¡Me convertiré en la villana que pasará a la historia! – Capítulo 33

Traducido por Yonile

Editado por Lugiia


A ver, que necesito…

Coloco vendas, ungüento, una botella llena de agua limpia y los macarrones que me había dado Albert en un bolso pequeño.

Lo que falta es el medicamento para reducir la fiebre. Sin embargo, tendré que visitar la ciudad para eso…

Miro el reloj en la pared y veo que son las 2 a.m.

¿Ya es tan tarde…? Supongo que debería irme a dormir por ahora.

En el momento en que decido eso, me derrumbo en la cama, todavía completamente vestida, y me duermo casi al instante.

—Señorita Alicia~ —Escucho la voz de Rosetta.

Es muy ruidosa a primera hora de la mañana.

—¡Señorita Alicia~!

Ah, ¿por qué está aquí? Por lo general, ella no viene a despertarme…

Abro un ojo y miro el reloj.

¿Qué? ¿Las 10:00 a.m.?

Mis ojos se abren de par en par ante la sorpresa, dejando atrás cualquier rastro de cansancio.

¿Cómo pudo pasar esto? No he dormido hasta tarde ni una sola vez en los últimos tres años…

A esta hora, ya habrá concluido la práctica matutina. ¿No hubiera sido mejor si venía a despertarme un poco antes?

Aunque, realmente no puedo culpar a Rosetta… Despertarme a tiempo es mi propia responsabilidad.

Me cambio de ropa lo más rápido que puedo, tomo algo de dinero y luego salgo por la puerta de la mansión en un tiempo récord.

En el momento en que estoy afuera, corro a los establos, monto mi caballo y tomo sus riendas, haciendo que se dirija hacia la ciudad.

Una vez que llego, me dirijo hacia el vivero de plantas y abro lentamente la puerta.

Ahh, este lugar realmente emite una atmósfera tan cómoda. El aire es tan fresco y limpio… Ni siquiera me importaría quedarme aquí por el resto de mi vida.

—Bienvenido~ —dice el señor Paul, caminando hacia el frente de la tienda. En el momento en que se muestra, la atmósfera de toda la habitación se vuelve aún más amable y afectuosa, como si las plantas estuvieran encantadas con su presencia—. ¡Alicia! ¿Qué te trae por aquí? —me pregunta, pareciendo bastante sorprendido de que haya venido aquí sola esta vez.

—Me gustaría comprar un poco de Josiah.

—¿Josiah? ¿Alguien tiene fiebre?

¿No es Paul bastante cercano a mis hermanos…?

Si miento, estoy segura de que me atraparán de inmediato.

Al verme dudar en responder, él me sonríe amablemente.

—Toma —dice, entregándome la hierba Josiah—. No voy a preguntar por la razón.

Ante sus palabras, me pongo rígida por reflejo, pero abandono la sorpresa y gratamente tomo la bolsa de sus manos.

Paul de verdad es un adulto. Qué maravillosa madurez.

¡Y, a pesar de ser un noble, incluso decidió abrir este hermoso vivero de plantas!

—Um, ¿cuánto…?

—Es un regalo. Piensa en ello como una recompensa por saber tanto sobre Chad la última vez —dice, sonriéndome.

En esta vida, puedo estar viviendo mi sueño como una villana, pero creo que en mi próxima vida me gustaría renacer y ser alguien como Paul.

—Muchísimas gracias. —Le hago una reverencia y luego salgo de la tienda.

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