Traducido por Sharon
Editado por Tanuki
Es probable que no lo haya conocido, pero tengo una buena razón para odiar a Endo Edward.
Si tuviera que resumir su personalidad en una palabra, sería “arrogante”.
Desde que era un niño le metieron en la cabeza cómo ser un buen Rey. Supongo que podrías decir que funcionó.
Todos a su alrededor lo elogiaron como un prodigio. Fue bañado con elogios y grandes expectativas, hasta el punto en que le llamaron el “heredero perfecto”.
Siendo criado en esa clase de ambiente llevó a que Endo creyera que realmente era la persona más impresionante en todo el Reino.
Por supuesto, terminó subestimando a los demás y creyendo que él es el regalo de los dioses. Los estúpidos a su alrededor siguieron animándolo, así que su arrogancia sólo creció con los años.
Bueno, eso no cambia el hecho de que su personalidad está podrida. Todo es igual en el juego, bueno, dejando de lado mi indiferencia.
Para ponerlo con simpleza, es imposible llevarse bien con él.
Me pregunto si, justo como en el juego, Mishuli podrá derretir esa firme creencia.
Hace que me preocupe un poco el futuro de este Reino.
Sólo los idiotas pensarían que son el regalo de los dioses en su adolescencia. Desearía que pudieran usar su cerebro.
Que conozcan a Marywa y vean cuán inteligentes piensan que son. Criaron a Endo estrictamente, pero en un mundo envuelto en algodón.
Desafortunadamente, el Príncipe Heredero sigue atrapado en sus propios delirios de superioridad.
Piensa que no tiene rival a pesar de que yo, quien se enorgullece de ser una genio, no sólo se encuentra en el mismo país sino que es de la misma generación. Honestamente, su arrogancia es una molestia.
Cielos.
Aunque una genio como yo está aquí mismo, él piensa que es el número uno. ¿Qué tan engreído puede ser?
Intenté recordar que debo olvidar sus crímenes ya que no conoce el mundo exterior, pero su forma de actuar es irritante. Sólo pensar en sus líneas en el juego me hace sentir enferma.
No es sólo Su Alteza Endo con quien no puedo llevarme bien, no soporto a nadie que sea tan arrogante y pomposo.
Sea como fuere, mi oponente esta vez tiene un montón de poder. Es una de las únicas personas que tienen más poder que la hija del Duque. Debido a eso, intenté lo mejor que pude nunca, nunca, ponerme en contacto con él.
Sabía que si lo hacíamos… Pelearíamos.
Peor aún, por supuesto, yo terminaría ganando. No hay forma de saber qué haría si su orgullo se derrumba por alguien más joven que él.
Intenté muy duro evitarlo, y ahora terminó forzada a conocerlo. Y por un motivo tan incierto.
La carta me invita a visitarlo, pero no menciona razones.
Incluso ahora, mientras hago mi camino hacia el Palacio Real, no tengo idea de su objetivo.
—…
Estoy siguiendo a un sirviente que me guía por el Palacio. Como se esperaba de la Realeza, está amueblado y el arte ubicado en el corredor es de un gusto perfecto. Sólo con caminar a través del pasillo me dice el esfuerzo que le pusieron.
Pero seguramente no tengo motivos para preocuparme.
Soy una dama. No importa a quién me enfrente, tengo el coraje de mantener mi sonrisa y reír.
Es así. Aunque él sea el retrato de los engreídos, mi fuerza de voluntad fue endurecida hasta ser un diamante por Marywa. Lo soportaré.
Mientras yo fortalecía mi determinación, el sirviente caminando enfrente mío se detuvo. Llegamos a nuestro destino.
—Su Alteza. La Señorita Christina ha llegado.
—Hmm, ella llegó, ¿huh? Entonces entra ya.
Escuchando su tono, fruncí el ceño por dentro.
Qué forma más grosera de saludar a alguien como yo, quien sólo se encuentra un paso atrás de la Familia Real como la prometida del Príncipe y la hija del Duque.
