Traducido por Sharon
Editado por Tanuki
—Bien, entonces Charles.
Después de ver la figura indigna de Su Alteza siendo arrastrado por el corredor, me di la vuelta de imprevisto.
De pie ante mí estaba, por supuesto, Charles. Aun así, el miedo y los nervios que usualmente siento frente a él desaparecieron. Mi corazón nunca se sintió tan ligero.
Está bien. Con mi corazón ligero creo que puedo arreglármelas de alguna forma.
Seguro, Endo es un idiota bastardo inútil sin un gramo de calidad, pero para una genio como yo, puedo usar esto en mi ventaja. Esta es mi única oportunidad para arreglar la complicada situación en la que estamos.
—Tengo algo que decirte.
—… ¿Qué sucede?
Sin apartar la mirada, Charles se limpió las lágrimas de sus grandes ojos azules. En la luz viniendo a través de la ventana, su cabello dorado parece brillar.
Adelante, dilo. Ahora mismo es tu única oportunidad en la vida para aclarar esto.
Dilo.
¡Sólo habla, Christina Noir!
Alentada por mi voz interna, abrí mi boca y…
—¡Qué buen clima que tenemos hoy, Charles!
Sip.
Estaba equivocada.
Profundo en mi inconsciente está arraigada la urgencia de huir.
No quería decir eso y Charles no quería escucharlo.
Eso es obvio. Sólo frente a Charles me comporto como una idiota, aunque lo sabía.
Su mirada parece terriblemente decepcionada.
—Es cierto. El clima es lindo… ¿Entonces?
—Ah, no, no es eso. Eso no es lo que quería decir, ah…
—Sí, entonces, ¿qué querías decir?
—Urk.
Mi corazón saltó cuando su voz bajó de tono.
No estoy acostumbrada a enfrentarme a Charles cuando se ve así, me está incomodando. Estoy demasiado consciente y preocupada por sus reacciones.
Aunque sé que es por eso que estamos atrapados en un círculo vicioso, no sé cómo escapar, y no saber me vuelve impaciente.
Entré en pánico.
Es mejor si huyo que dejar que la conversación se vuelva fría. Esos pensamientos inútiles salieron y perdí mi voz.
—… ¿Chris?
Regresé a la realidad cuando me llamó.
Su voz se cortó un poco al pronunciar mi apodo, puedo sentir su incomodidad.
Estuve enloqueciendo con mis preocupaciones innecesarias.
No soy la única molesta con mi indecisión, Charles está en el mismo bote. Tengo tantas cosas que quiero escucharle decir.
Pero ahora mismo es mi turno de hablar. Charles nunca huyó de mi, ni intentó forzar la conversación.
Así que no tengo motivos para confundirme.
—…
Respiré profundamente.
Ese aliento llenó mis pulmones y circuló por mi cuerpo. Gradualmente me las arreglé para regresar mi respiración a la normalidad, y extrañamente, mi corazón también se calmó.
—Lo lamento.
Finalmente dije las palabras que estuve conteniendo por dos años.
Si pude decirlo, el resto es sencillo.
—Lamento haber huído egoístamente y haberte evitado todo este tiempo. No significa que te odio, Charles. No puedo decirlo bien, pero definitivamente no es eso lo que sucede.
—… Bien.
—Es sólo que, yo tampoco lo entiendo bien. Incluso ahora no lo entiendo. Pero sé que estuve actuando como una idiota… Seguí huyendo y lo lamento. No puedo disculparme lo suficiente.
—Sí, es suficiente.
En el medio de mis palabras, Charles apretó mi manga con firmeza.
—Aunque no lo expliques todo, creo que entiendo las bases. Como es Chris, tenía el presentimiento de que sería algo como eso.
—Ya veo.
—Pero tenía miedo de estar equivocado. No saber era aterrador… Puedes ser tan idiota a veces, Chris.
—¡¿Qué?!
Inflé mis mejillas frustrada por el comentario más impensable del mundo.
