Mi hermana, la heroína – Capítulo 111

Traducido por Sharon

Editado por Tanuki

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Marywa me ayudó, aunque fuera un poco.

Ella me aceptó por más patética y pérdida que estuviera. Cuando me volví inútil y quedé varada, ella me llenó con confianza y coraje. Amablemente me dio guía cuando parecía que me derrumbaría hasta mi centro si me detenía y vacilaba. Y me dio un último consejo sobre lo que debería hacer.

Dijo que debería ir a ver a Mishuli.

No puedo discutir contra ella, y no tengo ganas de protestar. Marywa incluso dijo que va a ayudarme en todo lo que pueda. Nada puede ser más tranquilizador que eso.

Después de que le sonreí y le agradecí, ella me dio un fuerte asentimiento y se fue a casa.

Fue directo a casa.

Es un poco frío de su parte. Voy a ir a ver a Mishuli, así que ayudaría si hubiera venido conmigo.

Bueno, no es como si realmente la necesite. Arreglar las cosas con Mishuli será muy fácil para mí.

Aun así, creo que hubiera sido bueno que me hubiera visto hacerlo.

Está dentro de sus obligaciones como mi profesora.

—Entonces supongo que no necesito ir todo el camino y arreglar- ¡Ouch!

Leon le clavó el codo a Surfania cuando estaba hablando.

Estábamos en nuestro camino de regreso del cuarto de recepción hacia los dormitorios. Debo hacer heno mientras el Sol sigue arriba. Mejor ser dura y preparada que lenta y tener que trabajar más duro. Soy una genio, así que sé que debo ir a disculparme con Mishuli de inmediato.

—¿Por qué fue eso, Leon?

—Fue para que dejes de bromear.

—No intentaba decir una broma…

Surfania le hizo un puchero a Leon, que la retó.

Es bueno que Leon finalmente mantenga su posición frente a Surfania. Dejaré de llamarle idiota inútil.

—No te preocupes, Leon. No soy cualquiera para dejarme engañar por las palabras de Surfania.

—¿En serio? Normalmente la escucharías sin poder hacer nada e inventarías excusas para no ver a Mishuli.

—No te adelantes, plebeyo.

Leon se encogió de hombros cuando lo miré mal.

Ya sea que ella intente decirlo para desviar mi atención o aliviar la tensión, no me dejaré llevar por sus bromas. No hay forma en que una genio como yo vaya a huir frente a las dificultades.

Además, Marywa me dijo que no debo dar vueltas.

Ella me animó, diciendo que mientras me disculpe con Mishuli, todo se resolverá. Así que estará bien.

Iré al cuarto de Mishuli para hacerlo suceder. O eso es lo que pensaba, hasta que me di cuenta que no sé dónde está su cuarto.

—Pensando en ello, ¿exactamente dónde está el cuarto de Mishuli?

—Al lado.

—¿Al lado tuyo, Surfania?

—¿Huh?

Me miró como si fuera una idiota.

—Hey, deja de ser tan grosera.

—Imposible. Es tu culpa por ser tan idiota.

Ella añadió un insulto a la herida antes de decirme dónde está el cuarto de Mishuli.

—La bruja está al lado de tu cuarto.

♦ ♦ ♦

—Está bien, sabes.

Al momento en que bajé mi cabeza para disculparme, Mishuli me perdonó sin pensarlo dos veces.

Los tres estamos en su cuarto, habiendo venido luego de hablar con Marywa.

Mishuli no luce confundida por la visita repentina. Me dejó entrar de inmediato y aceptó mi disculpa. Es un giro de los eventos decepcionante, considerando que estaba preparada para arrodillarme.

—¿No me vas a preguntar los detalles?

—Hmm…

Miré ligeramente a Mishuli para verla acariciar su rostro, pensando.

Puede haber perdonado mi estupidez sólo porque su corazón es puro y amable, pero eso no funcionará para mí. Quiero que juzgue mis acciones. Es mi propio egoísmo, pero no puedo dejar que me perdone tan fácilmente.

En su lugar, Mishuli miró a Surfania directamente.

—Quiero decir, ya sé que la Señorita Surfania está intentando ocultar su sonrisa la mitad de las veces porque te está molestando, y que llamó a la Señorita Marywa para que intentara algo contigo…

—¡Hey, detente Surfania! ¡No la golpees! ¡La violencia no resolverá nada!

—No me detengas León. Esa bruja es una excepción. ¡Debe recibir castigo divino!

Surfania estalló de repente.

Así que ella ya lo sabía todo. Mishuli continuó, ignorando a Surfania, que se está volviendo violenta, y a León, que la está agarrando del cuello de su ropa.

—Cuando finalmente pude verte en el comedor, sabía que estabas intentando ser del modo en que eras antes. También sé por qué te apartaste ese día, así que no estoy enojada.