Aunque ya esté molesta sin siquiera haberlo visto, está bien. Simplemente fue la pequeña ondulación de una pequeña gota en la gran pileta que es mi corazón. Difícilmente me afectó.
Intenté calmar la expresión preocupada del sirviente con una sonrisa. Para ser capaz de disculparse con sólo una mirada, ese sirviente tiene bastante experiencia.
Viendo mi expresión compuesta, el sirviente abrió la puerta. Con esos ánimos, entré al cuarto.
Esperando dentro había un chico unos años mayor que yo, con cabello rubio y ojos azules. Su mirada brillante por alguna razón estaba entrecerrada con desagrado y a diferencia del cabello suave de Charles, el suyo era lacio. Aunque los hermanos comparten bastantes características, en general las suyas son más duras.
—Christina Noir está aquí en respuesta a su invitación. Hoy-
—Ahh, vamos a olvidarnos de eso por ahora. No gastes mi tiempo con habladurías estúpidas. Siéntate aquí y espera.
Aunque había preparado una reverencia educada, Su Alteza no pareció impresionado. Por el contrario, cortó mi saludo con el ceño fruncido. Su comportamiento mostró con claridad que pensaba que mi saludo era molesto, así que chasqueé la lengua por dentro.
Tsk.
No tiene idea sobre la eficiencia. Una persona que no entiende la importancia de los modales es desagradable. Alguien que no entiende las sutilezas de las relaciones personales nunca podrá verse como un noble por los otros.
Pensar que ni siquiera lo intentaría en nuestro primer encuentro.
Aunque puedo pensar en una queja muy apropiada, alguien tan modesta y firme como yo nunca se atrevería a abusar de un miembro de la Familia Real.
Siguiendo sus instrucciones, me senté en la mesa ya preparada.
—Bien, entonces Christina Noir. Antes de que hablemos sobre los motivos de mi convocatoria… Déjanos.
En lugar de abrir la boca para contestar a mi saludo, le ordenó a los sirvientes que se retiraran. Quienes más se sorprendieron por la orden fueron ellos.
Su vacilación no es porque temieran por su seguridad. En su lugar, aunque seamos jóvenes, seguimos siendo un chico y una chica en edad similar. Que nos dejen sin compañía levantará varias cejas.
Aunque pretenda realizar una conversación privada, que haga a los sirvientes retirarse es muy inapropiado.
Usualmente, uno prepararía un cuarto para una conversación confidencial, o se los haría saber a los sirvientes con anterioridad, pero… Ah, ya veo.
No querías perder tu precioso tiempo siendo considerado.
Habiendo comprendido su verdadera personalidad, mi corazón se congeló.
Puede actuar de este modo porque todos a su alrededor son una “herramienta” bajo él. Mi impresión de él originalmente mala empeoró más.
—Bueno, Su Alteza, eso es… —intentó decir uno de los sirvientes.
—Cállate. ¿Piensas que estás en posición de cuestionar mis órdenes? Está bien si desaparecen como les dije.
Haciendo sentir a todos más curiosos, Su Alteza obligó a todos a retirarse. Si la Realeza da una orden como esa dos veces, no tienen más opción que obedecer. Dejando el cuarto, los sirvientes más grandes me enviaron una mirada de disculpas. Su preocupación calentó mi corazón.
—Christina Noir. Hay una razón por la que fui tan lejos para convocarte.
Aah… Este chico es irritante.
Estoy molesta al ser vista tan altaneramente, pero mi rostro de poker no desapareció. Dejé que floreciera la sonrisa de una dama, sin que mis verdaderos sentimientos se mostrasen para nada.
—Me pregunto qué negocios podría tener conmigo, Su Alteza. Aunque nunca tuvimos oportunidad de intercambiar saludos antes, es un honor ser notada por usted.
—Escuché que estás evitando a Charles.
—¿Eh?
Las palabras que salieron de su boca me atraparon por sorpresa.
Sólo lo mostré por un instante en mi rostro. Lentamente liberé el aliento contenido, volviendo a colocar mi expresión tranquila.
