Traducido por Rencov
Editado por Ayanami
—Lo creas o no, ¿cuál es tu elección?
Lin Ming sonrió malvadamente. Sus pupilas se habían vuelto a convertir en vórtices negros, girando lentamente. No parecían ojos humanos.
Un estremecimiento se apoderó del alma del soldado. Su enemigo le había dicho que su alma sería destruida, de modo que no podría entrar en el ciclo de Samsara y reencarnación. Él temía que no estuviera mintiendo. No le aterraba la muerte, porque creía que cuando un ser humano muere, reencarnaría. Si su destino era morir hoy, dentro de dieciocho años volvería a ser un hombre.
¿Pero ser aniquilado para siempre y no entrar al Samsara? Eso era algo que lo atemoriza.
Eso se podría considerar como la forma más pura y verdadera de la muerte, una destrucción total. Esto debe ser el nivel más alto de castigo incluso entre los demonios.
Si bien pensó que el joven podría estar mintiendo, recordó el dolor desgarrador de hace un momento, el cual se sentía como si una parte de su alma estuviera siendo arrancada.
Junto con las innumerables vidas de recuerdos que había visto de su Samsara, no se atrevió a hacer esta apuesta. Si lo que dijo es realmente cierto…
Por otra parte, había perdido todas sus artes marciales. Incluso si muere y no dice nada, ¿de qué serviría?
Al pensar esto, comenzó a dudar.
—Y bien, ¿lo has pensado? —Preguntó Lin Ming, con una sonrisa.
El soldado respiró hondo, las comisuras de sus labios temblaron. Cerró los ojos y dijo:
—Haz tus preguntas. Las responderé.
—Mm. Muy bien.
Sin perder el tiempo, Lin Ming hizo sus preguntas y pudo obtener las respuestas que quería. De ellas pudo confirmar, más que nada, que la llama eterna es, en verdad, una Esencia de Llama.
El Chamán de Gusano de Fuego que controla la llama eterna posee un cultivo en la etapa media del reino Houtian.
En cuanto a las razones por la que Chi Guda iba a ir a la Ciénega Agua Negra, eran dos. Su primer objetivo era erradicar a la Tribu Marjal Negro que se encuentra al borde de la ciénega de su destino.
Esta tribu era pequeña. Originalmente, estaba conformada por veinte mil personas. Pero, hace diez años, había descubierto una veta de Mineral de Hierro Profundo y, debido a esto, pudo expandirse rápidamente. Durante los años venideros, muchos extranjeros se habían unido a ella, disparando su población a más del doble de lo que era.
Antes de que la Tribu Na fuera destruida, esta, junto con la Tribu Gusano de Fuego habían sido las dos tribus principales que se mantenían en un equilibrio mutuo. Ninguna había querido ver a la otra hacerse más fuerte. Fue por esto que, la Tribu Marjal Negro había sido capaz de crear un lugar donde pudiera existir. Siempre y cuando presentara un tributo de acero oscuro a ambas tribus cada año, estaría a salvo.
Sin embargo, hace un año, la Tribu Na fue exterminada y se había roto el equilibrio en la región. Algunas de las tribus más pequeñas y cercanas, habían sido completamente absorbidas por la Tribu Gusano de Fuego. Ahora podía hacer lo que quisiera cuando lo quisiese.
La Tribu de Marjal Negro con el Mineral de Hierro Profundo era el objetivo más jugoso. La Tribu Gusano de Fuego planeaba conquistarla y usar a su gente como esclavos para trabajar en la veta. El mineral extraído sería enviado a su tribu para ser refinado en una gran cantidad de armas que podrían sentar las bases del futuro de su pueblo para dominar la Tierra Salvaje del Sur.
La primera razón para que Chi Guda fuera a la Ciénega de Agua Negra no fue una sorpresa para Lin Ming. Sin embargo, la segunda razón lo dejó conmocionado.
Aparte de subyugar a la Tribu Marjal Negro, Chi Guda también salió en la búsqueda de un Ave Bermellón[1].
Ésta, es una Bestia Sagrada que solo es inferior a una Bestia Divina. Asimismo, tiene una relación profunda con el ave Fénix.
