me diera asco el contenido que iba a ver.

—Kim Dokja.

Levanté la vista y vi a Yoo Jonghyuk mirándome fijamente. No podía soportar leer la ira en su corazón. No tenía nada que decir, aunque intentara matarme.

—¿Qué hacemos ahora? —Era una voz que no contenía ningún sentimiento especial. Sentí un sutil temor y activé mi habilidad para ver lo que pasaba por su mente, pero inmediatamente me arrepentí.

「… 」

「… 」

「… 」

Tenía el pecho congestionado por las emociones asfixiantes. Eran emociones que no se podían describir con palabras. El dolor era tan profundo que no podía convertirse en lenguaje.

Yoo Jonghyuk ya estaba loco. Tal vez había sido así durante mucho tiempo. Este evento solo sirvió para desgastarlo aún más. Las emociones que no estallaron pasarían a la siguiente regresión y lo llevarían a la muerte. Esta forma de ser lo desgastaba y lo aislaba.

La “Namgung Minyoung” de la tercera ronda sería olvidada. Abrí mis labios temblorosos. Necesitaba decir algo como que ella seguramente estaba viva y volvería con vida. No obstante, no podía decirlo. No era tls123.

—Tenemos que intentarlo. —Eso fue todo lo que pude decir—. Luchar, pelear y darle un giro a las cosas.

Yoo Jonghyuk me miró en silencio antes de salir del coche. Pude verlo sin preguntar. Tal vez iba a hacer sus propios preparativos.

Este era el protagonista. No renunció a su objetivo ni aunque diera su vida. A pesar de la poderosa desesperación, la desafió una y otra vez, para superarla. Así, vivió y viviría.

Con el tiempo, se volvería infeliz. Una vez que Yoo Jonghyuk se alejó, la única frase que logré leer de su corazón se quedó conmigo.

「 No soy como tú. 」

Me quedé pensando en ello mientras encendía mi celular. Sabía a qué se refería.

【Tres formas de sobrevivir en un mundo en ruinas (2da revisión).TXT】

Se registraría la muerte de la Santa de la Espada rompiendo el cielo. Se escribiría el éxito de esta ronda. Tal vez se escribiría el final cambiado.

【La ‘Cuarta Pared’ se estremece débilmente.】

Mis dedos temblorosos tocaron la pantalla varias veces. Las palabras de Yoo Jonghyuk volvieron a surgir.

「 No soy como tú. 」

No sabía lo que ese bastardo sabía de mí. Lo había observado por más de 10 años mientras que él ni siquiera me había conocido por un año. Ese imbécil, ¿qué sabía de mí…?

Apagué la pantalla. No importaba lo que estuviera escrito. En cualquier caso, la historia que quería crear no estaría en ella.

—Jang Hayoung, quiero salvar al Primer Murim.

Se limpió los ojos mientras levantaba la cabeza. Lo miré fijamente y abrí la boca despacio, con algo de duda. No sabía si esto podría funcionar o no. Sin embargo, era mejor que no hacer nada.

♦ ♦ ♦

Había varios seres en el centro de detención del Poder Ejecutivo. Principalmente, estaba lleno de constelaciones y trascendentes encarcelados, atrapados por la «evaluación de la conformidad de la probabilidad».

Sin embargo, era raro que un miembro del Poder Ejecutivo viniera directamente, aunque se violara la probabilidad. Los que la utilizaban demasiado se veían afectados por una tormenta y era fácil evitar la atención.

Aun así, tuvieron que intervenir en la situación de este hombre. El dokkaebi Youngki suspiró mientras miraba el mapa atrapado en la red de probabilidad.

—Mira aquí.

Entonces la personita lo miró. Youngki contempló el bello rostro y dijo:

—Ahora deberías volver a tu zona de escenario original. ¿No está tu casa en peligro?

Este no respondió.

—Gracias a usted, su sistema planetario no puede continuar con el escenario.

El pequeño hombre se rio.

—Una vez que me vaya, volverás a enviar algún ‘desastre’ a la Tierra de Paz.

—¿No he dicho ya que eso no ocurrirá?

—No creo en tus palabras.