—No lo pondría de ese modo. Con lo ocupados que estamos con nuestros horarios, es cierto que no pudimos vernos muy a menudo. Diciendo eso, bajo ningún concepto estoy ignorando a Su Alteza Charles.
—Huh. Aunque no lo ocultas, conozco las circunstancias. Escuché con exactitud lo que está sucediendo.
Ya veo. Conociendo las circunstancias que yo misma no sé, Su Alteza es impresionante. Como si yo pudiera ser superior a Su Alteza. Qué excelente de ti, Endo.
Pensamientos sarcásticos llenaron mi mente.
Yo, Christina Noir, soy mucho, mucho, mucho más inteligente que un imbécil como tú.
—Christina Noir, probablemente piensas que ese tipo, Charles, es problemático, ¿verdad?
¿Qué diablos está diciendo este idiota?
—¿Por qué pensaría algo como eso? Mi matrimonio con Charles fue una decisión unánime entre nuestras dos grandes Familias. Estoy muy satisfecha con el arreglo.
—No tienes que ocultarlo. Sé lo egoísta que es. Sólo estar en el mismo cuarto que él es molesto.
¿Cómo puede declarar tal absurdo con tanta confianza?
Mi molestia ante las bromas de este arrogante, equivocado, payaso Príncipe Heredero casi alcanzaron el límite cuando recordé. En “Laberinto del Destino”, el Príncipe Endo odiaba a Charles.
Orgulloso y arrogante sobre su posición social, Su Alteza Endo nunca pudo perdonar a Charles, quien vive con libertad.
La razón por la que me llamó debe ser para encontrar herramientas con las que atacar a Charles.
En efecto, en efecto.
Si ese es el caso, entonces sólo necesito una cosa para triunfar en esta conversación.
Sólo debo declinar cualquier propuesta pomposa que me arroje.
—Alguien como Charles no da ni siquiera la más leve muestra de nobleza. Todo lo que hace es indigno de la Realeza… Y aun así, ¿por qué Padre lo deja pasar por alto?
—Oh, Cielos. Su inocencia es una virtud. Sólo estando alrededor de su vivacidad convierte cada ocasión en diversión.
—Huh. Esas son palabras bastante suaves. Al parecer tu punto fuerte es dar vueltas alrededor del punto. Haces algo tan problemático como ocultar todos tus pensamientos bastante bien.
—¿Qué dice? Sólo hablo honestamente sobre Su Alteza Charles. ¿Está ofendido?
Seguro este nivel de sarcasmo está permitido. Honestamente, me estoy conteniendo con todas mis fuerzas la urgencia de aplastar a este mocoso.
Pequeño.
Pensar que esta es la persona que heredará el Trono, que pequeño corazón tiene. No puedo entenderlo ni pasarlo por alto, aunque voy a hacer un compromiso.
Supongo que Su Alteza sólo es incompetente. Aunque pareciera que la tormenta en mi corazón se liberará en cualquier momento, me las arregle para tragarla por completo.
—Si encuentras desagradable hablar sobre Su Alteza Charles, ¿entonces deberíamos cambiar de tema?
—Ha. Aunque golpees el punto, no hay necesidad de apresurarse para cambiar la conversación. Alégrate, Christina Noir. Preparé un modo de liberarte de ese problemático Charles.
Está bien. Está. Bien. Estoy tranquila. Estoy tan tranquila.Aunque el malentendido y su actitud sea completamente irritante, por fin llegamos al asunto del día. No tengo idea qué está intentando proponer Su Maldita Alteza, pero sólo tengo que rechazarlo simplemente y soportarlo, y todo llegará al final-
—Tú, vuélvete mi prometida.
—¿Ha? ¿Qué tipo de estúpida tontería estás diciendo, bastardo?
Y aunque debería haber sido el final, soportar eso es pedir lo imposible.
Ya está se merece la muerte.
凸ಠ益ಠ)凸 como se atreve el muy p*t@ principe(╬ಠ益ಠ) de verdad… Hay que ser idiota para decir eso, bueno.. Para que me preocupo… ┐( ̄ヘ ̄)┌ ya esta muerto💀💀💀💀💀