En las antiguas leyendas de este mundo, hay historias de algunas Bestias Divinas como el Verdadero Dragón, el Verdadero Fénix[2] y el Roc[3] de Alas Doradas.
Sin embargo, una Bestia Divina es una existencia incomparablemente rara y elevada. Sin mencionar el Continente Caída del Cielo, serían raras incluso dentro del Reino de los Dioses. Cuando ese poderoso anciano creó, por primera vez, la técnica de movimiento “Roc de Oro que Rompe el Vacío”, fue después de un encuentro fortuito donde fue testigo de una batalla entre un Verdadero Dragón y un Roc de Alas Doradas. Tras terminar de presenciarla, ganó un entendimiento y se retiró durante sesenta años para estudiar y comprender los secretos a través de la meditación.
La fuerza ilimitada de una Bestia Divina es un concepto difícil de imaginar para un mortal, incluso los poderosos ancianos del Reino de los Dioses no podían competir por ello.
Y, debajo de la Bestias Divinas están las Bestias Sagradas.
Por ejemplo, seres como el Dragón Jiao, el Ave Bermellón y la Tortuga Espiritual son Bestias Sagradas.
Las Bestias Sagradas son más comunes que las Bestias Divinas. Aun así, eso es solo dentro del Reino de los Dioses. En el Continente Caída del Cielo, una Bestia Sagrada es una existencia extremadamente singular.
Por eso Lin Ming se sorprendió tanto, cuando el soldado dijo que había aparecido un Ave Bermellón en la Tierra Salvaje del Sur. Después de todo, este lugar es muy, pero muy pequeño en todo el continente Caída del Cielo.
El valor de un Ave Bermellón es inimaginable. Chi Guda no estaba lo suficientemente loco como para pensar que alguna vez podría atraparlo. Solo quería buscar algunos rastros y recoger algunas de sus llamas caídas. En las leyendas, a estas aves les gustaba posarse en los viejos árboles parasoles[4] milenarios. Después de descender, dejarían detrás unas pequeñísimas llamas. Estas provienen del fuego del Ave Bermellón.
Chi Guda desea recoger estas llamas para refinarlas en la llama eterna. Si la suerte está de su lado, incluso podría encontrar una pluma del Ave Bermellón y recibir un mayor beneficio de ello.
Incluso el corazón de Lin Ming se conmovió un poco, después de escuchar acerca de las llamas del Ave Bermellón. No obstante, no las desea. Lo que realmente desea es la llama eterna, esa es una verdadera Esencia de Llama. Si bien, es verdad que las llamas de un Ave Bermellón son bastante feroces, al final, son solo llamas.
— ¿Por qué hay un Ave Bermellón en la Tierra Salvaje del Sur? —Lin Ming se frotó la barbilla —Siendo que apareció una Bestia Sagrada, ¿este podría ser un presagio de los cielos?
♦ ♦ ♦
La Ciénega de Agua Negra se extiende alrededor de mil millas. Cuanto más profundo se entra en el pantano, más peligroso se vuelve.
Al otro lado del pantano está la infame Montaña Estruendo del Trueno. El pico más alto de está, se eleva a cien mil pies de altura y apuñala el cielo. Se dice que este pico es más alto que las nubes, por lo que experimenta nieve y lluvia durante todo el año.
Cinco días después, las operaciones de búsqueda dentro de la Ciénega de Agua Negra habían comenzado a toda marcha. La tribu Gusano de Fuego valora esta investigación y la toma muy en serio. El ejército había enviado veinte mil soldados de apoyo, mientras que el Chamán Gusano de Fuego había enviado a muchos maestros para ayudar. Todas estas personas están en la etapa del Período de Condensación de Pulso, e incluso había algunos que alcanzaron el Período de Condensación de Pulso avanzado, y solo están un poco por debajo de Chi Guda.
La búsqueda del Ave Bermellón continuó durante diez días, pero, el resultado final, dejó a todos sin palabras. No sólo no habían encontrado la más pequeña de las plumas o, al menos, una diminuta chispa. Sino que se había sacrificado la vida de varios cientos de soldados en la Ciénega de Agua Negra en vano.
