Traducido por Sharon
Editado por Tanuki
—¡No puede ser…!
Una palabra de arrepentimiento salió de mi boca.
Principalmente, estaba dirigida a lo descuidada que fui hasta ahora.
Aunque sea una pérdida de tiempo, una persona no puede evitar pensar “y si…”. No importa cuánto lamentes el pasado, el tiempo no puede revertirse. Los humanos cometen errores. Incluso una genia como yo puede cometer errores.
Por eso cuando uno se equivoca, no es indigno preguntarse qué debería hacer, cómo arreglo mi error.
En lugar de perder el tiempo en fantasías sobre un futuro donde nunca cometiste el error, es más constructivo pensar qué deberías hacer sobre tu situación actual.
Incluso sabiéndolo, cuando escuché el tipo de desafío que Endo eligió… Me arrepentí.
—¡Mwuahahaha! ¿Qué sucede con esa expresión? ¡Pensé que estabas llena de arrogancia, pero eres sorprendentemente obediente!
Viendo mi expresión, Su Alteza Endo se rio. Parecía convencido de su victoria.
En un principio quería pulverizar su orgullo, pero ahora no estaré feliz hasta que no vea su rostro lleno de lágrimas.
Sin embargo, ahora mismo no puedo responderle.
—¡Hahaha! ¿Qué sucede, Christina Noir? ¡Si esa ruidosa boca tuya cayó en el silencio, quizás eres la dama que dices ser!
—¡Urk…!
No pude contenerme. Endo eligió lo único que un prodigio como yo jamás podría ganar.
¿El error que cometí? Que no decidiéramos el juego desde el principio. Aun con mi orgullo, firmar un contrato antes de leer los términos fue demasiado apresurado para mí.
Sin embargo… Pero… Aun así…
No tengo excusas.
—… Su Alteza.
—¿Qué sucede, Christina Noir?
—Elegir una pelea de espadas para nuestra competencia, ¿está bien su cabeza?
Exactamente. De todas las cosas que Su Maldita Alteza pudo haber elegido, desafió a una dama como yo a un duelo.
Realmente desearía que usara su cabeza. Bueno, normalmente si sólo tuviera sentido común sería suficiente.
¿Un chico desafiaría a una chica menor a pelear con espadas? Seguramente es imposible.
Eso es lo que había pensado.
Desafortunadamente, tendré que decir que en este gran mundo hay un humano desvergonzado que está intentando hacer eso mismo.
Su Alteza Real Endo. Muérete.
—Ha, son los ladridos de un perdedor. Mi cabeza es la mejor que hay.
Su Alteza, que sugirió un desafío tan inconvencional, no está escuchando mis quejas. Su rostro dice que no duda de su victoria, o lo apropiado de la competencia en sí.
—¿Qué está mal con elegir un desafío ventajoso? Tú fuiste quien dijo que no necesitaba decidir el juego antes.
—¡Estoy consciente del malvado cobarde que es, Su Alteza Maldita…!
¡Aunque sea para ganar, normalmente una persona tendría alguna clase de límite! En este mundo hay reglas claras y acuerdos silenciosos que uno debe seguir consciente o inconscientemente.
Su Alteza apartó ese sistema con un golpe.
Es inesperado. Su propuesta sobrepasó mis expectativas.
Como es Su Alteza Endo quien actúa como si fuera mejor que los demás, así que estaba segura de que sería una competencia razonable.
Si hubiera sido otra persona, no habrían sugerido un juego donde tendrían que usar una espada contra una mujer o un niño. Es una regla tácita en este mundo en que las mujeres y los niños no deben usar espadas.
Por lo que es la mejor forma para ganar contra una genia como yo.
—Su Alteza. Esta es una advertencia, pero si realmente pretendes desafiarme con la espada, quien sufrirá más serás tu, ¿verdad?
Principalmente porque sus acciones no pueden considerarse las de un caballero a los ojos de la sociedad.
Si en verdad peleamos con una espada, no tengo oportunidad de ganar. Sin embargo, si Su Alteza Endo me golpea, su reputación golpeará el suelo.
Pero aun así, ignoró mi advertencia una y otra vez.
—Qué estupidez. Lo que sea que digan no me herirá realmente. No cambiará el hecho de que soy superior.
Creo que este chico está roto.
Lo único aterrador sobre Endo es cuán ilimitada es su estupidez.
A esto es a lo que me refería en mi vida anterior cuando alguien decía “incapaz de leer la atmósfera”. Básicamente, habiendo sido criado por los elogios, no puede entender que otras personas pueden afectarle negativamente. Por eso piensa de forma errónea que todo lo que hace está bien.
Pensar así le dará problemas en el futuro.
Hasta ahora, debido a su juventud pudo escaparse con este comportamiento. Pero una vez que se vuelva un adulto, aquellos a su alrededor no podrán seguir ignorándolo.
En ese momento, Endo se dará cuenta de aquello llamado “Conocer tu lugar” por primera vez.
Pero el futuro no tiene nada que ver conmigo. ¿Y qué si sufrirá? No voy a preocuparme porque esa será mi venganza a futuro.
Aunque espero que Su Alteza sufra en adelante, perder ahora no tendrá significado.
El baile es en tu corte ahora, Endo.
—Si vas a quejarte tanto, quizás debería elegir un tipo diferente de competencia…
—¿Qué?
Es sorprendente que diga que abandonará su propia ventaja. Fruncí el ceño.
—¿No es de esperarse? Para asegurarme, propuse una pelea de espadas, pero soy un ser superior. No importa cuál sea el juego, no perderé contra alguien como tú. Si te opones a un duelo, entonces ¿por qué no eliges algo diferente?
Este chico tiene demasiada vanidad.
Estoy algo agradecida. Le enseñaré a Su Alteza que la arrogancia puede ser fatal-
—Entonces, cambiaremos las condiciones del juego… Pero al hacerlo, estarás traicionando la promesa hecha con el futuro Rey. No podemos permitir eso. Eso no se verá bien para alguien tan poderoso como yo. En efecto, en efecto, ir fácil contigo por tus quejas sería estúpido. ¡Supongo que todo lo que dicen sobre tu orgullo es mentira, Christina Noir!
—… ¿Qué acabas de decir?
La humillación es demasiado. Mi cerebro se detuvo por completo.
Orgullo.
El orgullo de una genio que mi madre me confió y el orgullo de mi posición como noble es lo que hace que la sangre azul fluya por mis venas. Para una genio como yo, la única emoción que tengo es mi orgullo por estos dos hechos.
Dejando de lado a Marywa, nadie me ha deshonrado antes.
Para mí, es algo sagrado. Es algo con lo que nací, abracé, y me crié.
Él está pisoteando eso.
—Ha, haha, hahahaha.
Lo que surgió de la perfectamente comprensible humillación que me hicieron soportar fue una risa.
La voz era demasiado suave por la emoción, y mientras mis carcajadas hacían eco sin contenerse en este lugar, finalmente traspasé mi límite.
—¡Haha! ¡Hahahaha! ¡Hahahahahaha! Una pelea será. ¡El único que caerá serás tú, bastardo!
Soy una noble.
Aunque me ponga en desventaja, me sostendré de mi orgullo.
Miré a Su Repugnante Alteza.
Para un Noble, hay ocasiones donde por más que sepas que perderás, no puedes renunciar.
No, no caigas en su provocación estúpida.
Sir Tanuki no me haga desconfiar…
Lady Sharon concuerdo con usted.