Youngki se estremeció y retrocedió ante la voz gruñona. Por eso los trascendentes eran difíciles. Las constelaciones podían entender rápidamente una vez que se les hablaba, pero los trascendentes eran mortales obstinados y a veces hacían líos absurdos como este.

El hombre siguió hablando.

—Hay alguien a quien estoy esperando. Me quedaré aquí hasta entonces.

—¿Esperando? ¿A quién?

—Me iré por mi cuenta una vez que venga.

Youngki estaba a punto de abrir la boca de nuevo cuando la puerta de la prisión se abrió y apareció un nuevo prisionero.

【—Grrr… ¡malditos dokkaebis!】

La prisión se estremeció por la feroz voz verdadera. Youngki y el pequeño hombre se volvieron hacia la voz al mismo tiempo.

En la entrada, entraba una constelación que había sido delimitada por los dokkaebis del Poder Ejecutivo. Era una constelación con la apariencia de un lagarto.

【—¡Ese bastardo me estafó! Él fue quien me robó las monedas. ¿Por qué me agarraron a mí en vez de a él?】

—Si no encuentras la forma de pagar tu deuda, nos veremos obligados a quitarte una historia.

Youngki tenía una idea aproximada de la situación. A veces sucedían estas cosas. Era una de esas constelaciones que no podía pagar los ridículos intereses del préstamo. Chasqueó la lengua mientras el otro seguía gritando. Los dokkaebis estaban familiarizados con esa agitación, pero una persona no lo estaba.

—Cállate.

El Depredador del Pantano se volvió al oír la fría voz.

【—¿Quién eres tú? ¡Pequeño hombre…!】

En ese momento, una tremenda corriente de aire se arremolinó alrededor del “hombrecito”. Su cuerpo parecía elevarse en el aire y un rayo azul envolvió su cuerpo.

【—¿Qué… kuk…?】

El Depredador del Pantano dejó escapar un sonido confuso. El poder de un mortal presionaba su estatus. Era algo que nunca había experimentado antes.

La red de la prisión dejó escapar un grito de dolor. Una fuerza más allá de la probabilidad asignada a este lugar surgía del pequeño hombre. El conmocionado Youngki y los otros dokkaebis aumentaron la salida de la red, pero la situación no cambió.

El cuerpo del hombre se hizo más pequeño y saltó a través de la red. La enorme tormenta salió disparada hacia el Depredador del Pantano. Todo el edificio tembló y se levantó polvo.

【—Uh… uhh…】

La constelación yacía en el suelo. Cinco dokkaebis se habían abalanzado valientemente sobre él y apenas habían conseguido desviar la trayectoria del puño. Las terribles huellas dejadas por el golpe permanecían en la pared. En lugar de culpar al dueño del puño, los dokkaebis se apresuraron a informar.

—Felicidades, Depredador del Pantano. Eres libre.

【—¿Eh? ¿Qué?】

—Acabo de recibir una orden para liberarte. Alguien ha pagado tu deuda.

【—¿Qué? ¿Quién…?】

El Depredador del Pantano olvidó lo que acababa de ocurrir ante aquella noticia. En el momento en que el dokkaebi mencionó un nombre, el cuerpo de Kyrgios se detuvo mientras el que parecía lagarto preguntaba:

【—… ¿Ese tipo pagó mi deuda?】

En un instante, el rayo blanco-azulado de la Electrificación salió disparado hacia el dokkaebi. Kyrgios lo sujetó por el cuello y le preguntó:

—¿Qué has dicho hace un momento?

—N-No, ¿qué…?

—Ese que acabas de nombrar, ¿dónde está ahora?

Antes de que el dokkaebi pudiera responder, un mensaje llegó a los oídos de Kyrgios. Se quedó mirando al aire por un momento antes de pasar junto a los dokkaebis hacia la entrada.

—¡Espera un momento! ¡No puedo dejar que te vayas! Si vuelves a tu planeta natal… —exclamó Youngki con urgencia.

—No me iré a casa —la Paradoja Baekchung, Kyrgios Rodgraim, habló con una sonrisa llena de ira—. Iré con mi discípulo.

2 respuestas a “Lector Omnisciente – Episodio 47: Selección del Rey Demonio (4)”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido