Querida “amiga” – Capítulo 26: ¿No quieres que me vaya?

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


Poco después de que terminé de decir eso, me comencé a sentir mal.

En primer lugar, la información que sabía sobre el duque es lamentablemente poca. Su relevancia en el trabajo original es parecido al de Mariestella. En cierto sentido, eso era de esperarse ya que no era el típico personaje secundario masculino o personaje sub-líder.

Klaude Istvan von Escliffe.

En la novela original, el Duque Escliffe sucedió a su padre, quien murió hace un año, y asumió el cargo de jefe de la familia Escliffe. En la actualidad, él y el Príncipe Heredero Xavier estaban compitiendo ferozmente por el primer y segundo lugar del puesto “el mejor yerno” y “el mejor partido para casarse”

Oh santo cielo.

Cuando mis ojos se posaron en Klaude por primera vez, me di cuenta de por qué era considerado uno de los solteros más codiciado del reino junto con Xavier.

Es realmente guapo…

Su rostro brilla más que el de Xavier. Posee dinero, poder y además es guapo, en serio los cielos son realmente injustos.

Se puede decir que el rostro de Xavier era una brisa fría en una montaña invernal, mientras que el de Klaude es como una brisa cálida en un día de verano. Por supuesto, aparte de las diferencias en la apariencia, no podía negar que ambas resultan atractivas.

—Hola, lady Mariestella —expresó Klaude para saludarme.

Increíble, su voz es como miel para mis oídos.

Si existiera un oficio parecido al de presentador de radio o actor de voz en esta época, tenía la voz perfecta para ello, podría recomendarla a toda costa. Miré fijamente al frente, mientras dejaba que los perfectos tonos de su voz masajearan mi cerebro, recuperé el sentido lo más rápido que pude cuando me di cuenta de que tenía que responderle.

—Ah, duque Escliffe. Bienvenido —Sentí que le faltaba algo en mi saludo, así que agregué más —bienvenido a nuestra casa.

Ah… quizás exageré. No es como si viniera aquí por algo bueno.

No, vino aquí porque sobreviví al accidente del carruaje. ¿No es eso algo bueno …?

Mientras titulaba en mi cabeza, escuché a Klaude reír. Me sonrojé avergonzada, y él se disculpó apresuradamente.

—Ah, lo siento, lady Mariestella. No me estoy burlando de ti —dijo con calma. —No pude evitarlo porque eras demasiado linda… lo siento, mi lady. Me disculpo si te ofendi.

—No, bueno… está bien —debo haberme vuelto más generosa de lo habitual, porque incluso esa risita era atractiva: era como una estatua de la vida real que sonreía. Asentí y le sugerí que se sentara. No podía dejar a un invitado herido permanecer de pie por mucho tiempo.

—Tome asiento, mi lord. Estoy segura de que tampoco te sientes muy bien.

—Ah —los labios de Klaude se extendieron en una sonrisa incómoda —afortunadamente, recientemente, obtuve permiso de mi médico para salir.

—Desearía ser usted —dije con envidia —Mi médico me dijo que tendría que quedarme en cama un mes más.

—Ah, ¿todavía no te sientes bien?

—No lo creo. Todavía soy joven, así que me recupero rápido… y mis huesos están casi unidos, pero para mí doctor no es suficiente. Por supuesto, es mejor estar seguros… —Sin embargo, sacudí la cabeza con desagrado —Creo que me estoy volviendo loca porque no he podido moverme durante dos meses en la cama. Está actividad no es para humanos.

—Ah… —cuando Klaude escuchó eso, la expresión en su rostro empeoró y saltó de su asiento. Lo miré inquisitivamente y, de repente, se arrodilló ante mí.

—Lo siento, mi lady. He cometido un grave pecado.

—¿Disculpe…?

—Creo que es correcto disculparse primero. Lo siento mucho, mi lady. Todo esto pasó por mi culpa.

Parpadeé sorprendida.

—Bueno… también fuiste víctima del accidente de los carruajes. No es como si hicieras esto a propósito.

—Es mi culpa. Lamento mucho todo lo que ha pasado. La familia Escliffe se hará responsable del daño financiero y mental que sufrió por este incidente.

El daño financiero es una cosa, pero ¿cómo podría compensar el daño mental…?

Demasiado curiosa por sus palabras, pregunté —¿cómo vas a compensar el daño mental?

—Ah —Klaude rápidamente me miró —¿hay alguna indemnización oficial por daños que tenga en mente?

¿Por qué me pregunta eso?

—¿No me dijo eso porque tenía algo en mente? —Pregunté.

—Por supuesto, tengo algunas ideas, pero, por si acaso —dijo Claude —aprendí que la compensación debería reflejar mejor la opinión de la víctima.

—Bueno, no tengo nada en mente… al principio me sorprendió, pero con el tiempo mejorare —Por supuesto, no sabía si tendría algún problema psicológico con los carruajes después de esto, pero ahora me siento bien.

Klaude pareció insatisfecho con mi respuesta y me miró con una expresión seria. —¿No quiere ninguna compensación por el daño mental?

—Ah, no. No, eso no es lo que quise decir —dije rápidamente —pero ¿qué es exactamente una compensación por daño psicológico, mi lord?

—Buena pregunta —Klaude sonrió.

Pensando que su sonrisa podría valer un millón de dólares si él decidiera cobrar por ella, tragué saliva sin darme cuenta. No podía creer que hubiera un hombre en este mundo que tuviera una sonrisa tan hermosa.

La sonrisa de Xavier también era hermosa, pero la suya era una especie de sonrisa de una escultura, mientras que la de Klaude era un poco más similar a la de un dibujo… ah para qué complicarlo, son muy parecidas.

—Pensé que estarías muy aburrida mientras estabas en la cama —dijo Klaude.

—Es verdad —enumere todas mis quejas —leo libros y hablo con mi hermana, pero no puedo evitar aburrirme porque no puedo salir.

—Así que te visitaré hasta que te recuperes por completo.

—Ya veo… no, espera, espera —balbuceé, con los ojos muy abiertos —¿Qué, qué acaba de decir?

—Oh, no, parece que no me escuchó —dijo Klaude con un poco de pesar, luego, habló de nuevo, enunciando claramente cada sílaba. —Dije que visitaré la mansión Bellefleur hasta que se recupere por completo.

—Oh mi lord… eso realmente no es necesario, no necesito ese tipo de compensación —me negué con un movimiento cortés de mi cabeza, pero Klaude parecía muy sorprendido cuando escuchó eso.

—¿Por qué…?

¿Realmente no lo sabe?

—No tenemos una relación tan cercana… como para encontrarnos todos los días —tratando de no ofenderlo. Lo mire discretamente para ver su reacción, pero todavía parecía que estaba en estado de shock.

Por supuesto, que es muy apuesto, fácilmente, podría ser considerado un tesoro nacional, por lo que era cierto que sería feliz con solo mirarlo. Pero, ¿De qué hablaremos todos los días? Si tan solo es nuestra primera reunión, sin mencionar que tuvimos un accidente tan terrible.

Vaya, solo pensar en eso me hace sentir muy incómoda.

No importaba cuánto me agrade la idea de pasar mis tardes junto a un apuesto hombre, eso no es una buena idea. Sin mencionar, el problema que causaría que un duque soltero, visite la casa de una joven soltera todos los días por razones de amistad.

Es una situación perfecta para difundir extraños rumores. Algo así me traería terribles problemas.

—No lo pensé bien, mi lady —dijo Klaude.

Ah, finalmente, pareció darse cuenta de la falta de decoro en su oferta. Asentí, sintiéndome orgullosa.

—Gracias por entender, Su excelencia —dije —Esta visita ya es…

—En primer lugar, voy a solicitar una relación cercana.

—¿Qué?

¿Cómo demonios llegó a esa conclusión? Me quedé helada, mientras parpadeaba estúpidamente hacia él. Estaba siendo irracional.

Torpemente me aclaré la garganta.

—Duque, no tienes que hacer eso.

—¿Por qué?

—Bien…

Si pregunta la razón, ah, realmente, no tengo nada que decirle. ¿Sí, por qué no? Él quiere acercarse a mí. ¿Tengo derecho a detenerlo? No es que lo odie, entonces, ¿por qué detenerlo? Varias razones flotaron en mi mente, mientras Klaude volvió a sonreír solo para mí.

Es demasiado guapo.

—Parece que no has encontrado una buena razón —dijo.

Él estaba en lo correcto.

Me quedé sin palabras y cerré la boca sin darme cuenta. Esa sonrisa palpitante todavía estaba presente en sus labios.

—Honestamente, no soy nada interesante. No es que sea aburrido, pero sería demasiado normal —dijo.

—Pero no sé nada de usted.

—Puedes conocerme lentamente, lady Mariestella. No es tan importante.

Después de tomar una decisión espontánea, miró hacia el reloj y luego me miró.

—Me retiraré ahora, lady Mariestella. No puedo hacerte sufrir en nuestra primera reunión, vendré otra vez mañana.

—No, está bien.

—No tienes que sentirte presionada.

Piense en lo difícil que será para mí, si un apuesto hombre como usted lord Klaude viene a visitarme todos los días. ¿No crees que se estresará mi corazón? ¿No crees que es una carga demasiado pesada? ¡Eso significa que tengo que tener cuidado todos los días!

—Cuide su salud, lady Mariestella —dijo.

—¿Se, se va?

—Oh —un ligero rubor apareció en el rostro de Klaude —¿No quieres que me vaya?

Atónita hice una pausa antes de responder —dese prisa y retírese.

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