—… Lo descubriste.

—Sí, lo sé. Sé sobre mi verdadera madre, y lo que padre intentó hacer.

—Ya veo…

Vio a través de mis intenciones.

Este mundo realmente es diferente al de “Laberinto del Destino”.

En el, Mishuli nunca supo su historia hasta el final del juego.

La hermana que pensé que conocía creció para ser mucho más fuerte de lo que esperaba.

—Me volví más fuerte gracias a la Señorita Toinette. Me convertí en alguien casi tan fuerte como tú. Ya no soy la hermanita que siempre necesita ayuda de su hermana.

Sé que se volvió más fuerte. Me venció por completo en un debate justo. No puedo imaginarme cuánto esfuerzo puso en ello.

—No puedes sacrificarte. Nunca te dejaré volverte infeliz.

—Ya veo…

—Sí. Trabajé duro. Sólo quiero que entiendas eso, así que acéptame de todo corazón sin más malentendidos. De otra forma no te perdonaré sin importar cuántas veces te disculpes.

Mishuli me está mostrando no sólo su lado adorable, sino la fuerza de su voluntad.

—No dejaré que nadie más vuelva a llamarme Esa pobre niña. Jamás.

Estoy orgullosa que tenga algo por lo que pararse.

Tiene una fuerte creencia. Lo único que no permitirá. La resolución de Mishuli y firme actitud es completamente noble.

—Lo entiendo. Mishuli, eres increíble.

Realmente lo pienso, desde el fondo de mi corazón.

Le hice cosas terribles a Mishuli.

Y ella las superó. Me rendí ante el Destino, mientras que ella realizó su propio camino. Y me superó.

No hay forma en que pueda verla como una pobre niña nunca más. Mishuli es increíblemente fuerte ahora mismo.

—Soy una hermana inútil, ¿eso está bien para ti?

—¿A pesar de que somos las mejores hermanas?

Ya veo. Al final, eso es todo.

Comprendí finalmente cuando ella tomó mi mano con una gran sonrisa. Entiendo mi propia estupidez, y por qué el Destino fue despedazado.

Nunca tuve oportunidad. No tiene nada que ver con mi genialidad o el conocimiento del destino.

No hay ninguna hermana mayor que pueda vencer a una hermanita tan adorable.

—Hey, Mishuli.

—¿Qué pasa, hermana?

No puedo borrar mis pecados. Definitivamente herí a Mishuli con mis acciones. Ella me perdonó porque es amable, pero quiero pagar por lo que hice. Es parte de mi egoísmo, pero quiero escucharla decir algo.

—Por favor, regaña a tu inútil hermana.

—Imposible. Pero si realmente quieres compensarme, hay algo que puedes hacer.

—Bien. Dime. Haré lo que sea.

El ángel sonrió mientras rechazaba mi sugerencia de lleno.

Y ahora va a pedirme otra cosa. Está bien. Esperando a su petición, ella me miró fijamente.

—Elogiame. Una y otra vez.

Es una petición inesperada.

—… ¿Es todo lo que quieres?

—Es exactamente lo que quiero.

Estoy confundida por su petición tan vaga. Ella me respondió con la sonrisa de un ángel.

—No lo olvidé. Ahí fue donde todo comenzó.

Fue la primera vez que nos conocimos. La elogié de todo corazón cuando ella era frágil y vulnerable.

Mishuli me está diciendo que podemos empezar de nuevo desde allí.

Quizás el Destino se desvaneció en el aire en ese momento.

—… ¿En serio?

—En serio.

La tensión desapareció, y con ella mi fuerza.

Mientras me dejaba ir, Mishuli me abrazó, y suavemente puso mi cabeza en su regazo. Por alguna razón, fue una acción bastante natural.

Y obviamente, su regazo es el más cómodo para mí.

—Mishuli, eres la más linda en todo el mundo entero.

—Ehehe.

Elogiar a Mishuli es una tarea simple. Puedo hacerlo interminablemente. Es como respirar.

Mishuli puso una sonrisa y acarició mi cabello gentilmente.

—Hermana… Eres algo patética, pero eres la más genial del mundo entero.

—Ya veo. Te amo, Mishuli. Eres adorable y fuerte.

—Amo cuando eres genial, aunque honestamente, también me gusta cuando eres patética.

Así, restauramos nuestro vínculo de hermanas. Somos las mejores hermanas.

—Leon, vamos a irnos ahora mismo. Es desagradable. Tengo ganas de vomitar.

—Sí, tampoco puedo soportar esto. Vámonos.

Ahora que lo pienso, Leon y Surfania seguían aquí. Ellos se giraron y se fueron, pero no importa si están o no. Para mí es igual.