Chi Guda estalló en furia. Estaba dentro de sus expectativas no encontrar al Ave Bermellón, pero no había esperado no encontrar rastros de sus llamas sin mencionar hallar una pequeña. Esto lo hizo sentir muy frustrado e incómodo. Había estado contando con esta hazaña para establecer su prestigio y obtener el reconocimiento del Chamán. Si lo hiciera, entonces, podría convertirse en el próximo Jefe de Gusano de Fuego. Pero, ahora, esa posibilidad se había perdido.
Chi Guda estaba de un humor horrible. Tres días después, dirigió a su ejército para atacar a la Tribu Marjal Negro para desahogar su ira.
La víctima de su cólera tenía un total de cuarenta o cincuenta mil personas, y su ejército tribal estaba formado con menos de cinco mil hombres. No solo eso, sino que muchos de ellos eran solo milicianos promedio. ¿Cómo podrían defenderse contra el poderoso ejército de veinte mil miembros de su tribu?
No hubo suspenso en esta guerra. La Tribu Marjal Negro fue completamente derrotada y el ejército rendido fue capturado y convertido en esclavo.
Después de eso, las tropas de élite de la Tribu Gusano de Fuego irrumpieron hasta los aposentos del jefe.
Chi Guda estaba montando un Caballo de Sangre Carmesí y en sus manos sostenía una lanza de diez pies de largo. A medida que avanzaban, donde quiera que iba, la sangre fluiría a borbotones y las cabezas saldrían volando. Se divertía masacrando a su paso y lo disfrutaba. Era como una fuerza imparable que arrasaba todo. Para él, matar gente era como cortar el pasto.
El sonido de un estruendo resonó, y la puerta de los aposentos del jefe se abrió de golpe. Chi Guda tomó la adelantara y fue el primero en entrar. Estos cuartos eran el lugar donde se encontraba la mayor riqueza, así como la abundancia de bellezas. Era el equivalente a un palacio real.
La actividad favorita de los soldados de Gusano de Fuego era saquear los aposentos de los jefes. Les brindaba oportunidades de placer ilimitado, además, podían saciar sus deseos lujuriosos más básicos. Las damas y concubinas de estos lugares, alguna vez, fueron bellezas nobles, pero ahora todas habían sido abusadas y humilladas impúdicamente.
Cuando el ejército se abrió paso aquí, los cuartos ya estaban en ruinas. Hubo quienes esperaban que la Tribu Marjal Negro fuera derrotada, por lo que, huyeron de antemano.
Sin embargo, la mayoría de las damas y concubinas no conocían artes marciales, por lo que, no tenían a donde correr. Incluso si lograran escapar, solo terminarían muriendo en el vientre de una bestia viciosa. Es por eso que, sin otra opción, decidieron permanecer dentro de los aposentos. En las guerras tribales, siempre eran las víctimas del sacrificio. Esta vez, nadie las tomó en cuenta.
Chi Guda miró con desdén y emitió una orden:
— ¡Pasen las órdenes, quiero que todos sean capturados y llevados a la sala principal! ¡Reúnan toda la riqueza y hagan un inventario, luego transpórtenla a la sala principal! ¡General de Izquierda!
— ¡Aquí!
Un hombre avanzó al frente.
—Dirigirás cinco mil tropas de élite para dar persecución a los prófugos de la Tribu Marjal Negro. ¡Tanto como alguien sea atrapado huyendo, si es un hombre, entiérralo vivo, y si es una mujer, colócala en el ejército como prostituta!
— ¡Orden recibida!
El hombre hizo un gesto de saludo con la mano, rápidamente, dio la orden a su propio ejército de tropas y dejaron los aposentos.
Una vez que una tribu fuera derrotada por la Tribu Gusano de Fuego, se necesitaría de mucho coraje para escapar. Porque si los atrapan, su final sería aún más miserable. Los hombres serían enterrados vivos, y las mujeres serían prostituidas y torturadas hasta la muerte por los soldados.
Por esta razón, muchas personas preferirían permanecer como esclavos que correr el riesgo de ser atrapados mientras escapan.
Pronto, el ejército se dispersó hacia el exterior. Los despiadados y crueles soldados de Gusano de Fuego escucharon que podían saquear los aposentos del jefe, sus ojos se tornaron rojos; eran como tiburones que olían la sangre.
