Traducido por Sharon
Editado por Ayanami
Ahora mismo, Lu Tingxiao no tenía ganas de lidiar con nadie. Para evitar seguir gastando tiempo charlando con Zhu Xiangcheng, simplemente aceptó la tarjeta y continuó con sus largos pasos.
Cuando vio esto, Zhu Xiangcheng pudo respirar de alivio por fin. Sin embargo, luego comenzó a preocuparle de si iría o no al cuarto.
Lu Jingli tenía una expresión dudosa en su rostro mientras lo seguía.
—¡Woah! Hermano, tienes mucha buena suerte con las mujeres. Zhu Xiangcheng debe haberse sentido ansioso cuando no te conmovió con su chantaje, así que puso todo su esfuerzo en conseguirte una mujer excepcional. Hermano, ¿la quieres? ¡Espera! ¡Ya tienes a la cuñada, así que tengo curiosidad por qué clase de diosa se las arregló para encontrar!
Los dedos de Lu Tingxiao se deslizaron y la llave del cuarto salió volando hacia Lu Jingli, quien la atrapó sin problemas con dos dedos.
—Entonces, me iré ahora~ —dijo con una expresión feliz.
♦ ♦ ♦
—Woah, 808. ¡Es una suite presidencial! —Sosteniendo la llave, Lu Jingli tarareó una canción mientras caminaba alegre hacia el cuarto.
El elevador lo llevó de inmediato al piso superior. Con una mano en su bolsillo, caminó directamente hacia el último cuarto del pasillo.
Al llegar a la entrada, deslizó la tarjeta por el visor y la puerta se abrió con un pitido.
Antes de abrir, Lu Jingli tuvo un pensamiento incómodo. Solo había venido a verificarlo por curiosidad, pero ¿qué pasaría si la mujer dentro se enamora de él y no lo deja irse?
A pesar de que no creía en los matrimonios, era una persona apropiada que solo se involucraba en relaciones románticas apropiadas.
Con tales pensamientos, abrió la puerta del todo.
Lo primero que vio fue la cama tamaño king cubierta en pétalos rosas, donde una mujer yacía acostada. A pesar de que los pétalos oscurecían su visión, podía ver un camisón extremadamente transparente y un par de largas, blancas piernas…
Eso fue suficiente para hacer que la imaginación de cualquier hombre se volviera salvaje. Como pensaba, Zhu Xiangcheng realmente se había esforzado esta vez.
Mientras pensaba, Lu Jingli continuó caminando dentro. Entonces, vio el rostro de la mujer.
A pesar de que sus ojos estaban cubiertos por una tela blanca, podía reconocer a la mujer acostada con una sola mirada.
¡¡¡¡WOAH!!!!
Lu Jingli dio un salto, aterrorizado, como si acabara de ver una bestia feroz. Su cuerpo chocó contra la puerta y dejó escapar un ruido fuerte.
Inmediatamente después, azotó la puerta con toda su fuerza y corrió enloquecido por las escaleras, como si estuviera hecho de viento. Corrió sin detenerse hacia el estacionamiento, donde llegó a tiempo para ver el auto de Lu Tingxiao salir. Rápidamente, se arrojó contra el vehículo para detenerlo.
El auto chilló cuando Lu Tingxiao pisó el freno, y su expresión al ver a su hermano era extremadamente fea. Lu Jingli golpeó la ventana sin detenerse, pero antes de que Lu Tingxiao abriera la boca para regañarlo, Lu Jingli lo sacó del auto y le habló como si su casa estuviera incendiándose.
—¡Hermano, apresúrate y ven conmigo!
—¿Qué está sucediendo?
—¡Es extremadamente urgente! ¡Un asunto extremadamente urgente! ¡Lo entenderás si vienes conmigo!
—Solo hay una cosa que me importa ahora mismo.
—Sé que solo quieres encontrarte con la cuñada ahora mismo, pero este asunto está relacionado con ella.
Como resultado, Lu Tingxiao lo siguió sin dudarlo.
De esa manera, los dos hombres se apresuraron hacia la suite presidencial 808.
Lu Tingxiao le dio una mirada al cuarto con una expresión fría. Sus ojos indicaban que lo mejor para Lu Jingli sería explicarle por qué había enloquecido de repente para arrastrarlo a este lugar.
—Entra y velo por tu cuenta —le dijo en un tono bajo mientras abría el cierre electrónico.
Al escucharlo, la complexión de Lu Tingxiao cambió ligeramente. Se dio cuenta de inmediato de lo que quería decir.
¿Podría ser que la persona dentro sea…?