Traducido por Sharon
Editado por Ayanami
Chang Li controló sus emociones antes de poder confortarla.
—Xueluo, debes calmarte. El e-mail decía que tenemos que enviar 8 millones de yuanes a esa cuenta dentro de las siguientes 24 horas, así que es claro que solo quieren el dinero. ¡Entonces, vamos a dárselos! ¡Un problema que puede resolverse pagando dinero no es ningún problema!
—¡8 millones de yuanes! ¡En un día! ¿De dónde se supone que consiga tanto? —Replicó Ning Xueluo, irritada. A pesar de que ganaba mucho, también gastaba bastante. Tenía que mantener las apariencias, comprar el favor de la familia Ning y otras personas del círculo del entretenimiento. Todo eso costaba dinero.
—Si lo reunes de varios lugares… Deberías poder pagar esa cantidad de alguna manera —murmuró Chang Li para sí misma. Por dentro, estaba pensando que el chantajista había elegido la cantidad correcta, ya que era el monto máximo que se podía reunir en tan poco tiempo.
Fue en ese momento que a Ning Xueluo se le ocurrió algo.
—Ya que ellos pueden rastrear nuestra información, ¿por qué no hacemos lo mismo?
—¿Las cuentas anónimas son tan fáciles de rastrear? —Replicó Chang Li, sacudiendo su cabeza—. ¡Tienes que entrar al sistema del banco! Aunque gastemos dinero en contratar a alguien para que lo haga, no podremos encontrar un hacker de ese calibre tan rápido. Además, aún si descubrimos quiénes son, ¿qué podemos hacer? La evidencia está en nuestra contra, esa cantidad… ¡Tendremos que dárselas de todas formas sin importar qué!
—Maldición… —Ning Xueluo le dio una mirada fiera a Cui Caijing, que estaba intentando derretirse en una esquina—. ¡Qué falló!
Tenía con qué chantajear a Cui Caijing entre sus manos, así que se sentía segura usándola con este tipo de tareas. Si no fuera por ello, la habría despedido hace mucho tiempo. Cui Caijing quería defenderse, pero no se atrevió a decir ni una protesta a pesar de la ira que sentía en su corazón.
¡De verdad soy inocente, ¿bien?!
—Hermana Chang, ayúdame a conseguir el dinero —la urgió Ning Xueluo, esforzándose por recuperarse de la furia, y demostrando una calma forzada—. ¡Rápido! También, contrata más fans para que ataquen a Ning Xi en línea. Tenemos que forzarla a un camino sin salida antes de que la semana termine.
—Xueluo, tenemos el testimonio verbal de Zhang Qiang. ¿Crees que deberíamos… arrojarla a la cárcel y terminar con ella de una vez por todas?
—No podemos. Aunque la familia Ning no la favorece, no es hasta el punto en que la dejarán ir a prisión. Recuerda, no podemos dejar que anule su contrato. Debemos hacer que se quede en la compañía por el resto de su vida para que pague su deuda. De otra forma, si se desespera y corre de regreso a la familia Ning, me será difícil controlarla… Además, para evitar más incidentes inesperados, arreglaré una reunión con un buen abogado —les ordenó Ning Xueluo, estrujando su cerebro para pensar en todas las posibilidades. Después de asegurarse que no había más grietas en su plan, logró calmarse.
Todo había estado saliendo muy bien, nunca se esperó que algo como esto sucediera. Por suerte, era como Chang Li había dicho. Un problema que podía resolverse con dinero, no era ningún problema. Definitivamente no dejaría que nada malo volviera a suceder.
♦ ♦ ♦
Al día siguiente, Ning Xi recibió los 8 millones de yuanes sin problemas. A las 6:00 de la tarde en punto, entró en Starlight junto con el abogado que Lu Tingxiao le había conseguido.
El momento coincidió con la hora en que todos salían del trabajo. Cuando vieron a Ning Xi, de inmediato la observaron con sospecha, antes de apresurarse a reportarlo. Postearon noticias y fotos de ella en sus grupos de chats, en línea, y en Weibo. Ning Xi, que parecía haber desaparecido de la faz de la tierra, por fin volvía a mostrarse.
—¡Cielos! ¡Ning Xi! ¡Realmente es ella! ¡De verdad se atrevió a salir de su escondite!
—¡Sí! ¡Tiene mucho valor! Si fuera yo, definitivamente habría huído. ¿Por qué habrá regresado?
—Es cierto, no hay manera en que pueda seguir en la compañía después de este incidente. Si las cosas empeoran, es probable que sea demandada y termine en prisión. ¡Habría sido mejor que hubiera huido!
—¿Viste al hombre que la acompañaba? Lucía bastante impresionante. Me pregunto quién será.
—No parece un amante. ¿Podría ser un asistente?
—¿Cómo podría ser posible? ¡Ella ya está en una situación peligrosa, ¿cómo podría permitirse contratar un ayudante?
—Lo más probable es que se esté vendiendo a un maestro rico.
—Je, je, me gustaría ver qué tipo de maestro tiene la habilidad de arreglar un asunto tan feo como este.