En poco tiempo, los gritos de hombres y el llanto de mujeres hicieron eco en todo el edificio.
Chi Guda sonrió, disfrutaba mucho este sonido.
— ¡De prisa! ¡Ve más rápido!
— ¡Imbécil, deja de perder el tiempo!
♦ ♦ ♦
Media hora después, los soldados hicieron marchar a todos los prisioneros dispersos hacia la sala principal. Los hombres estaban heridos, con algunos de gravedad. La ropa de las mujeres se encontraba desaliñada en su mayoría, y sus rostros y cuellos presentaban moretones negros y azules.
Sin tomar en cuenta de si eran hombres o mujeres, una desesperación desolada menguaba sus rostros.
Los soldados llevaban grandes cajas llenas de oro, plata y otros bienes valiosos. Las apilaron dentro del área abierta de la sala principal. Creando una pequeña colina en poco tiempo.
Luego, comenzaron a tomar todos los objetos de valor, su ejército les había permitido guardar algo de la ganancia, así como tocar a las mujeres. A fin de preservar su naturaleza como bestias viciosas, de vez en cuando, debían ser alimentados con carne.
—Reportando al Gran Jefe, encontramos un hermano y una hermana en el fondo de un pozo. Una criada confesó que son los hijos del jefe de la Tribu Marjal Negro.
Un soldado empujó a un par de jóvenes de 16 o 17 años. Estaban vestidos con ropa barata y áspera, y sus caras estaban cubiertas de ceniza como si estuvieran sucias, al igual que una criada o un sirviente que tiende al fuego[5]. Pero, una vez que uno mira cuidadosamente, se podía ver que sus manos eran tersas y delicadas, sin algún callo. Eran una pareja, un chico y una chica, que, obviamente, nunca habían hecho un trabajo pesado antes.
—Bien.
La cara de Chi Guda se cubrió de una sonrisa perversa. Este par tenía la piel suave y tierna. El varón podría ser vendido como mascota a las jefas de las tribus matriarcales. En cuanto a la mujer la podría usar él.
Chi Guda desmontó de su caballo y caminó hacia los gemelos. Vanamente, tomó la barbilla de la chica. Pero, de pronto, resopló fríamente y la agarró del brazo. Dentro de la manga de esta había una ballesta oculta de manera sorprendente. Las puntas de sus flechas estaban humedecidas en un líquido azul oscuro, obviamente, era tóxico.
— ¡Estás buscando morir!
Chi Guda le propinó una bofetada con un poco de fuerza. Y, dentro de poco, el sonido del crujido de los huesos y el grito miserable de la joven le siguió. Su cara se había empapado de sudor frío, estaba cerca de desmayarse por el dolor, la muñeca derecha casi se le había roto por completo.
Antes de que Chi Guda pudiera deleitarse, su expresión cambió. Saltó hacia atrás sin dilación. Hubo un leve sonido de desgarro, mientras una sombra blanca salió disparada desde un ángulo imposible y se enterró en su cintura. En consecuencia, solo sintió que su cuerpo se adormecía y que sus órganos se agitaban dentro de él, provocándole casi vomitar sangre.
— ¿¡Quién!?
[1] El ave bermellón se le describe como un ave roja parecida a un faisán con un plumaje de cinco colores permanentemente cubierto en llamas. Representa el elemento fuego, la dirección sur y la estación del verano. A veces se confunde con el ave fénix chino por su apariencia similar, pero son criaturas diferentes.
[2] El fénix chino o fenghuang, es un pájaro mitológico chino que reina sobre las demás aves. No tiene conexión con el fénix occidental.
[3] El roc es un ave mítica de rapiña gigantesca, a menudo blanca, perteneciente a la mitología persa, capaz de levantar a un elefante con sus garras. Físicamente, son como enormes águilas con un plumaje marrón y dorado.
[4] El árbol parasol (wutong) es mejor conocido como el lugar de descanso favorito del ave fénix. Se dice que un ave fénix solo aterrizará en un árbol parasol si decidiera tomarse un descanso para volar.
[5] Probablemente, se refiera a los criados que extendían la ropa mojada al fuego, para que se secara.