Yo, yo…
Yo soy una genio. Corría por la mansión libremente al año, podía hablar a los tres, leí cada libro en la biblioteca a los cinco, fui elogiada como la dama perfecta en mi primer baile a los siete, me di cuenta de mi primer amor a los nueve, y ahora, en mis once años, finalmente puedo enfrentar ese amor.
Soy una dama perfecta que nunca recibió una queja.
Pero, sólo por esta vez, no me quejaré. En su lugar, voy a disculparme.
—Lo lamento.
—Está bien, siempre y cuando no vuelvas a huir.
En lugar de perder el tiempo en el pasado, necesito atrapar el ahora y el futuro. Pretendo seguir esas grandes palabras.
Sin embargo, como una chica dos años más grande que Charles, no puedo parecer débil frente a él.
Por eso, en su lugar sonreí.
—Aah.
Una sonrisa desde el fondo de mi corazón. Para mostrarle a Charles que realmente soy yo, sonreí con todo lo que pude.
Finalmente, después de dos años, estoy sonriendo frente a Charles.
Un día me volveré más honesta delante de la persona de la que estoy aterrada.
Eso es, por fin lo entiendo.
Es como dijo Marywa, entender mis propios sentimientos.
Esto es a lo que se refería. Impaciencia, miedo, confusión, realmente son mis emociones y yo las controlo.
Este es el primer paso para ser honesta conmigo misma.
Por eso, puedo decir con firmeza:
“No voy a seguir huyendo”.
—… Lo entiendo. Está bien así.
Aunque todavía luce algo deprimido, mi prometido me perdonó. Con este pequeño intercambio, dejó que dos años de deshonestidad se volvieran parte del pasado.
Dejando que todas las preocupaciones que mantenía en mi corazón se liberasen, por fin puedo sentirme aliviada.
Estoy feliz. Todo volverá a la normalidad ahora. Concluyó con tanta facilidad que me pregunto por qué estuve dudando por tanto tiempo.
El peso en mi pecho desapareció, y por primera vez en dos años me sentí aliviada. Ahora en paz, extendí mi mano para acariciar el cabello de Charles como lo hice una vez.
—Por cierto, Chris.
Él atrapó mi mano a mitad de camino.
—¿Sí?
Mientras él sostenía mi mano, incliné mi cabeza confundida.
—Yo tampoco volveré a dejarte huir —murmuró mientras llevaba mi mano a sus labios.
Ante Charles, que cada tanto se ve como Mishuli, me quedé congelada.
Al mismo tiempo que terminó de hablar, el rostro que se parecía tanto al de mi amada hermana, besó mi mano.
Es la forma de un caballero para expresar afecto por una dama. Usualmente se usa como formalidad en las fiestas, pero en esos momentos la mujer lleva guantes.
En este momento, yo no los tengo.
—Charles…
Sostuve la mano besada contra mi pecho mientras Charles sonreía feliz.
—¿Qué sucede, Chris? Tu rostro está rojo.
Por supuesto. No importa cuán parecidos se vean, el significado es completamente diferente a cuando Mishuli lo hizo.
Charles todavía no es un miembro de mi familia.
Le envié una expresión descontenta al tranquilo Charles, con mis mejillas ardiendo.
—… Te perdonaré esta vez.
En los dos años que estuvimos separados se volvió engreído. Fruncí el ceño.
Charles no parece mostrar ni un signo de arrepentimiento por besar a una dama sin permiso.
—Por eso, la próxima vez asegúrate de preguntar.
Charles sonrió cuando lo reprendí.
—Como pensé, Chris es demasiado linda.
—¡Guh…! ¡Me iré! ¡Adiós, Charles!
—Bien, iré a jugar pronto.
Al parecer después de dos años las cosas no volverán a ser como eran.
Le informé a un sirviente de mi partida, sin dejar de acariciar el lugar que Charles besó. Una pequeña sonrisa apareció en mi boca.
En lugar de retroceder, nos las arreglamos para dar un paso adelante.
—Charles…
Donde me besó se siente cálido.
Me muero son tan lindos